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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Elecciones federales en México y las consecuentes movilizaciones de protesta de la oposición, resaltando el rechazo popular al proyecto político oficial y al candidato presidencial del PRI. Se critica la reacción oficial ante la derrota, caracterizada por el triunfalismo, las manipulaciones para legitimarse y la búsqueda de acuerdos, ignorando el rechazo expresado por la mayoría de los mexicanos. Se menciona la suciedad de la jornada electoral y se cuestiona la legitimidad del supuesto triunfo del PRI. Se destaca la importancia de la Cámara de Diputados como instancia para calificar las elecciones y determinar quién ganó. Se critican las acciones del gobierno para desmovilizar a la oposición y se enfatiza el deseo del pueblo por tener un gobierno propio, a pesar del fraude..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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• Luis Javier Garrido •
éxico sigue sorprendiendo a los
priístas. Luego de las elecciones federales, las movilizaciones de protesta de la oposición, y en
particular de histórica concentración de
' apoyo a Cuauhtémoc Cárdenas y de
rechazo al fraude en la Plaza de la Constitución (16 de julio de 1988) mostraron
el nivel del rechazo popular al proyecto
político oficial, al programa económico
de Jos tecnócratas y al candidato presidencial del PRI, sin que la respuesta de
los salinistas sea otra que la tradicional.
El 6 de julio de 1988, la cultura política
de la participación popular logró frenar a
la subcultura del fraude de la burocracia
gobernante, pero la reacción oficial ante
la derrota ha sido la misma de siempre,
como era de esperarse; tras la brutalidad
del fraude vinieron: a) el triunfalismo; b)
las manipulaciones desbocadas para legitimarse, y e) la búsqueda de las componendas, ignorándo e lo que las elecciones
pusieron de manifiesto: que a la mayoría
de los mexicanos no se les puede seguir
engañando.
Las muestras de triunfalismo no son en
todo caso más que nuevas evidencias de
que el "sistema" mexicano de gobierno
ha alcanzado sus límites. Las elecciones
de julio constitvyeron una derrota no nada más para el régimen, su partido y su
candidato, o para De la Vega Domínguez, los "charros" sindicales y los salinistas que organizaron la campaña.
Fueron también un revés contundente
para los hacedores de encuestas; los analistas del Departamento de Estado; Televisa y sus comunicadores estelares Jacobo Zabludovsky y Guillermo Ochoa; la
Coparmex y sus campañas de desinformación y para el estilo priísta de hacer
política. Y, sin embargo, se insiste en la
misma vía de las manipulaciones buscan-
M
El temboruco
nos repudiaron al régimen priísta y "la
alquimia" los hizo aparecer como triunfadores, pero es la Cámara de Diputados
do la convalidación del fraude.
constituida en Colegio Electoral, la insLos editorialistas salinistas, al preten- tancia que en el mes de septiembre califider que aún sin los ilícitos el candidato cará las elecciones: a) evaluará si éstas
del PRI hubiera podido ganar, faltan fueron limpias (como claman los salinisdesde luego a la verdad y no exponen más tas, los "charros" obreros y los articulisque un acto de fe. El fraude estaba ya tas del régimen) o bien configuraron una
configurado a lo largo de la campaña con operación fraudalenta sin precedentes
las presiones ilícitas de los medios, la uti- por su complejidad y dimensiones (como
lización ilegal de bienes y recursos ofi- lo ponen de relieve miles de testimonios);
ciales, y la alteración del padrón; y lo y b) determinará quién ganó: si Cuauhtéacabaron de tipificar las manipulaciones moc Cárdenas o Carlos Salinas de Gortadel día del voto. La jornada electoral fue ri. Los sesenta días siguientes a la elecparticularmente sucia, como lo prueban ción no constituyen por lo tanto, esta
múltiples testimonio y evidencias, y a vez, un episodio más de la disputa por la
ella se agregó el proceso de "la al- Nación: ~on un periodo crucial de su dequimia", que más que maquillar las finición, y el margen estrecho que existe
cifras rehizo la votación en miles de sec- para que Cárdenas triunfe con la legaliciones por una simple razón: el candidato dad en la mano aún no está cancelado. El
del PRI perdía en las cifras oficiales a pe- tembomco, triunfalista de los priístas olsar de los fraudes. El argumento de que vida que, formalmente, México tiene aún
Salinas ganó por el voto campesino e in- un régimen de Derecho, y que no es busdígena no es tampoco honesto: en buena cando la intervención de gobierno extranparte del México rural no se vota, son los jeros para convalidar su supuesto triunfo
caciques priístas los que fabrican los pa- como podrían alcanzar un mínimo de
quetes electorales, y en aquellas zonas en credibilidad.
donde hubo un mínimo de vigilancia CárLos hombres de Salinas han reaccionadenas ganó, como lo hizo también en el do ante el desastre en términos priístas
México urbano. Las instrucciones de la ortodoxos, buscando amarrar navajas a
Secretaría de Relaciones Exteriores a las la oposición a fin de evitar la unión PANembajadas mexicanas para que refuten a FDN en defensa del voto, y tratando de
la prensa extranjera (unomásuno, 9 de entrar en transacciones con dirigente del
julio de 1988), no logran ocultar por lo PAN, del PMS o del FDN sugiriéndoles
tanto lo que ya se conoce aquí al igual la posibilidad de un gobierno de coalique en el exterior: el gobierno delamadri- ción: todo ello evidentemente con el fin
dista intentará hacer valer sus cifras co- de desmovilizar el entusiasmo de un
mo oficiales, pero el PRI y su candidato pueblo que, se olvidan, está dispuesto a
fueron política y moralmente derrotados lucha con el regocijo de reconocerse en su
triunfo. Porque el agravio del fraude
en las urnas.
El país vive, probablemente, uno de los tiene esta vez en contrapartida la dl'cisión
periodos más trascendentales de su histo- popular por tener un gobierno , malo o
ria reciente. En las elecciones, los mexica- bueno, pero que sea su goblerno.
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Materia
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Cuauhtémoc Cárdenas, líder político.
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Carlos Salinas de Gortari.
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Persona o institución mencionada
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Elecciones federales en México y movilizaciones de protesta.
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Rechazo popular al proyecto político oficial y al candidato presidencial del PRI.
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Crítica a la reacción oficial ante la derrota, incluyendo triunfalismo y manipulaciones.
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Suciedad de la jornada electoral y cuestionamiento de la legitimidad del supuesto triunfo del PRI.
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Papel de la Cámara de Diputados en la calificación de las elecciones y determinación del ganador.
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Acciones del gobierno para desmovilizar a la oposición y el deseo del pueblo por tener un gobierno propio.