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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Enrique Tierno Galván, destacado político socialista y alcalde de Madrid, transformó la ciudad con su enfoque humanista y su lucha por la autonomía municipal y las libertades. Su legado permanece como símbolo de la transición democrática y la vida cívica en España..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
Si las cosas siguen como van, el problema
no es saber si quebrará la banca, sino sólo
precisar cuándo ocurrirá ese increíble fenómeno.
Desprovista de sus empresas, sometida a
la acción de una banca paralela, presa
entre las feroces fauces de la política monetaria, la banca nacionalizada pasa por uno
de sus peores momentos, y corre el riesgo de
perder la confianza del público al mismo
tiempo que las pocas ganancias que todavía
le quedan.
Su crisis se ha manifestado ante su clientela cuando decidió, como se hace en los
juzgados, cobrar hasta por el saludo. El 16
de diciembre, la Asociación Mexicana de
Bancos aprobó un Manual de tarifas cuyo contenido empezó a ser puesto en
operación al comenzar enero~ La más sonada de las medidas de ese manual
fue _cobrar por la expedición de cheques, especialmente los girados por depositantes de menor importancia cuantitativa. Se daba así un giro de ciento
ochenta grados en la práctica bancaria: durante años, la publicidad de los
bancos se dedicó al pedagógico propósito de hacer a los mexicanos cuentahabientes de cheqúes, ponderando las ventajas de pagarlo todo, hasta los gastos
de bolsillo, con ese "dinero creado por los particulares" como llama el derecho mercantil a tales títulos de crédito. Ahora, al contrario, se inicia una
política de desaliento al uso de la chequera, no sólo cobrando, como ya se hace desde años, una cuota penal por mantener los fondos disponibles por debajo de un cierto nivel, sino ahora castigando también el uso, que ni siquiera
el abuso, de esos documentos.
La medida fue rechazada por el público, que al finalizar la primera semana completa de enero formó largas filas en muchas sucursales bancarias,
aun de in tituciones que no estaban efectuando los cobros, para retirar sus
dépositos y mostrar de esa contundente manera que no estaba dispuesto a ser
esquilmado también por esa vía. La reacción," quién sabe si imprevista o deseada por los jefes de la banca debió ser tan fuerte que a su vez los hizo reaccionar, y el cobro por la expedición de cheques fue inmediatamente suspendido. Después, en lógica consecuencia, la Secretaría de Hacienda canceló
esas tarifas.
Acaso tenga que hacerlo con otras. El Manual de Tarifas de la Asociación Mexicana de Bancos establece también que ahora se cobre a los
usuarios por el pago de servicios que también la publicidad bancaria, y
acuerdos con empresas públicas y dependencias gubernamentales, nos habituaron a hacer en las sociedad de crédito. Pagos por el consumv de energía
eléctrica y el uso de teléfono, así como de agua, y el impuesto preJial, hasta
ahora posibles gratuitamente en las ventanillas bancarias, serán más caros,
porque hay que dejarle una adehala al banco mismo.
¿Por qué se ha recrudecido el afán recaudador que ya es propio de las
operaciones bancarias? ¿Qué ha desatado esa codicia tan poco elegantemente mostrada? La respuesta está en los costos. El terrible fantasma de los costos crecientes.
No ~ verdad, al menos en este caso, que se trate de mala administración. Al contrario, las fusiones de instituciones y la disminución del personal
pueden citarse, no ob~t~11.t«t. S,ll negativo irnp~cto social, como señales de que
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se ha caminado en la racionalización del uso de los recursos. y aunque se hace notar con frecuencia el exceso de la publicidad bancaria, especialmente la
que abruma en la televisión, lo cierto es que su incidencia en los costos no es
extremadamente alta, siendo que en caso contrario, es decir si no se publicitaran los bancos, la situación sería peor, porque el volumen de negocios
disminuiría aún más.
Hasta ahora, servicios como los que eran gratuitos y ya no lo serán más
constituían una suculenta fuente de ingresos para las instituciones bancarias.
El dinero de los tenedores de cuentas de cheques estaba disponible, sin costo
alguno, para los ' bancos, que trabajan con él, obtenían ganancias¡ y con ellas
pagaban la administración correspondiente. Pero en los años recientes, precisamente los que coinciden con el tiempo en que la banca ha estado nacionalizada, esas operaciones se han complicado, debido a las tasas de interés
prevalecientes.
Hoy los bancos ofrecen a los inversionistas utilidades financieras como
jamás las soñó nadie. Hasta setenta y cinco por ciento neto puede ganar el
adquirente de pagarés a seis meses. Pero, como descubrieron los Padres de la
Iglesia -cuyo estudio habría que reemprender, en esta hora de terca crisis, y
en este país donde los que se dicen católicos toman tantas decisiones de trascendencia colectiva- "el dinero no pare dinero". Esa ganancia
abultadísima tiene que salir de alguna parte. En condiciones normales surge
de los financiamientos otorgados por la propia banca. Pero para poder pagar
altos intereses, la banca debe cobrarlos más alros todavía. Y si esa alza ocurre
en medio de otras condiciones insoportables para la econ0mía de los particulares, se concluye fácilmente que hay menos gente. menos número de empresas que acudan al financiamiento bancario, mientras que por otro lado crece
el número de quienes invierten para obtener rentas en títulos manejados precisamente por los bancos.
Así, la productividad bancaria ha descendido rápidamente. No se debe
-no se debe sólo a eso, al menos- a que los empleados se hayan sindicalizado, se.han burocratizado, experimenten la dulce convicción de que, hagan lo
que hagan ahora son inamovibles y por lo tanto pueden dejar que sus perezas
e indolencias lesionen la atención al público. No: simplemente, los bancos
ganan menos y deben pagar más. Los depó.;itos de las cuentas de cheques, o
del pago de ser\'icios, que antes eran jineteados, ahora se quedan quietos en
las cajas fuertes.
Las cosas no son peores para la banca gracias, quién lo dijera, al gobierno que le arrebata casi el noventa por ciento de sus depósitos como encaje legal, para financiarse y le paga por ello. Pero el crecimiento de la deuda interna gubernamental en las proporciones a que hemos llegado es insostenible. Si
sus niveles se abaten, como es preciso~ la crisis bancaria no demoraría mucho
tiempo.
En el fondo, quizá de lo que se trate (aparte las torpezas en la ideación e
instrumentación de ciertas políticas), es de crear el clima que permita la devolución de los bancos a sus antiguos dueños. Si eso ocurriera - -y no será remoto que suceda , y se mantuvieran las condiciones prevalecientes hoy,
tampoco los particulares podrían evitar la bancarrota. Porque no se trata de
quién es dueño de las sociedades de crédito, sino de quiénes son sus beneficiarios, y a qué política fiscal, financiera y monetaria responde la operación
de.la banca Los éxitos de la privada no se produjeron porque era privada, sino por las condiciones creadas o consentidas para apoyar su desarrollo. Sin
esos privilegios no hubjer~.. floreqdp
. pingún imperio bancario entre nosotros.
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Materia
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Gestión municipal
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Socialismo
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Franquismo
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Transición española
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Autonomía municipal
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Democracia
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Política española
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Educación
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Urbanismo
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Libertad
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Persona o institución mencionada
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Enrique Tierno Galván
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Partido Socialista Obrero Español
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Partido Comunista
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Ayuntamiento de Madrid
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Felipe González
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Ministerio de Vivienda
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Ministerio de Educación Pública
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Universidad Complutense de Madrid
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Gobierno de España
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Francisco Franco