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Extensión
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9 fojas
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Resumen
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Crónica colectiva, no solo un testimonio personal.
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Tipo
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Escrito
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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='L ATENTADO
~ONTRA
=xcELSIDR
'elacidn de hechos
:Jor Vicente Leñero
Esta es una crdnica colectiva, no
sólo un testimonio personal
En el
prime~
trimestre de 1976 , c uando el diario Excélsior y la c om-
pan!a edito rial que lleva eu nombre disfrutaba n del mayor
~ uge
perio-
d !e tico y econ6mico de eu hietorie, empe:z:nr o n n 01ur g ir pr o hl<>mnft in tern o s: los consejos y comisiones que rigen el funcionamiento de la co2
perativa q ue d aron ca s i unificados contra la dirección de Julio Scherer
Garc!a y la g erencia de Hero Rodríguez Toro.
Seguid ame n te, como u n signo exter n o que parec!a evidenciar el
prop~
e ito de d eetruir a Excé lsior como el más importante dierio autosuficie~
te e indepenoiente del pa!s, se produjo un hecho inexplicable: en la
m~
drugada d e l 10 de junio, supuestos ejidatarios miembros del Consejo Agr~
rista Mex i cano dirigido por Humberto Serrano, candidato a diputado del
PRI, invadieron el fraccionnmiento PnReo" do Tnnqunnn.
T~"
terron o " on
que se leve n te este fraccionemiento fueron adquiridos p o r la coope rativa
Exc élsior , mediante un a operación de permuta, en 1959.
En 1973, se
obt~
vie r on las autorizaciones corre s pondientes para urbanizar y aprovechar
eco nómicamente el pred io, y los cooperativ istas decidieron repartir la
anon nn f nrocos impugnadores de la empre~a y tuvieron en difusión en pan
mitad del producto en cantidade• igunleft para todoa
--i nd~pendien te ment~
fl oto e que circul,.hnn en !orma ,n6nim" y r.l,.,nde,.tin,,
~ate
grupo de ex-
de la antigGedad y del rango escalafonario-- de modo que cada uno alcanpulsados, que tenía como cabezas visibles a Raúl Beethove n Lomelí y Arnu.!_
zaría a recibir un total de 160,000 pesos. La otra mitad se destinaría a
fo Rodríguez, contó esta vez con el apoyo de Televisa pará desplegar en
la construcción de una gran planta industrial para la empresa, que así g~
sus n oticiarios
rantizaría su independencia económica y su solidez periodística.
1~
significativa unión de fuerzas conce rt ada entre ellos
y I o n mlmnbr.os reb~:~lcl•J ~ de lo" coneejos y cornisioneo eJe la cooperativa,
En la madrugada misma del 10 de junio, el agente del ministerio públ.!
fl<'gino Dfnz Redondo, ronpo n11 nb l<' de ln segunda edición de Ultim11111 No t_!
co de Coyoacán, licenciado Luis Miravent Jáuregui, levantó un acta sobre
cias y presidente del Consejo de Administració n,
se convirtió en caudillo
la invasión que fue turnada a la Procuraduría General d el Distrito. En
de esta unión.
No mostró reticencia alguna en ali á rse con los expulsados.
las semanas siguientes, la Procuraduría del DF declaró que la invasión no
Datos internos de la cooperativa, estrictamente confidenciales, se hici~
era de su competencia y no admitió más actas de los vecinos de Paseos de
ron p tÍI>l .t c c"' '"' nlgut1o11 c1n toe porl.6clicon oport.unil!ltne que ee publican
Tasquena, pese a que se referían a robos, despojos, restricción al tr"n los domingos - -y que circularon en dependencias oficiales--, y cuando mosito legal de personas y vehículos.
nos una estación de radio, la XEX, se sumó a la campa~a contra Excél&ior
Entre tanto, en el interior de la cooperativa, los miembros de conseanunciando la celebración
de una asamblea extraordinaria como si se tr~
jos Y comisiones --en especial el Consejo de Vigilancia-- exacerbaron sus
tara de una pelea de box.
ataques contra la dirección y la gerencia en un lenguaje insólito que adDentro tlo
quirió tonalidades injuriosas.
!'_xcólni ~!>
y oohr.c toclo en la Ao cc ión eJe• tnllere11, miembro11
Al mismo tiempo algunos periódicos de la
de los consejos y comisiones e sparcieron el rumor de que la invasión a
capital, que habían manifestado una sistemática hostilidad contra Excél. Paseos de
sior, pasaron directamente al insulto y se desarrollÓ una
campa~a
Tasque~a
--y la posible pérdida de 160,000 pesos por cada coo-
ubicua
perativista-- constituían una respuesta directa a la política editorial
Y metódica de notas Y desplegados contra la política editorial del diario
del diario.
La crítica a los actos del gobierno --d ecían-- cancelaba
t~
y, de ma nera singular, contra el ensayista Gastón García cantú. La empredo poRlhle arreglo.
!.nA caen" no volver!nn
1'1
la
n orm~ l idod
hn ata que Jg
sa Tel ev isa dedicó gren parte del tiempo ele aus noticillrios "' prese ntar el
lio Scherer abandonara la dirección del periódico. En el mismo sentido
asalto a Paseos de
Tasque~a
como una legítima reivindicación de los ejidase expresó más tarde Regino DÍaz Redondo cuando, en una reunión pÚblica,
tarios supuestamente despojados --de modo que Excélsior parecía cometer
confesó haberse entrevl.stado con Humberto Serrano, el candidato pri!sta,
loe mismos atracos censurados una y otra vez desde sus páginas-- y sus
qul.on lo tuH!!g uró qu<' on :?.ti hor"e Allcnrín n los invaRorell de Pesooe do Tn!.
comentaristas vilipendillron al per iódico , sin cuidnrse do la fundamenta-
quona ni eo pr.oducin ol derrocamiento do las rn'ximas autoridades del por!~
ción de sus cargos y en términos que incitaban a la violencia.
dice.
Proporcionó un nuevo dato significativo la unión de los e ooperativistas
Tras largos trámites innecesarios y dilaciones la Secretaría de la R~
desafectos con quienes, expulsados en 1965, se constituyeron durante once
forma Agraria dio, al fin, su ratificación definitiva a convenios cele.7.
•J
brados tiempo atrás entre la cooperativa y los antiguos ejidatarios,
y declaró satisfactoria la permuta en
todo~
~u~
~npnct on .
r .o~
pl nnon
derecho& de Excéleior eobre Paseos de Tasquef'la demostraron así, de
In.!!_
las reuniones oficiales.
"'"' t" al d.í!o 21, y ptHU! a au calidad de presidente del Consejo de vigil!mcla, Olivera no se había manifestado eolidario de loe impugnadoree
nera indubitable, el delito en que estaban incurriendo los invasores,
ni de Las autoridades. Mantenía una aparente neutralidad.
cuyo número aumentaba todas las noches.
cuando 14 cooperativistas, reunidos para decidir qué hacer ante los at~
Ninguna dependencia del go-
Fue entonces
bierno dio un paso para resolver la contradicción: legal y socialmente
ques externos e internos, concluyeron que resultaba muy importante pe-
todo se hallaba en orden en las tranoaccionesr sin ombargo, 1.011 oc11pan
cH.r. n Ol.l.vor,. un" c1efin.i.ci6n al re11pn cto .
tes pormanecían allí.
acutli.or.on a
l':Xpressmente, la Procuraduría C1onoral rle ta R_!!
IHI
Para ello, el 21 de junio,
ori.cina cinco de n11 0 11 14 cooperativietllt., !\rturo Sal:nehez
pública avisó que procedería al desalojamiento del fraccionamiento s2_
Aussenac, jefe de redacción de Excéleior, 34 af'los de antiguedad en la COQ
lo el viernes; es decir, después del 8 de julio.
perativa; Leopoldo Gutiérrez, secretario de redacción, 25 af'los de coope-
Este hecho permitió que los miembros de consejos y comisiones manejaran demagógicamonte ante eus companaros --eiemprn al nivel del rumor,
de la
pl~tica
en grupos-- la "prueba fehaciente" de la incapacidad de
rativista; Angel Trinidad Ferreira,
lohol'l 1\l cntt{ ,
r~n cPir~ ndo
reportero, con 24 af'los; Jorge Villa-
ele lP1 primara o<1i.oi6n de Ultima• Notioiaa, con
21 af'los, y Arnulfo Uzeta Revelo,
jefe de información de Excélsior, con
18 af'los en la cooperativa.
sus autoridades.
_Sabedor de que su cargo como presidente del Consejo de Administra-
En diálogo con sus compai'leros, Olivera se solidarizó con la instit•Jdi~
ción terminaba en diciembre de 1975 --al cabo de dos af'los de ejerci-
ción. Dijo estar e scandalizado, en desacuerdo con los consejeros, y
cio--, Regino Oíaz Redondo tuvo que participar los acontecimi.e n tos y
pun .. to " hacor púulic" eu repuli!IPI en un e11cri. to.
convocar a una asamblea extraordinaria que a todas luces, dados los
allí mismo, en su oficina, ante los cinco, una carta que textualmente
feroces ataques del exterior q~
cía as í:
soportaba la empresa, se consideraba
Para tal efecto dictó
d~
inoportuna: se corría el riesgo de dividir a la cooperativa en momentos
H. Consejo de Administración
en que era objetivamente necesario consolidar la unidad interna.
Presente.
En dos pretextos de muy diferente categoría y relevancia apoyó
O!az Redondo la "necesidad urgente" de celebrar una asamblea extraoE_
dinaria: el caso de Juventino Olivera, subgerente de administración y
presidente del Consejo de Vigilancia, y el caso de la empresa PEPSA
(Promotora y r:ditora de Publicacionee, SI\), filial do l':XcÓlaior.
El caso de Juventino Olivera se dosarrolló durante la eegunda quin
cena de junio, cuando ya el Consejo de Vigilancia se había convertido
en el ariete de la oposición a Julio Scherer Garc!a y a Hero Rodríguez
Toro, recurriendo a insultos directos, actitud inusitada en el seno de
Ante la actitud asumida por algunos miembros del
H. Consejo ne Vigilancia que me honro en presidir, y con
la lealtad inquebrantable que ha caracterizado mi trayectoria
de 34 anos en esta Cooperativa, me· permito exp:m l!lar categ6r.!.
r:nmonto rni (ln flar•tl e r<lo con dichn 11ctitud, porquo co ntoidero que
enturbiar la con v ivencia de los compaf'leroe cooperativistas,
por motivos inconfesables que no alcanzo a comprender, constituye un acto de la mayor gravedad.
•5
Estimo que convertir la normal
vigilanc~a
de los aAl día siguiente, martes 22, en sesión de consejo y a petición de
suntos de nuestra sociedad, el trdmite de los problemas
inevitnblea en toda orgnniznción, nn moti v o ele mfltnnl'l,
n{,, nr~<1om'lo, Oli.v""" mo•tró unn •ogunda cnrta en
enfrentamientos personales, propalación de versiones paE
la primera había sido obtenida bajo presión.
ciales, tendenciosas e insidiosas, nc sólo equivale a co~
todo debía quedar en familia, y prometió romper esa segunda carta, al
trariar la función del propio . consejo de Vigilancia, sino
mismo tiempo que amenazaba renunciar a la
que significa atacar los legítimos intereses de la Coope-
tendía llevar adelante el asunto. Rompió la carta, en efecto1 pero
la que
Propuso,
coop~rativa
t~rirmnbn
que
sin embargo, que
si algúien prede~
pués de un receso de 40 minutos durante el cual •e aueent6 de la sala
rativa.
en companía de varios consejeros, regres6 diciendo•
A ten tamen te
"Como hombre, rompo
Juventino Olivera LÓpez
la carta, pero me asocio a las decisiones del H. Consejo de Vigilancia",
Subge rente de 1\dministración
que exigía la consignación de los cinco cooperativistas involucrados en
el asunto.
SÚbitamente, en eoe inAtnnto, cunndo Ol ivor" tormtnnha de dictor ""
carta, un grupo de miembros de los consejos y comisiones tr a tó de irr~
pir en la oficina cerrada profiriendo voces. Se les abrió la puerta y
entraron,
El otro pretexto fue el caso PEPSA.
bían informado --según dijeron despu~s-- que "lo tenían amenazado".
Esta empres11 subsidiaria de Excélsior fue
y dej a -
ron a los comisionados reunidos con Olivera.
cre~>da
en 1969, . un ano anteil
de que Hero Rodríguez Toro asumiera la gerencia con objeto de extender el
ámbito de actividades de Excélsior hasta abarcar el campo de la edición
Por la tarde de ese mismo día, en los talleres y oficinas circulaba
la versión de que Olivera había sido amenazado por los cinco, pistola
en mano, pnra que suscribiera la carta de repulsa. Los r cunor.es
ese hecho, un motivo artificial para acentuar sus ataques y difundir el
descontento, y un pretexto para convocar a una asamblea extraordinaria.
irritados, con ánimo de "defender" a Oli vera porque les ha-
Pllc.Íficamcnte sallaron los cinco, con tn c nrtn del Rubgoren t o,
Los impugnadores de la dirocci6n y la gerencia encontraron a•.Í, on
calwnni~
sos lo convertían en un mértir de ll c toe gnn g Rto riloA.
aumentaran los ingresos de los•cooperativietas y sobre todo mantener
se reunieron con el director de Excélsior. Olivera ratificó su absoluta confianza a Julio Scherer Garcí a y e stuvo de acuerdo en romper su
fue~
tes de trnbnjo remunerativas pnra los eocios que laboran en los departamentos de rotograbado, encuadernación,
En la noche de e se dÍa 21, Olivera y los consejeros y comisionados
primen• carte como acto simhcSti c o d o hn e nn vo lun t a<l. T,n cn t reviatn
y la distribución de libros, así como hacer inversiones productivas que
fotocomposici6n y rotocolor.
P~PSA
comenzó a funcionar formalmente en marzo de 1974, y sa encargó de su administración a Miguel Scorza, quien parecía
ex~erto
en la edición y venta
de libros, y su auditoría a Antonio Zavala Tobón, auditor interno de la co2
te~
minó en nbrazoH. Pose n ello, y acto seguid o , Olivero (ue paseado por
consejeros y comisionados a través de los talleres de Excélsior como
perativa y, a p11rtir de 1975, miembro de la comiei6n de Control Técnico.
Al ano del funcionamiento de PEPSA, el gerente Hero Rodríguez Toro se
vio obligado a suspender a esas personas que provocaron un caos
un héroe ofendido y victo rioso, mientras se insistía e n la versión de
administr~
tivo, y nombró una nueva administración encabezada por el licenciado Igna-
que el subgerente había sid o encaflonad o c o n un arma.
• r.
•7
-
----·
organización de alto prestigio la realización de una auditoría que esclacio Alvarez !caza, bajo el estricto cont rol de erogaciones de Juventino
reciera definitivamente la situaci6n-- los consejeros impugnadora•
Olivera.
difundi~
ron doloasmente el intorme parcial y esparcieron rumore• de que •• habían
La administración de Alvarez !caza no tardó en descubrir que loe man~
cometido grandes fraudes imputables a las autoridades del peri6dico.
Las e
jos de Scorza y zavala no sólo habían provocado un caos administrativo
lumnias encontraron eco en publicaciones dominicales panfletarias en las
sino que acusaban una disposición indebida de fondos por parte de este
que se inventaban cifras cuantiosas y se acusaba insitentemente a Scherer y
último: Zavala no ingresó a PEPSA la cantidad de 400,000 pesos que Excél
a Rodríguez ·roro . Algunos trabajadores de talleres parecieron dar crédito a
sior le había entregado para sufragar s us gastos de ope ración de acuerdo
éstos y otrod infundios, y se acentu6 la divifti6n en el seno de 1• oooperat
con pólizas l'djuntas, además <le no justif icar gnstos por un monto de
En este clima de tensi6n exacerbada se convoc6 --con irregularidades
j~
rídicas-- a la asamblea del 8 de julio en cuya orden del día no se daba
ca~
600,000 pesos.
En mayo de 1976, mientras la administración de Alvarez !caza rectifi-
da, ins6lita pero significativamente, a los informes de la direcci6n y la
caba el rumbo de la empresa y la abocaba a una creciente tarea de edic¡oroncio.
ci6n, uno. comiaión dosignada por el Connojo clo Tl d mJ.nilltración por insEn víeporas del acontecimiento, y con objeto de ilustrar. a compatlero•
tancias de la propia gerencia general de Excélsior se propuso estudiar
)\
la situación real de PEPSA. Sin embargo, contrató para ello los servicios
de un despacho de contadores sin ningún reconocimiento profesional y que,
malinformados que habían prestado oídos a las calumnias y se dejaban liderear por los apositores, un 9·rupo de cooperativistas hizo circular, entre
otros documentos, uno en el que se asentaba:
además, por sus relaciones personales con Zavala Tobón, resultaba so spechQ
"F.nt.n ,., un nu .. vo cnp!tuln c1n ln hi.,torin
eo de parcü•lidl'd. F.n efecto, ol i n formo r o ndi<lo por el cleepacho do
<11'!
,_,.,
"qresinn<!JI " nuestro
cont, rl~
periódico. Los ataques del exterior han tenido, más de una vez, cómplices
res y avalado por la comisión nombrada por el Consejo de Administración, emi
entre miembros de la cooperativa. Es clara la coincidencia entre la invasión
tió datos erróneos.
Entre otros, atribuyó a PEPSA una pérdida de 6.372,000
de la Candelaria (Paseos de
Tasque~a)
y nuestros problemas internos. Tambié1
pesos, evidentemente falsa, tanto por el monto como porque tal cifra no poes muy clara la relación entre los agravios que antiguos
compa~eros
lanzan
dÍa considerarse como una pérdida empresarial. En realidad se t rataba de
ante la televisión y en las páginas de muchos pasquines y la actitud dolosa
un d6ficit de operación
representado por invcrsJ.onos comprobables de
de con sejeros y comisionados.
Nos oponemos a esta actitud inmoral de cense ·
2.692.676.90 pesos, que para una empresa que llevaba funcionando menos de
jeros y comisionados. Ellos saben
tres
a~os
que los infundios quehm propalado serán
--en uno de los cuales sufrió una caótica administración-- no era
destruidos por la verdad. Por eso pretenden acallarla. La convocatoria a la
desde ningún punto d e vista considerable.
que, por la venta en un afto de los
Menos aún si se tomaba en cuenta
vol{~enes
asamblea no s6lo viola loe principios de convivencia cooperativa sino que
ex istente s, PEPSTI obtend ría una
también infringe las normas jurídicas que nol!l rigen."
utilidad neta de 8.000,000 de pesos.
Enterados de la situación, y conocedores del peligro que se cernía
co~
No obstante las rectificaciones que se hicieron a este informe presentado
tra la libertad de expresión en México --puesta en juego por la crítica
por la comisión designada --y a la decisión de la gerencia de encomendar a una
situaci6n de Excélsior-- cerca de 50 colaboradores del diario y de las
• 8
--..-·-. ----~----
bajadores de talleres habían recibido ese mote, a manera de insulto, de parte
sa elaboraron por voluntad propia un man~
demás publicaciones de la empre
de miembros de la redacción en épocas anteriores.
fi~sto en defensa de la libertad de expresión y de solidaridad con Julio
Scherer García y nero Rodríguez Toro. El manifiesto debía llparecer
Última plana,
linte ln violancin nmbitmtnt qt-e gobernnba lns :instalncione• do JO:xclfl•ior
en la
horas antes de la celebración de la asamblea, uno de los colaboradores de las
la número 22, de la primera sección de la edición del 8 de
páginas editoriales , Ricardo Garibay, intentó desde las oficinas de la redac-
julio.
A las tres de la madrugada de ese día 8 --día de la asamblea-- se co~
sumó la primera operación del golpe: miembros de los
ción , Y en presencia de varios corresponsales extranjeros, una comunicación
telefónica con el Presidente de la República para enterarlo do la situación
con~ojos Y comisio-
'l'"' "'fl e"tl>bn viviendo y que hacín potigr~>r a la institución.
artamento do rotativas y . guindos por ola~
nes se presentaron en el dep
El secretnrio
privado del Presidente recibió el mensaje de Ricardo Garibay, pero éste no
Redondo, en franca rebeldía contra las órdenes del director, eliminaron
obtuvo contacto telefónico con el Primer Mandatario quien,
el texto e hicieron que el periódico se publicara con una página en blanco:
según le inform~
ron, asistiría a una premiación de ninos aplicados.
afrenta al lector y humillación jamás inferida a las publicaciones Excél
Poco antes de las once y media de la maflana, Julio Scherer García y Hero
.!!i-.2!..
Rodríguez Toro, seguidos por toda la redacción y por empleados administra-
Horas después, la atmósfera que se respiraba dentro y en torno a las
tivos Y de talleres entraron en el salón de asambleas que se encuentra
instalaciones de la empresa era ya de franca tirantez. Una patrulla de la
ubicado en el segundo piso de Bucareli 17, cerca de la sección
de rotati-
policía circulaba continuamente por Paseo de la Reforma con su sistema de
vas, Y que tiene acceso también por el edificio de Reforma.
sirenas encendido, y pequenos grupos de individuos sospechosos --con aspe~
Rt AA16n
to de
8
~ondo
hohituMlmonlo no
ronlJ~nn
tnn
n9n~>lo~n.
y qun en
n~o~
gentes, con aire de esp!.as-- ponoahnn '-'n t o rno n lon ocltrl c inn.
par de ellos incluso, entraron en el edificio,
se identificaron abiertamente
como agentes policiacos ante los reporteros de guardia y preguntaron donde se
hallaba la sala de asambleas. Los
y cercados por
talleres, a su vez, se encontraban invadidos
gente extrnna a la cooperativa: muchos fueron identificados cono
"porros", otros ernn simplemente dcsconociclos quo denun c iaban en su semblante los
efectos del alcohol y la droga: todos integraban una especie de fuerzn de choque
instantes merecía para muchos el nombre de "ratonera", de "trampa", es
un largo recinto rectangular, positivamente inc6modo, que s6lo cuenta
con una angosta puerta de acceso ubicada en el extremo posterior al sitio
donde se instala el presidium. Se habilita para tales efectos con sillas
plegad~s
de lámina agrupadas e n dos sectores que s6lo dejan libro un po-
sill.o central como única vía de tránsito entre el preeidium y la puerta.
d
t r a los socios de la cooperativa y que instalaba, defi,
que preten d 1a ame ren a
Esta vez, el exceso de sillas obligaba a "amontonarse" a los concurrentes
nitivamente, un ambiente de violencia . Era clara también la presencia de armas
Y hacía más estrecho el estrecho pasillo.
que abultaba, en algunos
de estos desconocidos, la parte posterior de _su ves-
Cunndo el grupo solidario al director y al gerente entró en el salón .
oc la I!IRnmblea, loe trabajadores identificados con sombreros de palml!l oc~
timentl!l ·.
Por otra parte, los cooperativistas rebeldes habÍan decidido uniformarse
con sombreros de palma --en los que se leía la inscripción 8 de julio-- Y se
identificaban a sí mismos como "La indiada", bajo el prete~to de que los tra.10
..
-
.. . . . . .. _._.._.......- ·------.....
paban ya casi todo el sector cercano al presidium donde tomaron asiento
Scherer Y Rodríg~ez Toro. Sus seguidores, en cambio, se vieron pronto
sados en la sección central, pues las filas posteriores se llenaron,
apr~
ins-
.11
mitió la inscripción de los candidatos que le gritaban los que lleva-
tantea, después, con quienes se identificaban como "la indiada" y entre
loe quo hl!lb.ÍII numorafllo" t1o,.conncJt'l""• rrnnnd n
,,.. r 111111 ""flrw tn <1" nnn<'l-
hnn fllomhrero, y Bllllg"b" no osouch11r, no ontonchtr •n me~.,io "• 1ft grit1,
wich que contribuía a acrecentar la presión,
Por si e~to f.uera poco,
ría, loe nombres que le proponían lon cooperativistas fieles a la in~
titución.
el pasillo central se fue ocupando paulatinamente con los de sombrero
de palma, de modo que se constituyó un émbolo humano que dificultaba, no
s6lo la visibilidad, sino el libre mo vimiento de los que se hallaban in
c6modamente sentados.
La gritería era realmente fenomenal. Las voces del grupo opositor y
sus comparsas, y el hostigamiento de los comisionados del orden, impedía toda expresi6n libre y el adecuado deearrollo del proceso. DÍa&
También llnvaban somhreros de palma , adem5s de
Redondo, sin embargo, eometi6 a votaci6n los nombres que
un brazalete rojo, los rr.iembros de la comisión de orden nombrados por
el consejo de Administración y situados, lógicamente, e n e l repleto pa-
'1
propuestos --sólo dos de los solicitados por los cooperativistas soli
darios-- y en forma también arbitraria --atisbando de una simple
sillo central. Tales comisionados ejercitaban muy arbit r ariamente su
función: cuando minutos después se inició la asamblea, los comisionados
triunfadores a cinco escrutadores de sus incondicionales y a
en pie, los empellaban, trataban de silenciarlos con amenazas y abuchea-
del otro grupo de cooperativistas. Estos escrutadores, ahora
de abundantes indi-
viduos ajenos a la coope rati va, en cuya actitud provocadora se les adivi
n"h" entar dlspuontol'l n provocnr nn znfnrrnncho lJIICl , <'n
\\ti
vencia con Díaz Redondo, hicieron válido el dudoso triunfo que el 'propio presidente del Consejo de Administración --desoyendo la petición "
de una votaci6n nominal-- decidi6 conceder para preeidir la a-.am-
Jugólr nní.,
blea al candidato propuesto por loe del sombrero, Jorge Caatillero
hubiera tenido consecuencias catastróficas.
La entrada al salón de los distintos miembros de los consejos Y comisiones, casi todos ellos ensombrerados y con los ojos enrojecidos, provocó aclamaciones de los soliviantados, obedientes siempre a un sistema
bre el candidato propuesto por el otro sector: Manuel Becerra Acosta
subdirector del periódico.
En medio de una gritería incontrolable se protestó fuertemente
cisión, al tiempo que las porras que dirigía un reportero de
de porras perfectamente organizado. Cuando Juventino Olivera cruzó el
pasillo central, lon del sombrero lo aclllmaron . f:l subgo r.e11to agradocí11
los gritos balanceando el brazo derecho y sonriendo, con desacostumbrada
culofll, Ricardo
Peret~
i.J.
espect'-
--quien se trepó al preei.,ium y con expreaione•
desorbitadas agitaba su sombrero-- coreaban burdamente i
"1 la indiada
ya votó! .•. tla indiada ya votó!
expresión de orgullo, como un político en triunfo.
Transcurrió más de una hora antes de que oiaz Redondo, como presiden
tn del consejo de 11dministrnci6n, doclnrllrn nbinrtD tn
oje~
d a l a s manos que se alzaban, loe sombreros que se agitaban-- declaró
del orden hostigaban ~ los cooperativistas leales: les impedían ponerse
ban sus intervenciones. Era evidente la intromisión
consider6
I'IFII.'IIIIulen .
A estas alturas, la vlolencia ambiental había llegado a extremos í fran ,
cament.e peligronoe. r.a f!area de asamblea que se habían propueato celebrar
t.o
hizo al fin sin comunicar la existencia o inexistencia del quórwn le-
lon adictos a Díaz Redondo era palpable. Para evitar un incidente gravej
gal, y procedió a solicitar proposiciones para el nombramiento de seis
y convencidos de que no existía posibilidad alguna de ejercitar la
escrutadores. su participación fue del todo arbitraria: r ápidame nte ad-
democracia, el director y el gerente decidieron abandonar el sal6n •
• 1.2
.13
,Trabajosamente se formó una valla en el plet6rico pasillo central para
"
"tScherer-Excélsior!,
tScherer-Excélsior!", lanzadas por numerosos coo-
perativistas, salieron el director y el gerente acompañados
de un cona_!
derable grupo, mientras algunos opositores gritaban "!Fuera!" y otros
ln<1npnnc'lo:>noia y
migos de
A
fuer!!.
11
ln hon'"'tit'lnd,
!lomo• lllllbido oonteBtllr a lo• enJ.
1 Cuántos quieren que Exc~laior desaperezca como el
único diario independiente y autosuficiente! ..•
"Pero resulta intolerable que la conspiración
se mantenían atónitos, repentinamente emocionados ante los encendidos
pias filas, que quienes tienden la trampa de Paseos de
gritos de apoyo a la institución y de repulsa al golpe que se acababa
los mismos que asaltan la rotativa y lanzan a la calle
de instrumentar.
tilado, quo quienes se hen dicho nuestros amigos
El director, el gerente y los cooperativistas que abandonaron el re-
contra su propia fuente de trabajo para lograr finalidades ajenas.~~
cinto, se reunieron entonces en la sala de redacción del diario para
Siempre hemos puesto nuestro afán en que Excélsior sea el mejor, el
celebrar allí, ante un notario público, la asamblea extraordinaria
limpio, el más importante periódico de nuestra patria. Todos los días,
que no había podido desarrollarse en el salón de talleres.
desde sus páginas, hemos pedido al gobierno y a la nación re•peto y
Mientras se acondicionaban la redacción, varios de los principales
amor para cada uno de los mexicanos. Excélaior ha sido combatido
dirigentes de Excélsior, reunidos en la dirección y encabezados por el
pero nunca juzgado con el desprecio con que puede comenzar a ser
director y el gerente, celebraron con los corresponsables extranjeros
desde ahora. DÍganme si destruyéndonos a nosotros mismos, si echándonos
que hebían llegndo el poriódico horn11 nntnn """ rnt· rovint·.a clo prenAa.
lodo a nosotro8 mismol"', ei haciAndo de nosotros objeto de
Allí dieron cuenta de lo acontecido en el salón, informaron de los an-
burla y anerquía podremos seguir demandando y defendiendo
tecedentes y de la significación del atentado contra la libertad de
que ha sido hasta la madrugada de hoy nuestra divisa."
expresión, y denun~iaron la intromisión de individuos extraños a la
'
¡,.
ineficacia/
t~o
Terminada la asamblea, los cooperativistas presentes
cooperativa Y al clima general de provocación que invadía las instal~
principales instalaciones de Reforma 18
cienes Y que los propios corresponsales detectaban sin dificultad.
de redacción y administración-- ante la
Durante la asamblea en la sala de redacción, los cooperativi.s tas ellí
noticia
reunidos en el selón de telleres hebían acordado suspender
gerente y a los cinco socios implicados en el incidente de Olivera. ~. ~
escucharon Y aprobaron por unanimidad los informes que rindieron el
director Y el gerente, y decidieron desconocer a los consejos y comisi~
Se temía en esos instantes un acto de fuerza desencadenado por loa
'
).;
soliviantados y el contingente de "porros", algunos de ellos evidenteme.!l '•
nes por su franca actitud de rebeldía y de ilegalidad.
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En •u informe, el director dijo•
to armndoa, y ante tal peligro so eolicit6 telefónicamente la protecoi6n ~ -
"Hemos venido pedeciendo graves ataques del exterior. No necesito
policiaca en presencia del notario pÚblico y
insistir en cuánto escozor causa nuestro trabajo --el de todos nosotros,
jeros. La protección no llegó jamás. Quienes
absolutamente todos nosotros-- a quienes en México se oponen al orden,
director, ocupada por cooperativistas leales, fueron los integrantes de
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suspensiones aprobadas eri su reunión, la dec isión de ocupar de inmediato
las oficinas del director y del gerente, y la determinación de convertir
al Consejo de Administración en la única autoridad para fijar la política
editorial del periódico y su ma nejo administrativo.
No había pacto posible.
Resultaba patente que negarse a acatar tales
órdenes , resistirse a la ocupación de las oficinas, provocaría enfrentamientos violentos, toda vez que los accesos a las instalaciones se
hallaban controladas por los soliviantados y los desconocidos, quienes
a esas alturas ocupaban además las eacaleras del edificio de Reforma
formando un cordón y asumiendo actitudes 1'1Cechantoe.
Fue así como los dirigentes del periódico decidieron abandonar el
edificio. y salir a la calle, seguidos por un nutrido grupo de cooperativistas, trabajadores eventuales y colaboradores que entendían clararoen te la •lignif !cae ión pro Eund;, dol go lpo. So trn t"hn <lo
1111
n tont1'1dO
artero contra la libertad de expresión en el que se habían conjuntado
intereses ajenos a la cooperativa y amb iciones internas de quienes se
convirtieron en instrumentos para la ejecución de un crimen.
Un
crimen que eclipsa, por el momento, la posibilidad de contar en México
con una prensa libre, profesional, autónoma , independiente, verdaderamente analítica de la realidad y del mundo en que vivimos.
. 16
r
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Materia
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Cronica colectiva, no solo un testimonio personal
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Persona o institución mencionada
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Luis Miraben Jauregui