-
Extensión
-
5 fojas
-
Resumen
-
En noviembre de 1991, se analiza la rápida evolución de los eventos políticos y económicos en México, incluyendo el plan de modernización del campo, la reforma constitucional, y el Pacto de Estabilidad. Se critica la contradicción entre la modernización y las actitudes arcaicas en temas políticos, así como las complejidades y posibles efectos adversos de la reforma agraria y la libertad económica para los ejidatarios en el tercer informe del Presidente Salinas, se observó un cambio en su actitud, ahora más abierto a la oposición y menos defensivo. El informe, presentado en un Congreso renovado y sin necesidad de alianzas previas, abordó temas como el nacionalismo, la economía, la política social y la reforma agraria. El Presidente destacó la necesidad de transformar el ejido y modernizar la educación, manteniendo la separación entre Iglesia y Estado..
-
Tipo
-
Borrador
-
Clasificación
-
UAMC.MAGC.01
-
Sububicacion
-
Sobre
-
Texto completo
-
•
especial para El Norte, edició n del 17 de noviembre de 1991
Acleración histórica: las
dificultades para e ntender
miguel á ngel granados chapa
Factores i nternos y exter nos hace n que
ENxi~xx~xxM~i~ x ~iáxi~xxx~x ~~~f~x~N~~xx las cosas públicas cami ne n co n una
e norme velocidad . Los hechos se e nciman sobre los precede ntes, mucho antes de
que hayamos e mpezado siquiera a dige rilos, y congest i onan nuestra capacidad ya
no digamos de compre nsión si no hasta de registro . Con todo, es preciso e ncont r ar
el hilo co nductor que enlaza a unos aco ntecimient os con otros, aunque te ngan
aparie ncias que los separan N y hacen diferentes,
El i nfor me de medio sexe nio ofrecid o el pri mero de noviembre de 1991 por
el Preside nte Salinas i ncluyó los temas que l uego han te n ido desarrollo veloz .
El más sobresalie nte es el plan de moder nización del campo, repartido e n una re for ma co nstitucional que estudia n ya los diputados, y un programa de reactiva ción agraaria y a g rícola a nunciado como ele mento inaugural del debate sobr e la
cuestión . Cua ndo ape nas se desme nu zaba el conte nido de la i niciativa de emi neda
al artículo 27, sobrevino l a firma de la sexta fase del Pacto , llamado ahora de
Estabilidad y Crecimiento Eco nómico, que generó una gran diversidad de consecuen
cias . Y si multá nea me nte co n la reun ión de la Conferenc i a Episc mpal Mexicana, que
relmgió como su preside nte al arzobispo de Monterrey, don Adolfo Suárez, los
secretarios de Hacie nda y de Programación prese ntaro n al Congres o los criterios
g enerales sobre el desarrollo eco nómico para el próximo año, que i ncluye n l os
planes de ga sto y de i ngresos . En u n marco local, en ese breve lapso han ocurrid·
eleccio nes municipales e n Nuevo León y Veracruz, el lO de noviembre, mie ntras
que hoy 17 las está habie ndo en Tabasco y Tlaxcala .
U choque e ntre factores modernizadores y otros que militan e n favor de
mantener las estructuras prese ntes obliga a un a nálisis que se complica porque
no se trata de un combate e ntre buenos y malos . Ni siquiera las viejas categoría¡
de progres i sta y reacc i onario sirven para una aproximación a los diversos asun -
~celeració n/2
tos, J ntre otras cosas porque e n una for ma de compcrtamie nto esquizoide, de
coexistencia de dos perso nalidades en una concie ncia, hay quie nes se proclama n
moderizadores y preservan si n e mbargo estructuras arcaicas .
Esa dualidad se aprecia sobre todo e n los criterios eco nómicos y fi na ncie
ros guber na mentales, por n lado, y los puntos de v ista y co nductas que el pro pío gob i erno sost i e n e e n temas políticos y electorales . Muy moder no, el Preside nte de la Rep ública dtermi nó que dis mi nuyera rea tasa del i mpuesto al valor
agregado. Pero , muy arcaico, lo hizo sin consultarli al Congreso, el cual e n
dcie mbre del año pasado estableció cuáles impuestos y co n qué montos debían
recaudarse en 1991. nadie puede estar e n contra de que dis mi nuyan las contrmbu
pero tampoco puede admitirse que el bocabajeado poder legislativo
c i o n es,~~JX ~~x x i~x±aN±~x ~NXMNx afáNx~x~~
sea marginado de esa ma nera tan osten sible . Sólo el vi ernes pasado se co ncluyó el proceck miento le gal para fijar
la nue va tasa, que estaba ya e n v i gor desde el lu nes pasado.
(En realidad, nada de eso debiera provoc ar nos sorpresa, pues acontecimie ntos de la v ida cotidiana acaso están regidos por la ile galidad . El código civi l
del Distrito Federal fue dictado e n 192 8 por el Presidente Calles, en uso de
facultades extraordinarias par a le gislar,
que~
no s e extendían a ase aspecto
en part i cular . Ese código, que i nteresa no sólo a los capitalin os porque tiene
vi ge ncia e n mda la República e n materia federal, puede ser tachado de ilegal,
porq ue el Congreso no lo conoció y por consiguie nte no lo aprobó e n su oportuni dad, c omo es propio de leyes y códigos ) .
R~~~
Tambié n se aprecia co ntradicc i ón e ntre la modernidad ~ reclamada
respecto del campo y las re l ac i ones co n las iglesias, y la actitud electoral .
Los comicios de hoy, e n Tabasco, estuv iero n marcados desde los preparativos
por una voluntad a rbitraria, resuelta a pas a r por alto las decisiones ciudada nas, a un las perte necientes a l propio partido oficial. En Nuevo León , aunque
no se pudo violemtar el triunfo N~NN~ de la oposició n pan ista donde fue aplasta nte, el proceso electoral se mancha por la abste nción, i nexplicable un mes
después ' de la gran presencia ciudada na e n las elecciones federales, y por los
aceleració n/3
hechos que condujero n a la alcaldía regiomontana al ex diputado Benjamín Cla rio nd, así como por la imposición del ayuntamie nto e n Villa García.
De ntro de la i niciativa de reforma agraria pugnan también criterios dispa
res y aun co ntrapuestos . Tal vez sea imposible encontrar una fórmula que remediE
viejos males si n ge nerar ot ros nuevos, pero derribar mitos co n la creación de
otros, no es sa no socialme nte . La i nfalibilidad pres i de ncial, por ejemplo, se
ha esgrimido como gara ntía de que las e nmie ndas propuestas son la ú nica solución a los porblemas del campo . Comenzaríamos bien si se admite que la propues ta preside ncial es una e ntre vairas posibles, y que la discusión sobre el tema
podría añadirle o restarle ~XX!~X~ lo que le falte y lo que le sobre . Al mito
del ejido sagrado se ha opuesto el mito del ejido fracasado. Ninguna de las dos
posicio nes es exacta . Puesto que se trata de un medio, de u n i nstrumento de or ganizac i ón y de te ne ncia, el ejido no puede ser inmutable, y tocarlo no ha
de ser sa ncionado con las penas que se aplican en la religión a quie n OOXMXE come
te sacrilegio . Pero se yerra al decir que es preciso transformar el ejido porque
ha fracasado . Hacerlo equivale a tirar el agua sucia de la tina, que es la pres cin dible, con todo y tina y, lo que es peor, con todo y niño . La productividad
ejidal es ciertame nte menor que la de la propiedad privada, pero juzgados en
bloque ambos modos de te ne ncia de la tierra . Una investigación del I n stituto
Mexicano de Estudios Políticos, preparada para la agrupación empresarial Diálogc
México, sugiere que si se estudia caso por caso las difere ncias e ntre lo ejidal
y lo privado so n menos perceptibles, porque la exte nsión promedio e n el caso de
las propiedades es mayor, porque tie nen acceso al crédito, porque no toda la
producció n ejidal se contabiliza a causa del autonco nsumo, etcétera .
PJner fin al reparto de tierras, y declararlo, tie ne su haz y su envés.
Para empezar, digamos que una declaración así de co ntunde nte
había sido hecha
por el Preside nte Ortiz Rubio e n 1930. Lázsro Cárdenas, gobernador de Michoacán
e n ese mome nto, se opuso a tal co nsideración y luego probó e n los hechos, como
Presidente de la República, que la distribución de tierras estaba lejos de su
aceleració n/4
ter mi n ació n, pues en sólo cuatro años de su mandato --dos tercios de su total
de seis-- entre gó tantas tierras como se habían repartido e ntre 1 917 y 1934.
Decirlo ahora ge nera co nsec uenc i as positivas, pero también puede provocar males
por i mprevisión . Por un lad o , se asegura a los propietarios de tierras el que
s u s predios no puedan ser ya señalados como susceptibles de dotación ( salvo que
e n verdad co nte nga n excedentes respecto de los límites le gales ) , y los solicitar.
tes de tierras de j a n de ser utilizados como carne de manifestaciones y caravanaE
políticas, alie mntadas con la esperzlz nza de una re mota dotación. Pero, por otra
parte, de j a de l a do el hec ho de que es i mprescindible abrir nuevas
ti~ras
al
c ultivo, para e nsa nchar la escasa fro ntera a grícola . La apertura de actividanes
e n esas tierras pu ede hacerse por particulares o por el Es tado, y uno se pregun
ta si no es justo que las tierras susceptib les de nueva utilización no sean mane
j ad a s con criterio s ocial, e n ve z de que personas privadas se beneficien del rer
dimiento de recursos fiscales.
Ta mbié n es v isible desde dos á ngulo s l a decisió n de liber a r a los e j ida
tarios de sus cade nas políticas, pero la creación del Fondo Nacional de Solida
ridad puede provocar la co nstrucción de otras nuevas, con nombre llamativo y
gratificante pero i gualme nte pesadas. Aun a riesgo de esuq matizr, puede decirse
que el burocratis mo, l a corrupció n y la manipulación política fuero n causantes
del i nfortun io e jida l. E Pr acticaban esas lacras las auto±±dades agrarias, los
líderes e j idales y los
dirige n~s
del PRI (mayor mente que los de otros p artidos ~
Pero si van a es capar de un amo pa ra caer en ma nos de otro s , los e j idatarios*
se guirá n sie ndo tr a tados como niños, cuya voluntad debe ser perfeccionada por
otra, más digna de respeto y cons ideración . En t a les cond i cio nes, no se le dota
rá de l a liberta d proclamada.
Una for ma de libertad, e n el á mb ito ec onómico, sí puede abrirse cami no
e n la nue~a sit uació n campirana . Pero
todas positivas. Si
no necesatiame nte sus con secue ncias serár
un ejido acuerda arrendar las parcelas a un cultivador que
pceleración/5
deprede, que no sea respo nsale respecto de la preservación del medio ambiente,
la libertad de co ntratar será perniciosa. Si* en uso de tal libertad prolifera
ran las ventas de tierras ejidales, puede provocarse no sólo la disminución de
satisfactores en el mercado sino también el incremento de emigrantes del campo
a la ciudad o de nuestro país hacia los Estados Unidos.
En este caso no cabe reprochar a los analistas el encontrar el negrito en
el arroz. Las fáciles prcolamas de optimismo acaso sean inocuas e n la vida
cotidia na, pero no ees valedero admitirlas sin más en los asuntos públicos
trascedentes. Si un opotimms mo
irreflexi~o
arruina la vida de millones de perso
nas no puede ser condonado, sólo porque se quiere e ncontrar los lados buenos de
ffia s cosas. Hay que hacerla de abogado del diablo, e nco ntrando defectos en quien
quiere ser santo, es decir, señalando los riesgos, cuya existencia probablement~
palidece ante el halago o la irrealidad.
Esa irrealidad puede estar afectando a los planeadores eco nómicos, en gra
do sumo. Los argumentos que justifican la extensión del régimen pactista, y los
que fundan los criterios generales de finanzas públicas para el año próximo,
se basan en cáculos i nflacionarios que no pueden ser compartidos por los consuSalarios mínimos que
mi dores castigados cada día más e n su poder adquisitivo. ANN~MEXN~xx~aNx~x~~~x
crecen a tasas menores que los bienes que debe n ser comprados con aquellos, más
«Í~NXÍ~Nt~
temprano que tarde se convierten e n lastre para el desarrollo económico, ya no <
diga nos del social y humano .
La verdadera libertad de las personas es la que las faculta para tener
en sus manos las rie ndas de su propia existencia . Un requisito de esa libertad
es la capacidad de comprender los sucesos a nuestro alrededor, hallarles su
se nt ido y obrar e n co n secue ncia . La x~~í±« velocidad con que ocurren es un obs
táculo para ello, pero no es una barrera i nfranq ueable. Los asuntos políticos
y económicos públicos puede n ser modelados por la acció n organizada de los ciudadanos, que mal harían de abdicar de la aspiración plasmada por Nervo e n su
logrado anhelo de ser el arquitecto de su propio destino .
-
Materia
-
Modernización del Campo
-
Reforma Constitucional
-
Pacto de Estabilidad
-
Desarrollo Económico
-
Elecciones Municipales
-
Reforma Agraria
-
Ejido Sagrado
-
Ejido Fracasado
-
Problemas del Campo
-
Libertad Económica
-
Presidencia Salinas
-
Informe Presidencial
-
Nuevo Nacionalismo
-
Legislatura 55
-
Política Agraria
-
Reforma Educativa
-
Derechos Políticos
-
Relaciones Iglesia
-
Modernización
-
Educación Laica
-
Persona o institución mencionada
-
Carlos Salinas de Gortari
-
C.S.G.
-
Adolfo Suárez
-
A.S.
-
Instituto Mexicano de Estudios Políticos
-
I.M.E.P.
-
Agrupación Empresarial Diálogo México
-
A.E.D.M.
-
Lázaro Cárdenas
-
L.C.
-
Fondo Nacional de Solidaridad
-
F.N.S.
-
Presidente Salinas
-
PRI
-
Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional
-
Partido Popular Socialista
-
Conferencia Episcopal Mexicana
-
Instituto Mexicano de Estudios Políticos
-
Diálogo México