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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Se discute el costo de las elecciones federales de 1991 en México, estimando que cada voto costará al gobierno unos 38 mil pesos. Se detalla el presupuesto presentado por el Instituto Federal Electoral, que incluye gastos para la elección de 500 diputados y 32 senadores. Se menciona una corrección realizada por el presidente Salinas en relación con el presupuesto electoral. Además, se discute el financiamiento a los partidos políticos, el costo del nuevo padrón electoral y la estructura del IFE..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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e-~pecial
para El Finanwero, edición d e 7 de noviembre de 1990
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No· se les puede dejar sol::J
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miguel ángel granados chapa
Atribuiase, de bboma, en la calle espafiola, la longevidad del generalisi
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se les puede dejar solos", dicen que ar,guia el Caudillo . La frase ha servido
mo Franco a su desconf ianza en la capacidad ~K!{K~~fiK popular para regirse. "No
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desp ués para ~expresar p:na falsa soberbia. Cuando una peersona común y co rrie nt e se va de viaje, y en su ausencia oc urren cosas i nesperadas, con¡.alsa s1
S"v
rala
berbia se dice lo mis mo: "No se les puede dejar solos", como si 1~ áuoenG:i.a :de
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fuera la causa de lo aconte cid o.
Eso pensé al regresar de un rápido viaje y encontrar li~ que la gasoli-
na cuesta más, porque del modo sorpresivo acostumbrado, que no por acostumbrado
ha dejado de ser sorpresivo, el Pacto se re novó el domingó 11 por la noche, y
abrió su secuela conocida de aumentos a los precios, en lo que constituye una
de sus mayores cont radicciones, pues cada golpe suyo en favor de la estabilidad
genera burbujas inflacionarias, que es uno de los eufemismos para disfrazar lo
que lisa y llanamente no es más que inflación, ese fenó meno a cuyo combate lo
hemos apostado todo ... y todo lo hemos perdido.
De hecho el Presidente de la República anunció la continuación de la política pactista el primero de noviembre, en su infor me anual. Pero el suyo es
sólo N uno de los punt os de v ista que se requiere concertar para que IKX~XX lo¡
con sensos económicos se logren. Las otras partes, en cambuo, parecían resueltas
a dar por terminada su particip~ció n e n el pactis mo. Los dirigentes empresariales, que son más
con~rue n teme nte
neoliberales que los neoliberales del gobierno.
han protestado hace tie mpo por la intromisión estatal en la fijación de precios
tal i nje rencia
y salarios, y argumentan queXK~~ ha creado una economía artificial, y que era
ya preciso entrar en la realidad, por descarnada que fuese. Los líderes sindicales oficialistas, únicos to mados en coniideración para la firma, que no para
la elaboración de las sucesivas versiones del Pacto, se quejaban un día si y
otro también del pesado fardo que esa conc ertación ha significado para los sala·
ríos de los trabajadores.
sol~s/2
Y sin embargo, con la nocturnidad que en derecho pe nal es una agravante,
domi ngo, trabajar el cual
y e n ~íNXNHXEHmxNx~x~MH obliga según el derecho laboral al pago de una prima es
pecial, 26 personajes acudieron a Los Pinos, y pusieron su fir ma bajo un docume
to que congela los salarios (pues el 18 por ciento acordado poco después es un
aumento que queda por debajo de la tasa de i nflación aceptada por las cifras
oficiales) y da sin e mbargo rienda suelta a los precios, comenzando por los de
los bienes y servicios que el gobierno maneja . De nuevo se ma nifiesta la K! van
ilusió n de que los afecta dos por los incre mentos los absorban , como se supuso
que oc urriría en ocasiones semej antes sin que ese fuera el resultado . Ahora
mis mo, unas horas de s pués de establecido el nue vo entorno económico, y aun ante
de que entren en vigor algunas de sus pautas, ya es c laro que el gran derrotado
es el i ngreso de quie nes viven de su trabajo .
Funcionarios guberna mentales se alivian la carga política y, quere mos su
poner que moral también de hacer que queden pasamadas las retribuciones al tra ba j o, diciendo que en realidad las decision es dela comisión nacional de salario
mí ni mos i mpactan poco a lasKli~~ trabajadores en general, pues casi nadie gana e
salario mí ni mo. Aluden al hecho de que las grandes ramas i ndustriales, las que
ma yor empleo generan , cubren a sus· trabajadores salarios fijados en contratos
y que no se mueven al mis mo rit mo que los mí n i mos . Se trata, con toda evidencia
de una falacia, destinada a engañar a personas crédulas o a poner bálsamo en
bue nas conciencias. Aun ad mitiendo que en efecto la gran masa de a salariados
los recibe por efecto de un contrato y, en con se cuencia , en térmi nos mayores
que los mínimos, es cierto también que la tasa que fija la Comisión Nacional
respectiva se convierte en el tope o al menos en el guión del resto de los sa larios. Así, las renovaciones contractuales de 1991
gl rarán alrededor de una
alza que ni siquiera consigue la recuperación del poder adquisitivo, y mucho
menos se a nticipa a los nuevos deterioros que ahora mis mo están ya gestándose
o nacie ndo.
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.. .
so~os/3
Aparte esos reprobables efectos econ óm~cos, hay que reflexionar también
e n los mecanismos políticos que se condensan en el acto de la fir ma de esta nuev
versión del Pacto. Si empresarios y trabajadores, así como X~ el resto de los
co nsumidores no represe ntados de ninguna manera, expresan su oposición al pactis
mo, y sin embargo se adhiere n de nueva cuenta a él, tene mos por fuer za que peegu.
tarnos por la causa. Puede ser que el gobierno tengan tantas y tan buenas razone
y las presente ade más de un modo tan Klli~~Xlij convi ncente, que sea cap a z de pers uadir a los más reacios. Pero ocurre que después de firmar, los representantes
de uno y otro sector se lavan las manos, como si fueran aje nos a los ra zonamientos y resolu t i vos del Pacto calzado con sus rúbricas. En el extre mo de es a situa
ción , el dirige nte de los comerciantes, Hugo Villalobos, ha dicho paladinamente
que no puede obligar a su s a filiados a que cumplan el Pacto,
sin ningún valor
s u fir ma y su calidad de personero del co mercio.K!*X~ X
con~
lo que deja
Tal ve z allí, en esa falta de conexión de los fir mantes con los cuerpos
sociales a los que dice n represe ntar, radica el secreto del pactis mo. Es sencillo obtener el ase nti miento, y darle carácter for mal, de perso nas x~MRXXXERNX~MEX
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exixgirles cuentas.
x cuyos representados no pueden
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Materia
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Carlos Salinas de Gortari.
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Persona o institución mencionada
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Costo de las elecciones federales de 1991.
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Presupuesto del IFE.
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Financiamiento a los partidos políticos.
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Nuevo padrón electoral y su costo.
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Estructura y funcionamiento del IFE.