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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Columna La Calle sobre la aparición del libro que fue traducido al español titulado Desde México. Apuntes de viaje de los años 1974-1875, su autor es Friedrick Ratzel, quien fue un naturalista y geógrafo que vino a nuestro país en los setenta decimonónicos para observar, desde la perspectiva de los intereses de la Alemania recién nacida, unida en tomo de Prusia por el canciller Bismarck, las posibilidades de expansión de los Estados Unidos hacia el sur, se puede percibir en algunas de sus líneas el retrato de los pobladores de México lo poco amable que es, aquí una muestra ; la vida en las calles de México tiene un carácter preponderantemente indolente, porque el número de los que holgazanean o merodean por ahí es muy superior al de los que trabajan o transitan por ellas con un objetivo visible, con frecuencia, también se ve a indios y mestizos del interior arrastrarse por las calles o parados en las esquinas. Son tal vez pastores o arrieros de mulas que han traído animales o bienes de carga y que ahora contemplan la suntuosidad : sujetos morenos con amplios y sucios trajes de manta, un sombrero de paja muy ancho y un colorido manto que envuelven tan estrechamente en tomo de pecho y cuello cuando hace frío, que poco se puede ver de su cara. El proletariado urbano propiamente dicho ofrece a la vista todos los niveles…´..
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Tipo
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Artículo periodístico.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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La calle
para el viernes 1O de julio de 2009
Diario de un espectador
El México de Ratzel
por miguel ángel granados chapa
Después de siglo y medio de su aparición en alemán, apenas acaba de ser traducido al
español el libro Desde México. Apuntes de viaje de los años 1974-1875. Su autor es
Friedrick Ratzel, un naturalista y geógrafo que terminaría sus días cargado de prestigio
como profesor de las universidades de Tubinga y Leipzig. Vino a nuestro país en los
setenta decimonónicos para observar, desde la perspectiva de los intereses de la
Alemania recién nacida, unida en tomo de Prusia por el canciller Bismarck, las
posibilidades de expansión de los Estados Unidos hacia el sur.
Como un ejemplo de su trabajo, tomamos hoy algunos de los párrafos dedicados a los
mexicanos. No nos trata bien. Como era frecuente en los viajeros europeos, durante el
siglo XIX y también el XX , el retrato de los pobladores de México no es amable.
Juzgue usted mismo :
"La vida en las calles de México tiene un carácter preponderantemente indolente,
porque el número de los que holgazanean o merodean por ahú es muy superior a1 de los
que trabajan o transitan por ellas con un objetivo visible. Por mucho que se hable mal
de los Lazaron de Nápoles o de Palermo, , los léperos que aquí toman su lugar son una
gentuza mucho más perezosa y desagradable a la que, por añadidura, dado que consiste
en su mayoría de mezclas de indios o indios puros, le falta totalmente el encanto de las
presencias bellas y del alegre y despreocupado espíritu infantil que, en ocasiones,
reconcilia inclusive a gente muy estricta con los vicios de la plebe napolitana o
siciliana,. Hay alfo de embrutecimiento en estas masas de tipos bocones o mirones, cuya
expresión facial denota estupidez o maldad, o ambas cosas a la vez, y que ni siquiera se
dedican con gusto, sino con tedio, a o hacer nada, su actividad favorita. Pero tampoco la
gente de estratos más altos, como los hombres de negocios, los empleados y otros que se
mueven por las calles hacen que el movimiento sea más animado, porque todos caminan
muy lentamente y gustan de detenerse por aquí y por allá. Las mujeres y las muchachas
caminan tan despacio como es posible y consideran esto como un requisito de la
decencia. Quien trata de avanzar con pasos más rápidos, con ello se delata
inmediatamente como extranjero. La densa población que se concentra en el valle de
México y el carácter rural que le es propio a amplias zonas de la capital -sus áreas
periféricas parecen más bien pueblos grandes que partes integrantes de una metrópolilleva siempre a las calles de México a una gran cantidad de gente de aspecto campesino.
A cualquier hora se ve trotar por ellas a indígenas puros, de aspecto agitanado: hombre,
mujer o niño avanzan al mismo trote, con el cuerpo muy inclinado y frecuentemente
con una carga muy pesada en la espalda, que sostienen con anchas correas en tomo del
pecho y de la frente: o también se les encuentra descansando en cualquiera de las plazas
que hay frente a las iglesias, y no es raro ver que las mujeres le den el pecho a uno de los
niños que poco antes trotaba alegremente detrás de ellas. Ahí toman sus frugales
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comidas que consisten en plátanos, tunas y otras frutas baratas o, cuando va en grande,
engullen enchiladas o frijoles, sus platos nacionales favoritos.
"Con frecuencia, también se ve a indios y mestizos del interior arrastrarse por las
calles o parados en las esquinas. Son tal vez pastores o arrieros de mulas que han traído
animales o bienes de carga y que ahora contemplan la suntuosidad: sujetos morenos con
amplios y sucios trajes de manta, un sombrero de paja muy ancho y un colorido manto
que envuelven tan estrechamente en tomo de pecho y cuello cuando hace frío, que poco
se puede ver de su cara. El proletariado urbano propiamente dicho ofrece a la vista todos
1os m.ve 1es ... "
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Materia
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La Calle, diario de un espectador
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Persona o institución mencionada
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Friedrick Ratzel
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Canciller Bismarck