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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Don Antonio Gómez Robledo murió anteayer,.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Miércoles 5 de octubre de 1994, REFORMA 7~
PLAZA PúBLICA
MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
Manuel Muñoz Rocha
Aunque no necesariamente tenga
implicaciones penales averiguarlo, es preciso
preguntarse quién impulsó al legislador
acusado de planear la muerte de José
Francisco Ruiz Massieu, porque sus posiciones
en la Cámara de Diputados no coinciden con
sus posibilidades.
En circunstancias normales, hay tres
modos de librarse del anonimato en una legislatura integrada por quinientas personas. Uno es la participación en el debate, la
parte más visible del trabajo parlament<~,
rio pues se desarrolla de cara al público,
ante los micrófonos, en la tribuna. Otra es
la dirección de dicho trabajo, a través de los
órganos de gobierno de la Cámara, como la
Gran Comisión, integrada por los jefes de
los grupos parlamentarios de cada entidad.
Y uno tercero es el trabajo en comisiones,
cuyos presidentes se distinguen por alguna
circunstancia y por eso son llamados a encabezar cada uno de los grupos de trabajo
en que conforme a la ley y las necesidades
se organiza la tarea de estudio y dictamen.
Manuel Muñoz Rocha, el diputado cuyo
desafuero está siendo preparado en la Cámara, por su involucramiento en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, no
era parte del grupo de tribunos parlamentarios. Nadie recuerda haber oído su voz en
el debate. Pero en cambio dirigió la diputación tamaulipeca, hasta que tropezó con la
inquina de su gobernador, el singularísimo
Manuel Cavazos Lerma, quien con su particular medidor de la urgencia política no
ha interrumpido un viaje por el extranjero,
a pesar de que una porción de la clase política de su estado muestra que está podrida hasta el tuétano. Muñoz Rocha, asimismo, preside desde marzo la comisión de
asuntos hidráulicos.
Nada en su biografía, salvo su título profesional de ingeniero civil, lo aproxima a la
encomienda legislativa con que se le distinguió. Hay que considerar que el número de
comisiones y comités no llega a cincuenta,
por lo que quienes las presiden forman parte de una élite en la Cámara, sobresalientes a razón de uno por cada diez. Citaremos
algunos ejemplos, tomados al azar, y sólo
entre miembros de la mayoría. Desde hace
poco tiempo, diputados de la oposición presiden varias comisiones, de importancia
varia. Pero como esas designaciones no se
hacen estrictamente a título personal, sino
que están precedidas por una asignación
partidaria, no sirven a nuestro propósito de
mostrar que no se llega a esas posiciones
de manera atuita.
Se comprende que Manuel Monarres
Valenzuela, que dirigió el Sindicato de Trabajadores de la SCT encabece la comisión
de Comunicaciones y Transportes; que por
razones paralelas el doctor Miguel Angel
Sáenz Garza, líder sindical del IMSS, presida la de seguridad social; que lldefonso Zorrilla Cuevas, ex rector universitario, dirija la de cultura; que Sandalio Sáinz de la
Maza, persistente funcionario en esa materia, encabece la del deporte; que Arturo de
la Garza, ex presidente de la Confederación
Nacional Ganadera, hoy lo sea de la comisión de ganadería; que Silvia Pina!, protagonista en esos medios, sea responsable de
la comisión de radio, televisión y cinematografía; que Rugo Andrés Araujo, líder de la
CNC, presida la de reforma agraria; que Miguel González Avelar, ex jefe de la mayoría
en el Senado, encabece la de régimen, reglamento y prácticas parlamentarias; que
un general, Ramón Mota Sánchez, encabece la de defensa nacional, y que un ex embajador, Luis Dantón Rodríguez, presida la
de relaciones exteriores.
1
El diputado
por Río Bravo,
Tamaulipas,
! Manuel Muñoz
Rocha, enea.........- - -....~ bezó la diputación de su entidad natal, hasta
que chocó con el gobernador
Manuel Cavazos Lerma, aunque luego la influencia que lo
protege lo impulsó a la presidencia de la comisión de asuntos hidráulicos.
Desde otra perspectiva, es entendible
que Pedro Ojeda Paullada y Gustavo Carvajal estén a la cabeza de comisiones, por su
carácter de ex presidentes del PRI. Y lo es
también que los secretarios de Estado decidan tener en las comisiones respectivas a
personal de su confianza, como ocurre con
Angel Aceves Saucedo en la de Hacienda,
Javier Garduño en la de Comercio.
No estando Muñoz Rocha en ninguna de
esas hipótesis, sólo se explica su relevante
posición (que no necesariamente corresponde a una actuación de ese mismo jaez)
merced a su pertenencia a grupos político
influyentes. El mismo lo era, si atiende a situaciones como esta: un día en que Muñoz
Rocha perdió un vuelo a la ciudad de México, con un simple chasquear de los dedos
(es decir, con un telefonema eficaz) consiguió que se pusiera a su disposición un
avión de Pemex que hizo el trayecto ex profeso.
De todo lo anterior se desprende que es
debido, y posible, indagar quién hizo que
Muñoz Rocha presidiera la comisión de
asuntos hidráulicos. Estamos preguntándonos sobre quién sea su jefe político lo cual
por supuesto no implica señalamiento alguno de índole penal.
Pero establecer las dependencias políticas del caso no es banal, en un asunto tan
neta y nítidamente político.
•••
CAJÓN DE SASTRE
on Antonio Gómez Robledo murió anD
teayer, mientras se preparaba, ya en
el local respectivo, para participar en la sesión ordinaria de El Colegio Nacional, el cenáculo de los mexicanos ilustres al que pertenecía, igual que era miembro de otras
corporaciones distintivas. Precisamente
en
el Colegio Nacional, que la editó en un
1
opúsculo en 1991, ofreció don Antonio conferencias sobre el obispo tradicionalista Lefevre, que el diplomático ahora fallecido tomó como leitmotiv para hacer una "meditación sobre la Iglesia actual". En ella
Gómez Robledo mostró las desgarraduras
de su alma de viejo católico al que no le fue
dado adecuarse a las normas eclesiales
posteriores al Concilio Vaticano 11, del que
reniega a lo largo de estas páginas. Esa
fractura de su conciencia era probablemente análoga a otras que quizá padeció
don Antonio, y respecto de las cuales no conozco testimonio. Una surgía del conflicto
vivido por un hombre sensible como él, "católico de Pedro el Ermitaño", por servir a
un Estado laico y formalmente hasta antirreligioso, aunque esas características se
atenuaron hasta desaparecer a partir precisamente de 1941, año en que Gómez Robledo se incorporó a la diplomacia mexicana. El otro drama debió ser menos ingrato,
y consistió en conciliar el espíritu humanista cristiano de don Antonio con las pautas,
igualmente seculares, de la Universidad
Nacional, de la que fue hijo insigne y que
llorará su desaparición.