-
Extensión
-
1 foja
-
Resumen
-
Plaza Pública que aborda los episodios que se han presentado en el estado de México que sobrecogen el ánimo porque muestran la indefensión de los ciudadanos frente a la prepotencia de varias corporaciones policiacas, y dan idea clara de las enormes dificultades que ha de vencer todo propósito de renovación para no quedarse en fórmula vacía, pónganse, juntos, agentes de la policía judicial y, según versiones periodísticas no desmentidas, agentes de la policía judicial militar, en vez de actuar reunidos en el desempeño de sus comisiones oficiales, un grupo de tales agentes formaron una banda de delincuentes, un caso en particular los asocia : se ha descubierto el robo sistemático de equipos diversos en un establecimiento del ejército..
-
Tipo
-
Artículo periodístico
-
Clasificación
-
UAMC.MAGC.01
-
Sububicacion
-
Sobre
-
Texto completo
-
:UDOIDáSUDO
4
• lunes 25 de abril de 1983
Plaza pública
-.Agentes de la perjudicial
•Ni a cuál corporación irle
Miguel Angel Granados Chapa
El jueves 14 de abril ocurrieron en el estado de México varios episodios que sobrecogen el ánimo porque muestran
la indefensión de los ciudadanos frente a la prepotencia
de varias corporaciones policiacas, y dan idea clara de las
enormes dificultades que ha de vencer todo propósito de
renovación para no quedarse en fórmula vacía.
Véanse los diversos, explosivos ingredientes de este
menú de aventuras policiacas, que no resultan entreteni das, sino empavorecedoras. Pónganse, juntos ,agentes de
la policla judicial de aquel estado y, según versiones periodísticas no desmentidas, agentes de la policía judicial
militar. En vez de actuar reunidos en el desempeño de sus
comisiones oficiales, un grupo de tales agentes formaron
una banda de delincuentes. Un caso en particular los asocia: se ha descubierto el robo sistemático de equipos diversos en un establecimiento del ejército. La pista conduce
hasta un comerciante, Angel Márquez, que es comprador
de chueco . En vez de detenerlo, los agentes lo secuestran ,
para extorsionarlo. Consiguieron su objetivo una vez , hace
1 varias semanas. Pero, sea que Márquez incurriera de
nuevo en sus transacciones, creyendo que ya había
comprado impunidad, sea que en aquella oportunidad hubieran recibido sólo un abono de un pago mayor, la banda
policiaco-delincuenciallo tomó de nuevo en rehenes, y demandó de la familia del comerciante el pago de una nueva
cantidad como rescate.
La familia , sin embargo, dio aviso a las autoridades , ig norante por supuesto de que es la propia policía la que
mantiene secuestrado a Márquez . En el momento de ser
pagado el rescate, instancia en que debieran ser detenidos
los secuestradores, aparecen .sin que se explique más que
por el hecho de que estaban informados de todo , agentes
de la tercera corporación involucrada , la judicial federal .
Los miembros de la banda impiden su detención abriendo
fuego , matan a un judicial federal y hieren a otro , y dejan a
su vez al menos a un herido en el campo de batalla , ubica do en la colonia Juan Escutia de Ciudad Nezahualcóyotl .
Enardecidos por la muerte de su compañero , y sabedo res del verdadero carácter de la banda , u na nube de judi ciales federales tomó por asalto , el propio jueves 14, a las
16:30 horas , la Subprocuraduría del estado de México, en
Texcoco , y a las 20 :10 hicieron lo mismo en otra oficina de
la procuraduría local, en la colonia La Perla de Neza . En
uno y otro sitio , como lo denunció formalmente el procura dor del estado de México al general de la Repúbl ica , los ju diciales federales allanaron violentamente los loca les , gol pearon a muchas personas, a algunas de las cuales lesiona - _
ron , fractu raron chapas y provocaron pánico entre fun cionarios , agentes y público que allí estaba. En La Perla,
hasta se llevaron cauciones en efectivo allí depositadas , y
armamento propiedad del gobierno del estado de México .
No andaban desencaminados , a pesar de su arbitra riedad , en las pesquisas , si se juzga por el hecho de que el
juez octavo de distrito en materia penal dictó auto de for mal prisión, el miércoles 20, contra el comandante de la
polic ía judicial del estado de México, Enrique Fontane l
Alcántara , que fue uno de los detenidos en la bárbara in cursión de los federales . Ahora se les seguirá , a él y a sus
cómplices , incluido el comerciante cuyo secuestro originó
toda esta serie de atracos , el proceso correspondiente .
Ya los honestos procuradores del estado de México y
general de la República han intercambiado puntos de vista.
El doctor García Ramírez envió una carta de disculpas al
gobernador del estado de México . Pero no basta, natural mente . No se sabe que haya habido sanciones contra los
judiciales federales . No se sabe qué fue del detenido en el
momento del encuentro a balazos inicial, presuntamente
miembro de la judicial militar, ni nada de lo que ha ocurrido
en esta última corporación con los presuntamente involucraios. La respetabilidad del ejército no se salvaguarda
haciendo tabú de las implicaciones de algunos de sus
miembros en casos como éste, sino al contrario, para que
sea manifiesto el que constituyen excepciones anómalas
dentro del cuerpo. Hasta se supo que haciendo gala de
prepotencia , entrando en sentido contrario sobre el Eje
Central Lázaro Cárdenas y estacionando sus vehículos en
lugar prohibido, agentes de esta policía judicial militar estuJieron en la Procuraduría General . Seguramente fueron a
jemandar que se aclaren las cosas dejando a salvo el buen
nombre de esa dependencia, y no a presionar para que se
.tbstenga el Ministerio Público Federal de hacer la tarea
eg ítima que le corresponde .
La historia, como se ve, no es para levantar el ánimo .
-
Materia
-
Plaza Pública, Uno más Uno
-
Persona o institución mencionada
-
Policía judicial
-
Policía militar