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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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A falta de uno, ahora hay dos PRIs. La asamblea de ese partido aprobó dos declaraciones de principios, propias de dos partidos distintos. También se hablaron en ella dos lenguajes diversos. Uno tolerante, pluralista, en labios de Colosio. El otro excluyente, rijoso. Por desgracia, el segundo tono corresponde al presidente le la República, quien contravino en el discurso de clausura su propía convicción.
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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ffOY MrEHCO[ES 5 D
SEPTIEMBRE DE 1990
PLAZA PUBLICA
·guel Angel Granados Cbap~
Después de la asamblea
El discurso presidencial
falta de uno, ahora hay do
PRis. La asamblea de ese par
tido aprobó dos declaraciones d
principios, propias de dos partidos dis
tintos. También se hablaron en eUa dos
nguajes diversos. Uno tolerante, plura'sta, en labios de Colosio. El otro ex•luyente, rijoso. Por desgracia, el
¡:egundo tono corresponde al presidente
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discurso de clausbia su ~pía convicción
de "gobernar sin distinción ni preferencias políticas", y de ser "políticamente
imparcial", para aparecer como contendiente en una batalla que propone fragorosa.
A dos ámbitos se refirieron las palabras presidenciales. En el externo a su
partido, el Ejecutivo cree que quienes critican al PRI y al gobierno en el extranjero dafian al país, y los vuelve aliados de
quienes "pretenden conculcar la soberanía nacional". Es una afieja posición, extrafia en un adalid de la modernidad, la
de quien denuncia una conspiración antimexicana, sin pormenorizar. Hay excesos en la retórica que un Presidente de la
República no puede permitirse. En celebraciones patrióticas aldeanas, pase que
se hable de los enemigos de México como
una metáfora destinada a conmover a auditorios fatigados por la repetición de ritornelos. Pero en el Jefe del Estado no
cabe incurrir en ÍmJ:!r~cisiones. Si e$tá en
uu \;iu-.U .J ln« '"'on-a;ra Ia ~oucrcu-na ra--
cional, su deber es informar sobre ella y
convocarnos a repelerla. Estoy seguro de
que casi todos los ciudadanos estaríamos
dispuestos a seguirlo en una cerrada defensa de ese valor. Pero si trata de utilizarlo como espantajo, para demeritar a
quienes no piensan como él, se sitúa en la
arena política como un combatiente más,
con riesgo de la investidura que ostenta y
en sentido contrario a sus propias creencias.
Aunque se atacara al gobierno y al PRI
(dejemos de lado la inescindibilidad entre
ambas entidades, en que parece creer el
Presidente) con adjetivos y no con argumentos, eso no daña al país. Al contrarío, en tiempos en que sobran los
paladines de las libertades, será bien visto
en el exterior que las nuestras tengan tan
acusada vigencia que nadie sienta necesidad de inhibirse para expresar su opinión
acerca del gobierno y su partido. Dañino
sería lo contrario: que en el extranjero se
suponga que somos, como cree Vargas
rosa, na mcta:aura u>erre"Cta o n-o), una
de cuyas características sea la intolerancia.
El Presidente combatió también a
compafteros suyos a los que el senador
Luis Donaldo Colosio había pedido respetar. Salinas cree que es bueno el respeto, pero no tan ancho. No tiene porqué
incluir a los miembros, o quizá sólo a los
dirigentes, de la Corriente Crítica. En la
incomodidad personal del Presidente
contra la decisión de esa tendencia de ausentarse de la asamblea se advierte el valor político que cobró tal resolución.
Establecer como límite de la crítica interna el riesgo de la división es una actitud sana, vitalista, de quienes juzgan
inaceptable poner en riesgo la unidad o la
sobrevivencia de un organismo político.
Pero en labios del Presidente de la República la advertencia es un freno a la existencia de corrientes dentro de su partido.
Es un paso hacia atrás, hacia el partido
arcaico, no uno adelante hacia el partido
moderno.
ambién_e
sidente_sus_nmnio.
en
··ermsar1os ctei pasaaO' , a quienes ·formuló reproches graves. Se refirió a críticos de ahora que, ayer, contribuyeron "
sus mayores vicios (del PRI) durante su
gestión en puesios de dirección".
añadió que "ellos estuvieron a punto de
acabar con el PRI". Pero de eso nadi
pareció darse cuenta en su oportunidad.
Nadie de los grandes personajes presentes en la clausura donde hablaba el Presidente, salvo quizá Colosio mismo, ha
dejado de tener puestos de dirección en e
PRI en los últimos veinte años. Claro que
no se refería a ellos sino, supongo, al senador Porfirio Mufioz Ledo, que fue u
aplaudido líder del PRI. ¿O alguien recuerda que en la octava asamblea, presidida por él hace apenas tres lustros,
alguien lo increpara por los vicios que
estaba causando o por estar acabando
con su partido?
Sea, como él mismo lo propone, el
Presidente un gobernante sin pasiones
políticas. Un Jefe de Estado con su poder
no debe sefialar a la presa ni dar la orden
d fuello----------~---
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Materia
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Luis Donaldo Colosio.
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Salinas.
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Porfirio Mufioz Ledo
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Persona o institución mencionada
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Después de la asamblea