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Extensión
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4 fojas
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Resumen
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José Ángel Conchello, del PAN, critica el Tratado de Libre Comercio en su libro, argumentando que podría llevar a la pérdida de identidad nacional y una subordinación a los intereses norteamericanos. Utiliza ejemplos históricos y posturas políticas, incluyendo referencias al Pentágono y al Presidente Bush, para destacar su oposición al tratado..
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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especial para EL NORTE, edición del 23 de agosto de 1992
Conchello, o la salida
a un callejón sin salida
miguel ángel granados chapa
Simultáneamente concluyeron las negociaciones para un
tratado de libre comercio en Norteamérica, y apareció el
libro de José Angel Conchello titulado EL TLC, UN CALLEJON SIN
SALIDA. En vez de que el hecho anulara a la reflexión, la ha
hecho más necesaria. Toda vez que el tratado no ha sido
firmado por el Poder Ejecutivo de cada país, ni sometido al
parlamento o Congresos correspondientes, ese pasaje de la
historia dista de haber finalizado. Y para comprenderlo, y
asumir una posición frente a su contenido y su alcance, el
libro del abogado nacido en Monterrey hace sesenta y nueve
años será de enorme utilidad.
En lo que es sólo una contradicción aparente, porque es
retórica, Conchello propone una salida al callejón sin salida
que es el TLC. Consiste en rehusarse a concluirlo, a decirle
que no. A primera vista llama la atención que un miembro
prominente del Partido de Acción Nacional, partido que ha
expresado su apoyo enfático a la política económicva del
presente gobierno, cuestione de modo muy severo esa política
y una de sus piezas clave. La sorpresa es menor si se
recuerda que Conchello ha venido resultando, de más en más,
en oposición a las posturas de la actual dirección nacional
panista. Se achica aun más tal sorpresa si se revisa la
producción periodística reciente del autor, orientada en
sentido análogo al que manifiesta en su libro. Y de plano
desaparece la sorpresa si se sabe, o se recuerda, que
Conchello escribió hace un par de décadas con el seudónimo
Nicolás de Oresmes, y que al adoptarlo el político
regiomontano quiso expresar un punto de vista acerca de una
economía de las cosas al servicio del hombre, que tal es el
meollo de su arguymentación frente al tratado de libre
comercio.
En el semanario católico SEÑAL, cuyo gerente fue durante
largo tiempo otrJ o regiomonmtano ilustre, don Horacio
Guajardo, su ami~o, correligionario y compadre Conchello
trajo del pasado a un sacerdote medieval, Nicole D Oresm, un
precursor de la economía que vivió en el siglo XIV. Al
utilizarlo como nombre de pluma, Conchello rendía homenaje al
obispo de Lisieux, nacido en 1325 y muerto en 1382, quien
preconizó que el Príncipe carecía de derecho a adulterar el
contenido metálico de las monedas para servir a su interés,
porque éstas servían a fines sociales. En tono semejante al
de la Patrística, según el cual el dinero no pare dinero, D
Oresm, y su homónimo del siglo XX alegaban contra una
civilización puramente crematística, sólo fundada en la
ganancia material.
Esta aversión por el dinero, como corruptor del
espíritu, ha sido propia de una vertiente del catolicismo,
que encontró en Leon Bloy, francés también, su predicador más
ardiente. No se trata de una postura angélica, desasida de
los hechos reales de la vida, sino de una tan terrestre que
valora el alcance del trabajo, de la capacidad transformadora
del hombre como fuente de la riqueza. Contra esa actitud
católica se alzó el calvinismo, origen a su vez de un
capitalismo cuyas aplicaciones más crudas desposeen a la
persona humana, por completo, de su entidad espiritual y la
reducen a su dimensión de HOMO FABER y de consumidor ..
Conchello se instala en esa tradición, que no es una
antigualla, y reescata asimismo otra posición tradicional del
panismo, que es el hispanismo (his-panismo), pronto a
advertirnos contra las tendencias engullidoras, contra el
Destino Manifiesto de los gobiernos norteamericanos. En la
línea vasconceliana de BOLIVARISMO Y MONROISMO, Conchello opone
a la anexión al norte la comunión con el sur.
Tal hispanismo, por supuesto, no es antiyanquismo
simplón. Escuchémoslo hablar de su relación con los Estados
Unidos:
"Yo soy un nostálgico admirador del atardecer veraniego
en el World Trade Center a la hora del coctel, contempllando
la Estatua de la Libertad reducida a una miniatura; soy
miembro del Smithsonian y de la Biblioteca del Congreso,
donde cuatro libros míos forman parte de de los 29 millones
de volúmenes; paso horas tranquilas en Sausalito arrojando
pedacitos de sandwich a las gaviotas; he recorrido la ruta de
las misiones en California, disfrutando la calma aburrida de
Santa Bárbara, la placidez de San Luis Obispo, los calores
despiadados del Valle del Río Grande --donde trabajé en una
empacadora de toronjas-- y los fríos de Aspen en febrero. He
tenido la fortuna de escabullirme de muchas juntas oficiales
para sentir el calor del pueblo norteamericano , al cual le
admiro muchas cosas, FROM THE RED WOOD FORESTS, TO THE GULF STREAM
WATERPero cuando me entero que allá, en los escondrijos del
poder, los nuevos halcones siguen dispuestos a dirigir el
mundo según la óptica y el interés norteamericano, a pesar de
la admiración pienso que mi deber es rechazarlos. La PAX
AMERICANA sería el triunfo del capitalismo sin entrañas, tan
malo, tan enemigo del bien común y del espíritu como lo fue
en su momento el bolchevismo".El libro del ex candidato a
gobernador de Nuevo León abunda en documentación, procedente
tanto de la literatura clásica sobre el expansionismo
norteamericano como de las más recientes posturas oficiales
de la Casa Blanca y el Pentágono. Recuerda Conchello, en
efectro, las sentencias de Jefferson, en 1801:
"Aun cuando nuestros intereses nos puedan retener al
interior de nuestros propios límites, es imposible no soñar
en ese tiempo lejano en que nuestra multiplicación rápida se
extenderá, ella misma, más allá de sus límites y cubrirá el
conjunto del continente del norte (América) si no es que del
sur, con un pueblo hablando la misma lengua, gobernado de la
misma manera y con leyes similares".
Quien suponga que ese es lenguaje trasnochado, escuche
sus reverberaciones actuales. Hace apenas medio año, en
febrero de 1992, el Pentágono preparó una GUIA PARA LA
PLANEACION DE LA DEFENSA, aparecida el 8 de marzo en THE NEW YORK
TIMES. En él se prescribe que "en asuntos no relacionados con
la defensa (militar) debemos influir lo suficientemente en el
interés de las naciones avanzadas para desanimarlas de
desafiar nuestra dirección o de cambiar el orden
internacional político y económico". Por su parte, el
Presidente Bush, hoy candidato en dificultades para
reelegirse, declaró en su segundo informe de gobierno, en
enero de 1991, que "en nuestras principales negociaciones
comerciales continuaremos presionando para la elimninación
de los aranceles y de los subsidios que perjudiquen a los
trabajadores y agricultores norteamericanos. Y conseguiremos
más empleos, más buenos empleos norteamericanos, dentro de
nuestro propio hemisferio, mediante el Acuerdo de Libre
Comercio de América del Norte y mediante la Iniciativa de las
Américas".
Como lo saben los biliotecarios de la Library of
Congress, y los paisanos del autor en Nuevo León, no es este
el primer libro de Conchello. Su experiencia profesional,
como gerente del Centro Industrial de Productividad y como
director de la Asociación Nacional de Anunciantes, y su
carrera política, como diputado en varias oportunidades,
candidato otras más, y líder de su partido en los ámbitos
nacional y capitalino, le han provisto de los materiales que
expuso en HACIA UNA ECONOMIA ABIERTA, AGONIA Y ESPERANZA, UN ESTUDIO
ECONOMICO DEL TERCER MUNDO, EL TRIGO Y LA CIZAÑA, DEVALUACION 82, EL
PRINCIPIO DEL FIN, y la parte referida al PAN en LOS PARTIDOS
POLITICOS EN MEXICO. Los nuevoleonenses habrán leído con
provecho especialmente EL TRIGO Y LA CIZAÑA, donde Conchello
narra con multitud de vivencias sus peripecias como candidato
a la gubnernatura en la campaña de 1979, en que le tocó
enfrentarse al resurrecto Alfonso Martínez Domínguez.
El largo alegato de Conchello contra el tratado de
Libre Comercio no es una novela de misterio cuya final no
debe ser revelado a quienes no hayan leído la obra. En vez de
eso, el propio autor desde las primeras páginas estipula que
debe decirse No, a ese acuerdo, que vale no tanto por sí,
sino "por lo que prepara y consuma". Se pregunta y nos
pregunta:
"¿Vale la pena sacrificar el nombre propio por el
anonimato del gigantismo? ¿Sacrificar al agricultor por la
agricultura? ¿Provocar un desempleo real por una promesa
nunca cumplida? ¿Lanzar obreros al ambulantaje para que la
burguesía consuma delicias importadas? ¿Separarnos de América
Latina para incorporarnos a la ciudadela económica
norteamericana? ¿Ceder nuestra historia para plegarnos a la
estrategia mundial estadunidense? ¿Debe México decir sí a un
tratado al que se oponen los obreros de los tres países?
¿Debe aceptar una situación de desigualdad en salvaguardia s
y defensas? ¿Debemos permitir que los norteamericanos metan
las manos en todos los asuntos internos que les vengan en
gana? ¿Debemos poerder una identidad, una fisonomía criolla,
mestiza, indígena, por el plato de lentejas de de un pedacito
de mercado? ¿Debe el país sacrificar tanto a cambio de tan
poco?"
Libro completo, sugerente, el de Conchello no es
repertorio de quejumbres, sino catálogo de posibilidades.
Propone decir No, mediante varias formas de decir Sr. Por eso
será lido con interés, y con provecho.
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Materia
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Tratado de Libre Comercio
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Oposición
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Economía
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Capitalismo
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Expansionismo
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Política Exterior
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Pax Americana
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Hispanismo
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Intereses Norteamericanos
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Identidad Nacional
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Persona o institución mencionada
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José Ángel Conchello
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PAN
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Horacio Guajardo
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Nicolás de Oresmes
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Leon Bloy
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The New York Times
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Presidente Bush
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Library of Congress
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Pentágono