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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Las giras presidenciales a Europa, aunque necesarias en política exterior, son malinterpretadas por la sociedad debido a la manipulación mediática y la falta de contexto. La reticencia del gobierno a movilizar apoyo popular y la trivialización de los medios dificultan una comprensión plena..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
En vísperas de elecciones, el PRI no
parece ahorrar ningún esfuerzo para
acrecentar sus efectivos y asegurarse
votos en la contienda del 7 de julio. Su
táctica, sin embargo, podría resultar
contraproducente, al menos si se piensa en la forma peculiar que un líder
obrero aplica para incrementar el número de los simpatizantes priístas.
Rodolfo García Pérez, dirigente de
los refresqueros afiliados a la CROC,
dijo la semana pasada que los trabajadores que laboran (bueno, lo hacían
hasta hace tres años, pues desde entonces la fábrica está cerrada) en
Refrescos Pascual, podrán obtener los
recursos que necesitan para reabrir su
fuente de trabajo tan pronto se afilien
al PRI. Porque ahora, los huelguistas
triunfantes, al decir de García Pérez,
insisten en ·'ir a ver a Heberto Castillo", es decir, en mantenerse en las
cercanías de un partido de oposición.
El criterio del líder refresquero, antidemocrático en cualquier circunstancia, es monstruoso en este caso. Ha~ta hace poco, se pensaba
que la demora en la entrega de un estudio de factibilidad para echar a
andar de nuevo la embotelladora Pascual obedecía a criterios técnicos.
Hoy se echa de ver que no es así. Si bien el estudio obra ya en poder de
los trabajadores, fue formulado de tal manera que resulta inadmisible
para los solicitantes, que ahora se verán en la necesidad de negociarlo
de nuevo con el Fondo de Estudios de Preinversión, a quien le había sido encargada su preparación.
Hace tres años que los trabajadores de Pascual entraron en una de
las frecuentes huelgas en que la intransigencia de su patrón los arroba
de tanto en tanto. El duefio de la empresa, el señor Rafael Jiménez,
había cobrado fama como patriarca de la industria embotelladora de
marcas mexicanas, pero en sus relaciones laborales no se comportaba
correctamente. De allí que en todo tiempo, y sobre todo cuando se politizaron suficientemente, sus trabajadores exigieron compensaciones laborales acordes con los beneficios que producía su trabajo al empresario. Este, con ayudas gubernamentales, había conseguido que uno de
sus refrescos, el de la marca Boing, no estuviera sujeto a los controles de
precios establecidos para las bebidas gaseosas, sobre el argumento de
que se trataba en realidad de extracto de frutas.
Las relaciones entre las dos partes en Pascual fueron exacerbándose al punto de que, en la última huelga, el señor Jiménez pretendió
quebrar por la fuerza el movimiento. Al frente de una brigada de choque quiso penetrar en la planta sureña de su negocio, y como seguramente estaba dispuesto a que ello ocurriera a cualquier precio, a esa situación extrema se llegó. Se derramó sangre, hubo muerte en la huelga,
e impunidad posterior. Porque el señor Jiménez, a quien testimonios
gráficos enseñan dirigiendo las maniobras que resultaron homicidas,
fue dejado en libertad y luego se procedió de tal suerte que pudo sallr
del país, al que volvió una vez serenadas las aguas judiciales, que no las
laborales.
Mientras tañto, el litigio ante las autoridades del Trabajo continuó. Hubiera podido prolongarse hasta la eternidad, de no ser porque
un ingrediente ajeno al conflicto hizo que tomara un derrotero singu-
lar. Jiménez, el patrón en Pascual, estaba relacionado políticamente
con el ex presidente Echeverría. Cuando la relación de éste con el gobierno hizo crisis, al serie suprimido el subsidio al Centro de Estudios
Económicos y Sociales del Tercer Mundo, la posición de Echeverría se
hizo precaria. Por ello fue utilizado el momento -diciembre de 1983para hacerle saber cuál era la temperatura del gobierno para con él, y
entonces se dictó un laudo favorable en medida inesperada a los trabajadores de Pascual. No era que les faltara razón, pero no es frecuente
que esa circunstancia pese en el ánimo de quienes dictan sentencias de
carácter laboral.
Ello no significó, sin embargo, el triunfo material para los trabajadores de Pascual, pues las instancias procesales para que el laudo fuese
firme llegaron muy lentamente. Por fin, cuando ese aspecto de la cuestión quedó liquidado, todavía quedaba abierto el otro capítulo: el de
arbitrarse recursos para reiniciar la operación de las plantas embotelladoras, que están ubicadas en Insurgentes Norte y en Lorenzo Botuini.
El gobierno avisó que daría financiamiento en la medida en que
un estudio económico de factibilidad mostrara la conveniencia de hacerlo. Como hemos dicho, el estudio fue elaborado con paciencia digna
de mejor causa (aunque ésta sea de gran calidad) y sólo en mayo fue
entregado a los trabajadores. Pero no es posible para ellos aceptarlo,
porque está fincado en criterios puramente mercadotécnicos, que no
tienen en cuenta el hecho mismo de que es necesario dar empleo a los
que han estado participando en la lucha. El estudio reclama para la
iniciación de las operaciones de una cooperativa, que sean suprimidas
plazas de trabajo, criterio productivista que los trabajadores no consideran prudente aceptar. No se les escapa que el negocio que emprendan después de su largo peregrinar debe estar fincado en las bases más
sanas. Pero un requisito insoslayable, a su juicio, es la permanencia de
cuantos han estado participando en la lucha, por lo que es preciso que
varíe el enfoque de los estudios de Nacional Financiera que tal vez
equivocaron la perspectiva porque no conocen la historia de este
conflicto singular.
Mientras tanto, los trabajadores de Pascual continúan apelando a
la generosidad popular. Desde hace tres años, primero para sostenerse
durante la huelga, y luego en la prolongada espera que aún continúa
por abrir de nuevo las plantas, ahora en forma de cooperativa, todas
las mañanas brigadas de refresqueros en receso salen a pedir apoyo a la
gente en las calles de la Ciudad de México. En el Metro, y en los cruceros de las zonas cercanas a las plantas, se puede ver a los recios hombres
que han triunfado sobre la injusticia y ahora esperan hacerlo sobre la
insensibilidad, extender los botes rojinegros ya muy bien conocidos por
amplia~ porciones del público que, según se puede ver, ha entendido
bien la naturaleza de esta batalla y ofrece su cooperación, magra en
términos individuales como lo condicionan las circunstancias, pero que
en conjunto ha permitido a estos trabajadores ejercer la dignidad.
Las mujeres de esos luchadores, y sus hijos, han contribuido con
gran prestancia a que la pelea no termine por agotamiento de sus pro·
tagonistas proletarios. Aquéllas han escrito una historia de solidaridad
y perseverancia que deberá figurar como ejemplo de cómo la lucha social no es sólo propia de quienes están en el frente sindical, sino ambién de las mujeres que no quieren dar a sus hijos una lección de indigna debilidad.
Mientras todo eso ha ocurrido, un dirigente priísta enseña el cobre
y anuncia que si quieren dinero para emprender sus trabajos de nuevo,
los trabajadores de Pascual deben afiliarse al PRI y rendirle parias al
sistema. Una táctica más productiva que esa de comprar sufragios sería
la inversa. A ver si hay 'en el PRI alguien inteligente que la lleve a la
práctica.
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Materia
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Política Exterior mexicana
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Giras presidenciales
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Manipulación mediática
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relaciones México-Europa
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Persona o institución mencionada
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Presidente de México
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Adolfo López Mateos
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Luis Echeverría
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José López Portillo
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Washington
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Televisa
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Ricardo Valero
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Secretaría de Relaciones Exteriores de México