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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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El abogado Carlos del Río, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación durante cuatro años del gobierno delamadridista, y.
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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PLAZA PUBLICA
Miguel Angel Granados Chapa
Del Río: última tempestad
Discusión en la Permanente
~ 1 abogado Carlos del Río, presi-
,
dente de la Suprema Corte de
• .:.J Justicia de la Nación durante cua-
ro años del gobierno delamadridista, y
dos del actual, se retiró voluntariamente
e ese cuerpo judicial, la semana pasada,
la solicitud respectiva, al ser examinada
por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, provocó la última
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Viene de la 1
tormenta · ~uscitada por el polémico ex
ministro.
A finales de diciembre, alegando una
enfermedad cardiaca que no pasó a
mayores, Del Río renunció- a su cargo de
presidente cuando apenas faltaban unos
días para que terminara el periodo anual
para que el que había sido electo, y mientras la Corte se encontraba en receso .
Ahora, como un paso posterior y ligado
lógicamente con aquel, se acogió al bener cio de jubilación voluntaria, previsto
por la ley para los . ministros que tienen
más de 70 años o más de quince al servicio del mayor tribunal del país. Del Río
satisface el segundo de esos requisitos, ya
que hace 22 años que ingresó a la Corte.
Empero, su solicitud de retiro no pasó
~nadvertida. Era difícil que se la dejara
pasar sin más, habida cuenta de que
como cabeza del Poder Judicial Federal
~~otagonizó varios episodios notorios, a
~enudo por su incontinencia verbal, que
le hacía proferir insensateces. En otras
oportunidades, había manifiestamente
violado la ley, como cuando accedió a
representar al Presidente de la República,
el año pasado, en la toma de pos"esión del
Presidente Fujimori en Perú y el Presidente Gaviria en Colombia.
A ese propósito, la fracción parlamentaria panista recordaría que pretendió entonces iniciar juicio político contra el
ministro, intención frustrada por la Cámara de Diputados, que se negó a reconocer que Del Río, y el Presidente de la
República con él, habían pasado por alto
disposiciones constitucionales que estipulan la plena autonomía entre ambos poderes, por lo que malamente puede el
ministro que encabeza la Corte cumplir
una misión que el Ejecutivo le ordena.
Con el desgarbado estilo oratorio que
lo caracteriza, el diputado parmista Osear Mauro Ramírez Ayala se escandalizó
de que en su solicitud de retiro, Del Río
demandara, como es natural, "una pen-
sión equivalente al ciento por ciento de
los emolumentos que he recibido a la fecha". También irritó al representante popular la sanfazón con que el ex ministro
anuncia que sólo más tarde, y no en el
momento mismo de presentar la solicitud, hará llegar a la Corte "mis actas de
nacimiento y matrimonio, para que en
caso de fallecimiento mi pensión se transmita a mi esposa, ya que no tengo hijos
solteros menores de 18 años''.
(Habría que decir, de paso, que los hijos del ex ministro Del Río no necesitan
en lo absoluto la pensión que puede pagar el Estado a un miembro de la Corte
de Justicia que se retira. Todos ellos son
muy prósperos. Uno, en particular,
llama la atención de los litigantes en juzgados federales, donde el nombre de su
padre le sirvió en los años recientes como
varita mágica para ser atendido con
prontitud y aun servilismo por jueces y
otros funcionarios judiciales).
Ramírez Ayala quiso que la desapren-
sión de Del Río al solicitar su jubilación
fuera castigada mediante la negativa a la
propia petición. Partiendo de que "el señor ministro ni siquiera se molestó en
acreditar con el acta de nacimiento y de
casamiento" su estado civil. "Por ello
creemos que el dictamen, que el acuerdo
que emitió el pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación no estuvo apegado a derecho, no contó con las pruebas
suficientes para emitir un acuerdo, mediante el cual inclusive se aprueba que se
transmita a una persona que se dice es la
esposa del ministro, la pensión que a él le
corresponde".
Los diputados priístas Trinidad Lanz
Cárdenas y Dionisio Pérez J ácome defendieron la solicitud de Del Río, que por
supuesto fue aprobada, aunque no en
virtud de las peculiaridades disuasorias
de los legisladores, sino porque era preciso poner puente de plata al presidente
de la Corte que nunca debió llegar a ese
cargo, del que se retiró tardíamente.
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Materia
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Oscar Mauro Ramírez Ayala.
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Trinidad Lanz Cárdenas.
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Dionisio Pérez Jácome.
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Carlos del Río
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Persona o institución mencionada
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Del Río : última tempestad