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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Una vez más, don Sergio Obeso Rivera ha.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Gr an ado s Cha Pa
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Plaza públíca
para laledición del 28 de octubre de 1994
1 Fiasco jalisciense
Miguel Ángel Granados Chapa
Apenas en ciernes, falló el experimento priista en
Jaliscb. mejor dicho, a álguien le tet'nblaron laslcorvas, y
lo que anunciaba ser unw innovación se convit1ió en uh
tem1Jtano fiasco. Quizá el nuevo curso de los
acofltecimientos otorgue seguridad a los mandos
políticos nacionales yllocalest pero no satisfará a los
~lectores, ni contribui~á al desarrbllo de la democracia.
En la Plaza pública aparecida en este mismo lugar,
ayer, mi concllfiión era 1 que "una de las saludaBles
características de la conv(Jcatoria es que no reclama
salvar ünposibles barreras, corrto se ha t!stilado en otros
casos". Mi ingenuidad me llevó a un apresuramiento que
no tardó mucho eú mostrar como es~ con1o un candor
incurable. La convocatoria, como 1 otras que han
pretendido simular la participación de los priistas en sus
hsuntos internos, eflcierrcJ una tramp~ q u~ hace
nugatoria la anunciada experiencia participativa.
1En efecto, el doct!mento dado rt conocer en
Guadalajara anteayer al n1ediodía, por el propio líder
nacional del PRI, lno establece innotación (\lgtfna en lo
que haca a los requisitos que deben satisfacer los
~recandid ato s . requid-en el apbyo de un tercio (o poco
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ese partido~ o de esa misma proporción respecto de los
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El "alor del nuevo proceso~ según las primera
informaciones, era que abffa la puertal a todo ~ilitante
que quisiera buscar1 el apoyo de sus con1pafteros. El
thodolde integrar las dele~aciones ofrecía a lbs jefes del
PRI la posib~lidad de nó entregar todo al azar, ni a
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apoyo dejaba libre curso h las aspiracione's de todos los
ptecandidatos.
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1 Ahora, en cambio, participarán en el proceso sólo
quienes juegan a la loteria o sit!mbran de tetflporal, como
tfntafio ~e decía de los sofiadores'" de quient!s no tienen
finnes los pies en la tierra, por llamarl~s de una manera
decente. Cf quienes dispong~an de apoyos ciertos en las
esferos sup~riores. O q'uienes fhayan tenido una
experienciat política local ~ue les petinitra la búsqueda
redl del votolde los delegad~s.
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Que esto último eslalgo remoto en este proceso lo
prueba lo limitado del trempo asignado pa'i-a la fase
~reliminar del proceso. La coftvocatdria fuefpublicada el
jueves, y el dofningo en la noche de cierra e1 registro de
los predandidatos. En setenta y dos horas, los ~pirantes
tie~n que persuadir a losl cuadros priistas 1de las
localidades o de las agrupaciones de que corran el riesgo
de apostar por ellos. Si t!1 procedimiehto ocurriera en ttn
med~o habituado a este ~nero de juegos, el límite de
tietnpo seria un desafio p~ro no un dbsiliculo. En Jalisco
hay n24 municipios, det modo que obtener el apoyo de
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unos cuarenta supone el viajar por una entidad cnom1c,
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S'urianismo a la entrada al noroe~e. 1
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tartera fuera de la entidad, la los que por esa razón se
puede acusar de carentes de arrai~o. t) favorecer una
U.ecisión prefabricad~ desde el centfo, para maquillarla y
ofrecera la los lugareños como si ~e tratat'a de uh
producto genuino, de la tierra.
1 Un atbitrio sen1ejante se utilizó en 1990 para
desplazar a Socorro Dfaz de sus aspiraciones de Col1n1a.
Unlpapel semejante podría ahoral corresponder a José
Luis1 IJamadrid,1 senadbr saliente, que ha t>retendido, de
lejos, gobernar a su estado natal.l Se le rpondría en el
riesgo éle que "el pueblo lo derrote", cotno- se disculpaba
Kui~ Cortrnes fr~ntc a sus vatidos, cuando no ¡jodía
favorecerlos.
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11 1ISí IHt cb'rlvocatoria, además de su lin1itación, no tene
el defecto de ser instlltnlento de. una falsificación, sus
ténninos favorecen a quienes han hecho polític~1 en
Jalisco durante largo tictbpo y conocen, por ~o, a todos
los delegados, y lo~ deleg~do's los conoc~n a ellos. El de
mayor etiad del todos, Amulfo Villa~eñor, que ha tenido
la fiabilidad de pertenecer de un modo u oti'o a todos los
gobiernos del 1último n1edio siglo, quedaría en tal
~ituación como la figura idónea, rpese ~ sus años~ que
surna ya sesenta y seí's. En cambioJ si se trata de morftar
un escenario que oculte una decisión asumida desde el
centro, el cantlidato será Eugenio Ruiz Orozco. A su
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propia biograíla en el priisimo y el gobierno jaliscienses
{fu~ líder 1del PRI yl secretario d~ gobierno, lugares
dond~ . se hace política 2~ horas a1 día) aftadl! su
vinculación con .él equipo que ocupará el poder a partir
del primero de dicietntlre. Secretatio de ~ducacióh del
.gobi~mo interino de Carlos Rivera Aceves. Desde ese
6argo se acercó a Esteban Moctezuma y al propio doctor
Ernesto Zedillo. Y eso cuen~ en ell pai~ arrtiguo que
hasta ahora hemos sido.
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Viernes 28 de octubre de 1994, REFORMA 7B
PLAZA PúBLICA
MIGUEL 4NGEL GRANADOS CHAPA.
Fiasco jalisciense
Precandidatos y ciudadanos, por lo menos los
priístas, quedaron chasqueados al conocerse la
convocatoria para la elección de candidato del
PRI a gobernador de Jalisco, pues no encierra las
novedades que se habían anunciado.
Apenas en ciernes, falló el experimento
prüsta en Jalisco, mejor dicho, a alguien le
temblaron las corvas, y lo que anunciaba ser
una innovación se convirtió en un temprano
fiasco. Quizá el nuevo curso de los acontecimientos otorgue seguridad a los mandos políticos nacionales y locales pero no satisfacerá a los electores, ni contribuirá al desarrollo
de la democracia.
En la Plaza Pública aparecida en este mismo lugar, ayer, mi conclusión era que "una
de las saludables características de la convocatoria es que no reclama salvar imposibles
barreras, como se ha estilado en otros casos".
Mi ingenuidad me llevó a un apresuramiento
que no tardó mucho en mostrarse como un
candor incurable. La convocatoria, como
otras que han pretendido simular la participación de los priístas en sus asuntos internos,
encierra una trampa que hace nugatoria la
anunciada experiencia participativa.
En efecto, el documento dado a conocer en
Guadalajara anteayer al mediodía, por el propio líder nacional del PRI, no establece innovación alguna en lo que hace a los requisitos
que deben satisfacer los precandidatos. Requieren el apoyo de un tercio (o poco menos,
el 30 por ciento) de los comités municipales
de ese partido, o de esa misma proporción
respecto de los sectores prüstas.
El valor del nuevo proceso, según las primeras informaciones·, era que abría la puerta
a todo militante que quisiera buscar el apoyo
de sus compañeros. El modo de integrar las
delegaciones ofrecía a los jefes del PRlla posibilidad de no entregar todo al azar, ni amarupulaciones ajenas a las suyas. Pero el hecho
de que no se requiriera obtener previamente
ninguna cuota de apoyo dejaba libre curso a
las aspiraciones de todos los precandidatos.
Ahora, en cambio, participarán en el proceso sólo quienes juegan a la lotería o siembran de temporal, como antaño se decía de
los soñadores, de quienes no tienen firmes los
pies en la tierra, por llamarlos de una manera decente. O quienes dispongan de apoyos
ciertos en las esferas superiores. O quienes
hayan tenido una experiencia política local
que les permita la búsqueda real del voto de
los delegados.
Que esto último es algo remoto en este proceso lo prueba lo limitado del tiempo asignado para la fase preliminar del proceso. La convocatoria fue publicada el jueves, y el domingo en la noche se cierra el registro de los
precandidatos. En setenta y dos horas, los aspirantes tienen que persuadir a los cuadros
prüstas de las localidades o de las agrupaciones de que corran el riesgo de apostar por
ellos. Si el procedimiento ocurriera en un medio habituado a este género de juegos, el límite de tiempo sería un desafío pero no un obstáculo. En Jalisco hay 124 municipios, de modo que obtener el apoyo de unos cuarenta
supone el viajar por una entidad enorme, que
va de la costa al centro del país, y de los límites del sur a la entrada al noroeste.
Una convocatoria de este género tiene uno
de dos propósitos. O eliminar a quienes han
desarrollado carrera fuera de la entidad, a los
que por esa razón se puede acusar de carentes de arraigo. O favorecer una decisión prefabricada, desde el centro, para maquillarla
y ofrecerla a los lugareños como si se tratara
de un producto genuino, de la tierra.
Un arbitrio semejante se utilizó en 1990
para desplazar a Socorro Díaz de sus aspiraciones de Colima. Un papel semejante podría
ahora corresponder a José Luis Lamadrid, se-
nador saliente, que ha pretendido, de lejos,
gobernar a su estado natal. Eso lo pondría en
el riesgo de que "el pueblo lo derrote", como
se disculpaba Ruiz Cortines frente a sus validos, cuando no podía favorecerlos.
Si la convocatoria, además de su limitación,
no tiene el defecto de ser instrumento de una
falsificación, sus términos favorecen a quienes
han hecho política en Jalisco durante largo
tiempo y conocer, por eso, a todos los delegados, y los delegados los conocen a ellos. El de
mayor edad de todos, Arnulfo Villaseñor, que
ha tenido la habilidad de pertenecer de un modo u otro a todos los gobiernos del último medio siglo, quedaría en tal situación como la figura idónea, pese a sus años, que suman ya
sesenta y seis. En cambio, si se trata de montar un escenario que oculte una decisión asumida desde el centro, el candidato será Eugenio Ruiz Orozco. A su propia biografía en el
priísmo y el gobierno jaliscienses (fue líder del
PRI y secretario de Gobierno, lugares donde
se hace política 24 horas al día) añade su vinculación con el equipo que ocupará el poder a
partir del primero de diciembre. secretario de
Educación del gobierno interino de Carlos Rivera Aceves. Desde ese cargo se acercó a Esteban Moctezuma y al propio doctor Ernesto
Zedillo. Y eso cuenta, en el país antiguo que
hasta ahora hemos sido.
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CAJÓN DE SASTRE
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El presidente del
Comité Ejecutivo
Nacional del PRI,
Ignacio Pichardo
Pagaza, firmó en
Guadalajara la convocatoria para la selección del candidato de
ese partido al gobierno jalisciense, que se asemeja a las que encubren el dedazo.
na vez más, don Sergio Obeso Rivera ha
U
sido elegido presidente de la Conferencia
Episcopal Mexicana. Cada vez que se trata de
designar a quien encabece a los obispos mexicanos, afloran las tensiones de la Iglesia católica, aunque ésta ya no padezca polarizaciones como las que antaño enfrentaron a prelados como don Sergio Méndez Arceo con el
resto del Episcopado. Oaro que muchos jefes
diocesanos preferirían no contar en sus filas a
personas como don Samuel Ruiz, pero como
son inteligentes no se les escapa la dimensión
de la tarea que encara en San Cristóbal de las
Casas. Por añadidura, el presidente saliente
de la CEM, don Adolfo Suárez Rivera, arzobispo de Monterrey, uno de los más influyentes
líderes religiosos, conoce bien a don Samuel,
por haber nacido en aquella ciudad chiapaneca y haber salido de allí al Espiscopado. Tal
condición lo hace impermeable al chismerío y
proclive, en cambio, a valorar la trascendencia de la pastoral emprendida hace más de
tres décadas por el obispo Ruiz. Don Sergio
Obeso, por su parte, es la imagen misma del
equilibrio. Nacido en Jalapa en 1931, se ordenó sacerdote a los 23 años. Tras ocupar la rectoría del seminario de su tierra natal, fue elevado a la condición de episcopal en 1971, en
la diócesis de Papantla, y luego fue coadjutor
en la capital veracruzana, donde es arzobispo
desde 1979. Presidió la CEM en 1981.