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Extensión
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5 fojas
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Resumen
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Los cambios en la administración pública federal, destaca nuevas designaciones en CONASUPO, IMSS, y otros organismos clave. destaca el enfoque político de estos nombramientos y las implicaciones para las instituciones afectadas, así como el impacto en la carrera política de algunos funcionarios..
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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es pe~ial
para El ~a r te , edi ción del 8 de enero de 1991
... Año nuevo, cargos nuevos
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miguel ángel granados chapa
Había una vacante de importancia en el gobierno federal: la dire cción
gestoría
general de Conasupo. Desde que en noviembre fue nomb rado secretario de gJ&xtíllÍIN
social del PRI, Ignacio Ovalle había renunciado, y se encargaba de su oficina,
como i nterino, el competente economista Saúl Treja. Al co menzar el año, era i nmi nente la designac i ón del nuevo titular del organismo encargado de las subsiste ncias populares. Aunq ue año con año, en los últimos cinco, se reducen sus fun cienes y su tamaño, Conasupo sigue siendo pieza clave en el comercio llamado
"social" y en la mercantilización de algunos granos básicos.
La noticia esperada ~~ se produjo. Hay ya un director general nuevo e n
esa oficina. Pero junto con el aviso de la designación de Javier Bonilla vinie - 1
ro n ocho cambios más,
ijli~
en un anuncio conjunto que denota la intención de con
ferir a las remociones y nombramientos un sentido político, de renovación,
de ajustes en el quipo gobernante, y no sólo un movimient o de importancia pura-
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mente admiRistrativa.
Tres directores generales de organismos descentralizados de funciones
muy relevantes,
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cesaron en sus cargos, sin que se les haya conocido nueva
.
dedicación oficial. Uno más, el director de Nac ional Financiera, Juan José Pára mo, no quedó en el desempleo, pero se le rebajó de r ango al trasladarlo de
la agencia financiera gubernamental de mayor importancia, Nafinsa, a la Ase gura
dora Hidalgo , cuyo anterior titular, don José Gómez Gordoa, ha pasado a retiro.
Veamos uno por uno los nombramientos, empezando por el que parecía natural, el de Javier Bonilla en Conasupo. Economista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM,
Bonilla actua en el sector público desde hace
más de 25 años. Su prime ras funciones relevantes se las otorgó Porfirio Muñoz
Ledo, cuando fue secretario del Trabajo y de Educación. Bonilla presidió entonces la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y fue subsecretario de Planeación. A la renuncia de Muñoz Ledo, Bonilla pasó al Seguro Social, como subdirec
ter de relaciones institucionales, y volvió a la comisión de los salarios mini~
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car ~os/2
mos en el sexe nio de De la Mad rid. Nombrado en dicie mbre de 1988 subs ecr e ta r i o
B del Trabajo, su figura se hizo muy conocida como secretario técn ico de la
co misión de seguimiento del Pacto para la Estabilidad y xK el Crecimi ento Eco' .
nom1co.
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Lo sustituy~ _ ~o!~~ Sa~ap ieg~, economista también, pero ella de la Universidad Nacional, que tamb ién lo había reemplazado en la presidencia de la comisión de salarios mí n imos. Ella había sido directora de investigación eco nómica
en esa oficina la primera vez que Bonilla la presidió . Ambos for maron parte de
un grupo de expertos en empleo y salario en que Muñoz Ledo se apoyó para dar a
la Secretaría del Trabajo un aire distinto al de mera mesa de ~onciliación labo-,
ral, como hasta esa época había sido.
El Presidente aprovechó el viaje de esas designaciones para re mover a don
Ricardo García Sáinz, el apto y eficaz director general del Instituto Mexicano
del Seguro Social, que luego de ser durante una década subdirector general administrativo, llevaba ya ocho años en la titularidad de esa institución. Dieciocho años de servicio fueron cortados de un plumazo, para dar paso al joven sustituto de don Ricargo, Emilio Gamboa Patrón, introducido a la vida pública (él
buscaba ser licenciado en relaciones i ndustriales ) por el propio don Ricardo,
que lo ubicó en el área de personal. Con e s a experiencia redactó Gamboa su tesi~
profesional. En los últimos meses de la estancia de García Sáin z en la secretaría de Programación _y Presupuesto, nombró a Gamboa su secretario a ux iliar. Y
con el nuevo titular, Miguel de la Madrid;
cuando don Ricardo se marchó, Gamboa siguió en el cargoj se convirtió poco después en secretario particular de éste, siguió siéndolo cuando De la Madria fue
Presidente de la República .
En esa posición, la habilidap de Gamboa (a quien llegó a llamársele el
favorecer el muy estrecho
vicepresidente) le permitió iiiiiilliii¡j* enlace entre el secretarario de Pro- 1
gramación y Presupuesto y el Presidente. Ello fue uno de los factores de la decisión que hizo Presidente a Carlos Salinas, por lo que el vínculo que lo une a
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Gamboa es de los que se expre s an con oportunida des de participac ión política
relevante.
El ingeniero Carlos Orozco Sosa era director de los Ferrocarriles Nacionales de México . Carecía de experiencia en el riel, pues veinte años de su vida
los co~~!~- ~~~~d~stria petrolera. Llegó a ser subdirector técnico adiministrativo de Pemex, bajo la dirección de Jorge Díaz Serrano, pero también luego
de que éste fue relevado por Julio Rodolfo Moctezuma . Había desempeñado también
otros cargos no emparentados con su última posición: subdirector de aduanas
y director de personal en la Universidad Nacional. Sólo se vinculó brevemente
a las comunicaciones en 1982, cuando fue director de Puertos Industriales. Su
inexperiencia en el cargo que desempeñó en los dos años recientes se había he-
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cho notar entre los usuarios y en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,¡
donde se buscaba desde mediados del año pasado un reemplazante. Ahora lo han
escogido en la persona de otro administrador público !I* que tampoco ha estado
en relación con los Ferrocarriles .
nada
En efecto, Humberto Mosconi, que tiene una hoja de servicios M~ despreciable, sólo tuvo relación con trasnportes cuando dirigió Diesel Nacional. Hasta
la semana pasada administraba la comoañía minera Cananea, en espera de que tome
posesión de ella el nuevo prop uetario Jorge Larrea.
A diferencia del caso anterior, no tiene causa visible la remoción del
doctor Manuel Valerio Ortega Ortega, que era director general de Conacyt. Realizaba su labor ·con discreción, como era natural que ocurriera en época de austeridad --pues el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología funciona principalmente como patrocinador de estudios y carreras, es decir como administrador
de recursos, que no hay-- pero correctamente, características con que había
dirigido el muy metitorio Centro de Investigaci6n y Estudios Avanzados del
Politénico, y desempeñado la subsecretaría de Eli!KKKK!~ Educación
ción Tecnológica en la SEP. Como en el caso de Gamboa en el IMSS, la
de Fausto Alzati para reemplazar a Ortega se explica sólo en función
comodos del equipo gobernante, en que estorban los funcionarios más institucfuo-
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' car gos/4
nales que sujetos a lealtades personales, o cuyas lealtades personales ya no
son operantes. Alzati, en efecto, es "gente de" --como se dice en la jerga política para referir las afiliaciones politicas-- ~ Ernesto Zedillo, en cuya
secretaría de Programación y Presupuesto XK Alzati dirigía ya una especie de
Conacyt paralelo, la Comisión para la planeación del desaFrel1e -t€eB&légico y
cientifico. Aunque luego hizo posgrados e n economía y en adminstración --en
Harvard, of course--, Alza ti es abogado de origen, por lo que será la primera
a fomentar
vez que un licenciado en derecho dirija el organ is mo dedicado X la i nvestigación!1
científica y tecnológica. Sus directores precedentes fueron, en efecto, un i nge-¡
niero, dos economistas y dos químicos.
El caso de Juan José Páramo es patético. Se le despide de Nacional Financiera, el organismo de banca de desarrollo de mayor tradición e importancia,
por definiencias que quedaron muy evidenciadas, y sin embargo se le ofrece como
premio de consolación la Aseguradora Hidalgo, cuya dirección no ha qe requerir
mucha ciencia, pues administra los seguros de vida de ·la burocracia federal, es
decir tiene la clientela ~~liXH~ garantizada. Había dese mpeñado una variedad
de cargos medios hasta que se le no mbró Tesorero de l a Federación, en 1976, y
luego Salinas lo hizo subsecretario de desarrollo i ndustrial y de servicios en
la SPP de que el ahora Presidente de la República era titular. Entre las muchas
decepciones que un Jefe de Estado debe encarar respecto de personas cercanas a
las que ofrece una oportunidad, esta ha de ser una de l a s mayores, pues Páramo
se enemistó con sus propios subordinados en NafinXK y, lo que es peor, se empecinó en hacer pagar, por motivos que no se conocen , a un inocente culpas que
la compañía minera de
redundaron en mala administración en Cananea,/que perteneció a Nacional Financiera. Después de año y pico en pri~ión, el acusado sin pruebas por la obsesión
de Páramo salió ya libre, y su acusador bajó de jerarquía en la escala administrativa.
Lo sustituye en Nafin Osear Espinosa ViAlarreal, que luego de haber
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si(io tesorero y secretario particUlar del gobernador, en el estaao de México'
5/ca:r gos
dirigió en la Nafin a que ahora regresa, el área de banca de i nversión , antes
de presidir la Comisión Nacional de Valores . En ésta, el vicepresidente Luis
Miguel Moreno ascendió e n el escalaf6n para sustituir a Espinosa Villarreal. Este debe su nombramiento al secretario de Hacienda, Pedro Aspe, que había perdíen la administración paraestatal
de-una-~~fric4~- al privatizarse Telmex yaunque ganara una en el PRI) y de este
modo la recupera: Baranda y Espinosa Villarreal trabajaron juntos en Toluca y
pertenecen al mismo equipo político.
Mención aparte merece el caso de Gonzalo Martínez Corbalá, que reemplaza
en el Infonavit a Emilio Gamboa. En circunstancias d·i stintas de las actuales,
no extrañaría su designaci6n. Tiene la aptitud profesional par~ el cargo, pues
es ingeniero civil y experiencia en el campo de la construcción. Dsipone de la
sensibilidad política que un puesto donde confluye la representación oberra y
patronal requiere, pues ha sido senador y dos veces diputado, amén de su pertenencia al servicio diplomático. Y disfruta de la amistad personal y añeja del
Presidente de la República.
Pero ocurre que Martínez Corbalá quería ser candidato a gobernador de
San Luis Potosí, su patria chica, en la que ya había ganado dos elecciones (pues1
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una de las tres veces que ha llegado al Congreso tuvo lugar en la ciudad de
México) y se afanaba en ello. Y ahora queda excluido de esa posibilidad, sin
que pueda ofrecer explicación alguna a los potosinos que trabajaban en pro de
su candidatura. Su eliminación fortalece al senador Fernando Silva Nieto, J al
diputado Fructúoso López Cárdenas y hasta al delegado del DDF en Coyoacán, y
ex diputado y ex senador, Fausto Zapata.
Sólo ~na explicación plausible encuentro en la supresión de las ansias
de Martínez Corbalá. Consiste en que el Presidente de la República haya resueli
to poner a salvo a un amigo del riesgo de perder la elección. Si informaciones
en torno a esta posibilidad hubieran determinado la decisión,a ver quién es el
entusiasta priísta que se x presta a defender los colores }!IX de su partido ~ .
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Materia
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Cambiosgubernamentales
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Designaciones
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CONASUPO
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IMSS
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NacionalFinanciera
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Persona o institución mencionada
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Ignacio Ovalle Fernández
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Javier Bonilla García
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Emilio Gamboa Patrón
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Ricardo García Sáinz
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Humberto Mosconi
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Fausto Alzati Araiza
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PRI
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Carlos Salinas de Gortari