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Extensión
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Resumen
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Las elecciones municipales y legislativas en Yucatán no resultarán, quizá, tan sorpresivas como las mexiquenses, donde el triunfo priísta, si bien fue afanosamente buscado y preparado, superó las expectativas de los observadores, pero también mostraran cómo el abstencionismo y la contienda entre la oposición siguen siendo factores del avance o permanencia del partido gubernamental..
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sobre
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Texto completo
-
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Miguel Angel Granados Chapa
• Elecciones en Yucatán
• Astenia oposicionista
L
as elecciones municipales y legislati as de hoy en Yucatán no resultarán, quizá, tan sorpresivas
como las mexiquenses, donde el triunfo
priísta, si bien fue afanosamente buscado
Y preparado, superó las expectativas de
Jos observadores, pero también mostra~n cómo el abstencionismo y la contienda entre la oposición siguen siendo
factores del avance o permanencia del
partido gubernamental.
• 4
nista, mas no ocurrió lo mismo, o no
en medida suficiente, en Naucalpan.
En este último lugar, a pesar de que el
ex presidente municipal Agustín Leñero Bares está encarcelado, igualmente por malversación de fondos
públicos, los votantes, conforme a los
registros electorales que verosímiles o
no son los datos con que debe examinarse la situación, pasaron por alto el
hecho y otorgaron al candidato priísta
Mario Ruiz de Chávez casi tantos votos como a sus siete oponentes juntos.
En Yucatán se han acentuado las
fragilidades del PRI. El gobernador
Víctor Manzanilla ha sido tan irrelevante como el más gracioso de sus antecesores, el general Graciliano
Alpuche. Sin incurrir en las patéticas
anécdotas de su predecesor, porque
tiene una mejor salud que él, el actual
gobernador ha estado por debajo de
as exigencias locales y de las facultades que le atribuían sus partidarios, a
la vista de su larga carrera. La fuerte
resencia política del ex gobernador, y
f.ecretario de la Reforma Agraria, Víc~or Cervera Pacheco, es para Manzaflla un estorbo y una justificación a
E~ inactividad. Tuvo que admitir que
el candidato priísta a la alcaldía de
IMérida sea un cerverista de pura cepa,
fHerbé Rodríguez Abraham, que adeás ya fue alcalde entre 1984 y 1987.
o sólo no pudo impulsar una candiatura que le fuera más favorable,
ino que tampoco podrá tener mucha
eficacia en hacerla salir adelante, en.la
otación, y eso le ganará una mayor
nemistad con el antiguo dirigente
grario nacional.
La distancia entre los dos ex senaores entre sí es menos ancha que la
xistente entre Cervera y el candidato
parmista a presidente municipal de
érida, Rafael Loret de Mola, que
heredó de su padre la inquina contra el
erverismo y su jefe, y alberga la iluión, por entero infundada, de regir
· unque sea una porción del estado que
u padre gobernó de 1970 a 1976. Loret de Mola hijo hubiera sido un
riísta como su padre, de no ser porue experimenta un profundo resentiiento por las circunstancias en que
u padre murió. El insiste en ver en
llas acciones delictuosas atribuibles a
personal gubernamental, lo que lo ha
evado a una posición contraria al goierno en su trabajo periodístico.
ora como candidato, se expone a
ue el antiloretismo vigente en Mérida
porque su padre generó, como es
'nevitable en todo gobernante, fuertes
animosidades en su contra- le haga
oagar deudas aienas. Todavía está
José Angel Conchello y Osear Levín , durante la comparecencia del regente Manuel
Camacho Solfs en la Cámara de Diputados • Foto; José Antonio López
vivo el recuerdo del Charras, el dirigente obrero asesinado en un episodio
al que no fue ajeno Loret de Mola, y
que ha sido reconstruido espléndidamente en la novela de ese nombre de
Hernán Lara Zavala, y esa memoria no
será favorable al aspirante parmista. Su
candidatura puede ayudar al triunfo panista, pues parte del priísmo se irá con
~1, pero también puede ser parte de un
cálculo oficial para dividir a la oposición, ante el riesgo de una derrota,
riesgo que hizo delegado general (probablemente el último que actúa con ese
carácter antes de que entren en vigor los
estatutos que eliminan esa figura en el
PRI), al ex diputado hidalguense José
Guadarrama Márquez.
Es famoso nacionalmente, este postrero delegado general, por su actuación en Michoacán, el año pasado, en
que aseguró mediante evidentes malas
artes la victoria de su partido en las
elecciones legislativas locales. Pero su
fama puramente local, en su entidad
natal, no es menor. Ha sido una figura
influyente en Jacala y sus alrededores,
y en las zonas atendidas por el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital y de la Huasteca, del que fue vocal
ejecutivo. Pero hoy aspira a· la creación de un poder informal mayor. En
los recientes procesos internos del
PRI, su mano, y sus recursos, se echaron de ver en no pocos resultados. Fue
su fuerza la que permitió a Marín
Guaso vencer en Tulancingo al ex secretario general de Gobierno y ex diputado federal Roberto Valdespino, y
fue su apoyo lo que permitió a José
Damasceno Martínez ser el candidato
priísta en Santiago de Anaya. Aunque
en este último lugar, hay que decirlo,
se le volvió al guardarramismo el chirrión por el palito, pues la población
se opuso a la imposición y consiguió
por lo pronto que la Comisión Estatal
Electoral no otorgara constancia de
mayoría del guadarramista.
En Hidalgo y en México continúan
los procesos electorales . Todavía no
acaba, en Toluca, la Comisión Estatal
Electoral (CEE) de entregar constancias de mayoría a Jos alcaldes electos,
y ya está reunido el Colegio Electoral
que calificará los comicios. A este último resolvió no acudir el PRO, y está
cundiendo la idea en ese y otros partidos, de no tomar pos sión de los cargos de repr
·
en la Cámara local y los ayuntamientos, a que les da derecho la votación
que les fue reconocida . Ese y otros
partidos han estado ausentándose
también de sesiones de la CEE, inconformes con los procedimientos que siguen a la jornada electoral. Pero allí
mismo, y en Hidalgo a pesar de la yugulación de carreteras y tomas de alcaldías, la oposición ha mostrado una
prudencia, una impotencia o una pasividad que son dignas de atención, porque hacen juego con las mostradas, en
el nivel federal, en las comparecencias
de los secretarios de Estado que aplican la política fiscal.
La oposición sufre una astenia que,
por más explicable que sea, no deja de
producir efectos perniciosos para la
tentativa democrática en que estamos
empeñados. Los partidos minoritarios
aplican mucha energía a su situación
interna, y en esa misma proporción
disminuye la que deben canalizar hacia la búsqueda de los votos ciudadanos, los de la gran masa de mexicanos
a los que la política parece tener sin
cuidado, aunque resientan sus efectos
en la vida cotidiana.
Son notorias, por ejemplo, las diferencias entre el mando me:xiquense y el
nacional del PAN. Se hizo clara esa
distancia el martes 20, cuando sin previa comunicación el líder estatal Javier
Paz Zarza convirtió un mitin de protesta ante el público del Paseo de la
Reforma, en una inopinada marcha
hacia Los Pinos . Esta salida de programa no era casual. Pudo ser interpretada como una acusación a la
dirección nacional del partido, que a
pocas horas de las elecciones mexiquenses se entrevistó con el presidente
Salinas en un clima de cordialidad que
contrastaba con la irritación generalizada por el proceso mexiquense, expresada localmente. Si bien el comité
nacional panista dijo haber abordado
ese tema con severidad ante el Ejecutivo, de esa entrevista no se derivó,
como no podía haber ocurrido dada la
naturaleza estatal del acontecimiento,
ninguna consecuencia práctica. Así, el
encuentro benefició sólo al Presidente, tan ufano de la interlocución
que ha conseguido con casi todos los
partidos.
El PRO, por su parte, realizó su primer congreso nacional ue culminó
con una manifestación en el z ócalo,
también de protesta por el fraude electoral. El congreso no pudo aprobar la
documentación programática que se
había propuesto confeccionar, en
vista de las diferencias internas, que se
hicieron evidentes en la integración del
consejo nacional, proceso en que se
ratificó la obvia, fuerte presencia del
ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Su
liderazgo es , en este momento, una
ventaja para ese partido y no el lastre
con que el anticardenismo, de dentro y
de fuera del PRO quiere presentarlo.
Una acusada dirección personalizada
no ha sido extraña al sistema de partidos en México, y no es ajena a las
prácticas par tidarias en todo el
mundo. Don Manuel Gómez Morín
dirigió el PAN durante los diez primeros años de su existencia, y hasta su
propio fallecimiento no dejó de ser
una fuerza actuante, y a veces determinante en su seno. Ni que;: decir que
eso mismo, con énfasis aún mayor,
ocurrió en el Partido Popular, luego
Socialista, con don Vicente Lombardo
Toledano. En España, Felipe González acaba de ser una vez más reelegido
al frente del Partido Socialista Obrero
Español, que encabeza desde hace
quince años. Y un lapso semejante
acaba de concluir en el Partido Conservador británico, donde Margaret
Thatcher fue desbancada de la jefatura partidaria más que por su debilidad interna por sus posiciones ante la
integración europea y por la impopular emisión de un nuevo impuesto.
Hasta el PARM, que por su propia
irrelevancia podría pasar inadvertido,
sufre problemas internos, siempre en
torno del financiamiento de que dispone, y que ha solido ser piedra de
discordia entre sus dirigentes , a los
que parece no mover otro fin que el
pecuniario. Vamos: hasta los oposicionistas provisionalmente sin partido, como Israel Galán, malgastan su
energía. Ese diputado oaxaqueño, que
no tardará en volver al PRI, quiso ponerse a las patadas no con Sansón,
pues nunca ha incurrido en semejante
falta de realismo, sino contra Pedro
Ettienne, su antiguo líder en el efímero Grupo Independiente de la Cámara de Diputados. El incidente que
ambos protagonizaron parece haber
sido lo más interesante de las dos sesiones en que los secretarios de Hacienda y de Programación cubrieron el
trámite, ante una pasmada oposición,
de presentar la expresión legal de la
política fiscal, financiera y económica
que el gobierno aplicará el año próximo, a despecho de los perjuicios que
causa a la población en general.
Los mismos grupos parlamentarios
de la minoría, que se afanan por mostrarse agresivos contra el Presidente
de la República, aun contraviniendo el
orden reglamentario, no tuvieron empacho en acordar reglas nuevas para la 1
comparecencia de los secretarios Aspe !
y Zedilla, muy cómodas para éstos. 1
Ya se ha visto que ninguno de ellos es :
propicio al diálogo, pues desdeñan a j
la oposición y a todo aquel que no ..l
haya cursado posgrados en el Tec de ~
Massachussetts o la Universidad de 1
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rrute suponer que la diputa a A:na
Rosa Payán ganará la alcaldía de Mérida, de igual modo que obtuvo su curul federal en 1988. Acción Nacional
ha gobernado ya la capital de aquella
entidad, y las fracturas internas del
partido gubernamental contarán de
modo importante en su nuevo, previsible triunfo. También ha de contar en
tal sentido el que el alcalde elegido
hace tres años, Carlos Ceballos Traconis, haya sido destituido por corrupción. Pero fenómenos semejantes han
tenido efectos distintos. En Saltillo, la
acusación formal contra un ex alcalde
probablemente reforzó la posición panista, mas no ocurrió lo mismo, o no
en medida suficiente, en Naucalpan.
En este último lugar, a pesar de que el
ex presidente municipal Agustín Leñero Bores está encarcelado, igualmente por malversación de fondos
públicos, los votantes, conforme a los
registros electorales que verosímiles o
no son los datos con que debe examinarse la situación, pasaron por alto el
hecho y otorgaron al candidato priísta
Mario Ruiz de Chávez casi tantos votos como a sus siete oponentes juntos.
En Yucatán se han acentuado las
fragilidades del PRI. El gobernador
Víctor Manzanilla ha sido tan irrelevante como el más gracioso de sus antecesores, el general Graciliano
Alpuche. Sin incurrir en las patéticas
anécdotas de su predecesor, porque
tiene una mejor salud que él, el actual
gobernador ha estado por debajo de
las exigencias locales y de las facultades que le atribuían sus partidarios, a
la vista de su larga carrera. La fuerte
presencia política del ex gobernador, y
secretario de la Reforma Agraria, Víctor Cervera Pacheco, es para Manzanilla un estorbo y una justificación a
su inactividad. Tuvo que admitir que
el candidato priísta a la alcaldía de
érida sea un cerverista de pura cepa,
Herbé Rodríguez Abraharn, que además ya fue alcalde entre 1984 y 1987.
o sólo no pudo impulsar una candidatura que le fuera más favorable,
sino que tampoco podrá tener mucha
ficacia en hacerla salir adelante, en.la
otación, y eso le ganará una mayor
nemistad con el antiguo dirigente
grario nacional.
La distancia entre los dos ex senaores entre sí es menos ancha que la
existente entre Cervera y el candidato
parmista a presidente municipal de
~érida, Rafael Loret de Mola, que
eredó de su padre la inquina contra el
erverismo y su jefe, y alberga la iluión, por entero infundada, de regir
unque sea una porción del estado que
u padre gobernó de 1970 a 1976. Loet de Mola hijo hubiera sido un
rüsta como su padre, de no ser porue experimenta un profundo resenti·ento por las circunstancias en que
su padre murió. El insiste en ver en
llas acciones delictuosas atribuibles a
personal gubernamental, lo que lo ha
llevado a una posición contraria al goierno en su trabajo periodístico.
ora como candidato, se expone a
ue el antiloretismo vigente en Mérida
porque su padre generó, como es
nevitable en todo gobernante, fuertes
·mosidades en su contra- le haga
IIJagar deudas aienas. Todavía está
José Angel Conchello y Osear Levín , durante la comparecencia del regente Manuel
Camacho So lis en la Cámara de Diputados • Foto: José Antonio López
vivo el recuerdo del Charras, el dirigente obrero asesinado en un episodio
al que no fue ajeno Loret de Mola, y
que ha sido reconstruido espléndidamente en la novela de ese nombre de
Hernán Lara Zavala, y esa memoria no
será favorable al aspirante parmista. Su
candidatura puede ayudar al triunfo panista, pues parte del priísmo se irá con
~1, pero también puede ser parte de un
cálculo oficial para dividir a la oposición, ante el riesgo de una derrota,
riesgo que hizo delegado general (probablemente el último que actúa con ese
carácter antes de que entren en vigor los
estatutos que eliminan esa figura en el
PRI), al ex diputado hidalguense José
Guadarrama Márquez.
Es famoso nacionalmente, este postrero delegado general, por su actuación en Micboacán, el año pasado, en
que aseguró mediante evidentes malas
artes la victoria de su partido en las
elecciones legislativas locales. Pero su
fama puramente local, en su entidad
natal, no es menor. Ha sido una figura
influyente en Jacala y sus alrededores,
y en las zonas atendidas por el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital y de la Huasteca, del que fue vocal
ejecutivo. Pero hoy aspira a· la creación de un poder informal mayor. En
los recientes procesos internos del
PRI, su mano, y sus recursos, se echaron de ver en no pocos resultados. Fue
su fuerza la que permitió a Marín
Guaso vencer en Tulancingo al ex secretario general de Gobierno y ex diputado federal Roberto Valdespino, y
fue su apoyo lo que permitió a José
Damasceno Martínez ser el candidato
priísta en Santiago de Anaya. Aunque
en este último lugar, hay que decirlo,
se le volvió al guardarrarnismo el chirrión por el palito, pues la población
se opuso a la imposición y consiguió
por lo pronto que la Comisión Estatal
Electoral no otorgara constancia de
mayoría del guadarramista.
En Hidalgo y en México continúan
los procesos electorales. Todavía no
acaba, en Toluca, la Comisión Estatal
Electoral (CEE) de entregar constancias de mayoría a los alcaldes electos,
y ya está reunido el Colegio Electoral
que calificará los comicios . A este último resolvió no acudir el PRD, y está
cundiendo la idea en ese y otros partidos , de no tomar pos sión de los car·
gos de repr
en la Cámara local y los ayuntamientos, a que les da derecho la votación
que les fue reconocida. Ese y otros
partidos han estado ausentándose
también de sesiones de la CEE, incooformes con los procedimientos que siguen a la jornada electoral. Pero allí
mismo, y en Hidalgo a pesar de la yugulación de carreteras y tomas de alcaldias, la oposición ha mostrado una
prudencia, una impotencia o una pasividad que son dignas de atención, porque hacen juego con las mostradas, en
el nivel federal, en las comparecencias
de los secretarios de Estado que aplican la política fiscal.
La oposición sufre una astenia que,
por más explicable que sea, no deja de
producir efectos perniciosos para la
tentativa democrática en que estamos
empeñados. Los partidos minoritarios
aplican mucha energía a su situación
interna, y en esa misma proporción
disminuye la que deben canalizar hacia la búsqueda de los votos ciudadanos, los de la gran masa de mexicanos
a los que la política parece tener sin
cuidado, aunque resientan sus efectos
en la vida cotidiana.
Son notorias, por ejemplo, las diferencias entre el mando mexiquense y el
nacional del PAN. Se hizo clara esa
distancia el martes 20, cuando sin previa comunicación el líder estatal Javier
Paz Zarza convirtió un mitin de protesta ante el público del Paseo de la
Reforma, en una inopinada marcha
hacia Los Pinos. Esta salida de programa no era casual. Pudo ser interpretada como una acusación a la
dirección nacional del partido, que a
pocas horas de las elecciones mexiquenses se entrevistó con el presidente
Salinas en un clima de cordialidad que
contrastaba con la irritación generalizada por el proceso mexiquense, expresada localmente. Si bien el comité
nacional panista dijo haber abordado
ese tema con severidad ante el Ejecutivo, de esa entrevista no se derivó,
como no podía haber ocurrido dada la
naturaleza estatal del acontecimiento,
ninguna consecuencia práctica. Así, el
encuentro benefició sólo al Presidente, tan ufano de la interlocución
que ha conseguido con casi todos los
partidos.
El PRD, por su parte, realizó su primer congreso nacional ue culminó
con una manifestacwn en e oca o,
también de protesta por el fraude electoral. El congreso no pudo aprobar la
documentación programática que se
había propuesto confeccionar, en
vista de las diferencias internas, que se
hicieron evidentes en la integración del
consejo nacional, proceso en que se
ratificó la obvia, fuerte presencia del
ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Su
liderazgo es, en este momento, una
ventaja para ese partido y no el lastre
con que el anticardenismo, de dentro y
de fuera del PRD quiere presentarlo.
Una acusada dirección personalizada
no ha sido extraña al sistema de partidos en México, y no es ajena a las
prácticas partidarias en todo el
mundo. Don Manuel Gómez Morín
dirigió el PAN durante los diez primeros años de su existencia, y hasta su
propio fallecimiento no dejó de ser
una fuerza actuante, y a veces determinante en su seno. Ni qut:: decir que
eso mismo, con énfasis aún mayor,
ocurrió en el Partido Popular, luego
Socialista, con don Vicente Lombardo
Toledano. En España, Felipe González acaba de ser una vez más reelegido
al frente del Partido Socialista Obrero
Español, que encabeza desde hace
quince años. Y un lapso semejante
acaba de concluir en el Partido Conservador británico, donde Margaret
Thatcher fue desbancada de la jefatura partidaria más que por su debilidad interna por sus posiciones ante la
integración europea y por la impopular emisión de un nuevo impuesto.
Hasta el PARM, que por su propia
irrelevancia podría pasar inadvertido,
sufre problemas internos, siempre en
torno del financiamiento de que dispone, y que ha solido ser piedra de
discordia entre sus dirigentes, a los
que parece no mover otro fin que el
pecuniario. Vamos: hasta los oposicionistas provisionalmente sin partido, como Israel Galán, malgastan su
energía. Ese diputado oaxaqueño, que
no tardará en volver al PRI, quiso ponerse a las patadas no con Sansón,
pues nunca ha incurrido en semejante
falta de realismo, sino contra Pedro
Ettienne, su antiguo líder en el efímero Grupo Independiente de la Cámara de Diputados. El incidente que
ambos protagonizaron parece haber
sido lo más interesante de las dos sesiones en que los secretarios de Hacienda y de Programación cubrieron el
trámite, ante una pasmada oposición,
de presentar la expresión legal de la
política fiscal, financiera y económica
que el gobierno aplica~á el año próximo, a despecho de los perjuicios que
causa a la población en general.
Los mismos grupos parlamentarios
de la minoría, que se afanan por mostrarse agresivos contra el Presidente
de la República, aun contraviniendo el
orden reglamentario, no tuvieron empacho en acordar reglas nuevas para la
comparecencia de los secretarios Aspe
y Zedillo, muy cómodas para éstos.
Ya se ha visto que ninguno de ellos es
propicio al diálogo, pues desdeñan a
la oposición y a todo aquel que no
haya cursado posgrados en el Tec de
Massachussetts o la Universidad de
Yale, pero por añadidura, los diputados opositores se ataron las manos al
permitir que sus interrogaciones quedaran sin respuesta. Por tal motivo,
los dos responsables del dinero público salieron ilesos del Centro Médico, agrandada la insufrible soberbia
ue caracteriza a su actuación.
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Materia
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Agustín Leñero Bares.
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Mario Ruiz de Chávez.
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Víctor Manzanilla.
-
Herbé Rodríguez Abraham.
-
Rafael Loret de Mola
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Persona o institución mencionada
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Elecciones en Yucatán