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Extensión
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5 fojas
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Resumen
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Cuba se ha convertido en santuario para el expresidente Salinas, que sin embargo podría tener mayor seguridad en México, pues el límite.
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Plaza pública
para la. edición del 14 de dícien1bre de 1995
-~
/
~)Q. La Habana;··Aln1oloya~\
Miguel Ángel Granados Chapa
En medio de una confusión info1n1ativa que parece
haber sido creada deliheradan1ente, con el choque de
versiones que lo inmiscuyen o lo exoneran en delitos
relacionados con el narcotráfico, lo cierto es que el
no1nbre del cxp~esidente n1cxlcano Carlos Salinas figura
en las con1putadoras del servicio de aduanas de los
Estados Unidos, pues el gobicn1o de ese país tjene
interés en ubicarlo si entra en su territorio. No se ha
precisado oficialrnente el carácter de ese interés, pero se
puede conjeturar válidan1ente que guarda relación con la
identificación de un centenar de cuentas bancarias a lo
largo y ancho del tnundo, probablen1entc vinculadas a
"la fmnilia Sa.linas" , asf en general.
Luego entonces, no pueden ser tan categóricos los
desn1entidos gubemainentalcs norteamericanos respecto
de la información difundida el lunes por la noche a
través de N13C. El ex presidente Salinas no puede
ingresar en los países socios de México en e1 tratado de
libre cornercio, su obra cun1hre, sin que se registre su
entrada, por razones 1nigratorias o de otra naturaleza.
Los gobiernos de Ottavva y Washington han girado
especiales instrucciones en tal sentido.
Quizá ya el propio Salinas barruntaba que se
espesaría el clima en torno suyo~ y decidió viajar a Cuba
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no sólo en busca del calor tropical, 1nuy apropiado
cuando se aproxitna el invierno en Nortcamérica, sino
para encontrar un resguardo político ideal para su
persona. En Es Lados Un idos y Canadá, la legislación, la
práctica social ~ las presiones de la opinión pública, las
ri validadcs partidarias, todo podría eventualmente
conjugarse para hacerlo pasar un rna1 rato, en el ren1oto
caso de que el gobien1o rnexicano lo rec1an1ara
judicialmente. Según Jorge G. Castañeda (de quien oí
esta explicación el 25 de novien1brc, n1ucho antes de que
se buscara al menos controlar los pasos del ex
presidente), aquellos factores harían iinposible que los
gobien1os soslayaran un eventual pedido 1ncxicano de
extradición. En cambio, el carácter fuertemente personal
del gobierno cubano pennite 1a adopción de decisiones
discrecionales, especialn1ente en n1ateria política. Y
sobre todo en un caso donde parecen confluir intereses
de variada naturaleza.
En un episodio en apariencia 1nenor, pero sin1bólico,
el presidente Fidel Castro parece haber 1nostrado que
está dispuesto a pagar un costo por guarecer a Salinas.
Funcionarios de su gobierno, incluido el canciller
Robeiio Robaina, han negado persistentcn1cntc la
presencia del ex presidente n1exicano en la isla, pese a
que sobran las noticias en sentido contrario. Pero el
propjo líder cubano ton1ó una posición al respecto~ y
desairó a la fmnilia Cárdenas en su afán de asegurar a
Salinas un santuario, que ahora parece 1nás necesario que
nunca.
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Se daba por descontado que el cornandante en jefe
presidiera en La Habana, el 20 de noviembre, la entrega
de la presea José Martí discernida, in rnernoriarn, al
genera1 Lázaro Cárdenas, con rnotivo del centenario de
cada uno de ellos, pues el héroe cubano rnurió en el
1nismo año en que nació el dirigente rnexicano. La
celebración iba a tener el más alto nivel, por la relación
personal habjda en el pasado~ y la sirnbólica en todo
ticn1po, entre el general Cárdenas y Fidcl Castro. De allí
que la señora. viuda de Cárdenas, doña Atnalia, y su hijo
Cuauhtémoc, cursaran invitaciones a 1nexicanos a
quienes desearon asociar a ese entrañable momento.
Participaron en la con1iti va líderes políticos y figuras tan
relevantes como don Julio Scherer, el director de
Proceso. Todos quedaron chasqueados, y eventuahnente
agraviada la üunilia, por la inopinada ausencia de Castro
en el Palacio de la IZevolución, donde su hermano Raúl
tomó su lugar. El desaire tuvo por antecedente e] juicio
expresado por Cuauhtétnoc Cárdenas ante la presencia
de Salinas en la isla, hecha pública en la víspera: "serfa
un agravio para el pueblo rnexicano'', dijo, que se le
resguardara en Cuba. Sea porque no quiso aparecer ante
Salinas co1no solidario con esa afirn1ación, sea porque la
juzgó una indeseable intron1isión en asuntos propios, el
hecho es que el doclor Castro tnostró cuáles son sus
prioridades en este punto.
Cualquiera que sea el vínculo que una a Salinas y
Castro, lo cierto es que el segundo paga un alto costo
político en México (donde una porción in1portante de la
sociedad le ha prodigado apoyo por décadas), mientras
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que el . prilnero podría estar quizá más tranquilo en
México, y por eso ha Inanifcstado interés en volver,
especialn1cnte ahora en que su ingreso a Canadá o
Estados Unidos no pasaría inadvertido. Es mentira, con1o
se la ha respondido, que el gobierno tncx1cano no pueda
garantizarle su seguridad. Quizá no pueda impedir que
se perturbe su tranquilidad, pues donde caminara
escucharía reproches y expresiones de irritación. Pero
salvo que se trate de una conspiración organizada desde
un segmento del poder, corno ocurrió con Colosfo y Ruiz
Massieu~ nadie at~ntaría contra la integridad personal
del ex mandatarjo, asf de generoso es el común de los
rnexicanos. Por lo demás, el gobierno del doctor Zedilla
sí podría asegurar a Salinas, aquí, lo que ya le ofrece en
la practica n1icntras se halla en el extranjero: la
certidumbre de que no se le l1an1ara a comparecer. Le ha
construido en ton1o suyo un cerco de invulnerabilidad.
El lünite al que se ha llegado es el hermano 111ayor
del ex presidente, que la scn1ana próxitna será
consignado por enriquechniento ilícito, el tercer proceso
que enfrenta. No pudo (dice su abogado que no quiso)
explicar la discrepancia entre lo que declaró poseer y lo
que ganaba con1o servidor público, ni el origen de los
recursos excedentes, que por su volun1en sólo pueden
proceder de anchos tnárgenes de corrupción
administrativa o tener algún vínculo con el narcotráfico.
Su estrategia consiste en reservarse esa aclaración para el
proceso penal, quizá porque suponga que de ese Inodo
eludirá la acusación sobre lavado de dinero. Quizá.
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Jueves 14 de diciembre de 1995, REFORMA 11j
PLAZA PúBLICA
M IGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
De La Habana a Almoloya
Cuba se ha convertido en santuario para el ex
presidente Salinas, que sin embargo podría
tener mayor seguridad en México, pues el límite
para afectarlo se ha situado en los procesos
penales a su hermano mayor, Raúl.
EN MEDIO DE UNA CONFUSIÓN INFORMATIVA QUE
parece haber sido creada deliberadamente,
con el choque de versiones que lo inmiscuyen o lo exoneran en la averiguación de delitos relacionados con el narcotráfico, lo
cierto es que el nombre del ex presidente
mexicano Carlos Salinas figura en las computadoras del servicio de aduanas de los Estados Unidos,·pues el gobierno de ese país
tiene interés en ubicarlo si entra en su territorio. No se ha precisado oficialmente el carácter de ese interés, pero se puede conjeturar válidamehte que guarda relación con
la identificación de un centenar de cuentas
bancarias a lo largo y ancho del mundo, probablemente vinculadas a "la familia Salinas", así en general.
Luego entonces, no pueden ser tan categóricos los desmentidos gubernamentales
norteamericanos respecto de la información
difundida el lunes por la noche a través de
NBC. El ex presidente Salinas no puede ingresar en los países socios de México en el
Tratado de Libre Comercio, su obra cumbre,
sin que se registre su entrada, por razones
migratorias o de otra naturaleza. Los gobiernos de Ottawa y Washington han girado
especiales instrucciones en tal sentido.
Quizá ya el propio Salinas barruntaba
que se espesaría el clima en torno suyo, y
decidió viajar a Cuba no sólo en busca del
calor tropical, muy apropiado cuando se
aproxima el invierno en Norteamérica, sino ·
para encontrar un resguardo político ideal
para su persona. En Estados Unidos y Canadá, la legislación, la práctica social, las
presiones de la opinión pública, las rivalidades partidarias, todo podría eventualmente conjugarse para hacerlo pasar un
mal rato, en el remoto caso de que el gobierno mexicano lo reclamara judicialmente.
Según Jorge G. Castañeda (de quien oí esta
explicación el25 de noviembre, mucho antes de que se buscara al menos controlar los
pasos del ex presidente), aquellos factores
harían imposible que los gobiernos soslayaran un eventual pedido mexicano de extradición. En cambio, el carácter fuertemente
personal del gobierno cubano permite la
adopción de decisiones discrecionales, es-
cursaran invitaciones a mexicanos a quienes desearon asociar a ese entrañable momento. Participaron en la comitiva líderes
políticos y figuras tan relevantes como don
Julio Scherer, el director de Proceso. Todos
quedaron chasqueados, y eventualmente
agraviada la familia, por la inopinada ausencia de Castro en el Palacio de la Revolución, donde su hermano Raúl tomó su lugar.
El desaire tuvo por antecedente el juicio expresado por Cuauhtémoc Cárdenas ante la
pecialmente en materia política. Y sobre topresencia de Salinas en la isla, hecha públido en un cas'o donde parecen confluir inteca en la víspera: "sería un agravio para el
reses de variada naturaleza.
pueblo mexicano", dijo, que se le resguarEn un episodio en apariencia menor, pedara en Cuba. Sea porque no quiso aparero simbólico, el presidente Fidel Castro pacer ante Salinas como solidario con esa afirrece haber mostrado que está dispuesto a
mación, sea porque la juzgó una indeseable
pagar un costo por guarecer a Salinas. Funintromisión en asuntos propios, el hecho es
cionarios de su gobierno, incluido el cancique el doctor Castro mostró cuáles son sus
ller Roberto Robaina, han negado persistenprioridades en este punto.
temente la presencia del ex presidente meCualquiera que sea el vínculo que una a
xicano en la isla, pese a que sobran las
Salinas y Castro, lo cierto es que el segundo
paga un alto costo político en México (donnoticias en sentido contrario. Pero el propio
líder cubano tomó una posición al respecto,
de una porción importante de la sociedad le
y desairó a la familia Cárdenas en su afán de
ha prodigado apoyo por décadas), mientras
asegurar a Salinas un santuario, que ahora
que el primero podría estar quizá más tranparece más necesario que nunca.
quilo en México, y por eso ha manifestado
interés en volver, especialmente ahora en
Se daba por descontado que el comanque su ingreso a Canadá o Estados Unidos
dante en jefe presidiera en La Habana, el20
no pasaría inadvertido. Es mentira, como se
de noviembre, la entrega de la presea José
Martí discernida, in memoriam, al general
la ha respondido, que el gobierno mexicano
Lázaro Cárdenas, con motivo del centenario
no pueda garantizarle su seguridad. Quizá
de cada uno de ellos, pues el héroe cubano
no pueda impedir que se perturbe su tranmurió en el mismo año en que nació el diriquilidad, pues donde caminara escucharía
gente mexicano. La celebración iba a tener
reproches y expresiones de irritación. Pero
salvo que se trate de una conspiración orgael más alto nivel, por la relación personal habida en el pasado, y la simbólica en todo ' nizada desde un segmento del poder, como
tiempo, entre el general Cárdenas y Fidel
ocurrió con Colos'io y Ruiz Massieu, nadie
atentaría contra la integridad personal del
Castro. De allí que la señora viuda de Cárdenas, doña Amalia, y su hijo Cuauhtémoc,
ex mandatario, así de generoso es el común
de los mexicanos. Por lo demás, el gobierno
del doctor Zedillo sí podría asegurar a Salinas, aquí, lo que ya le ofrece en la practica
mientras se halla en el extranjero: la certidumbre de que no se le llamara a compareEl presidente
cer. Le ha construido en torno suyo un cerde Cuba, Fidel
co de invulnerabilidad.
El límite al que se ha llegado es el hermano mayor del ex presidente, que la semana
próxima será consignado por enriquecimienuna muestra de
to ilícito, el tercer proceso que enfrenta.
sus prioridades,
pudo (dice su abogado que no quiso) .,. . .1-m"'u
la discrepancia entre lo que declaró nmmel'"'-'~•
cuando infirió mi desdén a
y lo que ganaba como servidor público, ni
origen de los recursos excedentes, que por
la familia Cárdenas, el20 de
volumen sólo pueden proceder de
márgenes de corrupción adlmnustratJva
noviembre, en respuesta a
mantener algún vínculo con el
los juicios de Cuauhtémoc
Su estrategia consiste en reservarse esa
ración
para el proceso penal, quizá
sobre su decisión de recibir
suponga que de ese modo eludirá la .,,..,,c~·
ción sobre lavado de dinero. Quizá.
al ex presidente Salinas.
Castro, dio
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Materia
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Carlos Salinas.
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Jorge G. Castañeda.
-
Fidel Castro.
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Cuauhtémoc Cárdenas
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Persona o institución mencionada
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De La Habana a Almoloya