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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Columna La Calle dedicada a Mario Benedetti, fue un buen novelista, pero fue más leído, y querido, como poeta, cuando se presentaba a leer sus poemas, había tumultos, había una cola de personas, de a dos, de a tres ; la gente paciente esperaba..
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Tipo
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Artículo periodístico.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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La calle
para el viernes 22 de mayo de 2009
Diario de un espectador
El poeta popular
por miguel ángel granados chapa
Mario Benedetti fue muy conocido como novelista -La tregua, Gracias por el fuego y como cuentista --La muerte y otras sorpresas, Con y sin nostalgias--, pero fue más
leído, y querido, como poeta. Cuando se presentaba a leer sus poemas, había tumultos.
Hortensia Campanella presenta esta escena madrileña, de septiembre del 2000::
"Había una cola de personas, de a dos, de a tres; eran caso todos muchachos
bullangueros, veinteañeros, y luego estaban también los que parecían supervivientes de
los años setenta. Se extendía metros y más metros, doblaba junto a la fuente de la
Cibeles, subiendo por la calle de Alcalá. Muchos llevaban libros, y todos, paciencia. No
había habido mucha publicidad, pero se habían pasado la noticia con euforia: Mario
Benedetti cumplía ochenta años, había una semana de homenajes en la Casa de América
en Madrid, pero ese jueves estaba él solo leyendo sus poemas. Así que ese era el día que
reunía a la multitud".
Cuatro años más, otra expresión multitudinaria semejante:
"De nuevo la cola de gente paciente esperando para asistir a un acto en el que va a
estar Benedetti. Pero ahora los entusiastas van a entrar al paraninfo de la Universidad de
la República, en su Montevideo, como él dijo, 'el corazón de mi país ' . Le van a hacer
entrega del título de doctor honoris causa, pero la ceremonia será acorde con el estilo
serio aunque informal de una joven república falta de centenarias tradiciones. No hay
birretes ni togas, y junto al homenajeado estará un cantautor, Daniel Viglietti, con las
canciones que nos llevan a las palabras de los años duros. Ya han pasado casi veinte
desde el final de la dictadura y de su regreso del exilio y sin embargo esta escena tiene
la emoción de un corolario, de un símbolo. Cuando se acabaron las palabras y las
canciones y los aplausos, todo evitábamos mirarnos para no ver la lágrima en ojo ajeno.
Entonces se oyó a otra muchacha -pura coincidencia-gritar: ' Gracias, Mario'. Y se
cerró el círculo".
En octubre de 1997 en México había ocurrido un espectáculo similar, más entusiasta
aún que los de Madrid y Montevideo. Lo recuerda Marisol Shultz en La Jornada.
Benedetti se presentaría en Bellas Artes a las ocho de la noche, pero desde las once de la
mañana había ya personas haciendo una fila para entrar:
"Ese día amaneció con lluvia y viento, lo que a quienes llegaron nueve horas antes del
recita parecía no importarles, pues cubiertos con impermeables y paraguas esperaban
pacientes que dieran las ocho de la noche para entrar al recinto.
"La situación comenzó poco a poco a tomar un matiz un poco peligroso, porque
obviamente durante el transcurso del día fueron llegando cada vez más jóvenes ansiosos
de escuchar al poeta.
El Palacio de Bellas Artes, como cualquier edificio, tiene un cupo máximo (y se temía
que) como finalmente ocurrió, buena parte de la gente se quedara fuera, por lo que
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también desde temprano se colocaron unas pantallas gigantes en la explanada de entrada
al palacio, con la idea de que quienes no pudieran ingresar no se perdieran el recital, que
sería transmitido por circuito cerrado de televisión.
"Sin embargo, quienes hicieron fila todo el día no estaban dispuestos a negociar.
Cuando la sala principal del palacio estaba prácticamente llena y se comunicó a la gente
que debía quedarse afuera, los miles de personas imposibilitados para entrar dieron lo
que en otros ambientes se conoce como el típico portazo. Entraron por la fuerza y hubo
momentos de muchísima tensión, porque parecía una turba dispuesta a todo que sólo se
apaciguó cuando la figura menuda, entrañable de Benedit apareció en el escenario ...
"La gente lo ovacionó de pie y a partir de ese minuto se dio una verdadera comunión
del público, jóvenes en su mayoría, y su autor favorito"
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Materia
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La Calle, diario de un espectador
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Persona o institución mencionada
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Mario Benedetti