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Extensión
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1 foja
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Resumen
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La banca nacionalizada enfrenta una crisis debido a políticas monetarias y crecientes costos operativos, lo que ha generado descontento público y desconfianza. La situación plantea la posibilidad de una futura privatización, mientras la banca lucha por mantenerse rentable..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
En Sinaloa el gobierno se abstiene de perseguir a los asesinos. Se convierte, por lo
tanto, en su cómplice. No es capaz, siquiera, de impedir el uso de armas prohibidas por la ley, que decenas de bandoleros
portan públicamente, a la vista de las autoridades policiacas.
Si se tratara sólo de incapacidad del gobierno local para hacer regir el derecho, como es su obligación, estaríamos en presencia de una situación grave, de desgobierno,
de falta de control sobre factores contrarios
a la sociabilidad. Pero es peor: hay indicaciones, presunciones al menos, que apuntan
a hechos de mayor monta política todavía.
La impunidad de los muchos asesinos que
en este sexenio han segado vidas en Sinaloa, sin recibir el castigo que la ley
prevé, deriva de sus vinculaciones con el narcotráfico, por un lado, y con poderosos personajes del gobierno local.
Durante el mandato de Alfonso G. Calderón, que advino después de la
operación Cóndor, la criminalidad había decrecido notablemente en tierras
sinaloenses. Los delitos de sangre, y su fuente de origen el narcotráfico, reanudaron su negra vigencia apenas se entronizó el gobernador Antonio Toledo Corro, que ha tenido la desaprensión de asistir a actos sociales, en público, organizados por personas notoriamente vinculadas con la droga y el crimen.
Acaso por lo que eso significa es que los asesinos pasean por Culiacán, y
otros municipios de esa entidad, sin que nadie ose siquiera llamarles la atención.
Un ciudadano común, Sergió Orozco Aceves, tuvo el valor civil de dirigir el primero de enero la siguiente denuncia pública al Presidente de la República y a la opinión nacional. Es obvio por qué no la dirige al gobernador,
no -obstante tratarse de un asunto de interés local:
"Anoche fue la noche de.las metralletas en Culiacán. Noche de guerra,
de brutal estupidez, de abusos, de vergüenZa, de rabia contenida por la impotencia ante las balas de imbéciles más ·poderosos que la ley.
"El sonido inconfundible de las metralletas domina las noches. Armas
prohibidas para ser portadas por civiles. Es el poderío de los narcotraficantes, que confiados en la cobardía y en la complicidad del silencio cívico, someten a los ciudadanos pacíficos.
"Señor Presidente: Tiene usted razón al afirmar que en Sinaloa hay
complicidad con el narcotráfico. Pero el origen de ésta y la más grave de todas las complicidades es la oficial. La complicidad de los que son responsables por ley de combatir el narcotráfico, un delito federal.
"Usted, señor Presidente, durante su campaña electoral prometió la renovación moral y afirmó que la ineficiencia es también una forma de corrupción.
"Si esta noche de metralla es el anuncio triunfal del imperio del hampa
para el'año que apenas inicia, apelamos a usted, la máxima autoridad del
país, de México, para que imponga la eficiencia de la ley.
"Por favor escuche a los padres de familia, preocupados por la cada vez
más grave drogadicción juvenil y el sometimiento de los ciudadanos a la humillante cobardía del silencio.
"Confiamos en usted y esperamos su respuesta".
No es una voz aislada la de este ciudadano que resolvió romper el silencio. Es Culiacán, y en Sinaloa entera, se multiplican las denuncias, aunque
también los miedos. Porque no están seguros los denunciantes de si al presentar sus acusaciones lo hacen ante funcionarios que están
parte de la sociedad ofendida, o de parte de los ofensores de la sociedad.
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Las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa hicieron un
brevísimo recuento de algunos crímenes impunes, el 9 de diciembre: "Los
campesinos de El Bueycito, la estudiante Juárez, victimada en la Lomita, el
humilde verdulero sacrificado alevosamente, el trabajador burócrata ultimado con vesania, el ciudadano empleado de comercio, y así tantas y tantas vidas segadas tan sólo en los últimos cinco años, por las que la opinión pública
de Sinaloa clama justicia inútilmente".
Un columnista, Francisco Salgado, escribe en El debate culiacanense
sobre "la sangrienta ola de suprema agresividad y violencia que ha tomado
por asalto las calles más transitadas o las más apartadas de nuestra ciudad.
El vandalismo, el pandillerismo ... se ha vuelto impune ... con una secuela de
heridos o asesinados, de despojados o golpeados sin misericordia alguna.
Cualquier simpl~ incidente es causa de asesinato o de brutales agresiones" (él
mismo recuerda el caso en que fueron "victimados salvajemente ... los hermanos Loredo Hill y su amigo Sandoval") ... aunque lo más grave es "el verdadero crimen organizado que con todas sus agravantes sigue conformando
un gra,ve problema para la sociedad, alimentado en forma contaminante por
el comercio de las drogas, cuya prepotencia es ... manifiesta".
Otro periodista, José Angel Sánchez, demanda en el Diario de Sinaloa,
"una batida real contra el pistolerismo, pero una batida que no se concrete al
ciudadano pacífico, sino que incluya a todos los influyentes que circulan por
las calles de la ciudad alardeando de sus armas ... una acción sorpresiva y pareja, sin distinciones, arrojaría positivos resultados ... ".
Al atardecer del8 de diciembre pasado aconteció un doble crimen cuya
brutalidad escandaliza tanto como la condición impune que por inacción policiaca y judicial beneficia a un asesino identificado, al que por lo tanto no
habría dificultad en capturar si hubiese voluntad para hacerlo. Carlos Vladimir Terán Pérez, de sólo catorce años de edad y Osear Daniel Castro Carmona, de 17, fueron ultimados, sin causa alguna, salvo el clima de violencia
y de impunidad que hemos descrito.
El homicida disparó sobre ellos con un arma de alto poder, de los llama.dos cuernos de chivo, característicos de los narcotraficantes. Durante media
hora, había hecho disparos a intervalos regulares, mientras entraba y salía
de una cantina, en la principal calle de Culiacán. Los vecinos llamaron a la
policía, pero ésta no acudió. Por casualidad sin embargo, habían aparecido
por allí algunos gendarmes, que tímidamente permitieron la amenazante
presencia del bandolero. Cuando los dos muchachos aparecieron a bordo de
una motocicleta, el pistolero los asesinó a mansalva. Luego huyó, al parecer
forzando al conductor de un vehículo a que se lo llevara de allí. Esta persona
volvió poco después al lugar del crimen e informó a las autoridades del lugar
a dónde había llevado al homicida.
Sin embargo, la Procuraduría de Justicia ha sido incapaz no ya de dar
con ese brutal criminal, sino ni siquiera de recibir a los atribulados padres de
las víctimas. Mediante diversos medios públicos, que culminaron con una
carta abierta publicada el31 de diciembre, tres semanas después del crimen,
se ha demandado la atención de las autoridades sobre ese caso. Nada ha pasado, salvo el silencio -¿cómo calificarlo, si no de cómplice?- de un gobierno en el que ya nadie puede creer.
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Materia
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Crisis Bancaria
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Tarifas Bancarias
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Desconfianza Del Público
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Política Monetaria
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Nacionalización De La Banca
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Costos Crecientes
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Rentabilidad Financiera
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Deuda Interna
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Privatización Potencial
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Impacto Económico
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Persona o institución mencionada
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Banca Nacionalizada
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Asociación Mexicana De Bancos
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Secretaría De Hacienda
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Gobierno De México
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Inversionistas
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Clientes Bancarios
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Empleados Bancarios
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Padres De La Iglesia
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Pagarés