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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Columna La Calle sobre la columna El último caudillo de Fernando de Ita que apareció en el periódico El Financiero dedicado a Héctor Mendoza fallecido el 29 de diciembre, aquí algunos extractos : ´con la complicidad de Alejandro Luna, el otro mago del teatro universitario, Mendoza emprende en los años ochenta una indagación dramática y escénica sobre el sentido del teatro y sus hacedores, La ligereza formal fue una de las mayores virtudes del teatro mendocino, un teatro aéreo que engendró actrices de altos vuelos como Julieta Egurrola, Rosa María Bianchi, fue sobre todo u n notable formador de intérpretes, Por años infundió a sus alumnos la integridad por su profesión, que no pasaba por los sets de televisión. para las huestes mendocinas la televisión comercial era la traición a la honradez del actor, a su ética, a su conducta´..
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Tipo
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Artículo periodístico.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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La calle para el viernes 7 de enero de 2011
Diario de un espectador
El último caudillo
Miguel ángel granados chapa
Muerto el 29 de diciembre, la vida de Héctor Mendoza ha atraído la
atención de la comunidad teatral, pero también de los simples aficionados
como este espectador, que le dedicó las columnas iniciales de este 2011.
Queremos cerrar el ciclo en que hemos hablado de él compartiendo
con los lectores un juicio muy autorizado, el de Fernando de Ita, que tras su
apariencia de periodista dedicado al teatro esconde a uno de los más vastos
conocedores de esa forma de la cultura. Escribió ayer en El Financiero una
columna cuyo título conservamos aquí, El último caudillo, en referencia a
Novo, Gosotiza y Villaurrutia, a los que también se les atribuyó el carácter
de líderes de la comunidad teatral:
"Con la complicidad de Alejandro Luna, el otro mago del teatro
universitario, Mendoza emprende en los años ochenta una indagación
dramática y escénica sobre el sentido del teatro y sus hacedores- Esa
pesquisa tiene su momento estelar en ¿Y con Nusístrata qué? y su cima
intelectual en Hamlet tal vez. La ligereza formal fue una de las mayores
virtudes del teatro mendocino, un teatro aéreo que engendró actrices de
altos vuelos como Julieta Egurrola, Rosa María Bianchi, Delia Casanova
entre muchas más, porque Mendoza fue sobre todo u n notable formador de
intérpretes. Sin su magisterio nuestra escena no tendría tres generaciones de
mujeres tan fuera de serie como ellas.
Como todo ser de carne y hueso, Mendoza tuvo fracaso y
contradicciones memorables. Su fiasco mayor fue sin duda la Ana Karenina
que montó con Silvia Pina! para Teatro de la Nación en los años ochenta.
La superproducción en que Alejandro Luna hacía entrar una locomotora en
el escenario careció de las virtudes de su teatro pobre y el maestro sufrió
con resignación la lluvia de críticas. Ignoro cómo vivió la negación a los
principios que estableció desde su llegada al Centro Universitario de
Teatro, donde forjó una disciplina grotowskiana, plena de pasión, respeto y
entrega total al teatro. Por años infundió a sus alumnos la integridad por su
profesión, que no pasaba por los sets de televisión. Para las huestes
mendocinas la televisión comercial era la traición a la honradez del actor, a
su ética, a su conducta, y un buen día el maestro Mendoza llegó a Televisa
de la mano de Ofelia Medina para dirigir una serie fuera de lo común para
esa empresa, ciertamente, pero como se vio en los resultados, con los vicios
congénitos de la casa. N o fue menor el daño moral que le hizo a sus
seguidores esa paradójica decisión del maestro.
Antes de las fechas navideñas la doctora Lidia Camacho, directora
del Festival internacional cervantino reunió a Luz Emilia Aguilar, Claudia
Kuri y el de la voz (es decir Fernando de Ita) para ayudarle a decidir quién
merecía el reconocimiento que le daría en 2011 a un hombre de teatro .. Luz
Emilia, que conoce al dedillo la vida y obra de Mendoza lo propuso a él y
nos sumamos a la propuesta porque salvo Alejandro Luna y José Solé
ningún otro hombre en activo en el teatro suma tanta vida y tanta obra
dedicada a esa forma de soñar la realidad que es la ficción dramática. La
delicada salud de Mendoza indicaba que él fuera el elegido. La muerte
llegó primero. Se llevó al último pilar de un teatro que estuvo a la altura del
mejor teatro del mundo, entre otras cosas por la imaginación, el magisterio
y la sabiduría de uno de los hombres más adelantados de nuestro tiempo".
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Materia
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La Calle, diario de un espectador
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Persona o institución mencionada
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Héctor Mendoza
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Julieta Egurrola