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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Columna La Calle que continua la revisión de la obra de Vicente Leñero a propósito de su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, finaliza el acercamiento al escritor con un acercamiento un pasaje de su columna ´Lo que sea de cada quien´, que aparece en la Revista de la Universidad de México, en donde refiere a su propósito de escribir una biografía de don Sergio Méndez Arceo, el colosal obispo de Cuernavaca que desde fines de los cincuenta hasta su muerte en 1992 no cesó de reformar, refiere a su propósito de escribir una biografía de don Sergio Méndez Arceo, el colosal obispo de Cuernavaca que desde fines de los cincuenta hasta su muerte en 1992 no cesó de reformar..
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Tipo
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Artículo periodístico.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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La calle
para el viernes 19 de marzo de 201 O
Diario de un espectador
Biografía de don Sergio
por migue! ángel granados chapa
Para fmalizar hoy nuestro acercamiento a Vicente Leñero, con motivo de su elección
como miembro de número de la Academia mexicana de la lengua, compartiremos con
nuestros lectores, como lo hacemos a menudo, un pasaje de su columna "Lo que sea de
cada quien", que mes con mes aparece en la Revista de la Universidad de México. En el
número de marzo el escritor se refiere a su propósito de escribir una biografía de don
Sergio Méndez Arceo, el colosal obispo de Cuernavaca que desde fines de los cincuenta
hasta su muerte en 1992 no cesó de reformar (o de pretenderlo al menos) el pensamiento
y las prácticas de la Iglesia católica de que era pastor. Por eso Leñero lamenta que lo
sucedieran "obispos conservadores de infeliz memoria. Primero el sospechoso Juan
Jesús Posadas -asesinado por narcos-y luego el tibio Luis Reynoso que se cayó de una
escalera y se mató".
Leñero y su esposa Estela Franco eran muy cercanos a don Sergio y por ello, y por la
calidad de su propio trabajo el escritor creía tener un cierto derecho sobre la biografía
del obispo, para escribir la cual necesitaba su autorización y colaboración. Tenía la
misma idea, basada en semejantes razones Luis Suárez. Una vez don Sergio aceptó dar a
Leñero una entrevista para comenzar el trazo autobiográfico; "durante dos o tres horas,
frente a una grabadora, don Sergio inició el relato de su niñez y su temprana vocación
sacerdotal.
Fue la única entrevista que nos concedió. Después de hizo el occiso.
"Aunque lo seguíamos viendo con frecuencia, Estela y yo no volvimos a tocarle el
tema. Parecía evidente que don Sergio nada quería saber de biografías.
No era cierto, por desgracia. Años más tarde me telefoneó una tal Gabriela Videla,
periodista chilena, a quien don Sergio había dado mi número telefónico para que yo la
ayudara a precisar algunos datos para su biografía del obispo. --¿Está escribiendo usted
una biografía de don Sergio?-me sorprendí.
--Con su autorización -contestó telefónicamente la mujer--. Le hice una serie de
entrevistas y estoy terminando el libro.
Colgué furioso el teléfono y furioso continuaba cuando me tope un jueves con don
Sergio que había ido de visita a Proceso.
--¡Cómo me pudo hacer eso! - le grité delante de Julio Scherer--¡Me traicionó
vilmente! , ¡me traicionó!
El obispo trató de explicar que aquella mujer había estado reuniendo material
No lo dejé terminar la frase .
--¿Sabe qué, don Sergio? ¡Váyase mucho a la chingada!-Y me largué dejando atrás
el azoro de Julio y el propio obispo.
El exabrupto había resultado más que excesivo -lo reconocí después-y sólo gracias
a las mediaciones de Estela logré reconciliarme poco a poco con él.
En 1982 apareció el libraco de Gabriela Videla, Un señor obispo, publicado
pobremente por la editorial de El correo del sur. Aunque contenía buenas fotografias era
un trabajo elemental, un panegírico repleto de elogios desmesurados.
Por mi hija Estela me enteré de la muerte de don Sergio en febrero de 1992, en el
monasterio benedictino de Ahuatepec, cuando ensyábamos ahí, con el grupo teatral de
Luis de Tavira, La noche de Hernán Cortés.
Ya no habitaba en mí el resentimiento sino los gratos recuerdos de aquel obispo que
durante veinticuatro años nos había ayudado a transitar por los caminos de la fe al
margen de las rapacerías eclesiásticas.
Lloré como si se me hubiera muerto otra vez mi padre" ..
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Materia
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La Calle, diario de un espectador
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Persona o institución mencionada
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Vicente Leñero
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Sergio Méndez Arceo