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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Plaza Pública relativa a la resolución tomada por Arsenio Farell desaparecieran varios organismos adscritos a su secretaría, se trata del Instituto Nacional de Productividad, el Instituto Nacional de Estudios del Trabajo, el Centro Nacional de Estadísticas del Trabajo y el Centro de estudios Históricos del Movimiento Obrero, quizá hasta buenas razones pudieran esgrimirse en algunos casos para dictaminar la desaparición, quizá la racionalización en el empleo de los recursos permita la realización con mayor eficacia de las más importantes funciones a cargo de los organismos que desaparecen, pero nada de eso quita, por un lado, que el proceso de supresión se haya realizado de manera taimada, cuando no sobre la base de engañar a los trabajadores de esas oficinas..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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unomásuno
4 • lunes 11 de abril de 1983
Plaza pública
llll> Desaparición de or{!anismos
•Los archivos del Cehsmo
Miguel Angel Granados Chapa
1
(
Si el secretario del Trabajo ha ganado, merecidamente, fa ma de duro cuando hace de árbitro entre los factores de la
producción, con mayor razón lo es cuando actúa como
patrón . Por eso, seguramente orillado por la necesidad de
ahorros que .en algunos sectores del gobierno está siendo
tomada en serio, pero también por una visión limitada y en
exceso pragmática de las funciones de la dependencia a su
cargo, el antiguo presidente de la Cámara Nacional de la
Industria Azucarera y Alcoholera , licenciado Arsenio Fa rell , resolvió que desaparecieran varios organismos adscri tos a su secretaría.
Se trata del Instituto Nacional de Productividad,
(lnapro), el Instituto Nacional de Estudios del Trabajo, el
Centro Nacional de Estadísticas del Trabajo y el Centro de
estudios Históricos del Movimiento Obrero (Cehsmo). A la
hora de escribir estas líneas pesaba la posibilidad de sen tencia semejante sobre el Consejo Nacional de Cultura y
Recreación de los Trabajadores y sobre el Fondo Nacional
para el Consumo de los Trabajadores. Quizá hasta buenas
razones pudieran esgrimirse en algunos casos para dictaminar la desaparición, como el fomento del consumismo
que en cierto sentido alentó el Fonacot, pues propiciaba el
endeudamiento de los obreros . Quizá la racionalización en
el empleo de los recursos permita la realización con mayor
eficacia de las más importantes funciones a cargo de los
organismos que desaparecen. Pero nada de eso quita, por
un lado, que el proceso de supresión se haya realizado de
manera taimada, por decir lo menos, cuando no sobre la
base de engañar a los trabajadores de esas oficinas. Y tampoco deja de hacer pensar que la secretaría se llama del
Trabajo y la Previsión Social, por lo que el cumplimiento de
sus tareas no se agota en la simple mediación entre las partes cuando se trata de conflictos laborales, sino que ha de
cumplir toda una política en el mundo del trabajo que recla ma el ejercicio de una memoria, un registro y una posibilidad de planeación a que contribuían algunos de los organismos cuya muerte ha tenido lugar.
El lnapro, por ejemplo, realiza funciones tan necesarias
que hasta se le había dotado recientemente de un espléndido edificio (en donde ahora despachará el propio titular del
Trabajo, siguiendo la frecuente costumbre de duplicar las
oficinas de los funcionarios superiores; y en este caso,
además, para evitarles el que deban llegar hasta ese barrio
tan feo que es la colonia de los Doctores, que implica
además el tener que tr13nsitar por en medio de la colonia
Obrera, lo cual es un exceso, ¿no?). Fundado en los años
cincuenta por don Jesús Rivera Quijano como Centro Industrial de Productividad , y convertido después en Centro
Nacional, el lnapro tenía asignadas labores que uno juzgaría indispensables particularmente en estos momentos
de crisis . Don Manuel Bravo Jiménez, que desde el edificio
vecino de la Universidad Pedagógica Nacional (metida
también en dificultades) habrá visto no sin tristeza el cierre
de la institución que dirigió por largos años , quizá hubiera
tenido una palabra que decir sobre esta decisión si acaso
en esta época de consulta popular hubiese en verdad el
ánimo de escuchar puntos de vista que no necesariamente
concuerden con los preconceptos que los jefes se han for mado.
Es ·deplorable, espeCialmente, la liquidación del Chesmo, sobre todo teniendo en Guenta que la vigencia del fi .deicomiso que lo manejaba concluiría en tres meses más.
Haber llegado al término de la vigencia del contrato correspondiente, sin embargo, habría evitado el dar muestra de
fuerza, que es de lo que se trata. ¿Por qué actuar conforme
a la razón si se puede ser arbitrario? En sus casi diez años
de existencia, este centro realizó una fecunda tarea de investigación sobre el movimiento obrero mexicano. Su labor editorial fue asimismo notable y meritoria. Hoy mismo,
tenía en curso diversos proyectos que están en riesgo de
perderse, como también puede ocurrir con el valioso acervo documental de que dispone . Archivos originales (como
el de José C. Valadés o el de Jacinto Huitrón, dirigentes
sociales; o el de las huelgas de la cordelería San Juan, de
Yucatán; o el de Dorantes, mecanógrafo de la CTM, o el
de la CROC, etcétera) pudieran ir a parar a simples bodegas, una vez que haya sido liquidado por completo el personal del centro (al que, hay que decirlo, se esté pagando
con todo escrúpulo la liquidación correspondiente).
La propia Secretaría del Trabajo, instituciones académicas o el propio movimiento obrero, debieran recapacitar en
la necesidad de que la documentación sobre el pasado laboral mexicano que pacientemente se reunió durante una
década no vaya a dar a la basura ni se venda por kilo.
Costó algo más que su peso.
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Materia
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Plaza Pública, Uno más Uno
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Persona o institución mencionada
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Arsenio Farell
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Instituto Nacional de Estudios del Trabajo