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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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El Acuerdo Nacional para la Democracia fue firmado la semana pasada, como una iniciativa surgida del Partido de la Revolución Demorática. Acudieron a suscribirlo personas agrupaciones convencidas de que es posible contribuir a evitar el fraude electoral. Sobresalen presencias y ausencias en torno a este pacto..
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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HOY VIERNES 22
DE FEBRERO--DE 1991
PLAZA PUBLICA
·guel Angel Granados Chapa
Acuerdo para la democracia
Observadores y órganos electorales
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1 Acuerdo Nacional para la Democracia fue firmado la semana
~ pasada, como una iniciativa surida del Partido de la Revolución Demorática. Acudieron a suscribirlo personas
agrupaciones convencidas de que es poible contribuir a evitar el fraude electoral. Sobresalen presencias y ausencias en
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Vieneae la 1
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J
torno a este pacto. FalC"d, como el otro
polo necesario, el Partido Acción Nacional. Su propia estrategia le veda unirse,
aun para temas de vigilancia electoral, al
resto de los partidos, salvo que recoja la
lección de Yucatán y comprenda que si es
difícil entenderse con las otras agrupaciones oposicionistas, no es más fácil el avenimiento con un adversario como el PRI
y el gobierno, que no vacilan en romper
la legalidad con tal de consolidar sus capacidades de control.
Faltan, asimismo en el Acuerdo, por lo
menos en esta etapa inicial, los partidos
que apoyaron la candidatura presidencial
de Cárdenas en 1988. No está, naturalmente, el Partido del Frente Cardenista
de Reconstrucción Nacional, el ferrocarril, que defeccionó vergonzosamente del
Frente Democrático Nacional a comienzos de 1989. Es menos comprensible la
ausencia de Jos partidos Popular Socialista y Auténtico de la Revolución Mexi-
cana, que han manifestado sus
pretensiones de sostener candidaturas comunes -mediante coaliciones, único mecanismo posible- que implica un grado
mayor de compromiso, y sin embargo
han sido renuentes a participar en esta
que es una de las maneras de defender el
voto conjuntamente.
Si consideramos, en cambio, a los firmantes, vemos que con el PRD están los
dos partidos con registro condicionado
(son todavía dos, porque la patente del
Verde está aún en veremos) el Partido
Revolucionario de los Trabajadores y el
Partido del Trabajo; y, lo más sobresaliente, el Partido Demócrata Mexicano,
al que no ha importado el qué dirán. Asimismo, es de notarse la presencia, incluso en el comité promotor del Acuerdo,
de panistas que dentro de su partido impugnan al mando nacional, como Jesús
González Schmal y Jorge Eugenio Ortiz
Gallegos. Digna de hacerse notar es, también, la firma de don Rodolfo González
Guevara, coordinador del malogrado
Partido Renovador en el momento de
formalizarse el acuerdo, y miembro difícilmente ocurriría algo semejante con
ahora del PRD. Ciudadanos sin partido, el Senado. Imposible que la representao distinguidos sobre todo por su capaci- ción oposicionista en la Cámara llamada
dad de análisis más que por su militancia Alta brinque de cuatro a treinta· y tres,
(pero no carentes de compromiso) como que sería allí la mayoría simple necesaria.
José Agustín Ortiz Pinchetti y Luis Ja- Si el Senado sigue siendo priísta, de nada
vier Garrido, forman un segmento noto- servirá que la Cámara no lo sea, porque
en tratándose de una ley, se requiere la
rio entre los firmantes.
El Acuerdo se plantea una estrategia colaboración de ambas cámaras.
en dos tiempos. Le parece imprescindible
De cualquier modo, lo que el Acuerdo
reformar el código electoral con vistas a quiere es limpieza electoral en 1991 para
las elecciones presidenciales de 1994, lo que la haya mayor y más nítida en 1994.
cua-l sólo será posible, dicen sus redacto- Propone, en consecuencia, una intensa
res, "con la decisión de la mayoría sim- campaña contra el abstencionismo, cample de los legisladores de la Cámara de paña a la que con entusiasmo nos agreDiputados del Congreso de la Unión". _. garemo~ muchas personas, aun sin
No sé si para simplificar el razona- suscribir el Acuerdo. Propone también la
miento, o por un lamentable olvido, esta formación de un ejército de expertos en
formulación del Acuerdo omite la exis- la legislación electoral, que los partidos
tencia del Senado. Aun si . fuera posible usen para su representación ante los órque la oposición controlara la Cámara de ganos electorales. Y promover la presenDiputados, situación remota pero hace- :ia de observadores nacionales e
dera, a la luz de la experiencia de 1988 internacionales, que es tema abordado en
(donde por un momento las fuerzas estu- estas páginas mediante sugestivas entrevieron casi equilibradas) y los mecanis- vistas por René Delgado, y al que debemos necesariamente volver.
mos de re resentación roi>.orcional,
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Materia
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Jesús González Schmal.
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Jorge Eugenio Ortiz Gallegos.
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Rodolfo González Guevara.
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José Agustín Ortiz Pinchetti.
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Luis Javier
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Persona o institución mencionada
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Acuerdo para la democracia