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1 foja
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Resumen
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Ayer inició sus trabajos formales, en Guadalajara,.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Plaza pública
para la edición del 17 de noviembre de 1995
Otra política
Miguel Ángel Granados Chapa
El secretario de llacienda acudirá hoy a la Cámara de
Diputados a explicar y defender la política econónlica
del gobierno. Ya estuvo allí elrnartes, pero sólo presentó
los criterios generales de esa política. En las próxitnas
horas,
en
can1bio,
deberá responder
a los
cuestionan1ientos (en el sentido estricto de la palabra,
que va 111ás allá de la pregunta sin1ple) que la oposición
entera le asestará~ y de los que no se desligarán n1uchos
legisladores pertenecientes al n1isn1o partido que el
doctor Guillerrno Ortiz (pues su ticha oficial asegura que
es n1ie1nbro del PRI desde 1965).
Se ha iniciado así el proceso legislativo de
aprobación de la ley de ingresos y el presupuesto de
egresos, los ejes de las finanzas públicas, que a su vez
son uno de los elen1entos principales de la política
econón1ica. Dada la gravedad de la situación presente,
que se deteriora por horas, ante la ünpasibilidad de los
funcionarios públicos (que suponen que todos están
locos, menos ellos), el Congreso, y especialn1ente la
Cán1ara de Diputados, pueden elevarse por primera vez
hasta la altura de ~us responsabilidades.
En Washington, la tensión pem1anentc entre la Casa
Blanca y el Capitolio ha llevado a Estados Unidos a una
delicada situación, en que el presupuesto federal para el
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afto próximo no ha sido aprobado. Más con propósitos
propagandísticos que por verdadera imposibilidad de
atender sus funciones, rnuchas oficinas gubernamentales
norteatnericanas han cerrados sus puertas, o disminuido
el ritn1o de su trabajo al n1ínimo necesario. El Presidente
Clinton y las cárnaras de senadores y representantes, no
con(;ordaron en el monto y el sentido del presupuesto
antes de que empezara el año fiscal 1996, que debió
iniciarse el prin1cro de octubre. La prórroga automática
de cuarenta y cinco días no sirvió para que fructificara la
negociación respectiva, y allí está la adn1inistración
padeciendo vergüenzas, sin dinero para enfrentar sus
obligaciones cotidianas, porque sólo puede ejercerse un
plan de gasto aprobado por el Congreso. No ha entrado
el gobierno en suspensión de pagos frente a sus
acreedores porque los vencimientos del miércoles fueron
previstos, pero si la situación se prolonga (lo que no es
sostenible) aun el peor enernigo de la moratoria
incutTiria en ella in vo 1untarirunente.
No digo, por supuesto, que este atascamiento, este
conflicto extremo entre poderes sea el tipo de relación
óptima entre el Ejecutivo y el legislativo. Para el
entendimiento cabal de las condiciones norteamericanas,
aden1ás, no debe perderse de vista la peculiaridad de su
sisterna político bipartidarío, y el presente predominio de
la oposición republicana en atnbas cámaras. Aunque a
una sensibilidad social aguda repugna la astringencia
presupuesta!
de' los republicanos, su posición es
plausible porque no se litnitan a acatar la propuesta
presidencial. Lo que en este lance parlan1entario queda
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en relieve es la capacidad de cogobicmo del poder
legislativo, su capacidad para decidir, y no sólo matizar,
las acciones gubcrnantentalcs. Algo con1o esa conducta
(naturahncntc sin pretender que llcguen1os 'áf punto en
que h())' se encuentra la Casa Bla.nca) es lp .espera6Ie del
Congreso n1exicatio, ya· que la. adtninistradón financiera
gubernatnental, C0n el Presidente Zedillo ·a la c~bez8,
persiste en la aplicación de una política que cad~ dia
n1uestra con tnayor claridad sus deficiencias y peligrhs.
Donde quiera que uno vuelva la cara, no observ~a
más que estragos de esa atroz cotnbinación que es la
crisis y los remedios gubeman1entales contra ella. El alza
de las tasas bancarias hasta el setenta por ciento, por
ejemplo, es el acontecimiento n1ás reciente en la
intem1inable cadena de golpes a la econon1ía productiva.
Con los altos intereses que ahora se aplicarán a los
créditos, no habrá clientela que quiera y pueda obtener
financiatniento de ninguna especie, y se achicará cada
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vez rnás la actividad productiva. Y los bancos irán
viendo mern1ar sus operaciones, disrninución que se
agrega al todavía insoluto problema de la cartera
vencida, todo .lo cual pone en riesgo al sistctna de
intermediación financier~ pese a los subsidios y
cuidados con que se le n1iina. Por supuesto, no se nos
oculta la necesidad de oil-ecer incentivos al capital para
que no ten11ine de irse o de resguardarse fuera de los
ciclos productivos. Por eso es quizá inevitable el alza de
las tasas. Pero ella es sólo un efecto de otras causas que
han sído tnancjadas con arreglo a intereses foráneos
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mezclados con un credo económico asumido
dogmáticamente, y que es lo que debe corregirse.
El Congreso de la Unión ha sido tradicionalmente
n1era caja de resonancia de las decisiones del Poder
Ejecutivo. Ante la urgencia de esta hora, debe dejar de
serlo. Si seguitnos corno van1os, no mejorarán las
variables de la macroeconomía y en el terreno de los
hechos, en la econotnfa real, se acelerarán los factores de
la descon1posjción. Alguien tiene que evitarlo. Los
diputados deben frenar una política que genera efectos
letales, plenatnente comprobables, y propiciar la
adopción de rncdídas alternativas, que siquiera sirvan
para no reiterar actitudes y conductas que ya mostraron
su ineficacia.. Allá se los haya si no identifican su
responsabilidad y la ejercen a plenitud.
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Viernes 17 de noviembre de 1995, REFORMA 13
PLAZA PúBLICA
MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
Otra política
Sin tener que poner frente a las cuerdas a su adversario, como han hecho los republicanos al presidente
Clinton, los diputados mexicanos están hoy ante
la exigencia de contribuir a que haya una nueva
política económica, que alivie y no cause estragos.
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EL
Cámara de Diputados a explicar y defender la
SEOUITARIO DE HACIENDA ACUDfRÁ HOY A LA
política económica del gobierno. Ya estuvo
allí el martes, pero sólo presentó los criterios
generales de esa política. En las próximas horas, en cambio, deberá responder a los cuestionamientos (en el sentido estricto de lapalabra, que va más allá de la pregunta simple)
que la oposición entera le asestará, y de los
que no se desligarán muchos legisladores
pertenecientes al mismo partido que el doctor Guillermo Ortiz (pues su ficha oficial asegura que es miembro del PRI desde 1965).
Se ha iniciado así el proceso legislativo de
aprobación de la ley de ingresos y el presupuesto de egresos, los ejes de las finanzas
públicas, que a su vez son uno de los elementos principales de la política económica. Dada la gravedad de la situación presente, que
se deteriora por horas, ante la impasibilidad
de los funcionarios públicos (que suponen
que todos están locos, menos ellos), el Congreso, y especialmente la Cámara de Diputados, pueden elevarse por primera vez hasta la altura de sus responsabilidades.
En Washington, la tensión permanente entre la Casa Blanca y el Capitolio ha llevado a
Estados Unidos a una delicada situación, en
que el presupuesto federal para el año próximo no ha sido aprobado. Más con propósitos
propagandísticos que por verdadera imposibilidad de atender sus funciones, muchas oficinas gubernamentales norteamericanas han
cerrados sus puertas, o disminuido el ritmo de
su trabajo al mínimo necesario. El presidente
Ointon y las Cámaras de Senadores y Representantes, no concordaron en el monto y el
sentido del presupuesto antes de que empezara el año fiscal1996, que debió iniciarse el primero de octubre. La prórroga automática de
cuarenta y cinco días no sirvió para que fructificara la negociación respectiva, y allí está la
administración padeciendo vergüenzas, sin
dinero para enfrentar sus obligaciones cotidianas, porque sólo puede ejercerse un plan
de gasto aprobado por el Congreso. No ha entrado el gobierno en suspensión de pagos frente a sus acreedores porque los vencimientos
del miércoles fueron previstos, pero si la situación se prolonga Oo que no es sostenible) aun
el peor enemigo de la moratoria incurriría en
ella involuntariamente.
No digo, por supuesto, que este atascamiento, este conflicto extremo entre poderes sea el tipo de relación óptima entre el
Ejecutivo y el Legislativo. Para el entendimiento cabal de las condiciones norteamericanas, además, no debe perderse de vista
la peculiaridad de su sistema político bipartidario, y el presente predominio de la oposición republicana en ambas cámaras. Aunque a una sensibilidad social aguda repugna la astringencia presupuesta} de los
1
republicanos, su posición es plausible porque no se limitan a acatar la propuesta presidencial. Lo que en este lance parlamentario queda en relieve es la capacidad de cagobierno del Poder Legislativo, su capacidad
para decidir, y no sólo matizar, las acciones
gubernamentales. Algo como esa conducta
(naturalmente sin pretender que lleguemos
al punto en que hoy se encuentra la Casa
Blanca) es lo esperable del Congreso mexicano, ya que la administración financiera
gubernamental, con el presidente Zedillo a
la cabeza, persiste en la aplicación de una
política que cada día muestra con mayor
claridad sus deficiencias y peligros.
Donde quiera que uno vuelva la cara, no
observa más que estragos de esa atroz combinación que es la crisis y los remedios gubernamentales contra ella. El alza de las tasas bancarias hasta el setenta por ciento, por
ejemplo, es el acontecimiento más reciente
en la interminable cadena de golpes a la eco-
nomía productiva. Con los altos intereses
que ahora se aplicarán a los créditos, no ha: brá clientela que quiera y pueda obtener fi1 nanciamiento de ninguna especie, y se achicará cada vez más la actividad productiva. Y
los bancos irán viendo mermar sus operaciones, disminución que se agrega al todavía insoluto problema de la cartera vencida, todo
lo cual pone en riesgo al sistema de intermediación financiera, pese a los subsidios y cuidados con que se le mima. Por supuesto, no
se nos oculta la necesidad de ofrecer incen1
tivos al capital para que no termine de irse o
de resguardarse fuera de los ciclos productivos. Por eso es quizá inevitable el alza de
las tasas. Pero ella es sólo un efecto de otras
causas que han sido manejadas con arreglo
a intereses foráneos mezclados con un credo económico asumido dogmáticamente, y
que es lo que debe corregirse.
El Congreso de la Unión ha sido tradicionalmente mera caja de resonancia de las decisiones del Poder Ejecutivo. Ante la urgencia de esta hora, debe dejar de serlo. Si seguimos como vamos. no mejorarán las
variables de la macroeconomía y en el terreno de los hechos, en la economía real, se acelerarán los factores de la descomposición.
Alguien tiene que evitarlo.
Aun si la doctrina gubernamental frente
a la crisis partiera del diagnóstico correcto,
y prescribiera las medidas indicadas, hoy se
enfrenta al fomidable e imbatible escollo de
la incredulidad de sus destinatarios. Una política es, en cierto modo, un diálogo, en que
los interlocutores deben hablarse y entenderse. Hoy ni siquiera los mercados, como se
dice en el lenguaje de la tecnocracia, conffan
en la palabra gubernamental. Menos lo hace la gente común. Es preciso, por lo tanto,
introducir un nuevo interlocutor en ese diálogo. Los legisladores deben serlo. Los diputados deben frenar una política que genera
efectos letales, plenamente comprobables, y
propiciar la adopción de medidas alternativas, que siquiera sirvan para no reiterar ac- j
titudes y conductas que ya mostraron su ineficacia. Allá se lo haya si no identifican su responsabilidad y la ejercen a plenitud.
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El secretario de Hacienda
explicará ydefenderá hoy ante
la Cámara de Diputados una
política económica que por
donde quiera que se la vea sólo
muestra defectos e insuficiencias, a pesar de lo cual se insiste
en mantenerla vigente.
CAJÓN DE SASTRE
yer inició sus trabajos formales, en Guadalajara,la asociación Nuevo Jalisco, un.
A
espacio con vocación regional destinado a la
reflexión y la acción política, alentado entre
otros por el ex rector de la Universidad de
Guadalajara, Raúl Padilla. La nueva configuración de la política jalisciense, con el predominio de Acción Nacional, y la depresión de
otras fuerzas sociales, ha hecho evidente a
los ojos de quienes impulsan este esfuerzo,la
necesidad de animar el debate público y el
desarrollo de la vida institucional.