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Extensión
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8 fojas
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Resumen
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Las elecciones de 1991 en Nuevo León se llevaron acabo en dos jornadas distintas las locales y las federales. en 6 estados se juntaron tanto las elecciones locales como federales para evitar doble jornada electoral..
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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e~pecial para El Norte, edición de~e julio de 1991
El r i esgo de u n domi ngo siete
¿y~ w/
mi guel ángel granados cha pa
::5(
~~
Nada s uple a l a s viven cias directas, o al me nos a la observación sobre
el terre no . Por es o , escribir en este do mingo sobre las elecciones estatales e n
Nue vo Leó n, desde la ciudad de México , ofrece un riesgo parecido al del e mpresa -
rio que quiere ve nder zapatos e n Leó n o helados e n el Polo Norte . Pe ro, al mis mc
tie mpo, la perspectiva que da la distancia puede ser útil co mo un instrume nto,
e ntre otr os, para la cabal comprensión del fenó me no que hoy vive n los ciudadanoE
nue vo leone neses .
Pr imer o que nada c onvi ene hacer u n apunte , e n varios pl ano s , sobre la sj
gu laridad de las comicios e n este día . En los resta ntes seis estado s don de tamb ién se re novará n poderes locales , las elecciones respectivas se efectuarán e n
la mis ma fecha que las federales , pues se moviero n los cale ndarios correspondie r
tes a fi n de no celebr a r más de u na jornada electoral . Los habitantes de Nue vo
Le ón , en cambio, ten drán tres procesos di st int os, con dese nlace en días diver -
s os, lo cual obviamente fatigará a los ele c t ores . Puede av izoarse que e n nov iem-
bre, cuando se elijan uayuntamie ntos, la co ncurrencia electoral estará dis mi nui da, au nque* se trate del gobierno más próxi mo a l o s i ntereses ciudadanos, por
tanto ir y ve nir a las ur nas . En térmi nos de recursos material es y fi na ncieros,
es claro tambié n que la mayor parte de los partidos malame nte pueden sostener
tres
c a mpañas~,
que cada una por sus peculiaridades de ma nda esfuerzos considera -
b les . Desde e l Distrito Federal nos preguntamos si no era hacedera una reforma
que c omo e n Campech e, Colima,
Guanajuato, Querétaro, San Lu is Potosí y Sonora ,
mudara la fecha de la elección estatal . Juntos, los co micios de esta naturaleza
y los federal es, atraen mayor ate nción pública y permiten a los partidos matar
dos pá j aros de una pedrada .
De cualui~r modo , Nuevo León queda con la si ngularidad de efectuar elec c i ones a ntes que e n c ual quier parte y por ello sus comicios a dquiere n el carác ter de a nuncio de lo que ve ndrá . No es que el resultado de la elección de hoy
sea preámbu lo, e n tér minos numéric o s, de distribución de votos, de lo que oc urri
,
~lecciones/2
rá en el resto del paísJ porque e D cada
Per
caso obran circuns tancias partic ulares.
hay fe nómenos generales) como la actitud guber namental) que se manifestará
e n HixxRx la jornada electoral del 18 de agosto e n f uncmón de lo que aco ntezca
hoy . Es decirJ esta fecha dará la pauta para esperar o temer dentro de mes y
me dio .
La cuestión previa a la jornada electoral más importante fue la relativa
a la s credenciales y la posibilidad de que los partidos revise n l as listas nomi nales de electores . Aunque se trata de elecciones loca les, baj o la autoridad de
la comis ión estatal) se utilizan los medios doc umentales del Registro Federal
Electoral . Este resintió gr aves retrasos a causa de decisiones adoptadas por lo[
partidos e n su conjunto) respecto de demorar el plazo de i nscripción de los
ciu dada nos en el catálogo ge neral) lo que obliga a un lógico atrasamiento e n
cade na del resto de las operaciones previas a la elecció n . Eso no quitaJ por
supuesto) que el gob er no haya aprovechado la circunstancia para propiciar u n
cierto t or t ugu is mo en la crdencialización. No es que sea posible) como asegura
la oposición) ras urar el padrónJ es decir quitar de él nombres específicos . A
nadie se le ocurriría suprimir de la lista de votantes a Lucas de la GarzaJ por
eje mplo) cuya filiació n oposicion ista es claraJ porque él mismo reclamría ensegl
da s u i nclus ió n . Y en cambio no es posible excluir a personas cuyo nombre por
sí no i ndica n i puede i ndicar su posición partidaria . Sí es posible hacer entre gas retardadas) o de plano dejar de hacerlas, e n zonas detectadas como eventual
me nte ries go sasJ para dis minuir precisame nte el riesgo . Pero al hacerlo se i mpide que votantes no identificados por sus simpatías puedan votar por el PRIJ y e r
cambio no se 8vita que los militantes afectad ; s adversamente acudan a las i nstar
cias respecticas e n pos de su crede nc ial . Lo cierto es queJ como l a abste nción
tie nde e n gen eral a beneficiar al PRI, que de ese modo asegura al me nos su pape J
de mi noría más grande que las de másJ tendemos s suponer que la de mora en esta
última fase previa a la jornada electoral dista de ser un i nocente problema téc.
n lCO
, t·
sino qu e está cargado de intención política .
y loglS lCO,
/
elecciones/3
Los partidos dispusieron de casi sólo horas para examinar los listados
de votantes~ y e n ese breve lapso detectaron irregularidades que no por ser esca
sas deja n de llegar a un volumen que puede~
res ul tado electoral . Si c omo se
me nos tres
ca n didatos~
supo n e~
eve n tualme n te~
ser determinante del
hay una remida competenc ia entre por lo
porcentajes hasta del diez por cie nto en favor o en per
juicio de un partido pueden hacer la difere ncia e ntre gana r y perder .
Dijimos que hay compete ncia entre ca n didatos~ y no entre paridos~ por -
que co mo viene siendo ya usual~ en el cas ') de Nuevo León pesan mucho las persona
lidades de los
co n te n de ndie n tes~
aunque por supuesto la eficacia de la estructu -
ra partidista tiene relevancia . Pero en el caso~ el modo de ser y de actuar de
los aspirantes Sócrate z Rizzo, Rogelio Sada y Lucas de la Garza ameritan párrafo
de alguna exten sión .
En Rizzo se con creta el primer paso abierto del salinismo por establecer
se de modo permanen te co mo fuerza política de naturaleza propia, disti nta de la
del PRI, aunque se finque en sus procedimie ntos y sus recursos . Con tantos títu los co mo Colosio,
Chiri nos~
Camacho, Rizzo hubiera podido permanecer en la ciu
dad de Méxic o e n altos niveles del gobierno federal, o ser llamado a ellos cua n -
do to mó posesió n su cercano amigo el Presidente Salinas . Pero en el evidenté pro
yecto de toma de posiciones fir mes y duraderas no sólo e n la esfera federal, a
Rizzo le correspondía el enclave nuevoleo nés, como a Rogelio Ontemayor y a Ma-
nuel Cavazos Ler ma les tocaban Coahuila y Tamaulipas, en un trazo que ha ido sie
do recorrido puntual mente . En eso radica la fuerza de su candidatura , y el ries -
go para la de mocracia : de que se le quiera asentar e n la silla gubernamental tope do nde tope, cueste lo que cueste .
No quiero decir que, por fuerza, Rizzo esté condenado a perder, y que sólo mediante argucias de mala fe, mediante trampas, oueda ganar . Aunque haya que
to mar las cifras electorales siempre con un granito de sal , para someterlas a
un proceso de crítica, porque con frecue nc ia fuero n adulteradas y al recordarlas
8in
te ner pr e sente ese hecho se da nueva eficacia a la mentira, no podemos dejar
f
~iec ciones/4
de te ner present es los resultados previos, tanto en el ámbito local como e n el
federal . LJ s márgenes por los cuales se atribuyó el triunfo al PRI en 1938 y en
1935 , so n ta n a nchos, que aun corrigie ndo los números ~~~ mediante la presunc iór
de un alto porce ntaje de irregularidad, es dable suponer que e xiste un electorado prmísta cierto . Es más razonable suponerlo hoy, e n vista de las expresiones
de apoyo que muchos ciudadanos de Nuevo León da n a la perso na y a la política de
Presidente Salinas . Y aunque él no es candidato, s e las ha arreglado para hacer
se ntir su cercanía y apoyo a Rizzo, desde que i nfl uyó para que fuera presidente
del PRI estatal y preside nte mun icipal de Monterrey, cuya alcaldía llegó a te ner más f uerza y prese ncia que la menguante del gobernador que se va . Rizzo, a
su vez, no pierde uoasió n de hacer pat ente esa identificación con las metas y el
modo de ser de Salinas .
No se puede medir, por la concurrencia a la macroplaza e n su fiesta de
fi n de campaña, la fx~xxx talla de su dimensión electoral, porque hay distanc ia
e ntre asistir a un espectáculo gratuito y mos t mr con ello u~a i dentidad políti ca . Quienes ~~ insistan e n creer que las grandes muchedumbres priístas a la antigua usanza so n i ndicio de votaciones altas (si lo fueron alguna vez) h aría n
bien e n recordar la rumbosísima man ifest ac ión con que cerró el propio Salinas ru
campaña presidencial e n junio de 1988 en el Distrito Federal, cuyo electorado ~
volvió la espalda e n for ma espectacular .
Algo más dice, e n cambio, respecto de su i nte nción de voto, la ~x~~ía con
ce nt ració n de ciudadano s e n la propia macroplaza en el cierre de las actividads
electorales de Sada . La fiesta de Rizzo no tuvo nada de política, salvo la con vocatoria y el fi n explícito . La de Sada, en c amb io, soportó los discursos del
candidato y otros pan istas sobresalie ntes . El ries go de fatigar a una multit ud
es grande cuando no hay complicidades entre ella y los organizadores . En el caso
del mitin panista, la identificación entre ls concurrencia y el presidium fue
ma n ifiesta, y augura que la votación blanq uiazul no oerá tan flaca como anuncian
'
.elécc i'o nes/5
A diferencia de ix Rizzo, que salió de Monterrey y sólo vo l vió al ibflujc
de un proyecto político nacional, Sada ha permanecido en su e ntidad todo el
tie mpo, aunque su arraigo no le haya dad o condición aldeana . Lejos de eso, su
a n cho espíritu abarca lo mismo las artes que la capacidad de gest ión y, sobre
todo, la percepción clara e n favor de l a democracia . Es riesgoso aventurarse e n
atribuir dotes quijotescas a nadie, porque la grandeza del señor de La Ma ncha
empequeñece a ±~N~ XN~N.2:.ixxx quienes se prete nde señalar como sus émulos, pero
mucho del desprendimie nto y la osadía, no de la locura, hay en personalid ades
como la de Sada, que afronta las v icisitudes de la oposición política cuando hub iera podido per ma necer en las cumbres e n que vivía .
Decisión se mejante adoptó De la Garza . A estas alturas quizá hubiera po did o ser candidato pri'ista a la gube r natura, como su propio her ma no lo es (a ur
dip utació n federal) . Aunque cercano al gobernador Jor ge Tre viño, sus relaciones
perso nales y su biografía política e i ntelectual le habrían dado el tatante que
el
sali ~ is mo
reclama para gober nar la e ntidad de don de so hizo hijo adoptivo el
Jefe del Estado . Pero resolvió en camb io abando nar una posición cómoda y caminar
por se ndas desco nocidas . Hasta ahora lo ha hecho ·con soltura y eficacia . Quizá
tie ne menos posibilidades que los dos restantes, pero como hemos dicho en otra
parte, a estas alturas es ya un ganador, porque colocó a su partido en l a geogra
fía política de un estado do nde sólo había espacio para dos .
Ahora e n cambio parece que sólo lo hay para tres . Los restantes partidos
y candidatos ape nas han pintado en la campaña, y ape nas pintarán en la votación .
Será mejor así . Los ciudadanos debe n resolver cuántos y qu'e partidos existan,
y no deter mi naciones capciosas o interesadas de la autoridad . La multplicación
de opciones partidarias es sana cuando es real, porque permite la expresión de
posicio nes variadas . Pero cuando se trata de ficciones creadas para simul a r la
de mocracia y al mis mo tie mpo confundir a los ciudadanos, es de esperarse que éstos digan con su voto quiénes so n dignos de quedarse en la escena .
.O7 JuL 1991 ll NORTE
MIGUELANGELGRANADOSCHAPA
:~1 riesgo de un domingo 7
ada suple a las vivencias directas, o al menos a la observación sobre el terreno . Por eso,
escribir en este domingo sobre
las elecciones estatales en Nuevo León,
desde la Ciudad de México , ofrece un
riesgo parecido al del empresario que
quiere vender zapatos en León o helados en el Polo Norte.
Pero. al mismo tiempo, la perspectiva que da la distancia puede ser
útil como un instrumento, entre otros,
para la cabal comprensión del fenómeno que hoy viven los ciudadanos nuevoleoneses .
Primero que nada conviene hacer
un apunte, en varios planos, sobre la
singularidad de los comicios en este
día . En los restantes seis estados donde
también se renovarán poderes locales,
las elecciones respectivas se efectuarán en la misma fecha que las federales, pues se movieron los calendarios
correspondientes a fin de no celebrar
más de una jornada electoral.
Los habitantes de Nuevo León , en
cambio, tendrán tres procesos distintos, con desenlace en días diversos, lo
cual obviamente fatigará a los electores.
Puede avizorarse que en noviembre, cuando se elijan ayuntamientos, la
concurrencia electoral estará disminuí-
...
nista es clara , porque él mismo reclamarla enseguida su inclusión.
da, aunque se trate del gobierno más
Y en cambio no es posible excluir
próximo a los intereses ciudadanos, por
a personas cuyo nombre por sí no inditanto ir y venir a las urnas.
.
ca ni puede indicar su posición partidaEn términos de recursos matena- ria .
les y financieros es claro también que
Si es posible hacer entregas rela mayor parte de los partidos malatardadas, o de plano dejar de hacerlas,
mente pueden sostener tres ca mpaflas,
en zonas detectadas como eventualque cada una por sus peculiaridades
mente riesgosas, para disminuir precidemanda esfuerzos considerables.
samente el rie~go .
Desde el Distrito Federal nos prePero al hacerlo se impide que voguntamos si no era hacedera una r~for
tantes no identüicados por sus simpama que como en Campeche, ~ohma,
tías puedan votar por el PRI, y en camGuanajuato, Querétaro, San LUls Poto- bio no se evita que los militantes afecsi y Sonora mudara la fecha de la elec- tados adversamente acudan a las insción estatal. Juntos , los comicios de
tancias respectivas en pos de su creesta naturaleza y los federales, atraen dencial.
mayor atención pública y permiten a
Lo cierto es que, como la abstenlos partidos matar dos pájaros de una ción tiende en general a beneficiar al
pedrada .
.
.
PRI , que de ese modo asegura al meDe cualqUier modo, Nuevo Leon nos su papel de minoría más grande
queda con la singularidad de .efectuar que las demás, tendemos a suponer que
elecciones antes que en cualqUter parte la demora en esta última fase previa a
y por ello sus comicios adquieren el ca- la jornada electoral dista de ser un inorácter de anuncio de lo que vendrá.
cente problema técnico y logístico, sino
Hay fenómenos generales , como que está cargado de intención política.
la actitud gubernamental, que se maniLos partidos dispusieron de casi
festará en la jornada electoral del18 de sólo horas para examinar los listados
agosto en función de lo que acontezca de votantes, y en ese breve lapso detechoy. Es decir, esta fecha dará la pauta taron irregularidades que no por ser espara esperar o temer dentro de mes y casas dejan de llegar a un columen que
medio.
puede, eventualmente, ser determinanLa cuestión previa a la jornada te del resultado electoral.
electoral más importante fue la relatiSi como se supone, hay una reñiva a las credenciales y la posibilidad de da competencia entre por lo menos tres
que los partidos revisen las listas nomi- candidatos, porcentajes hasta el diez
nales de electores. Aunque se trata de por ciento en favor o en perjuicio de un
elecciones locales, bajo la autoridad de partido pueden hacer la diferencia enla comisión estatal, se utilizan los me- tre ganar y perder.
dios docúmentales del Registro Federal
Dijimos que hay competencia enElectoral.
tre candidatos, y no entre partidos, porEste resintió graves retrasos a que como viene siendo ya usual, en el
causa de decisiones adoptadas por los caso de Nuevo León pesan mucho las
partidos en su conjunto, respecto de de- personalidades de Jos contendientes,
morar el plazo de inscripción de los ciu- aunque por supuesto la eficacia de la
dadanos en el catálogo general, lo que estructura partidista tiene relevancia .
obliga a un lógico atrasamiento en caPero en el caso, el modo de ser y
dena del resto de las operaciones pre- de actuar de los aspirantes Sócrates
vias a la elección .
Rizzo , Rogelio Sada y Lucas de la GarEso no quita, por supuesto, que el za ameritan párrafos de alguna extengobierno haya aprovechado la circuns- sión .
tancia para propiciar un cierto tortuEn Rizzo se concreta el primer
guismo en la credencialización.
paso abierto del salinismo por estableNo es que sea posible, como ase- cerse de modo permanente como fuergura la oposición, "rasurar" el padrón, za polltica de naturaleza propia, distines decir. guitar de él nombres especifi- ta de la del PRI , aunque se finque en
co. A nadte se le ocurriría suprimir de sus procedimientos sus recursos.
la lista de votantes a Lucas de la GarCon tantos tftulos como Colosio,
za, por ejemplo, cuya filiación oposicio- Chirinos, Camacho, Rizzo hubiera podi-
y
do permanecer en la ciudad de México
el} altos niveles del gobierno federal , o
ser llamado a ellos cuando tomó pose sión su cercano amigo el Presidente Salinas.
Pero en el evidente proyecto de
toma de posiciones firmes y duraderas
no sólo en la esfera federal, a Rizzo le
correspondía el enclave nuevoleonés,
como a Rogelio Montemayor y Manuel
Cavazos Lerma les tocaban Coahuila y
Tamaulipas , en un trazo que ha ido
siendo recorrido puntualmente .
En eso radica la fuerza de su can didatura, y el riesgo para la democra·
cia: de que se le quiera asentar en la silla gubernamental tope donde tope,
cueste lo que cueste .
No quiero decir que, por fuerza,
Rizzo esté condenado a perder , y que
sólo mediante argucias de mala fe , me·
diante trampas, pueda ganar. Aunque
haya que tomar las cifras electorales
siempre con un granito de sal, para someterlas a un proceso de crítica, porque con frecuencia fueron adulteradas
y al recordarlas sin tener presente ese
hecho se da nueva eficacia a la mentira, no podemos dejar de tener presen. tes Jos resultados previos, tanto en el
ámbito local como en el federal.
Los márgenes por los cuales se
atribuyó el triunfo al PRI en 1988 y en
1985, son tan anchos . que aun corrigiendo los números mediante la presunción
de un alto porcentaje de irregularidad,
es dable SU\)Oner que existe un electorado prilsta c1erto.
Es más razonable suponerlo hoy,
en vista de las expresiones de apoyo
que muchos ciudadanos de Nuevo León
dan a la persona y a la política del Presidente Salinas . Y aunque él no es candidato, se las ha arreglado para hacer
sentir su cercanía y apoyo a Hizzo , desde que influyó para que fuera presidente del PRI estatal y presidente municipal de Monterrey, cuya alcaldía llegó a
tener más fuerza y presencia que la
menguante del gobernador que se va.
Rizzo, a su vez, no pierde ocasión
de hacer patente esa identificación con
las metas y el modo de ser de Salinas .
No se puede medir, por la concurrencia a la Macroplaza en su fiesta de
fin de campaña, la talla de su dimensión electoral, porque hay. distancia entre asistir a un espectáculo gratuito y
mostrar con ello una Identidad política.
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~
...
.
.· .
Quienes insistan en creer que las
grandes muchedumbres priístas a la
antigua usanza son indicio de votacio nes altas (si lo fueron alguna vezJ ha rían bien en recordar la rumbosísima
manifestación con que cerró el propio
Salinas su campaña presidencial en junio de 19!111 en el Distrito Federal, cuyo
electorado le volvió la espalda en forma espectacular.
Algo más dice , en cambio, respecto de su intención de voto , la concentración de ciudadanos en la propia
Macroplaza en el cierre de las activida des electorales de Sada .
La fiesta de Rizzo no tuvo nada de
política , salvo la convocatoria y el fin
explícito . La de Sada, en cambio , soportó los discursos del candidato y
otros panistas sobresalientes .
El riesgo de fatigar a una multi tud es grande cuando no hay complici dades entre ella y los organizadores .
En el caso del mitin panista, la identificación entre la concurrencia y el presi·
dium fue manifiesta, y augura que la
votación blanquiazul no será tan flaca
como anuncian .
A diferencia de Rizzo, que salió
de Monterrey y sólo volvió al influjo de
un proyecto político nacional, Sada ha
permanecido en su entidad todo el
tiempo, aunque su arraigo no le haya
dado condición aldeana .
· Lejos de eso, su ancho espíritu
abarca lo mismo las artes que la capacidad de gestión y, sobre todo , la percepción clara en favor de la democracia.
Es riesgoso aventurarse en atribuir dotes quijotescas a nadie, porque
la grandeza del señor de La Mancha
empequeñece a quienes se pretende señalar como sus émulos, pero mucho del
desprendimiento y la osadla, no de la
locura, hay en personalidades como la
de Sada, que afronta las vicisitudes de
la oposición polltica cuando hubiera podido permanecer en las cumbres en que
vivía.
Decisión semejante adoptó De la
Garza. A estas alturas quizá hubiera
podido ser candidato priísta a la gubernatura , como su propio hermano lo es
(a una diputación federal J.
Aunque cercano al gobernador
Jorge Treviño, sus relaciones persona les y su biografia política e intelectual
le habrlan dado el talante que el salinismo reclama para ~obernar la entidad
de donde se hizo h1jo adoptivo el Jefe
del Estado. Pero resolvió en cambio
abandonar una posición cómoda y ca minar por sendas desconocidas . Hasta
ahora lo ha hecho con soltura y eficacia.
Quizá tiene menos posibilidaqes
que los dos restantes, pero como hemos
dicho en otra parte, a estas alturas es
ya un ganador, porque colocó a su partid en la geografía polltica de un estado
donde sólo habla espacio para dos .
Ahora en cambio parece que sólo
lo hay para tres. Los restantes partidos
y candidatos apenas han pintado en' la
campaña, y apenas pintarán en la votación.
Será mejor así. Los ciudadan~s
deben resolver cuántos y qué partido~
existan, y no determinaciones capeio·
sas o interesadas de la autoridad. . La multiplicación de opciones
partidarias es sana cuando es real, porque permite la expresión de posiciones
variadas. Pero cuando se trata de ficciones creadas para simular la democracia y al mismo tiempo confundir a
los ciudadanos, es de esperarse que
éstos digan con su voto quiénes son dignos de quedarse en la escena.
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Materia
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Elecciones estatales en Nuevo León
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Elecciones locales y Federales
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Persona o institución mencionada
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Ciudad de México
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DF Lucas de la Garza
-
PRI
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Sócrates Rizzo
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Rogelio Sada
-
Lucas de la Garza
-
Luis Donaldo Colosio
-
Manuel Camacho
-
Carlos Salinas de Gortari