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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Columna La Calle que continua con el dialogo imaginario creado por José Emilio Pacheco, entre Alfonso Reyes y José Vasconcelos, que no es una mera ocurrencia, parte, al contrario, del conocimiento preciso de la personalidad de Reyes y de Vasconcelos, el tono de su intercambio se va haciendo severo conforme avanzan por la calle antes llamada Juanacatlán hacia el domicilio de don Alfonso, sobre la calzada que hoy lleva su nombre, Reyes ha reivindicado el valor de su obra, y Vasconcelos responde : ´Sí, una obra encantadora e inconclusa. Proyectos, esquemas, puntos de partida, resúmenes, glosas. Muy bien escrita, claro. El estilismo ; siempre odié el estilismo, consuelo de los estériles y los cobardes´..
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Tipo
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Artículo periodístico.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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La calle
para el lunes 22 de febrero de 201 O
Diario de un espectador
Conversación de fantasmas
por migue! ángel granados chapa
De seguro fueron muchos los diálogos cruzados entre Alfonso Reyes y José
Vasoncelos, tanto en su juventud como en su madurez. Por eso tiene sentido que José
Emilio Pacheco haya imaginado una conversación entre los espíritus, los fantasmas de
cada quién, y la desarrolle a partir de la esquina formada por las avenidas bautizadas con
sus nombres.
El diálogo inventado por Pacheco no es una mera ocurrencia. Pmie, al contrario, del
conocimiento preciso de la personalidad de Reyes y de Vasconcelos. El tono de su
intercambio se va haciendo severo conforme avanzan por la calle antes llamada
Juanacatlán hacia el domicilio de don Alfonso, sobre la calzada que hoy lleva su
nombre. Reyes ha reivindicado el valor de su obra, y Vasconcelos responde:
"Sí, una obra encantadora e inconclusa. Proyectos, esquemas, puntos de partida,
resúmenes, glosas. Muy bien escrita, claro. El estilismo:; siempre odié el estilismo,
consuelo de los estériles y los cobardes.
Reyes: Lo odiaste porque no podías escribir prosa como Martín Luís Guzmán ni como
yo. Sin embargo, a pesar tuyo fuiste un gran escritor. Ulises criollo es un libro
prodigioso. Lo más parecido, junto con El águila y la serpiente y La sombra del
caudillo, a una novela en una generación de extraordinarios prosistas y narradores que
jamás pudimos escribir novelas ni dramas ni verdaderos poemas.
Vasconcelos: Fui un filósofo. Intenté crear un sistema filosófico. En cambio, tu,
Alfonso -con toda la admiración que mereces y con medio siglo de afecto-no fuiste
sino esa cosa amorfa y horrible que llamamos 'hombre de letras', porque no podemos
nombrarlo de una manera más precisa.
Reyes: Fui un escritor, a secas. Un ensayista.
Vasconcelos: Un especialista en generalidades. Alguien que mariposea sobre todos
los temas y no se compromete con ninguno. Tu obra entera es periodismo, sin duda
magistral y de suprema calidad literaria, pero al fin y al cabo periodismo.
Reyes: ¿Por qué te parece mal el periodismo? Democraticé hasta donde pude el saber
de los pocos y lo llevé a quienes habían aprendido el alfabeto gracias a tu labor como
secretario de Educación pública. Además, Pepe, casi toda toda la literatura española de
nuestra época es periodismo: Ortega, Unamuno, Azorín, Diez-Canedo. Tu también fuiste
un gran periodista. Lástima que hayas puesto ese talento al servicio de las peores causas.
Qué pena saber que terminante tus días como editorialista estrella del coronel García
Valseca.
Vasconcelos: No robé. Tenía que ganarme la vida. Acepto, si quieres, que me
equivoqué trágicamente respecto a Hitler, Franco y Mussolini. Pero lo hice por
antiimperialismo, por creer que los enemigos de nuestros enemigos eran nuestros
amtgos.
Reyes: Pepe, no contribuyamos a la confusión general. Tu antiyanquismo fue de
derecha como el de Federico Gamboa y Carlos Pereyra.
Inmersos en la discusión, Reyes y Vasconcelos han llegado sin darse cuenta frente a
la casa del primero. Atraviesan las paredes y entran en la biblioteca.
Reyes: Todo está como lo dejé hace veinte años .
Vasconcelos: Un museo, qué espanto.
Reyes: Pepe, estás a punto de alcanzar tu centenario (te quitabas la edad, como tu
coterráneo don Porfirio.. Los desplantes juveniles ya no te quedan. ¿Por qué no te
sientas?
Vasconcelos: Déjame ver tus libros. Qué antiguallas. Mira, Toynbee. Dedicado. Ya
nadie lee a Toynbee. Sic trransit".
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Materia
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La Calle, diario de un espectador
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Persona o institución mencionada
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José Emilio Pacheco
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Alfonso Reyes
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José Vasconcelos