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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Plaza Pública que aborda el asunto de la comunicación social del gobierno, el gobierno ha elegido la incomunicación sobre la comunicación por lo siguiente, para formular el plan correspondiente la administración federal llamó a consulta popular, el objetivo es escuchar a los que saben o a los afectados, en comunicación social no ocurrió así, en la Secretaría de Gobernación se procedió de manera unilateral, formulando un plan cuyos anticipos fueron dados a conocer a retazos mediante filtraciones, como ocurre siempre que se busca mantener en discreción determinados temas.
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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unoinásu.no
4 • lunes 21 de marzo de 1983
Plaza pública
~ El plan de comunicación social
'
~ No es un problema de logística
Miguel Angel Granados Chapa
Respecto de la comunicación social, el gobierno actual ha
preferido practicar la incomunicación. Ya se ha dicho, pero
no sobra repetirlo, que eligió una vla anómala, respecto de
su propia lógica, para formular el plan correspondiente, .
acerca de muchos otros ternas, la administración federal
llamó a consulta popular. Téngase la opinión que se tenga
respecto al mecanismo y los resultados de tal modo de captar la manera en que sectores interesados perciben problemas y fenómenos sociales y polfticos, lo cierto es que ese esquema denota al menos la idea retórica de escuchar a los
que saben;o a los afectados .
En comunicación social no ocurrió as f. En la Secretaría de
Gobernación se procedió de manera unilateral, formulando
un plan cuyos anticipos fueron dados a conocer a retazos,_
mediante filtraciones, como ocurre siempre que se busca
mantener en discreción determinados temas. No siempre las
filtraciones fueron deliberadas. En un caso, por lo m'enos,
cuando dimos a conocer en este mismo espacio el proyecto
de noticiarios de radio que el martes pasado entró en operación (con quince días de retraso respecto del propósito original), la publicación del documento provocó enojos y averi guaciones, algunas de ellas poco respetuosas de la personalidad de los indag_ados. La noción de la deslealtad, aunque
no hubiera quedado configurada con ese nombre en los
códigos, estaba presente en el ánimo de quienes buscaban
establecer cómo fue que se difundió de modo anticipado ese
proyecto, sin tener presente que textos de esa naturaleza
son como agua de torrente, que si no tiene cauces construidos ex profeso para fluir abre los suyoS propios, a base
de su sola fuerza .
De los diversos anticipos dados a la publicidad sobre el
Plan Nacional de Comunicación Social, llama nuestra atención un dato central. En apariencia, se supone que el problema de la comunicación es, ante todo, un asunto de logistica .
Se cree que basta formular como se ha hecho un inventario
de lo~ recursos estatales para la información, y determinar
su uso racional, para que todo lo demás venga por añadidura. Hay también, por lo que parece, una buena dosis de des.conocimiento de la realidad de los medios. Ello se refleja, por
ejemplo, en la decisión de utilizar a plenitud el doce y medio
por ciento del tiempo de difusión de los instrumentos
audiovisuales privados, más los treinta minutos que la ley ha
determinado que pueda el gobierno utilizar desde la promulgación de la ley de radio y televisión en 1960.
Desde que el tiempo fiscal se creó, en 1969, hasta la
fecha, no se ha utilizado jamás la totalidad del espacio dispo nible por el Estado. Diversos factores lo han impedido.
Unos, los más poderosos, son de orden político. Televisa,
por ejemplo, ha tenido en sus manos la posibilidad de condi cionar el uso del tiempo estatal . Durante muchos años, el
canal Dos ha sido terreno vedado para emisiones estatales ,
porque es el más rentable y porque la cuota a que está obli gada Televisa se cubre en apariencia con tiempo del resto de
sus canales, siendo que la obligación corresponde á cada
concesionario y no a grupos de ellos. No hay indicaciones de
que la voluntad polftica para corregir esa situación, faltante
en otros sexenios, aparezca en el presente, ya que se han te nido y siguen teniendo especiales deferencias para ese consorcio privado de comunicación.
También ha sido un factor impediente el económico. Hoy
las cosas están, en ese terreno, peor que nunca. Es verdad
que armonizar el uso de los recursos ya instaladas puede
mejorar sustancialmente la productividad . Durante mucho
tiempo, por ejemplo, Pronarte (la Productora Nacional de·
Radio y Televisión) dispuso de equipos subutilizados,
mientras que el Canal Once pasó épocas de gran penuria.
Pero llenar todo el tiempo estatal supone erogaciones de todas maneras muy cuantiosas, que sólo podrían ser cubiertas
si, verbigracia, se redujera el porcentaje pagadero en especie para complementarlo con ingresos líquidos susceptibles
de: aplicarse al gasto de producción.
Lo fundamental, sin embargo, es que el plan no contempla la dimensión polftica y social de la comunicación . No
aparecen , por ende, al menos en los adelantos hechos conocer, los principios a través de los cuales se d emocra tiza rla
el uso de los medios estatales, conforme a una demanda que
no parte sólo de sectores profesionalmente dedicados a esta
tarea, sino a porciones más vastas de la sociedad . Esperemos, sin embargo, a ampliar nuestro juicio cuando el plan de
comunicación sea comunicado.
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Materia
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Plaza Pública, Uno más Uno
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Persona o institución mencionada
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Gobierno federal
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Secretaría de gobernación