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Extensión
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5 fojas
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Resumen
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La grave situación en el penal de Matamoros, controlado por narcotraficantes tras una masacre, donde había deplorables condiciones carcelarias, exacerbadas por la sobrepoblación y la corrupción, donde la violencia entre internos era común..
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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·' esp,eoiaJ. para El lia rte, edició n del 26 de mayo de 1991
,-ti .,
¿Qué hacer co n las ~K prisio nes?
mi guel á ngel granad ' S chapa
En el mome nto de escribir estas líneas, se cumplía una semana e ntera
de que el penal de Matamoros, Ta maulipas, estaba en ma nos de X~~Xli~~ un grupo
de reclu sos, los mismos que el viernes 17 de mayo perpetraron una matanz a, e n
q ~ e muriero n ~
13 perso nas . Se trata de la ma n ifestación más sangrienta de la
el narcotráfic o
grave ~~li deformació n que ha i ntr Jduc ido/ e n la de por sí sórdida v ida carcela -
En efecto, la tarde de aque l viernes un capo de la cocaí na, Oliverio
Ch á vez Arauj a, f u e h erido pres untame nte por órde ne s del j efe de una banda rival~
Elías García, apodado "El profesor " , y eso desató una batalla en que la peor
parte la sufrió el g r upo de García . El mismo y muchos de s us compañeros fuer on
asesin ados con brutalidad extrema . Desde e ntonces, el control de la prisión est~
e n mano s de los mafiosos de Chávez Araujo . Sólo e n el exterior hay una f ue rte
prese ncia militar y pol iciaca, en preve nció n de una fuga ma siva .
No mucho a ntes de este episodio, dos colo mb ia nos, Will iam de Jesús Bote r o y s u esposa, y la abogada mexica na de a mbos, habian sido secues t rados por
pres untos a ge ntes de la policía judicial federal, de la cárcel migratoria e n quE
se e contraban, y fuer on asesi nados .
~os
colombianos ten ian vinculación con
Chávez Arru1jo. El abogado de éste , que ape nas h oras a ntes X~ del ate ntado e n
s u contra, lo había vi sitado, fue hallado muerto poco después, e n despoblado.
El que esos críme nes oc urra n K~~:M:I~IE~X*líiXX~~ es, no obstant e su carácter maca Y es e n cierto se ntido i nevitable.
hro, un acontecimie nto nat ural en la lóg ica del narcotráfico. / Lo que es ÍNRN
i nad misible, e n cambio, eA qv.e de ntro de la prisió n mi s ma, de ntro de loq ue pomp<
sa y patéticamente se lla ~a cent ro de rehab ilitació n social (C ereso ) , el crimen
te nga ocasión de floEecer .
Ha y problemas g e nerales del ré g i men carcelario e n el país, y problemas
partic ulares de los pe nales tamaulipecos . Et dato más significativo en a mbos
casos es la sobrepoblació n de la~ los pe nales .
En 1990 , había casi cie n mil
. .
"
p;n: iones/2
presos e n tado el pais ( exactame nte 9 3~450) . Se hallaban alojados e n 450 estable
ci m ie n tos~
~~xka
co n capacidad para unos 55 mil reclusos. O sea que casi cuarenta mil
excede n el c upo normal de las prisio nes . La desproporció n e n Ta maulipas eE
au.n mayor. Los tres pri ncipales Ceresos} de Reynosa, Matamoros y Nuevo Lar e do,
tie ne n capacidad para 250 reos cada uno, y sin embargo su población total es de
3.. 4 3J i nter nos .
Tan grave es tal situació n , tan ruda la disputa por el espacio~ que e n Nue
vo Laredo ha surgido una especie llamados vampiros_, porque duermen sobre una co1
nisa, atados co n cuerdas para no caer cuando el sftuefto los ve nce .
En el de Rey -
nasa la si.tuacjón no es mejor_, see;ún u.n reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos :
"En la c ~n strucción original destinada al área de dormitorios, que cuenta
co n una altura <ie 5 metros ., actualme nte se han improvisado~ a. nárquicame nte y
ca n los más disimbolos mate riale s, pequeftos cajones adheri dos a la pared y uno
sobre otro~ de piso a techo, sin ni nguna seguridad, e n l os cuales se haci na n
hasta tres perso nas, depe ndiendo del tamafto del cajón .
"En parte del espacio desti nado originalme nte como patio o área de recreo,
a la fecha se e ncuentran c on struidos dormitorios fijos co n techo de lámi nas diversas en do nde, e n co n dicio~s dee;ra<ia ntes, se haci ~a tm n6mero i ndetermi nado
<ie i nter nos,
"En el restante esplilcio que se desti nó como cancha de básquetboly pee;ado a
la barda perimetral norteJ se encuentra el resto de la población a la i ntemperiE
sien do esta zo na ocupada por aproximadame nte el ~ 50 por ciento de la población!
Una de las razo nes del hacinamiento es la lentitud de la justicia . En los
centros de rehabilitació n social estan juntos, aun que la ley disponga lo contra rio, los procesados y los setenciados. Aunque formalme nte e n el procedimiento
pe nal mexicano rige la máxima de que un acusado es
i ~ oce n te
mientras no se prue-
be lo co ntrario, en la práctica se le juzga culpable de a ntemano, y por eso se
le obliga a quedar
e n prisión preventiva, mientras transcurre el proceso, que
.
P·~:ísio n.és/3
puede dur ar mucho más allá de un año~ que es el térmi no máximo fi j ado por la
CQn s t it v ció n ~
y que puede concl uir co n una sentencia abso l utoria; es
decir~
que
al cabo de una larga estadía en la prisió n ~ el juez pu ede deter mi nar que el
recl uso es i nocente . Pero mient ras se ll e ga a esa conclusión~ debe permanecer
e n la cárcel . De los H noventa y tantos mil reos actualmente en prisión , el cua
re nt a por cie nto pur ga ya sente n cias~ mie ntras que el resto se en cuentra bajo
proceso .
De la i nvestigac ión realizada por l a CNDH en el penal de Reybosa (cuya s
CQndicio nes son muy se mejantes a las del de Matamoros y al de Nuevo Laredo)se
despre ~ de n
n os~
los siguiente s ras gos, que co n pequeños aj uEstes para más o para me -
retrata n el sistema carcelario en todo el país:
11
•••
el pe nal se e nc ue ntra e n estado r u i noso, s ie ndo evidente que no se le
ha proporcionad o ni ngGn género de mante n i miento 11 • (Con motivo de la crisis e n
Matamo r J s, et gob ier no estatal i n for mó que tanto allí como e n Re ynosa y Nuevo
Laredo, están sie ndo co n struidos penales
nuevos~
para lo cual se consiguió una.
a mpli.ació n pres upuestal de 4 ,2 00 millones de pes os pa r a este año ) .
Los servicios sa nitarios son totalmente insuficie ntes y carentes de toda
limpieza; el dre na j e está deter i orado, al grado de que cuando llueve se i nunda
t o da el área do nde a e ub ica a l a i nt emperie la mayor parte de l a població n ; la
i ns t alació n eléctrica es un pe l i gro co n sta n te~ ya que los internos se s uerte n
de electricidad ar b i t raria me nt e~ utilizando el sis t ema c omunme nte co nocido como
11
diablitos 11 • el área desti nada al servicio médico se encontró sin me dicamentos_,
sin i nstr umen tal, hab itad o por tres i nter no s y aten dido por dos médicos que tam
bié n son i nter nos del pe nal; el médico adscrito no asistió a s us labo r es durant,
la visita efec tuada por l os fu ncionarios de l a 6omisión ; la v isita no está re gl.
me nt ada , y a los v i s itante s se les per mite el acceso a todas las áreas de r eclu
sió n y se conf un de n co n los j_nter nos, lo que h ace muy i n see;ura la custodia y v i
gilancia del establecimie nt o; en el área de gob ier no y oficinas admi nistrativas
ha y reclusos realizan do labores de appyo a la direcció n del penal;
no existe
.
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.
p;hj_~s i . __ e.s/4
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.
área especifica para la visita i nt i ma .
Adicio nalme nte, los visitadores de la CNDH e nt revistaron a 90 reos_, que
habia n re mitid
una que j a a ese organismo. De las e nt revistas se desprendiero n
nue vos rasgos que_, de nuevo, puede n ser exte ndidos a todo el sistema penitenciario, pues no son privatj_vos del Cereso de Reybosa :
La alime ntació n es
i ~ s u ficie n te
y de baja calidad, por lo que la mayoria
tiene que s ufra gar su propia MXÍH~ comida; no se practica ni ngún deporte, por
no haber espac io ni pro gramas para eso; no hay talleres do nde los inter nos p11edan
capacitarse en algún oficio, para obtener ingresos y para hene ficiarse de la ley
de no r mas mi n i mas_, que canjea tiempo de prisión por tiempo trabajado; a las i nt er ~as
se les permite la práctica de la prostitución ; se autoriza la venta de
beb idas alcohólicas_, etc .
Pero al lado de esas deplorables condiciones materiales es peor todavia
la corrupción _, que agrava la situació n de los reclusos . En Nuevo Laredo, por
eje mplo,
zH
el director del pe nal de La Loma_, Manuel de Jesús Fragoso Soto, y
el j efe de segu ridad, Vice nte Montalvo, f uero n ac usados por el inter no Juan Mart
Covarr ub ias Ceráa, de ha berle exig ido el pago de cuatro mil quinien tos dólares
sólo por permi t irle el uso de una celda_,
y
de que al negarse a contribuir co n
esa ca nt idad, lo golpearo n y l uego lo recluyero n e n la celda de castigo conocida
como La estrella . En Reynosa, los presos e ntrevistados por la Comisión Nacional
de Derechos Huma nos dijero n a ese respecto durante el primer año de su estancia
en la cárcel c ub ren cinco mil persas a la sema na por no hacer una ~1ardia noctur
na que se les i mpo ne; a los comerciantes autorizados, reclusos tamb ién , se les
cobra e ntre diez mil y quin ientos mil pesos a la semana, see;ún el giro; y los
.
h_a bl•l l•t a d o s como l_ugares para l a VlSl
. •t .a l n t•
dor mi t. . orlos
. . lma, son
11
¿
compra d os
11
e n pre cio s que oscilan e ntre los cuatro mil y los seis mil dólares_, y ROn a su
vez alq uilados co n tarifas de 30 mil a 150 mil pesos_,
~ eoe n die n do
dcl tie mpo .
Ya eran asi, e n términos ge nerales, las prisiones del pais, cuando sobrevi
.
' '
pr.i~ io nes/5.
.
.. ..
n iero n el auge del narcotráfico y más tarde las f uertes batidas e n su co n tra~
q ue se h a n manifestado e n un increme nto notable del número de presos por deli t os co ntra la salud. En ese nftmer o hay de todo: desde i nocente campesinos que
optan por c ultivar marihua na a nte la i mposibilidad de dedicarse a otros c ulti vos, por la de gradació n de las co ndiciones agrícolas e n ge neral; hasta jefes
de mafias que, so bre todo por las presionAs i nter nacio nales> han sido reducidos
a prisió n .
Este último gé nero de reclu sos suele domi nar el i nterior de los pe nales.
Están gP. neral me nte dotados de recursos eco nómicos sin medida~ que les permiten
c omparlo todo~ desde comodidades materiales hasta protección física y jurídica.
Por eje mplo~ Chá vem Arauja, cuyo
MNáxRxxAx~Mi~•x~~xxHjH
ate ntado dese ncadenó la actual situación e n Matamoros,
disfruta de los efectos de un amparo uo ntra la e ventual orden Q1:*e de traslado
a otro penal. En el que se h alla~ por lo ta n to~ se co nduce como un propietario
e n s u fi nca, rodeado de personal duefio de un arse nal que fue el utilizado e n
la ma t a n za del 17 de mayo.
Es
11
normal
11
que los reos temibles sean puestos al servicio de la admi nis -
tració n del las prisiones para salvaguardar el orde n , pues con el precario per so nal externo esa f unción seria imposible . Pero es evidente que las autoridades
res ul t a n al fi nal en ma nos de sus presuntos auxiliares, que no protagon izan a
diario fugas masivas sólo porque~ para sus
res ultar más eficaz . Cuando esa
cotráfico, la situació n es
11
fi n es~
la estancia e n la cárcel puedE
normalidad 11 es ejercida por los capi de l nar -
inco n trolab l e~
porque se asocia a la práctica de su
r u i n ne gocio desde las i nstalaciones mismas de l rec l usorio que se supo ne sirve
para i mpedir ese tráfico .
.u
a i n stit ució n carcelaria hace tie mpo que está en crisis . Por lo me nos
están e n e ntredicho sus funcio n es de readaptació n social, pues a me nudo empeorar
quie nes tiene n la desdicha de caer e n ellas . Matamoros debe ser un h ito en la
h istoria carcelaria mexicana porque permita extraer las leccio nes que h acen fal ta a fi n de hallar nuevos modos de sancio nar el delito sin con struir escuelas
do nde se e nsefia a practicarlo.
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Materia
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Narcotráfico
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Condiciones deplorables en cárceles
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Sobrepoblación penitenciaria
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Corrupción en el sistema carcelario
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Persona o institución mencionada
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Penal de Matamoros
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Oliverio Chávez Araujo
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Elías García
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Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
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Gobierno de Tamaulipas
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William de Jesús Botero