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Resumen
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México al negociar el tratado comercial debe procurar que se incluya una cláusula que le permite emplear medidas antidumping adecuadas, inclusive restricciones cuantitativas, dado que es previsible, de seguir la contracci6n de ventas en los Estados Unidos, el empleo dumping. en e l Tratado vigente no existe una cláusula expresa a este respecto y sólo hay una referencia en el párrafo 2° en el artículo VI cuando exceptúa del principio de no retroactividad, a las disposiciones administrativas que impongan derechos contra mercancías vendidas para efectuar un dumping..
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Tipo
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Revista
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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1
Com '" on E,ozcuto v•- de l.
Ciom•r• N•oon•l de 1• lnduslrod
de Tr•nslorm•coon
PRESIDENTE
JORNADAS INDUSTRIALES
Sr. In~. AgustÍn Fouqur.
- PIUMER.VICEPRESIDENTE
Ü•~J•n v mensual de
1111 ( AMARA N"'C/0·
Sr. Dn . Alfonso Card<>su.
NAL DE LA INDUSTRIA DE TRANSFOR .
SEGUN DO-VICEPRESIDENTE
MACION .
Sr . In¡:. Abd Murn>> .
Plo~u de l• Repúbl•c• 6 , 4 0
PRIMER VOCAL
Mex•c c,
D
Reg•'.ill.tdo co mo artic ulo de 2..t
SEGUNDO VOCAL
Sr. Dn. J~sú~ Saro
MartÍIH· 7.
. QLE AL C. SECRE• AHIO DE ECO~O~IA DIRIGE LA CAMARA NACIONAL DE
F
Sr. Dn, J<>s~ T nnidad Mata.
MEMORIAL
P•~o .
cl.t~e en l.t
Adm.ni'.itracu)n Gcnerc~l de Cor ~ e O \ de
LA I~ CCS TRIA DE TRANSFORMACION, SOBRE LA CO~ThACCION DE LOS
,\ E GCCIOS El\ LCS ESTADOS UNIDOS Y LOS AJCSTES DEVALL'ATOHIOS ~; f_
. lEXJC
li CA \ OOS,
El\ ICANO.
RELACiüf\ CGN LA REVI S IO~ CEL 1RATADO COMERCIAL
-A ~ER
M (>x•co, con fechd 29 de )un•o de 1948
e o- N
TERCER VOCAL
Sr. lng. Franci)Oct' Cardona .
SUMARIO
ASESORES
Sr. Dn. Jorge M. Heprr .
MEMORIAL que al C. Secretario de Eco-
Sr. Dn. Carlos 'R. Hijar.
nomía dirige la Cámara Nac ional de la Industria de Translormación, sobre la con~rac
ASESOR JURIDICO
ción de los negocios en los Estados Un.dos
y los ajustes devaluatorios mexicanos, en ~e·
Sr. Lic. Víctor J. Manzanilla .
lación con la revisión del Tratado Comerc"l
Mixico · Americano .
TESORERO
- Sr. Dn . Francisco Salas Arroytl,
SUPLENTES
Año . l. Tomo l. No. 10. Junio y Julio
do 1949.
E
/\'
I
D
O.
1.- La Baja de Precios en los Estados Unidos y su influencia
en l as relaci ones comerciales M¿xico-Americanas.
1) Explicactón previa.
~) Actitud mental norteamericana ante el problema.
3) ratos sobre la situación económica norteamericana .
A) Bienes de producción y materias primas.
B) raderos.
Bienes intermedios,
semi -aca bados y de consumo du_
C) Bienes · de consumo perecederos.
11.- La rev1s1on del Tratado Comercial
nuestros ajustes devaluatorios.
II l.- Breve consideración sobre la
política comercial
gra n depresión de 1929.
IV.- Conclusiones.
~¿xico-AmeTicano
--------------
Sr. Un. Anton,io Lavalle Rosado.
Sr. Dn. Nicolá, Gómez Mayorga .
Sr. Dn. Sergi<' Leites.
Director
SECRETARIO GENERAL
Loe . Jesús Reyes Heroles .
Sr. Lic. H~t."lor Harona:-
1
ante
en 1 a
1'\ClA:- Dedicamos este número a pubiicar, íntegra"'ente; el estudio oue la CAA·1ARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA DE THAI'ISFORMACION
al
Secretario de Economía, el pasado mayo, soore
Contracclon de los ne go cios en los Estados Un1dos y los
•Jaate s devaluatorios de nuestra unidad monetaria, en relación
Con las
revisoras del Tratado Comercial M¿ xico-Amerio. Consideramos que tal estudio, ademis de expresar los punvista de la CAMARA NACIONAL DE LA INDUSlRIA DE TRANSFORON contiene
ori'entaciones que pueden ser útiles a los intrlale
s mexicanos.
jntr~gó
~
d~
se~or
~liticas
11
1
2
JORNADAS
INDUSTRIALES
LA CONTRACCION DE LOS NEGOCIOS EN LOS ES1ACOS uNIDOS Y LOS
AJUSTES DEVALUATOHlOS MEXICANOS, EN RELACION CON LA REVISION
DEL TRATADO COMERCIAL MEXICO-AMERICANO.
Pretendemos hacer un somero análisis de las repercusiones que dos fenómenos económicos, la disminución de
precios que en los Estados
Unidos se observa y los ajustes de nuestra unidad monetaria,
tienen en relac1ón
con
las negociaciones de revisión
del Tratado Comercial M¿xico
Americano. Es decir,
se Intenta precisar en lo posible
las consecuencias que para la
revisión del
Trat~do Comercial derivan de dos fenómenos
que sustancialmente implican
una variación en las relaciones económicas entre ambos
países signatarios.
Desde luego, creemos que
es necesario antes de
entrar
propiamente en materia, rea-
lizar una serie de salvedades y precisiones tanto sobre
la naturaleza y objetivos de
este trabajo, como sobre las
limitaciones con que ¿ 1 se
verifica
y las reservas con
que por su propia índole debe
ser tomado.
En primer lugar, es necesario indicar que este trabajo está rigurosamente cir cunscrito en cuanto sólo pretende analizar las consecuencias que ambos fenómenos acarrean en torno a un acto con-
creto de la política comercial de nuestro país: la fijación de las bases que regularán su intercambio
de
mercancías con los Estados
Unidos. En este sentido ni se
trata de una investigación de
tipo general ni se está obligando a estudiar el significado y naturaleza de ambos
fenómenos, sino que
simplemente
se parte de su mera
presentación en el tiempo.
En segundo lugar, es
conveniente expresar
que si
el estudio de los dos fenó menos se identifica en esta limitación -el ·hecho de no investigar su naturaleza y significado- el estudio de ellos
se distingue radicalmente, en
cuanto en lo que se refiere a
los efectos de la devaluación nuestra
tarea
se reduce
a la simple precisión de las
circunstancias que derivan de
un hecho económico presentado
en su integridad, cabalmente
integrado, independientel!'ente
de que en el futuro se presenten nuevos ajustes de
nuestra unidad - monetaria y en
cambio en el estudio del otro
fenómeno económico, la contraccíón de ventas y disminución de precios observada
en lo s Estados Unidos, ten~
mos necesariamente que
Sl•
tuarnos ante la posibilidad
de tres hipótesis:
a) Que dicha disminución ob~
dezca
simplemente a per•
turbaciones localizadas eD
el proceso
e~on6mico;
b) Que estemos efectivamente
ante la "desinflación" de
que han hablado teóricos J
prácticos
de
·':'
'
•.
.
JORNADAS
INDUSTKIALES
la economía
ción
cios que actualmente se
observa sea indicio de la
iniciación de la fase descendente o depresiva en
los negocios (1).
Ahora bien, situándonos
en cualquiera de las tres hiró tesis nuestro estudio tiene
que estar centrado en el obl etivo de analizar una serie
de indi cios para
prever la
p re se ntación de un fenómeno
aun en etapa de integraci ó n
cue puede ser la fase descen¿ente e~ los negocios o un
proceso de desinflación
o
bien, en el caso de que' se
trate de una s imple perturba(J¡:--::--f:~--;;,--~-;;¡,-e"""c-1-;.T-;rc onsejero del Presidente Truman
ld~in G. i\ourse quien sostie:
ne esta tesis de 1 a
"des inflación" que
sustancialmente
se puede decir que consiste
infla ció n
~> :_:: ·:·/~ú ~tt
.
norteamericana;
e) Que la disminución de pre-
e: n :
a) La
!'
11 ega a
.
.
'_
3
localizada en la mecáni-
ca económica
norteamericana
los efectos y desarrollos ge:
nerales que de dicha perturbación pueden derivar. Es decir, dando por supuesta cualquiera de las tres hipótesis
nuestra tarea es de previsió~
de un desarrollo o efectos
ulteriores de un fenómeno
inicial: la reducción de precios y la contracción de ventas a oue ella parece obedecer. Solame~te qu~ es neces a rio indicar que haciendo previ siones de acuerdo con el
instru~ental de aue se dispone situándonos ante una de
dichas hipótesis -la de que
la disminución de precios obs ervada sea inicio de una fa-
punto que vendría a estar
equidistante del ~áximo de la
inflación y del punto propia~ente deflacionista.
Sin en.L argo para loE efectos
de nue s tro estudio resulta claro
que este proceso de desinflación
segu iría las mismas líneas . en
cuanto a los distintos segmentos
de l a proaucción que una fase descendente.
En cua nto a los efectos de
un a perturbación localizada ellos
si g uen en su extensión idéntico
pr oc eso aun cuando desde luego en
~enor intensidad y con duración
c ircun s crita. Es decir, un decrecimiento de la demanda de un determinado bien produce un decrecimiento en la demanda total y el
proceso que a ello conduce sigue
en términos generales las líneas
que operan al presentarse la fase
descendente del ciclo.
<
se descendente en los negocios - se obtienen datos validos para e l supuesto de que
estuvieramos frente a cualquiera de las otras dos hipótesis, casos en que simplemente vartarían tanto el rttmo del fenómeno previsto como
su calibre y trascendencia.
Dicho en otros términos,
planteándonos la hipót~sis de
que la contracción de ventas
y reducciones de precios que
en los E s tados Unidos se oh~
servan,
sean
inicio
de
una
fase de s cendente en los negocios, - y _u sando del instru:
mental adecuado para esta
investigación, lograremos una
serie de previsiones válidas
sustancialmente en el supuesto
de que la situación que
se presentara correspondiera
a cualquiera de las otras dos
h i p ó te s i s s e ñ a 1 a d a s! en
1o
que se refiere al objettvo de
este estudio o sea el señalar
las probables consecuencias
de la disminución de precios
en los Estados Unidos en lo
que se refiere a la regula- ción de nuestro intercambio
comercial con dicho país.
Sólo variarían dichas previsiones
en
cuanto
a
ritmo
J ORNADAS
INDUSTniALES
JúRNADAS
4
y
calibre en la presentación
de los hechos.
Así pues, a través de la
baja de precios y contracción
en las ventas que en los Estados Unidos se presenta, debemos precisar los caracteres
que un fenómeno general de
previsible presentación -la
depresión- puede asumir, deduciendo, recurriendo para
ello sobre todo al estudto de
pasadas experiencias económi cas similares y fundamentalmente a las características
que revistió la gran depresión iniciada en el segundo
semestre de 1929, los . renglo.:
nes de la economía y concretamente de la producción, en
que dicha disminución operará
gradualmente. Es decir, an_te
los indicios gue en el momen -
ciclo tiene características específicas derivadas
de circunstancias económi-
cas
o his~óricas en ge n eral peculiares, puesto que
debe comprenderse que cada
ciclo económico o cada depresiÓn
observada
en el
pasado es
una unidad histórica en s1
misma consi-
teamericana y estudiando tanto la teoría general aue sobre los ciclos económicos se
ha formulado , c~mo la fase
inicial que presentó la gran
depresión de 1929, pretendemos calcular hasta donde ello
es posible, Jos dis~i~tos
se g mentos de la econom1a y
concretamente de la produc-
derada.
Partiendo de la base de
que en la revisión del Tratado Cowercial con los Estados
Lnidos, México está c-onducido
por el objetivo fundamental
de s alva g uardar su desarrollo
tndustrial presente y futuro
~ed1ante la posibilidad de
~racticar una política prolectiva industrial adecuada,
la derivación concreta que de
ción
este estudio se obtiene,
to surgen en
la economía nor-
norte am ericana
en
que
las reducciones de precio se
presentarán sucesivamente. A
este
respecto es necesario
señalar:
a) Que esta previsión se hará
en
términos
generales, o
sea como antes lo decíam o s
calculando
lo-s
distint os
segmentos de la producci~n
norteamericana en que dt·
chas reducciones se
pr e sentarán
sucesivamente;
b) Que dichas previsiones de •
ben ser tomadas con res e r•
va en
virtud de
que_ ae
pueden presentar manifi e S•
tas disparidades de sttua •
ciones, dado que aun ~u• • · ·
do de
la
experienc t a ..
0
puedan
extraer
leyes
principios
generales ex •
plicativos del ciclo ec o•
nómico, no cabe dudar q ..
en
su
presentación
será
la de que al señalarse con la
apr o xi mación posible los dis ttn to s s egmentos de la
producción norteamericana en que
la contracción de ventas y
de precios operarán
r~ducción
sucesivamente,
esta remos en
posi b ilidad de calcular cual~s son los renglones de la
producción nacional en que
Wéxico debe tender a mantener
lib~rtad de acción protecti••. por ser previsible que en
ellos la sobre-producción
a o!teamericana presionará
p r tmeramente, recurriendo por
!o consiguiente,
los producto r~s de esas ramas a formas
a x tremas de competen~ia mer~•D til tanto en el mercado
t ~rior como en el exterior
_presentándose en con se cuen 1
•· la expectativa de que
08 productores nativos de
j
INDUSTRIALES
esas ramas sufran presiones
agudas incluyendo acciones de
dum¡;ing.
l . - La Baja de Precios en los
Estados unidos - y su In fluencia
en las relacio nes
Corr.erciales
Mexico
Awe r i e a nas •
ll' Exp-licación previa.
Independientemente de la
explicación que se adopte sobre la naturaleza del ciclo
económi c o -desde las teorías
- monetarias hast a J-a del
lnfraconsumo - es evidente que
la fase descendente en los
negoc!os se ha presentado
hasta ho y , cuando el creciente poder productivo de nuestra sociedad se enfrenta al
hecho de no poder ensanchar
adecuadamente el mercado y de
presentarse en
é ste
contrac-
ciones de 1 a demanda. Si
o bservamos 1 os síntomas de la
gran depresión iniciada en el
segundo semestre de 1929 nos
podemos percatar que
después
de haberse llegado en 1928 y
principios de 1929 a un período considerado dentro de
nuestro sistema
económico co-
mo máximo de
prosperidad,
surgio
ventas,
una contracción de
el mercado no respon ·
dió al 'poder productivo, esto
es, se manifestó un desajuste
o desacomodo entre el poder
productivo de la sociedad y
su poder de consumo .
Ahora bien, es indispensable s1 se quiere
hacer
algunas prevision..es para
nuestras futuras relaciones
económicas con los Estados
Unidos considerar:
a) Los segmentos en que ini·
6
JORNADAS
cialmente se manifiesta el
desequilibrio entre el poder
productivo
de la sociedad y
su poder de consumo, atendiendo para ello
tanto a la experienc1a obtenida en la
gran
depres1on
de
1929 como a la
aplicación
de
principios
generales explicativos del
ciclo económico;
que
actualb) Los síntomas
mente
se presentan en los
Estados
Unidos
en lo que
se
refiere
tanto
a contracción de la demanda como a disminu~ión
de
prec1os. _
.
Al objeto de real1zar
nuestra primer tarea e~ ese~
cial señalar que el desequllibrio o desajuste a que nos
referimos se ha presentado en
las distintas fases depreslvas que en la historia se han
observado y con particular
claridad en la depresión de
1929, sucesivamente tanto en
las distintas ramas de la
economía como en los distintos departamentos de 1 sector
de la producción. Es decir,
ordinariamente se ha observado que la desproporción
entre el poder productivo de
la sociedad y su poder de
consumo, no se presenta simultáneamente o de golpe en
todas
las ramas de la _economía de la sociedad n1 con•
cretamente en todos los departamentos de la prod~c~ión,
sino que d1cho desequ1l1~r1o
se ha observado en experlencias pasadas que se presenta
en forma sucesiva.
Qu iere esto decir que,
INDUSTRIALES
del señalamiento del
orden
que ordinariamente ha asumido
esta desproporción entre el
poder productivo de la sociedad y s~ poder de consumo y
especialmente del orden que
entre los distintos segmentos
del sector de la producción
asume dicha desproporción con
su
inherente característica
de disminución de precios en
los artículos que
sucesiva.
mente va abarcando, podemos
deducir la primera experien·
ci~
positiva en lo que SE
refiere a nuestra probable
actitud frente a las líneas
q ue posiblemente
asumirá
una disminución de precios
generalizada en los Estados
Unidos dado que conforme se
va presentando esa desproporción entre los
distintos departamentos del sector de la
producción, los productores
de esos departamentos recurren a formas extremas de
competencia tanto en el mer•
cado interior como en el ex•
teríor, mientras se llega al
punto de la incosteabilidad.
Esto es, al presentarse su•
cesivamente en los distintos
departamentos de la
produc•·
ción el desequilibrio entre
el poder productivo
y el po•
der de consumo, los producto•
res de cada uno de estos de~
partamentos recurren a for•••
extremas para colocar su,p~o
ducción y mantener el m1n1ao
de costeabilidad; siendo ob•
vio que una de las forma• de
empleo predominante al res•
pecto en lo que toca al
~er
cado exterior
es el dumplDI•
virtualme"nte . consistente ea
JORNADAS
la venta en el mercado externo a precios menores de los
que se imponen al mercado
interior.
Ahora bien, la experien.
cia indica que la depresión
en los negocios empi_eza
por
ma nifestarse en el domin{o
financiero y del comercio
pasando posteriormente al
sector propiamente de la producción, y ya en el sector de
la p roduc ción· la desproporción entre el poder
productivo y el poder de consumo de
la soc iedad, se manifiesta
inicialmente en el departamento productor de bienes de
p"r o d u e e i ó n y u 1 ter i o r m ente
en el departamento de la producción de bienes de consur.o. Datos publicados por The
Hervar School of
Business
(2) indican que durante la
gran dep re sió n de 1929 el
consu mo de los bienes de consumo aumentó durante los años
de 1930 y 1931 en plena fase
depresiva, habiéndose detenido dicho aumento hasta el
año de 1932, siendo de
destacar que dichos aume~tos se
observaron en bienes de con•~o estrictamente considerados necesarios -artículos
ali mentic ios y del vestidop~es en aquellos bienes que
a1endo de consumo no perteneeen a la categoría de estrict.aaente necesarios el fenómeao en iigor no se presentó.
to significa que la con·
~ión en la demanda de los
enes de consumo estrictaate necesarios se presentó
:•tando ya avanzada la fase
eacendente siendo ello re-
INDUSTRIALES
7
sul tado de que la contracción
en la demanda de ese departamen~o de la producción sur·
ge hasta que empieza a manifestarse la desocupación, o
como con toda claridad lo
expresa John Strachey: "Estos
datos indican qae los últimos
períodos del auge y los primeros dos años de la depresión se caracterizaron por un
perceptible desarrollo de la
magnitud absoluta del mercado
de los bienes de consumo. No
fué sino hasta que apareció
la masa de desocupación
en
1932, cuando el mercado comenzó a contraerse". ( 3)
Es conveniente para precisar debidamente el contorno
del orden que la depresión
asume al ir
afectando sucesivamente los distintos departamentos de la producción,
referirnos a la explicación
que del fenómeno dá Gottfried
Haberler (4) en la investigación hecha por acuerdo de
la Sociedad de Naciones. Haberler precisa que en la fase
ascendente del ciclo la fabricación de bienes de pro-
(ff:"-:-R-;;-T;;;;~h~h7 por:
John Strachey: "Naturaleza de
las Crisis". Pág. 385 Fondo
de Cultura EconómicR. México
19 39.
(3).- Op. cit. pag. 385.
(4).- Gottfried
Haberler:
"Prosperidad y Depresión".
traducción del original publicado por la Sociedad de
Naciones. Segunda edición.
Fondo de Cultura Económica.
México 1945.
8
JORNADAS
ducción y de bienes duraderos
aumenta con mayor rapidez que
la producción de bienes de
consumo perecederos, siendo
en la fase descendente del
ciclo el fenómeno análogo,
es decir, la producción de
instrumental - y bienes duraderos disminuye con mayor rapidez que la producción de
bienes de consumo y perecederos.
Ahora bien, esta disminución en las producciones e>
consecuencia de situaciones
que se presentan en la demanda,
situaciones que
a
su
vez_
se reflejan en los precios.
Vamos
a aclarar el proceso
con el fin
de obtener conclusiones precisas que puedan
normar nuestro criterio
en
relación con el tema concreto
de que nos ocupamos.
El
fenómeno consiste
pues en que en la fase aseen- _
dente del ciclo la fabricación de bienes de producciór.
y de bienes duraderos aumenté
con mayor rapidez que la fabricación de bienes de consumo y que en la fase descendente del ciclo la fabricaC1on de bienes de producción
y de bienes duraderos disminuye con mayor rapidez que
la producción de bienes de
consumo y bienes perecederos,
existiendo en la presentación
de dicho fenómeno las conexiones y reflejos con la
demanda y precio• que es de
suponer. Haberler siguiendo
una serie de teorías e
inves-
tigaciones lo · explica recurriendo al principio de aceleración.
INDUSTRIALES
JORNADAS
La exposición del principio de aceleración haberler
la hace en los siguientes
t~rminos:
''Las
variaciones
acaecidas en la demanda y en
la provisión de productos
acabados y de servicios suscita variaci .ones
mucho más
profundas de · ]a demanda y de
la fabricación de los medios
de producción que sirven para
crear aquellos". (5) Precisando aun más la ide a Haberler _nos dice: "Pequeñas variaciones en la demanda de
bienes de consumo pueden engendrar así caw.bios violento s
en la demanda de bienes pertenecientes a las fases anteriores de la producción. Además,
como
este movimient o
tiende a propagarse de una
manera intensiva a todas las
fases del proceso productivo, es lógico que sea en los
estadios de transformacion
más al ej ados del consumo don•
de las fluctuaciones se dejen
sen~ir con mayor intensldad (6).
De aquí pues, se puede
deducir que un pequeño decrecimiento de la demanda de
bienes de consumo perecederos
que no pase del sector mera•
mente comercial, originará
repercusiones
tanto mayorea
cuanto más alejado se hall~
el departamento de la produc·
ción en cuestión del secto~
de bienes de consumo de que
se ti:ate. Para el objeto d~ '
nuestro estudio podemos ~·
tablecer que pequeñas var1a•
ciones acaecidas en la demaD•
da de productos de consu•o
perecederos, que incluso 00
pasen del sector meramente
comercial y que simplemente
consistan
en
contrac~ión
de
ventas sin llegar a traducirse en disminución de ~recios,
or i gina n repercusiones mayores e n los distintos departarrentos de la producción,
re pe rcusiones que operarán
c re cienteme nte conforme en-
foquemos departamentos de
producción má• alejados del
consumo di recto.
Qu iere esto decir, que
se ha observado en pasados
períodos depresivos y funda-~entalmente en la gra n depres;ón de 1929 que l a contracCIÓn de ventas y disminución
de prec ios afecta en mayor
intensidad e inicialmente en
~av o r grado , la producción · y
venta de b iene s de producción
o 1n st ru me ntos, materias prima s naturales, bienes inter-
medios o semi - acabados y bienes 2cabados duraderos, presentándo se el fenómeno en
tér minos totales con p osterioridad en los bienes de
consumo
estrictamente nece-
sari os y perece deros. Hay que insistir s1n
e r.Largo en que dos son las
caracterí sticas del principio
q~e formulamos, características que enmarcan estricta•ente su funcionamiento y que
ta pert1nente hacer·resaltar
para evitar interpretaciones
equívocas. La primer caract:!istica es la de que el
P_lnc 1 P10 se refiere a inten-
Tcdad_~-~-Li~~~. pre~;¡;;-:_doae ou
· e
·
esta
es mayor en el
tpartamento de bienes de
produc ció n, materias primas
INDUSTRIALES
9
e intermedias y productos de
consumo duraderos, que en el
departamento productor de
bienes de consumo típicamente
perecederos y necesarios. La
segunda _ característica es que
el princ~pio se forwula aten·
diendo a la magnitud total
del departamento de producción de que se trate, es decir,
se preve la presentación
del fen ómeno inicialmente y
en intensidad mayor, en el
departamento productor de
<s~:-op~-~it~-pág~-ss
(6).- Op. Cit. pág. 86.- En
otra parte de su libro Haberler nos dice: "Como ya hemos
visto, la esencia del principio de aceleración se
puede
resumir así: para que la producción se desarrolle es menester efectuar inmediatame nt~
inversiones
importa~tes
que continuarán rindiendo
frutos en el porvenir durante
un cierto tiempo. La utilización de instrumentos duraderos en el régimen capitalista
de producción, significa que
determinadas clases de serviClos y de bienes de producción actual se ofrecen junto
con servicios y mercancías de
la misma clase en diferentes
fechas futuras. Ce esta suerte, si se espera un aumento
de la demanda para una ép oca
futura _la oferta actúa en
bloque y
por an~icipación
desde el comienzo, como si
estuviera almacenada en forma
de existencias e in st rumentos
duraderos de producción.
cit. pág. 290.
Op.
1
J
J< JHNADA S
lO
bienes de produccion,
mate-
rias p rimas,
inter-
materias
medias y bienes de consumo
duraaeros, surgiendo él posterior~ente en el departamento producto r de bienes
de
consumo perecederos, E~!2
considerados ambos deEarta-
.
;~;t;;-;·; ~s-u~-~~-g~~t~d e-;-t-;:
"t;;-y;;;--·~-rg-;rfic--..~To-·;;n-;-;--q-;;~
¡;-;;-;:-(! i v e r s a s e i r e u n s t a n e i a s
p ueden inicialmente presentarse bajas en renglones concretos de la producción de
Lienes de consumo perecederos
y que po r el contrario, también puede suceder que se
mantengan inicialmente ritmos
de producción y de consumo en
la rama relativa a bienes de
producción, posteriormente
vamos a precisa r al hacer el
análisis de los datos que el
panorawa norteamericano presenta, como han surgido bajas
en los precios de bienes de
consumo perecederos .
He c ha esta precisión en
obvio a con-fusiones, podemos
decir que la primera previsión que podemos formular es
1 a sigui en te : Las red u e e i o n es
en ventas y precios se observan inicialmente y en mayor
intensidad, en lo s segmentos
relativos a bienes de pro ducción, materias primas, bienes
semi-acabados o intermedios
y bienes de coijsumo duraderos
y es por tanto previsible que
sera en estos renglones donde
primeramente surja en gran
escala · el empleo de formas
extremas de competencia mercanti l.
A continuación vamos a
cotejar estos principios con
JOHI\ADAS
INDUSTRIALES
los indicios que actualmente
se prese ntan en los Estados
Unidos.
1'\o rte
~) Actitud mental
ante
el
Americana
p roblema.
Antes de pasar a la mera
enunciación . de datos sobre la
situación norteamericana nos
parece es de cierta utilidad
referirnos en Ífrrma esquemática a la actitud mental que
frente al rroblema de la actual situación económica norteanericana, se asume en ca-
racterísticos círculos de los
Estad os lJn id os.
Ces de luego, podemos anticipar a este respecto que
las disparidades de opi nión
mas completas se presentan,
tanto con
tént-ico
respecto
a un
au-
dia .gnóstico de la
s1tUaC1on como en lo que toca
a sus probables causas y explicación. El Presidente Tru·
ma n e n su 6ltimo mensaje al
Congreso Norteamericano (7),
se refirió explícita~ente al
problema económico con un tono optimista, diciendo al
respectQ: "El pueblo de los
l'.stados Unidos, siguien do su
propia ruta, confiado en sus
propios poderes, ha alcanzado
la mas grande prosperidad aue
jamás el mundo ha visto". Es•
te tono no debe sin embargo
confiarnos, dado que vale la ,
pena recordar que a unof
cuantos meses de la gran de•
pres1Ón de 1929, el :t7 de ju•
lio de 19:.!8, el Presidente
r!oover dijo: (8) "El mundo
contemporáneo está fren~e.•
la era de expa nsión econo~~:
ca más grande de la historla
además leyendo cuidadosa el mensaje del Presi_dente 1ruman, se adquiere la
convicción de que el Gobierno
1\orteamericano se percata en
su integridad del problema.
Por lo demás la tesis
que en el mensaje del Presidente Truman campea es la de
l a "desinflaciónr' para lo
cual se insiste en la necesidad de mantener la política
eubernamental con respecto a:
l) Sa larios;
2) Impuestos
a las utilidades
que eviten
una
acumulación de
ganancias que est reche el poder adq uisiy
~ente
tivo social;
3) Precios remunerativos
a los agricultores;
4) Con tr ol del cr é dito
comercial y bancario;
5) Regulación de la especulació n mercantil·
6) Mantenimiento y for:
tAlecimiento del control de las rentas·
7) Mantenimiento de 'la
política
económica
internacional de los
Estados Unidos.
Es de
señalar que el
Pr~sidente Truman con un gra n
aent1do de los límites de la
acci ón humana en el presente
frent: a estos problemas, expreso: ·~1 ciclo económico
j•tá hecho por el hombre y
oa hombres de bien, de buena
•oluntad, trabajando juntos
~•eden suavizar lo". ~Lo cual
e~~la que no solamente el
!~ lerno americano ha prelato una fase descendente
• los negocios s1no q ue
ll
If'<D üSTRIALES
también sabe de antemano,
cuales so n los límites i~·
franqueables a su acción.
Pueden señaiarse concretamente estas disparidades ent·re los distintos
e :írculos de los Estados
Unidos, en el órga no de una
de las entidades bancarias
-de más arraigo en Norteamérica (9). El comentador de
este
órgano,
se
refiere
a
opinio nes provenientes de
tres sectores distintos: del
Poder Ejecutivo, del Con greso federal y de la clase
obrera norteamericana.
.
El Dr. León Keyserl in g,
V1ce-Pres1dente del Consejo
d~ ConseJeros Económicos del
Presidente Trumao, siguiendo la . tesis del equilibrio
desinflacionista, sostenido como antes l o veíamos por
(7)~:-Ey--;;;;;j;-;; contiene
íntegramente en U. S. News
and ~ orld Report de enero 14
de 1949.
( 8 ) • - La e ita está tomada de
John Strachey . Op. cit. Pá g.
14.
(9).- Carta mensual de situación económica y Hacienda
Pública. The National City
Bank of New York. Abril de
1949-
1
l
12
JORNADAS
Edwin G. Nourse Presidente de
dicho Consejo ( 10), encuentra
en un artículo publicado en
la revista del New York Times
del 9 de enero, que para 1 ograr un equilibrio práctico
entre la producción y ' el
consumo, en época normal de
paz
-desinflación- los gastos' del consumidor deberán
jugar un papel mayor, "Y
-as1enta Keyserling- las
indicaciones preliminares son
de que el cambio que se nota
en la estructura del ingreso
nacional no pronosti~a nada
bueno para esta transición
ordenada que se desea. La
compensac1o~ a los empleados
ha bajado del 65.9 por ciento
del ingreso nacional en 1939,
al 61.6 por ciento en el último trimestre de 1948,
mientras g~~-l~~-~~ili~~~~~
;¡;-¡;-;--.;,pre~~os ajustes
~~-;;r d~_l!!.L~is~ens.i~
h;;-~~bid~d~l-ª-EQ~_s.i~~~Q
;T-14~7-R;;-ci~~~Q~~
-----iJ¡;r- su parte el Congreso
de lps Organizaciones Industriales en su Rublicación
mensual
se refiere al curso
peligr~so de la eco~omía
norteamericana
proveniente
de la baja que se nota en la
proporción del ingreso
nacional, que los que ~anan
jornales y sueldos rec1ben,
señalando como la compensación de los empleados que en
1945 absorbio el 67.5 por
ciento del total del ingreso
nacional, bajó en 1948 al 61
por ciento, en tanto que en
ese mismo período las utilidades aumentaron del ll por
ciento al 15 por ciento del
INDUSTRIALES
JORNADAS
ingreso nacional.
Por último el informe
del Comité Conjunto del Congreso Norteamericano, presidido po r el Senador O'Mahoney
rendido en febrero de este
año, se refiere al mismo problema diciendo que la partida
de las utilidades como componente del ingreso nacional
en 1948 se aproximó peligro-
nomía y mediante la elevación
de uno de los facto-res de los
costos -salarios- se agravaría o produciría un fenómeno
de contracción económica.
El informe anual de los
Con eje ros del Presidente
T r u ma n r e 1 a t i v o a 1 a ñ o - d e
194"8 ( ll) , · des-pués de presentar una información muy completa sobre los niveles de
samente a
la
en
la
proporción
''ex-
ceslva" que imperó en 1929, e
insiste en l o alarmante que
resulta la comparación entre
la baja que experimenta el
por ciento de jornales y salarios en el total del ingreso nacional y el aumento
que se observa del por ciento
correspondiente a utilidades
o g ananc1as.
Es decir, de tres fuentes distintas procede en el
fondo una misma opinión: la
fase descendente en los negocios puede presentarse por
la falta de poder adquisitivo
en el consumidor, derivada
de que se dedique una parte
muy crecida del ingreso na•
cional a las utilidades y una
parte no suficiente a salarios y jornales.
Frente a estas tres opi·
niones el boletín a que noa referimos sustenta su propia
tesis
en el sentido de que
las u'tihdades t _ambién {e•
presentan p o.d e r a d q u i si~ 1 YO
para la sociedad y la ~dea
de que una política de . s~h·
rios mayores en Norteamerl~•·
sólo produciría una situac1ór
· · ¡ , dado
gravemente art1· f 1c1a
que no se aumentaría el poder
adquisitivo total de la eco•
econom ía norteamericana
sus distintas secciones
d u r ante e l a ñ o de 19 4 8, s eñ ala las que debieran ser metas
económicas pa ra 1949 y sostiene la necesidad del máximo
poder de compra mediante la
expansión entre los grupos y
los individuos -de los ingresos generados por el esfuerzo
productivo nacional, de modo
que los consumidores puedan
usar prontamente de las mercancías disponibles en el
a-ercado.
Esto
es,
en
este
- informe, se prevé la necesidad de una distrinución adecuada del ingreso nacional
mediante el ejercicio y fortaleci mi ento de la política
<ubernamental en materia de
aalaiios, política fiscal,
apoyo a los precios agrícolas
a través de la Commodity
Credit Corp. etc. El informe
que en términos generales es
optimista, se refiere sin
eabargo a la desproporción
qae en el año de 1948 resulta
~el aumento de la producción
ladustrial y agrícola de los
E~~ados Unidos y la dismjnuc11oo de las exportaciones,
o cual ha motivado una acu••lación de excedentes en el
acumulación
13 _
INCUSTRIALES
a la que se atribuye en este
documento la baja de precios
en
muchas mercancías,
expe ..
rimentada en los primeros
,;,eses de 1949. El informe reconoce que los precios tienden a la baja cada vez más
rápidamente, en tanto que los
salarios se mantienen altos
y previene de las dificultades que existen para mantener
estos dos rengl ones equilibrados mediante reajustes.
Es decir, en este informe se
carga el acento sobre el papel que la situación del comercio
exterior
nort~ameri-
( 10) -:-=-¡:¡;y-qu~eñ;T;r que en
el Consejo Económico Consultivo del Presidente Truman,
se indica frecuentemente la
existencia de una división
de criterio. Por una parte
se dice que de los tres miembros que tiene este Consejo,
dos -su Vice-Presidente León
Keyserling y John D. Clarksson partidarios de la solicitud de facultades permanentes
de control hecha por el Presidente Truman en lo que toca
a sa !arios, precios y asignaciones de materiales y consideran que el Gobierno debe
sostener e impulsar una po lítica de fuertes gastos públicos como medio de mantener
el poder ' de compra de los
consumidores, puntos a los
que se opone el otro miembro
del Consejo, Dr. _ Edwin G.
Nourse.
(11).- U. S. News and \lorld
Report. 14 de Enero de 1949.
Pág. 68.
l
14
JOKNADAS
cano puede j~gar en la situacton económ1ce interior de
los Estados Unidos y se aconsejan medidas de previsión
que en términos generales
coinciden con la política
económica gubernamental;
Analizando distintas
opiniones provenientes de
div~7sos
sectores norteamericanos se puede llegar a la
conclusión de que:
a) Hay
divergencias
sustan ciales en dichas opiniones
en lo que toca a la explicación d~l actual panorama
econÓmico;
b) Las
posturas resultan antitéticas -sobre todo
entre
el gobierno y el sector
financiero- en lo que
se refiere
a
las medidas
gubernamentales
que deben
seguirse
frente
a la situación económica;
e) Hay
coincidenc ia de
opiniones
en cuento e que la
co ntracci ón observada
en
el
presente es indicio de
que
se está
frente
a un
descenso económico;
d) Hay
divergencias y
dudes
sobre los efectos del descenso en los negocios y su
severidad, existiendo desde las
opiniones que
ven
la proximidad
de une gran
depresión
hasta
la s
que
sustenten
varios conseJeros
gubernamentales en el
sentido de que los efectos
serían leves y cortos;
e) Existe
unidad de criterio
en
cuanto a que la intervención gubernamental sólo
logrará reducir
o amortiguar
los
efectos
de una
INDUSTRIALES
l1
JORNADAS
fase
descendente
del Cl·
clo (12), en caso
de
que
dicha acción sea positiva,
pe ro
de
nin guna
manera
evitar su presentación. El
concepto de "desinflación"
sólo
expresaría así, una
~ase descendente con efectos
suavizados
mediante '
acción estatal.
3) Datos sobre la situación económica no rteamericana.
Después de habernos referido sucinta~ente
a las
distintas actitudes que ante
el presente momento económico
de los Estados Unidos ·asumen
sectores representativos d~
su vida económica y política,
lo cual nos permite formarnos
una visión aproximada de la
actitud general q ue se adopta
ante el problema y su -probable calibre, vamos a referirnos a la disminución de precios y en general a la contracción en los negocios que
se observ~ en los Estados
Unidos, concretándonos al
respecto a disponer ordenada•
mente de una serie de datos. ·
A fines de . noviembre de
1948 la Reserva Tederal de
los Estados Unid os informaba
que los grandes almacen~s
estaban procediendo con grao•
des reservas ante la cautela
de lo~ compradores y que las
existencias y compromisos de
los grandes almacenes eran ea
noviembre de 1948 un 7% aá•
bajos que las reservas Y coa¡
promisos existentes en
mismo mes de nov1eabre
1947 ( 13). Esto signifi-ca 9 8 ;
desde noviembre de 1948 •
de
INDUSTRIALES
lS
sector comercial ante leves
indicios
de contracción procede con cautela en sus adquisiciones y existencias,
con 1 os efectos que esto su-pone para le economía general
norteamericana.
Si nos detenemos un poco
en la precisión de la situaClon que se ha p resentado en
el mercado de acciones, encontraremos algunos indicios
que comprobando algunos de
los principios generales
sostenidos en este trabajo,
nos guiar~n igualmente en lo
que toca e los aspectos qu.,
la contracción económica y
disminución de precios presenta en los Estados Unidos.
No olvidemos al respecto qur
en otra parte de este trabajo
dijimos que la fase descendente empieza por manifestarse en el domipio financiern
y del comercio y ulteriormente se manifiesta en el departamento de la producción.
(12).- En un artículo publ1cado en el U.S.News and ~orld
Report de abril 29 de este
~ño, página 21_ y siguientes,
se expresa claramente este
punto
de vista en los S l guientes términos: uHa empe·
zado un cambio en el ciclo
económico. El cambio que está
ocurriendo lleva a la rueda
de los negocios de lo alto de
un auge a una - depresión". Pero en esta ocasión -se dice
más adelante-el Gobierno va
a intervenir. Se trata - de hacer más lento el cambio por
medio de sostenimiento de
precios, seguro social y
grandes gastos para mantene~
el ritmo de ld actividad económica · "El ciclo económico
-aeñal~ finalmente este artículo- parece hallarse actualmente en medio de un cambio definitivo. El cambio va
del auge al descenso, presentando la incógnita de hasta
donde llegará ese descenso"
!a otr o artículo publicado
•• el U.S. News and World Report de marzo 4 del prese nte
año página 13 y siguientes,
que
t r a t a de investigar
guiándose por las apreciaciones de los consejeros de
los negocios y ciñéndose a un
punto medio de opinión, ln
profundidad que puede asumir
el proceso de "desinflación••
se dice: "La deflación ha empezado. La acti vided económica está sufriendo una contracción que no se sebe hasta
donde llegará ahora que el
auge se ha det eni do. Según
los análisis privados el descenso proseguirá en todo 1949
y cuando menos en parte de
1950". Definitivamente -añade
este artículo- la .actividad
económica está sufriendo una
contracción. Esta vuelta a
niveles más bajos significa
el . principio del fin del gran
auge d!! la J>_<:_st-guerra. Señala el principio de la deflaciÓn".
(13).- Carta mensual de Situación Económica y Hacienda
Pública. The National City
Bank of New York.
Febrero de
--------------
1949.
1
16
JORNADAS
Por otra parte, el observa::los síntomas que err el mercado de acciones se presentan
con respecto a las acciones
de los distintos departamentos de la proaucción nos
orienta con respecto al orden
que la fase descendente asumirá en relación con los distintos _ segmentos de la producción. Ce aquí que consideremos pertinente detenernos
brevemente en _el mercado de
las acciones.
En un artículo publicado
en el U.S. News and World
( 14) sobre el mercado de acciones se cita las series medias de 30 acciones industriales hechas por Cow Jones,
de las que se deduce que los
precios de las acciones, medidos con los ingresos de las
empresas y los dividendos
pagados a sus poseedores, son
menores que en cualquier otra
época de los últimos 20 años. Actualmente -se dice- el precio medio de esas acciones es
de sólo 8.1 veces los ingresos anuales, después de pagar
los impuestos d~ las empresas
que las emiten y 15.2 veces
los dividendos. En 1948 en
lo más alto del mercado, los
precios eran sólo 9 veces la
utilidad anual de la empresa
y 16.8 veces los dividendos,
lo cual si se compara con las
c i f r a s relativas a 1933
-cuando los Estados Unidos
empezaron a salir de la depresión - resulta muy sintomático, pues en el año de
1933 la relación de los precios altos co n las utilidades fué 5 1. S a l y la reJa-
JORNADAS
INDUSTRIALES
ción de los precios con los
dividendos fué de 32. a
l.
En el mismo artículo y si~uiendo las cifras de Dow
Jones se hacen cálculos en
el sentido de que las utilidades en dólares de todas
las empresas después de pagar impuestos serán 15% me·
no res en 1949 que las ut 1i lidades de 1948.'
En la Revista Business
Week (15) se publica un índice
comparativo del valor
de las acciones en noviembre
de 1948 y su valor en abril
de 1949, de cuyo estudio cuidadoso se sacan muy interesantes conclusiones. En efecto viendo esa tabla se puede
señalar:
a) Hay
acciones de
empresas
productoras de bienes
de
consumo
perecederos q ue
tienen
11
márgenes
(~roguerías
y
al a l• a.
cos~éticos
suben 7.7);
b) Acciones de empresas
pr oductoras de bienes de con•
sumo
perecederos
tienen
bajas
poco
acentuadas,
salvo las textiles que bejan 17.7 , (16) (acciones de
empresa~
de
jabones de
aceites
vegetales
baja
4. 7; empacadores 6. 8;
e••
paca doras y molir10s l. 4);_
e) Salvo
la industria textil
no se observan en las -&C'"
ciones de empresas prodac•
toras de bienes de cons~.O
perecederos
bajas
de -10
puntos o más; (17)
d) Todas
las acciones de e••
p resas productoras de bie•
nes
de
producción, mater¡as
primas -minerales Y
metales
primordialmenteproductos
intermedios
o
semi~acabados (18) y bienes de
coñsumo
duraderos
tienen
bajas mayores de
10 puntos . Por orden decreciente
dichas bajas fueron: cobre
24.6; plomo y zinc 22.2;
cuero 21.1;
acero
20. 4;
artículos
para el
hogar
19.6; carbón
de
piedra
19. S; fabricación de equipo
ferroviario
19. 4; fab ricación
de
metal 18.0;
pro ductores
de maquinaria
avícola
16. 4; papel 16. 4;
refacciones y aditam e ntos
para
automóviles
15.6;
minero
metalúrgico
14.8;
equ1po
eléctrico
12.8; .
industria automovilística
12. 7;
materiales de construcción 12. S; fertili z antes
12.4 ; maquinaria en
gen eral
11.8; maquinaria
de fábrica 11. 8.
Aun cuando estas tenden cias en el mercado de acciones no son un mero reflejo
de la situación económic~,
dándose fenómenos propios
de] mercado de acciones que
se reflejan en las oscilaciones de] valor de éstas, (19) es evidente que
existe una inter-relación
entre la situación económica general y el mercado de acciones, siendo
por ello que en las tendencias que en este último
ae presentan
hallamos
un indicio explicativo de
~ la
situación
económica
«eneral norteamericana,
•áxime cuando como en nuestro caso, con el análisis
1 NIJUST H I ALES
17
que hicimos sólo pretendemos obtener ]a comprobación de un principio general, sin embargo, debemos advertir que aun en
su calidad de indicio no
debe ser sobre estimada
(14).- U. S. N,;ws and 1\orld
Report. Abril
de 1949.
Págs. SO y 51.
(15).- Business Week.- Abril
22 de 1949. Pág. 105
(16).- Como posteriormente
veremos la industria textil
sufre una contracción de
ventas positivamente grave.
(17).- Hay que exceptuar las
productoras de envases de metal que subieron por razones
especiales 4;9 y productoras
de envases de cristal que
baja ron S. l.
(18).- Las acciones de ]~s
productoras de azúcar bajan
12.4 pero cómo es sabido el
azúcar es producto de exceden te crónico.
(19).- Una explicación de
este tipo se encuentra en
el artículo citado U. S.
News and 1\or]d Report. Pág.
so .
18
i.
JORNADAS
la deducción formulada (20).
A cont1nuac1on vamos ya
a referirnos a la contracción
de ventas y disminución de
precios que en los distintos
segmentos de la producción
norteamericana se observa:
- A). - Biene~ de Producción y
Materias P~imas.
En un articulo publicado
el 11 de febrero de 1949 en
el U. S. News and World
Report (21) sobre el descenso
en los negocios se decía que
en promedio la producc ión de
bienes de producción se mantenía a su nivel máximo de
post-guerra. La misma revista
dos meses después,
en su n úmero 13 de mayo (22) fundándose en los datos proporcionados por las recaudaciones
de impuestos sobre las ventas
de bienes y servicios, informa que las ventas de maquinaria industrial bajaron apro ximadamente en el primer
trimestre de 1949 un 30% · en
relación con el nivel que
alcanza r on en el último trimestre de 1948. Esta reducción en las ventas de maquinaria afectó todas las líneas, es decir, presentó las
características de una contracción generalizada en las
ventas de maquinaria y herramientas,
con las
repercu-
siones en los demús sectores
de la economía norteamericana
que · son de prever. La fabricación de artículos eléctricos para -la industria resultó, por ejemplo, fuertemente
afectada, habiendo cálculos
de que disminuyó sus ventas
en más de un 25%.
JORNADAS
INDUSTRIALES
El acero que en febrero
del presente año mantenía una
producción record, para principios de abril había notado
tal contracción en la demanda
que el órgano de los productores (23). publicado semanalmente en Cleveland dice: "El
mercado del acero casi se ha
derrumbado. Desde hace 'algún
tiempo hay excedentes de
aleaciones y especialidades y
por ahora el acero que se cotizaba a altos precios está
desapareciendo del cuadro de
la demanda". ~:ás adelante la
la baja en lo que se refiere
a las cotizaciones de las
c la ses especiales, aun cuando
se tiende a conservar los
precios de · las fundiciones en
lo que toca al metal común y
corriente. Los precios de la
pedacería han, según la citada revista, bajado rápidamente y las f undiciones se abstienen de participar en el
~er c ado al que só l o recurren
e n operaciones de cortas canti d ades. Se informa asimismo
d e una - fuerte contracción en
la demanda de hierro en ba-
mÍsma
rras.
revista
informa
que se
han hecho fuertes reajustes a
(20) .- Con carácter meramente
informativo y simplemente para que se adquiera una visión general del proble~a
daremos los sigu ientes datos:
l).El 27 de Abril
del
co•
rriente año la Oficina Federal
de Reserva de los
Estados Unidos anunciaba
que
la producción total
estadounidense había seguido el siguiente ritmo
tomando como indice
la
producción promedio 1935
1939;
a) En marzo de 1948 el 91J
b) En
febrero de este año
89%;
e) En
marzo de este año
84%;
2) Datos proporcionados por
la
misma oficina federal
de Reserva revelan que loa
préstamos mercantiles de
los bancos de las princ~
pales ciudades norteamerl•
canas han bajado · 24 vecea ,
El acero que durante toco nsecut1vas. Durante
la
~e mana que
terminó el 20
de marzo
los
préstamos
mercantiles observaron una
ba ja de
243 millones de
d ólares;
3) En el informe Económico de
los Consejeros del P re sident~
Truman relativo al
año de 1948 que anteriormente hemos citado, se dice que el desempleo en ese
año
se
estacionó
en dos
millones.
El 30 de marzo
de este año sin embargo,
Ejan Clague comisionado de
Estadísticas del
Trabajo
del Gobierno de los Estados Unidos informó que durante el mes de febrero de
1949 el número de desocupados llegó a 3.750.000 y
previó que en el curso del
año el número aumentaría
_ en 600.000. Por otra parte
. en un artículo que antes
hemos citado -U. S .
News
19
INDUSTRIALES
do 1948 mantuvo un _precio en
ascenso, dado que estando en
febrero de 1948 a 0.0374 centavos de dólar la libra en
diciembre del propio año es- taba a .0415 y que al lnlciarse el afio
se mantiene
c~n
firmeza -en enero y febrero
de 1949 se cotiza a .0420(24) sufre a partir -de marzo
reajustes de consideración a
la baja, que hacen gue los
últimos informes hablen de
una
re ducción
en
su
precio
de un 2 7%.
Situación similar se
presenta en la chatarra que
estando en febrero de 1948 a
an d ~orld Report 4 de Marzo de 1949. Pá g . 13- dice
textualmente:
"La de s ocu pación que ya se está elevando,
se espera que llegue
a
fines
de 1949
a
cerca de
4 mi 1Iones. Una
estima e 1 ó n
fu e que e 1 n úmero de desocupados llegaría a 5.500.000.
4) A fines de marzo de
este
año
la
casa
Dun
Broad·
Street de
estudios
sobre
la marcha cie la
economía
norteamericana
informó que
durante
la tercera semana
de mayo 210 emp r esas que' brarían en
los
Estados
Unidos.
(21). - f'ág. '14.
(22).- Pág. 16.
(23).- Revista "Steel"
Abril
2 de 1949.
(24).- Véase la Revista:
"Survey of Current Business"
U.S. Departament of Commerce .
Abril de 1949. Pág. S-32.
1
JORNADAS
2C
)40.44 dólares la tonelada en
diciembre de 1948 está a
~4:.1.75,
inicia en enero una
leve baja co tizando a )42.05,
baja que se agrava en febrero .
llegando a ~39. 50 {:tS) para
agudizarse a partir de marzo
y llegar según los últimos
informes aproximadamente a
32 dólares la tonelada.
Las repercusiones de
estas bajas de precios en la
producción de bienes semi acabados y bienes de consumo
duraderos,
son
como
se
coro-
prendera obvias. A principios
de abril la Jones and Laughlin, redujo el precio de la
varilla estructural hasta en
4 dólares la tonelada y l a
ln1and Steel redujo hasta en
4.5C de dólares por tonelada
de lámina galvanizada.
Veamos ahora la situa ción en lo q ue se refiere a
los metales no ferrosos.
El zinc que el' diciembre
de 1948 se ~atizaba en el
mercado de St . Louis
a
l7.50G centavos de dólar la
libra, en abril de 1949 se
e o ti z a a 15. 000
y en · la p r i mera y segunda semana de mayo
se cotiza a 12.50(; (26). Informes de 21 de mayo expresan
aue ]as transacciones en zinc
son escasas y sobre la Lase
de 12.0CO y 12.SOC.
El plomo que en diciembre de 19 48 se cotizaLa en
el mercado de St . Louis a
21.3GG centavos de dólar la
libra, en abril y mayo de
1949 se cotiza a 14.80C (27).
Informes de 21 de mayo expr~
san que las ventas de plomo
fueron bastante inferiores a
JORNADAS
INDUSTRIALES
la producción de mineral y
recuperación de desperdicio,
habiendo sido el precio ordinario el de 14 centavos de
dólar la libra, con excepc1on
de la St. Joseph Lead
Co.
que cotizó una fracción de
cerca de un centavo de dólar
más la libra. Las exportaClones fueron flojas al precio de
14 centavos de dólar
la libra.
El cobre electrolítico
que en diciembre de 1948 se
cotizó a 23 .425 centavos de
dólar por libr a en refinería
de export~ción y a 23.200 en
refinería doméstica,
se coti-
zó en abril de 1949 a 23.175
y a 22.950 respectivamente y
en rr.ayo bajó a 19.925 y
19.700 (28). Informes de
2(;
de mayo manifiestan que l as
compras de cobre se desvanecieron en el mercado de ~ew
York y q ue el estancamiento
del mercado hizo que la Míami
Copper Co. anunciara que pediría al Congreso Norteameri- _
cano que restableciera el
impuesto de importación del
cobre de dos centavos de dólar por li bra, cuya suspensión se había prorrogado hasta e l 3 O de j un i o de 19 50, •
fin de proteger la
producción
norteamericana.
La
Sl•
tuación ha asumido tales caracteres que la Kennecott
Copper Corp. anunció que
volvería a la semana de~
días y 40 horas de tra~ajo
y que clausuraría sus Instalaciones de Utah dos día•
de cada catorce a partir del
29 de mayo.
En materia de combusti•
bles para principios de febrero de este año el carbón
bituminoso bajó en un 16.2X
en su producción en relación
con el nivel mayor de producción de la post-guerra.
La estructura de precios del
petró le o crudo que en febrero
de este año se mantenía en
su nivel post-bélico, empezó
a quebrantarse a partir de
~arzo y actualmente se haya
en pleno decaimiento. Es a
principios de abril cuando la
Standard Oi 1 Co. de Indiana
rebajó los precios de lo s
combustibles para motores
diese! y estufas e hizo reducciones de consideración
mayor en el precio del aceite
para hornos .
La industria química,
- q uí mico -far ffiacé utica y quí~ico -in d u strial que según
el l. S . 1\ews and
1\orld
Report de 11 de febrero de
1949 (29), se e ncontraba produciendo a niveles máximos
por encont r arse sobrecargada
de demanda empezó a sentir a
partir de mediados de marzo
una evidente declinación en
la derranda sobre todo en la
ra ma química -indu strial. El
Boletín OIT - 358 de fecha
27 de abril último expedido
· por la Oficina de Comercio
Exterior del Departamento
de Comercio de los Estados
Unidos que comprende una lista de productos norteameriaue dejan de estar sua restricciones en
su
exp~rtaci ón,
comprende una
serte de productos químicos
0
:
d•_o e a r b o na t o a n h id ro de
0
10 •
sosa,
creosota,
sueros
INCUSTRIALES
y
otros
21
numerosos
más,
lo
cual es revelador de que el
mercado norteamericano presenta síntomas c laros de saturación.
Refiriéndonos a otras
materias primas vemos que en
febrero de este año la demanda de aigodón sufrió un
sensible decrecimiento habiendo disminuído el consumo
en un ·30. 5% en relación con
el nivel mayor de consumo de
la post-guerra. Noticias de
fines de mayo indica~ que las
operacjones con futuros de
algodón eran muy flojas en
el mercado de New Yor~ y que
las ofertas de algodón no
encontraban demanda adecuada
habiéndose observado bajas
de precio de so centavos de
dólar por paca. A fines de
mayo la Comisión Internacional Consultiva del Algodón
anunció en Bruselas su propósito de celebrar una conferencia de los países que la
integran a fin de evitar en
lo posible una ruinosa caída
de precios med1ante control
(25).-
"Survey of Current
N~mero citado. Pág.
Business'•
S -32.
(26).- Metal and Mineral
Markets. - Números de diciembre 9 de 1948; abril 26 de
1949 y mayo S de 1949.
(27).- Números citados de :
"Metal and Mineral Markets".New York.
(28).- Números citados de:
"Metal and Mineral Markets".New York.
(29).- Pag. 16.
1.1
f
JORNADAS
internacional de producciones
y derrama o reparto adecuado
de consumos entre los distintos países productores.
La 1 a na se enfrenta a
una situación aun más aguda.
Datos del U. S. News and
~orld Report de 11 de febrero
del corriente año indican
que el consumo de la lana ha
bajado un 39.7% en r~lación
con la cifra mayor de consumo
post-bélico. La American
~oolen Co. considerada como
el mayor consorcio lanero
del mundo, informó que los
pedidos que recibió entre el
lo. de enero y el 15 de mayo
del corriente año ascienden - ~
11 millones de dólares contra
68 millones a que se elevaron en el mismo período el
año pasado y que los pedidos
pendientes de surtir se elevan a 30 millones de dólares
contra 95 millones a que se
elevaron en el mismo período
del año anterior.
En cuanto al trigo hay
que mencion•r que la Conferencia Internacional del
Trigo celebrada en marzo pasado aprobó un convenio cuatrienal que estab l ece un
precio mínimo de ~l. 50 de
dólar bushel para 1949 mismo
que se reducirá en 10 centa vos de dólar cada año hasta
1952 en que será de Dlls.
l. 20.
Como se sabe el trigo
es un producto de excedente
crónico y su control internacional se realiza a fin de
evitar caídas ruinosas de
precios. Sin embargo hay muchas dudas sobre los resul-
JORNADAS
INDI IS TRIALES
tados prácticos del convenio
en virtud de que dos grandes
productores no lo aprobaron;
La U.R.S.S. y Argentina. La
U.R.S.S. quería abastecer el
doble de la cuota que se le
asignaba a precios inferiores, de modo que en materia
de precios todo puede suceder
dado que la U R.S.S . produce
cerca de la cuarta parte del
consumo mundial.
En febrero de este año
la producción de madera había
descendido por contracción
en la demanda un 8.4% en comparación co n el nivel
mayor ·
de la demanda post - bélica,
situacion que se ha agravado
a partir de marzo.
La industria de la curtiduría ha observado un fuerte descenso en su p rodu cción
con motivo de la falta de
demanda que ha experimentado.
La producción de la industria
de curtiduría ha descendido
un 23.1% en relación con el
nivel mayor alcanzado en la
post-guerra. Esta situac-ión
se ha agravado considerablemente a partir del mes de
abr il.
B).- Bienes lntermedios,Semi•
acaba~os
y de Consumo
Duraderos -.
Después del segundo s~
mestre de 1948 la industria
de la construcción empezó a
verse muy quebrantada por
falta de demanda, con las
r e p e r e u s i o n e s q u e e s t ':' - i • •
plica para la industr~a ~e
la fabricación de materiales
de construcción ~ especial •
mente del cement~. Sin ea•
bargo, en este aspecto se
espera que las obras públicas
contrarresten descensos agudos tanto en la industria de
la construcción como en la de
fabricación de materiales de
construcción.
La producción de artículos semi -ac abados de - hierro
ha disminuído para marzo de
1949 en un 40% en relación
que el mayor nivel productivo
post-bélico. La producción
de clavos, tornillos y utencilios como machetes para el
ca mpo se ha constreñido más
a un. Antes vimos las bajas
ex perimentadas por la varilla
estructural.
La industria de fabricactón de envases de
vidrio
era para febrero de 1949 de
·]as industrias productoras
de artículos durables que más
sufría de contracción en la
de manda, según 1 o in di ca el
\e•s and lorld Report de l l
de febrero. Posteriormente
-a me diados de marzo- la industria de envases metálicos
YlÓ
disminuir su consumo so -
bre todo en lo referente al
envase para productos alimenticios.
23
INDUSTRIALES
ha avanzado 1949 el decrecimiento en las ventas se ha
agravado.
La industria automovilística que en febrero de
este año expresó a través
de uno de sus expertos que
la disminución - de ventas que
se había observado en los
modelos carns era . posible
compensarla con -la venia de
los modelos de uso corriente,
a fines de marzo notó una
sensible contracción en la
demand~ de tipo generalizado
que hizo que la haiser-Frazer
Corp. redujera entre 198 y
333 dólares los precios de
los modelos que produce. El
3 de abril la Ford Motor Com pany
anunció
una
reducción
de precios en todos los tipos
de automóviles que produce,
que van de 12 a 120 dólares
por unidad. En la última se mana de marzo ante la con tracción de la demanda de
automóviles la Crysler Corp .
inició una reducción radical
de costos para lo cual des~
pidió a 10,000 obreros de uno
de sus talleres de montaje.
La baja de ventas en
automóviles y auto-camiones
La industria del hule en
general para febrero de este
añ? había bajado su producClon en relación con el nivel
mayor post - bélico en un 19%,
observando a partir de la
aegunda quincena de marzo un
diata una contracción en la
venta de accesorios
Las
llantas y cámaras que desde
el último tercio de 1948 a
febrero de 1949 habían bajado
descenso mayor.
sus ventas en un
La
industria
de
Cal'liones experimentó que
auto
su
Yolu men de ventas bajó más
de un 25% desde la última
parte de 1948 hasta la pri•era parte de 1949. Conforme
tuvo como
r ep~rcusi6n
12~
lnme-
notaron
un agravamiento de la situa ción que hace que actualmente
estén en un nivel de 25%. Las
r efacciones y accesorios en
general, que desd_e el otoño
de 1948 a principios de 1949
J
24
JORNADAS
habían experimentado una contracción en sus ventas de un
25% han notado sensible agravamiento de la situación.
A mediados de marzo de
1949 la Willard Storage
Battery Co. bajó de 1.50 a
2.00 dólares por unidad sus
baterías para coches y auto
camiones. Al mismo tiempo la
Electric Storage Battery Co.,
redu jo sus precios en un 8X.
- La disminución en el
consumo de artículos duraderos para el hogar ha sido muy
sensible habiendo originado
reducciones de precios conside rables en algunos · renglones. Los radios son de los
artículos que han sufrido
reducciones de precios más
apreciables: La 1\estingh ouse
Electric redujo en marzo del
20 al SO% lo s precios de nueve modelos hogareños, habiendo lle gado esa reducción en
algunos casos hasta a 130
dólares.
La frigidaire anunció
rebaja de su pe r sonal en
virtud del decrecimi~nto de
la demanda de refrigeradores
hogareños y come rciale s .
La Gibso.n Refriger,.ator Co.
de Greenville, Michigan, redujo a mediados de marzo en
20 dólares los precios de refrigeradores y estufas.
La producción de algunos
artículos
para el hogar que
todavía en marzo contaban con
una demanda consistente, empezaron a notar a principios
de abril un decrecimiento de
la demanda en constante agravamiento. Tal es el caso de
-sanitarios y muebles para
ll'<DUSTRIALES
JORNADAS
baño.
Las fábricas de muebles
de madera que en febrero habían disminuido sus operaciones de venta en un 7. 7%, en
marzo habían llegado a una
disminución de un 19%.
C).- Bienes de Consumo Perecederos.
En términos generales
la magnitud y profundidad del
fenómeno ha sido menor en
este· segmento de la producción norteawericana.
Sin em-
barg o, hay secc ione s -so bre
todo en l a rama de la industria del vestido- que ya se
enfrentaron
a una
situación
aguda.
Y~ para principios de
febrero de este año la lndustriá textil en general
estaba produciendo 12.3 % menos que el nivel mayor postbélico. Los manufactureros de
artículos de lana estaban
pr oduciendo un 13.8% menos
que el niv el mayor de la producción de ?Ost-guer ra. Los manufactureros de artículos de artisela
han experimentado bajas verdaderamente muy leves.
Seguramente de las Industrias productoras de bienes de co nsumo perecederos
la que se enfrenta a una situación realmente difícil es
la industria del calzado,
que en febrero estaba produ c i endo un 26.8% menos del
nivel máximo post-bélico- y
que ha visto agravarse · !•
contracción de la demanda a
partir de marzo con un rit•o
verdaderamente acelerado.
En la industria aliment i cia el panorama es el si-
INDUSTRIALES
25
guiente: la producci6n de harina de trigo bajó un 20.4%
con respecto al nivel mayor
de la post-guerra; las empacadoras de carne un 15.7%;
las fábricas de conservas y
dulces un 19%.
JI.- La Revisión del Tratado
Comercial Mé xico-Ameri-
éstas son ae dos tipos:
a) Industrias transformadoras
de materias primas ae producción nacional y que son
industrias de exportación;
b) Industrias que tienen por
objetivo satisfacer consumos domésticos.
_
Ahora bien, vamos a pro-
cano ante nuestros -ajus-
curar situarnos en ambos ti-
tes devaluatorios.
Tradicionalmente se dice
que una devaluaci ón tiene automáticamente efectos de protección para Ja indu s tria na-
pos de industrias para precisar los efectos que los
ajustes devaluatorios tienen
en su estructura de costos
y en su política de precios
y por lo consiguiente las
condiciones en que ellas se
encuentran para lo s efectos
de la ne goc iación de la revisión del Tratado Comercial
México-Americano.
Con respecto a las industrias transformadoras de
tiva,
~oneda
en
cuanto encarece
en
interna las importaciones y contribuye a dar
flu1dez a las induitrias de
exportación dado que el _exportado r obtiene en moneda
naciona l una cantidad mayor
·por sus exportaciones que
se cotizañ en divis as con'ertibles, en el ·presente
el dólar exclusivamente,
Esto, que en principio es
inobjetable y que además
puede ~nvocar en su apoy~
nu merosos procedentes en la
práctica internacional ·en
Yirtud de ser frecuente sobre
todo en Europa devaluaciones
con fines de protección agrícola e industrial, en el caso
de México tiene que ser tokado con una serie de re•o;rvas, dado que por la propla naturaleza de nuestro incipiente desarrollo industrial, dicho principio no
opera en sus dos aspectos
-Con el ri go r que, teóricamente al me nos, se le asigna.
En efect o, si analizaaos las industrias estable~~das en México vemos q ue
mate rias
primas nacionales,
industrias de exportación,
su análisis sólo debe hacerse
en cuanto dichas industrias
puedan
abastecer el mercado
americano. A este último respecto es necesario precisar:
a) Nuestras
exportaciones de
productos
transformados o
semi-elaborados a lo• Estados Unidos para satisfacer demandas propiamente
norteamericanas son esca-
sas,
estando constituído
el grueso de dichas exportaciones por productos que
van
en
condiciones de
tránsito
a
los Estados
Unidos.
Esta especial característica de
nuestro
comercio exterior originada por la falta de una rudimentaria marina mercante
y
po r
la ausencia de una
,1
1
26
JORNADAS
política de comercio exterior
ágil y agraYada por
el dislocamiento en el comercio internacional que
en el presente se observa,
es frecuentemente olvidada
conduciendo ello a una impreslon errónea de la naturaleza de nuestro comercio exterior y de la importancia del mercado norteamericano como adquirente;
b) Los porcentajes mayores de
export~ciones
están
mexicanas
constituídos
por
productos naturales de demanda inelastica o por estos productos semi-transformados, lo cual significa que una eventual reducción en su precio derivada
del
beneficio
cambiario
que el exportador adquiere
con la devaluación, no aumenta
su
consumo o no lo
aumenta
en
cantidades
apreciables.
e) Todas
las
industrias de
exportación mexicanas funcionan
necesariamente con
equipo importado y en escala variable usan de elementos
accesorios
en.
su
producción
también importados,
lo cual supone necesariamente un impacto al
alza en sus costos en virtud de un acto devaluator i o;
d) Es te
impacto, como es lógico suponer,
origina un
reajuste
general en los
costos de
producción que
aun cuando sea en
ligera
proporción amortigua los
efectos
favorables de
la
J ORN ADAS
INDUSTRIALES
devaluaclón,_
No negamos que la devaluación fomente las exportaciones mexicanas habituales
y contribuya a darles fluidez
simplemente consideramos que
normalmente se
sobreestima
su acción fomentadora. Ya en
relación con la revisión del
Tratado_ Comercial México-Americano, pensamos que por el
escaso porcentaje de nuestras
exportaciones de productos
elaborados o semi-transformados que van a los Estados
Unidos a satisfacer consumos
norteamericanos,
la
acc1on
negociadora de México poco
puede cambiar en virtud de
la devaluación, siendo que
en este renglón si puede la
devaluación significar una
mejoría para el exportador
mexicano que haga menos necesario un arancel
americano
reducido o congelado. Sin
embargo, es de advertir que
estando constituído el grueso
de las exportaciones mexica_nas a los Estados Unidos por
productos naturales -minerales, fibras y productos alimenticios naturales- la baja
de precios que en los minerales y metales se observa
hacen que cualquier concesión
arancelaria americana -que
por lo demás sería muy útils~a
problemática y ya anteriormente vimos como ante la
reducéión del precio del co•
bre una compañía minera nor•
teamericana pidió se sumen•
~ara e] arancel y en cuanto
a nuestros productos alimen•
ticios naturales su naturale•
za estacional y el estar s~
consu mo sujeto a la producció n norte a me rican a,
que hace
que cuando ésta sea buena
media nte la "tarifa invisible" -prescripciones san it ªria s normalme-nte- se evite
la importación del producto
si mi 1 a r m-e x i e ano , nos si-tu a n
en la posición de que cualqu ier concesión arancelaria
qu e se consiga sea endeble.
So lamente podríamos conseeui r
co~cesiones
arancela~
;ias de significado en materia de fibras duras y algún
ot ro producto natural mexicano de menor importancia.
Refiriéndonos al otro
tipo de industria nacional,
'las dedicadas a satisfacer
consumos domésticos,
debemos
~a ce r
una serie de precisiones. En primer lugar, dentro
de la totalidad de industrias
de ~~¿xico dedicadas a satisfa c er consumos dom ést icos,
s ólo so n unas cuantas las que :
no consume n materias
primas
o intermedias importadas y
son muchas las que consumen
un fuerte porcentaje de materias primas e intermedias
i mportadas. Ane-xamos a es te
estudio una lista de las indu str ias mexicanas de este
ti po y sus consumos de materia s primas nacionales y extranjeras, que aun cuando
por estar tomada del censo
industrial de 19 40 no res u 1 tan actuales
sirven como
comprobación' del anterior
aaerto. En esa lista se ven
con toda claridad que son
anos cuantas industrias mezicanas las dedicadas a satisfacer necesidades necio-
27
IND USTR IALES
nales GUe no consumen materias pr1mas o intermedias
extranjeras,
que
son numero-
- sas las que consumen un porce ntaje muy gr ande y que son
varias que funcionan a base
d~ materias primas e intermedias importadas (30).
Quiere esto decir que
si bien la devaluación al encarecer el producto manufacturado extranjero similar a l
nacional tiene efectos de
protección industrial, és tos
efectos se contrarrestan en
cuanto las industrias sat isfactoras de consumos
domésticos, que serían las que
recibirían este efecto favorable,
consumen mate ria s
pri-
mas extranjeras que en moneda nacional se ven fuertemente encarecidas al sufrir
nuestra unidad mo netari a un
ajuste devaluatorio.
Además considerando que
en virtud de las especiales
condiciones de M~xico nuestra
industria no puede funcionar
siguiendo el principio de
(30).- Advertimos que el hecho de que una industria funcione a base de materias primas o intermedias extranjeras
no califica su carácter de
11
económicamente
no
sana
-usando la típica expresión
de círculos norteamericanospues habría que preguntarnos
qu_e calificativo merecería la
tradicional industria textil
ingle s a con este criterio o
la industria de dulces
y
chocolates en los Estados
Lnidos.
11
1
28
JORNADAS
volúmenes máximos y costos
mínimos y por lo tanto no
puede realizar compras internacionales amplias
de materias primas, o intermedias
hay que señalar que el au:
mento del costo de las materias primas e intermedias
extranjeras, arrastra de
inmediato el costo general
de producción en escala que
seguramente contrarresta el
efecto protectivo de la devaluación en relación con el
artículo elaborado de que
se
trate.
Ciertamente qu.e debe
hacerse un cálculo: hasta que
_punto el efecto aumentador
de los costos de producción
derivado de la devaluación
en cuanto aumenta ei
precio
de las materias primas e intermedias extranjeras consu-
midas por industrias na c ionales dedicadas a satisfacer
consumos domésticos,
se amor-
tigua por el menor costo de
le mano de obra nacional.
Pero al formular este cálculo
debe consider a rse que por la
nacionalización en - las formas
de producción el porcentaje
que el salario repre senta en
el costo total de producción
se ha ido reduciendo constantemente, sobre todo en indus~rias modernas y cuando en
el cuadro nacional ello no
sucede -industria textil, por
eJemplo- se deue a especiales
condiciones que lejos de representar una ventaja constituyen un positivo inconveniente en cuanto a la política de costos de esas
Industrias, que las sitúa et>
INDUSTRIALES
JORNADAS
una posición aun más grave
frente a la competencia extranjera, dado que mantienen
formas de producción atrasadas en relación con industrias similares extranjeras
con el encarecimiento de costos que es de suponer.
Por último hay que señalar, que teniendo México d é ficit alimenticio que tien e
que cubrir con importacione s
Y reouiriendo imprescindible~ente
ciertas
importacione s
-equipo industrial y agrícola
materias primas e intermedias
etc.- y existiendo además una
distribución de la riqueza
nacional que impide materialmente desterrar importaciones
superfluas, se dan una serie
de condiciones que hacen
Inexorable el funcionamiento
de la ley de arrastre de preCIOS como consecuencia de los
ajustes devaluatorios
c on
repercusiones a la lar~a en
el renglón salarios. Si bien
es cierto que hasta el presente esta ley de arrastre
de precios no ha funcionado
con la celeridad que era lógico suponer asumiría
debiéndose ello a específicas
condiciones de nuestra economía -importante porcentaje
de nuestra población al marge n de la economía monetaria
nacional, contracción del
mercado interior que ha ope•
rada como freno al aumento
de precios- es indudable que
su funcionamiento es inevita•
ble con el aumento general
de costos y precios en lo~
artículos de manufactura na•
cional que ello implica.
En conclusión, creemos
que por las razones expuestas
que hacen que el efecto protectivo de los ajustes devaluatorios con respecto~ las
industrias nacionales dedica das- a satisfacer consumos
domést icos se amortigüen
parc-ia l o t·otalmente, nuestro
país a l negociar la revisión
de l Tratado Comercial México
~~er i cano no debe g uiarse por
el c riteri o de que la deval uación permite ha ce r concesiones tarifarías que era
i ~pos i ble hacer sin g rave
riesgo para industrias nacionales, antes de los actos
deva luatorios.
. III.- Breve Consideración sobre
la Política Comerc ial en
l a Gran Depre~
s ión de 1929.
Los hombres frecuente~ente ol vidan las lecciones
de la his toria económica internacional. En 1927 a 2 años
de la gra n depresión de 1929
se reunió la Conferencia Económica Mundial que llegó a
la conclusión que la vuelta
al librecambismo internacional era requisito indispenseblé para la prosperidad
rundial. A unos cuantos meses
de la gran depresión de 1929
la Sociedad de Naciones reco~ en d ó una tregua general
aduanera, es decir que los
estados adquirieron el compromiso de no elevar durante
- determinado tiempo sus aranceles.
Esto significa que antes
la gran depresión de 1929
t•
~••
conferencias económicas
laternacionales pugnauan por
29
INDUSTRIALES
una política librecambista.
Al iniciarse sin embargo la
fase descendente en los negocios, la práctica comercial
de los distintos países no se
orientó por donde sus compromisos internacionales hacían prever, sino que por el
contrario hubo - un brusco viraje hacia una política de
nacionalism o econ6mico,
co r110
medio de amortiguar lo s efectos de la crisis. Ohlin caract er izó este períüdo diciendo: "Es natural que las
tendencias de auto-abastecimiento del decen io de 19 30
fueron reforzadas por las
opiniones ge nerales nacionalistas, pero éstas dependían,
a su
vez,
de
la crisis,
po r
lo ro en os en parte . " ( 31)
En 19 30 los Estados Unidos promulgan la tarifa
Hawley Smoot la más alta de
su historia económica. En el
otoño de 1 931 In g l a terra
transforma radicalmente su
política aduanera estableciéndose derechos considerables sobre l a mayoría de las
mercancías y regulando las
importaci ones , y en 1932 se
celebra en O ttawa la Conferencia de los Países del Imperio Británico con el objetivo de reforzar el trato
preferencial existente entre
ellos. En 1 93 1 el Ministro
de Cowercio francés Louis
Rollín usa por primera vez
(31).- Bertil Oh lin "Comercio
Exterior y Política ~omer
cial " Pág. 176. M. AguiJar
Editor. Madrid 1948.
1
30
JGRNADAS
en este siglo de l as- restricc iones
cuantitativas
para
proteger a los agricultores
y productores industriales
franceses, qÚe era imposible
proteger arancelariamente en
virtud de que por diversos
tratados internacionales
Francia tenía congeladas el
70% de las partidas del arancel, y el r ég imen de contingentes introducido en Francia
en mayo de 19 3 1, cubre un
séptimo de las posiciones
arancelarias en julio del siguiente año y más de
3,000
posiciones en 1934. (32). A
fines de 1931 se autoriza al
Ministro de Economía en España,
a
usar
restricciOnes
cuantitativas con fines de
protección industrial.
Alemania desde el comienzo de la depresión rea liza g randes aumentos arancelarios especialmente en
productos alimenticios resci ndiendo los convenios o
tratados comerc ial es que se
oponían a tales aumentos.
También en productos alimenticios Alemania recurre a
restri cciones a la importaClan para por último poner
las i mportaciones bajo
un
control directo de las autoridades a través de p rohi biciones, licencias y restric ciones en las divisas (33).
En 1930 se celebra la
Convención de Oslo a la que
asiste Bélgica, Luxem burgo,
Holanda, Dinamarca, Noruega
y Suecia, adhiriéndose más
tarde Finlandia, esta convención de apz~ximaci6n econ ó mica trataba de liberalizar
1.1
~,
INCUSTRIALES
JORNADAS
el comercio entre estos paí ses. Sin embargo a partir de
19 31 casi todos estos países
recurren a s istemas de contingentes a la importación y
en algunos casos a devaluación monetaria protectiva.
El panorama económico
internacional que e n el pre~
sente se vislumbra no es radicalmente distinto al que
se presentata en 1928-29 antes de que se iniciara 1"
fase descendente en los negoc ÍOS.
Las conferencias mundia les de comercio y empleo
preparatorias celebradas en
Londres, Lake Success y Ginebra, la Confe rencia definitiva de La Habana y el proyecto de carta de Comercio y
Empleo emanado de esta últi~a
tendientes a erigir el librecambismo en norma del co mercio
internacional,
se h a -
llan condicionadas en la
práctica a las características que asuma la contracción
de los negocios en los Estados Unidos . Si · ésta se precipita o agrava, no creemos
que existan organismos inter-
nacionales que eviten la
vuelta a una política de nacionalismo económico, máxime
si se toma en conside ración
que existe un bloque de paí-
(32).- J. B. Condliffe: "La
Reconstrucción del Comercio
Mundi a l ". - Pág. 97 Editorial
Sud-Americana, Buenos · Aires.
1942 .
( 3.3 ) • - Be r t i l Oh 1 i n : Op . C i t •
Pág. 167 y sigs.
ses de comercio estatal que
Lajo ningún concepto asum~rán
corrpromisos como los 1mpl1cados por el proyecto de Carta
de Comer~io y Empleo de La
llal>an a.
México dentro de sus
Jiwitaciones debe estar aten-
e o N e e l.! S
e 1
l. - ~ : é x j e o a 1 n e g o e i a r
T r at ad o Come r e i a 1 debe·
y rocurar que se inclu ya una
claus ula que le perrrita em plea r 2 edidas antidumping
adecuadas, inclusive r es tricciones cuantitativas,
. aue es p re,· isible,
dado
de seguir
la contracci6n de ,·entas en
les l:.~tados l:nidos, el empleo ·
riel d urr ing.
En e l Tratado vi~ente n o
exi s te una cláusula expresa a
c>te respecto y sólo hay un a
ref e rencia en el párrafo Zo .
del artículo vl cuando excep t úa del principio de no retroactividad, a las disposiciones
administrativas
que
impon gan derechos contra mer canc ías vendidas para efec tuar un dumping.
~uestro país debe pugnar
porque se consi g ne una cláu sula en que se condene el
du mp in g corro forma mercantil
de•leal y oueden la s partes
•ignatarias en libertad de
edoptar las medidas adecuadas
para contrarrestar cualquier
f~rn a de du~ping, y sanc i onar
d1cha practica a fin de pro -
31
Ir\DUSTRIALES
to a la posibilidad de tener
que recurrir a una política
de franco nacionalismo económico si 1~ situaci6n de los
E~tados Unidos asume las
características que los lnd_icios Q,Ue a_nalizamos nos hacen
prever.
O ;\
E
S.
tos
consignados
consideramos
~ue
México aete
luchar por
mante ner
preferentemente
su
libertad arancelaria en los
siguient~s renglones:
a) Industria
productora de
ciertos bienes de
produc ción - maquinaria y equ1pc
ele~ental como es maquinaria para mo linos de tri~o,
maquinaria
maq uinaria
rios etc.
a~rícola,
pa ra laborato·
y en genera l
n.a .
quinaria
para ciertas industrias que se producer
en el país;
b) Para
proteger
productos
semi -ac abados
o intermedios
como serían
de metal,
- drio,
envases
envases de
c lav os,
grapas,
Vltor-
nillos,
alambre ,
utencilios de hierro, utencilios
agrícolas;
e) Para proteger la industria
químico
industrial
pues
como
señalamos
en
otra
parte de este estudio esta
industria s~fre una fuerte
conLracción
de ventas;
naciona·
d) Aun
cuando existe una
fuerte
contracción en la
industria de cortinuría no
11.- En virtud ael aná lisis iorwulado y de los da -
do se presente un peli g ro
para la industria nacional
· te8eT sus ln tereses
les.
cree~os
que en este senti-
\
32
JOflNADAS
de
curtiduría.
Sería sin
embargo conveniente hacer
un estudio al respecto.
e) Igualmente
sería
conveniente
hacer un análisis
sobre
las condiciones de
la industria del hule en
el país y sus posibilidades de resistir una fuerte
competencia americana,pues
como veíamos en ot ra parte
de este trabajo, dicha inha sufrido en los
Estados
Unidos una fuerte
contracción en su produc ción por descenso de
la
demanda.
f) Nuestro
país debe conservar su facultad para proteger industrias producto ras de
bienes de
consumo
de tipo duradero, - automó viles, r adios,
refrigeradores- dado que aun cuando
se trata en la generalid a d
de ensambladores
su
pro tección
es
indis p ensable
tanto por el mantenimiento
de fuentes de empleo, como
porque en este tipo de industrias
se
observa
la
tendencia de
ir g radualmente manufacturando a lgunos
de
los elementos del
e nsamblaje, lo cual significa
que
a
la
larga se
disminuye una presión sobre nuestra balanza de pa gos. Como señalamos en este estudio la
industria
productora de auto-camiodust~ia
nes,
automóviles,
radios,
refrigeradores y estufas,
en
los Lstados Unidos ha
experimentado una contracción
en sus ventas de más
de un 2S:L
IND US THIAL E.S
g)
J ORNADAS
Igualmente nuestro
país
debe conservar facultades
p~:a
proteger la produc~
c1on
de accesorios de es-
tos bienes de
co n sumo duradero, pues ya vimos como
la situación ha
originado
reducción de
p re cioB en
algunos
de ellos como en
el caso de las bate r ías.
h) Nuestro país debe
igual- mente
procurar
conservar
sus facultades protectivas
en
lo que se refiere a l a
industria nacional de muebles de madera,
pues co ~ o
vimos
anteriormente
esta
1)
vi mos
industria ha sufrido en
los
Estados Unidos
una
i) Asímismo debe nuestro paí s
pugnar
por conservar su s
fac ul tades de
protecci ó n
arancelaria en lo que s e
refiere
a
la
producción
nacional
de
artículos
industriale s
la
y
de] hogar.
j) En materia de
bienes de
consumos duraderos nuestro
país debe pugnar por con servar sus
fac ul tades de
protección en
lo q ue se
refiere
a
la fabricación
de sanitarios
y muebles
para baño .
~) En
1 o aue se refiere s
bienes d~ consumo perece dero
la situación por el
momento sólo se presenta
aguda
y hay
indicios de
que
en lo futur.o se agra•
ve, en lo que se refiere a
la indust r ia textil en ge•
neral y en
la
ind11str-ia
del
calzado.
Esta última
anteriormente
con-
tr a cción de
la demanda y
disminución
de la producc>on en ciertos productos
alimenticios
-h arina
de
trigo, empacadoras de carne ,
fábricas de conservas
y
dulces - no creemos que
po r e l mo mento se presente
un peligro inminente para
fuerte
contracción en sus
operaciones de venta.
eléctrico s ,
como vimos
ya en febrero
de este año estuvo produciendo un 26.8% menos que
el nivel mayor post -b élico
por lo cual . es
previsible
el
uso de formas extremas
de compete n cia
comercial
en este renglón.
Es por
ello
recomendable
que
nuestro país procure mantener sus facultades prolectivas en lo que se refiere a
la
industria del
c alzado y a la
industria
textil.
Aun cuando ya hay como lo
~ )
industria
nacional en
e ste rengl ó n.
Con respecto a los renglone s de exportaci ó n mexi cana sobre todo en metales
y minerales
hemos
visto
que la disminución de precios ya se ha iniciado en
¡? ran escala.
Estudiando la gran de!Jresión de 1929, el doctor J.
Lazarte (1)
observaba que la
baja de los precios de los
productos ~materias primas
revestía especial celeridad,
lo cual debemos considerar
cuidadosamente en el presente.
Hemos visto en otra pa rt.~ de e s te e s tu d i o , e o mo l a
Mlami Copper Co. ante el des-
33
INDUSTRIALES
censo q ue e~perimenta la demanda de cobre en el mercado
amer1cano anunc1o que pediría al Con~reso de los Estados Unidos que restableciera
el i~puesto de importación
deJ cobre cuya suspensión se
había prorrogado hasta el
30
de junio de 1950, a fin de
q~e se ~rot~giera la producción norteamericana. Al agra varse la caída de los precios
esta actitud de la ~iami
Copper Co . sería general y
por ello sería aconsejable
que nuestro país en el Tratado Comercial negociara para
sus pro~uctos minerales un
sistema
de
cuotas,
sistewa
del cual ya existen antecedentes en el Hemisferio ,Cccidental.
Con respecto a nuestros·
productos alimenticios naturales pór su naturaleza estacional no vemos posibilidad
en política comercial de asegurar su coloc~ción en el
mercado
exterior~
I II.- Con respecto a los
efectos de nuestros ajustes
devaluatorios en relación con
la revisión del Tratado Come~cial pensamos que Mjxico
debe partir de la base que
dichos ajustes devaluatorios
no nos permiten hacer canee.
siones tnri farias, que no es ..
taLamos en posibilidades de
hacer antes de dichos ajustes
monetarios. Es decir, que la
(1).- Dr. J. Lazarte: La Crisis Mundial del Capita li smo.
Pág. 86 Gui Ida de Amigos del
Libro.- Barcelona 1934.
, -
J
- ""\ ::::
1
34
JORNADAS
devaluación por las razones
y argumentos esgiimidos, no
modifica la postura de nuestro país dado que las necesidades de protección arancelaria de las industrias
z-
'-
'·
INDUSTRIALES
dedicadas a satisfacer consumos domésticos subsisten, por
condiciones específicas a que
ya nos hemos referido, independientemente de nuestros
ajuste~
monetarios.
JORNADAS
A
N
INDUSTRIALES
E
X
35
Q.
VALOR DE LAS MATERIAS PRIMAS CONSUMIDAS POR LAS INDUSTRIAS
NACIONALES.
CO~SERVAS
ALIMENTICIAS:
Total
De 1 país
Cel extranjero
VALO!i
i>
6.048.698
S. 816.094
232.604
OB HADORES Y TOCINERIAS:
1 o ta 1
De 1 país
De 1 extra n j ero
479.946
479.946
CREMA, MANTEQUILLA Y QUESO:
Total
"Del país
Cel extranjero
l. 642. 792
l. 463. 703
179.089
EXTRACTOS Y ACEITES ESENCIALES:
To tal
Cel pais
del extranjero
43.407
32.308
_11. 099
ACEITES VEGETALES :
Total
Del país
Del extranjero
" 32.989.319
" 22.154.793
" 10.834.526
MQLINOS DE TRIGO:
Total
Del país
Del extranjero
" 78.335.061
.. 72.408.262
5.926.799
MOLIENDA Y PREPARACION
465.117
465.117
1
36
JORNACAS
INDUSTRIALES
JORNADAS
VALOH
Total
Del país
De l extranjero
"21.488.'636
" 16.627.087
4. 861.549
ASERRADEROS :
- .\RTJ Cl'LOS CE
ALAMI3HE Y TELA.2;_
T ota l:
D-e 1 país
De l extranjero
I~DlSTHIALES
37
VALQB
187.610
166.913
20.69 7
MLESLES CE METAL:
Total:
Del país
Del extranjero
5.934.629
5.934.629
Total:
Cel pa ís
De 1 ex tranjer o
1.12 8.2 15
E66.860
4 6 ]. 355
Total:
Del país
Del extranjero
58 .36 6
58 . 366
l o ta 1 :
Le! país
!'e 1 extranjero
4. 50!1. 54C
Total:
Del país
Del extranjero
555.973
555 . 973
Total:
Cel país
De l extranjero
Tot a 1 :
[e] país
4. 8 (.u. 16 S
29CJ .62 5
r.e 1 -ex t r a n j e r o
.. 92 . 53'J.989
" 85 . 825. 16 6
6 . 714.823
3 .761.2 99
2. 398.¡;'49
l. 362. 450
1 o t a 1:
!:e 1 p a i s
J•e] e"t ranjer o
7 . 687.1!28
4.77'.1 . 6 10
2 . 9CB. :ll8
Total:
Del país
Del extranjero
526 .978
348.009
17 8 . 969
lot a 1:
Ce 1 país
Ce! extranj~ro
8 .4 33.J0 l
2.277. :!97
lota 1:
Cel país
Del extranjero
3.248.734
516.218
2.732.516
Total:
Dei país
Del ext.ranjer o
3. 310. t".3l
1. 398 . r,n
1. 9 11. 939
ROPA HECHA Y COI\"FECCIONES:
Total:
Del país.
Del extranjero
6.155.~04
!flTEfACTOS DE HULE:
"13.966.5ll
13.394.809
5 71. 702
Total·
~1 p~ís
1:!~1 extranjero
" 17.008.773
2.461.459
14. 54 7. "ll4
1
JORNADAS
38
I NDUSTR IALES
JORNADAS
ARTICCLCS DE CELULOIDE:
VALOR
~IAQl ' INARIA
Total:
Del país
[el ext r anjero
5 20.062
30. 743
489.319
Total
Del país
Del extranjero
T o tal:
De l país
Del ext ranjero
56.22 2
2 . 035
54. 187
Total:
Le ! pa í s
Del extranjero
VI~Q.S._Y
LICO RES:
- Total:
Del
país
Del extranjero
2 . 232 . 418
1.702, 77 4
529 . 644
CA LZADO CON SUELA NO DE HLLE:
Tot a l :
[iel país
Del extranjero
.. 14 . 284.335
.. 1 2 . 028 . 250
2 . 2 56.085
T o ta 1:
Del país
Del extranjero
" 11. 98 8. 2 B4
2.3 70.741
9 .617. 543
ARTICVLOS DE PAPEL :
Total:
Del país
Del extranjero
3.234,715
1.245.741
l. 988. 974
Total:
Del país
Cel extranjero
.. 33 .191.672
1.733.835
.. 31.457. 837
CARHOCERIAS EN GENERAL :
Total:
Del país
Del extranjero
150. 4 76
130. 628
19.848
INDUSTRIALES
39
VALOfl
EN GENERAL:
~
693 .50 3
535.539
157.964
.
1. 153.556
176.311
9 77.245
.
-
Materia
-
Tratado comercial México Americano
-
Dumping
-
Competencia desleal
-
Persona o institución mencionada
-
Estados Unidos
-
Secretaría de Economía