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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Siembra mentiras y confusión y recogerás desconfianza : Decenas de reporteros y muchos miembros del Partido Revolucionario Institucional han montado guardia ante los edificios, del gobierno y su partido, de donde puede brotar la noticia del nuevo.
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Lunes 2~ de marzo de 1!:1~4, .l:t~l<'UKMA
PLAZA PúBLICA
MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
Investigar el crimen
Dos de las características de un agente del
ministerio público (lo será Miguel Montes,
designado Subprocurador para dar relevancia a
su tarea y en reconocimiento a sus méritos y
trayectoria), deben ser la sapiencia jurídica, la
perspicacia en el análisis y la reciedumbre de
carácter para vencer los obstáculos que se
opongan a su afán esclarecedor.
En vez de Santiago Oñate Laborde, a quien
se mencionó como el fiscal especial para esclarecer el homicidio de Luis Donaldo Colosio, el presidente Salinas resolvió confiar esa
misión, con el rango de Subprocurador de la
República, a Miguel Montes García, quien deberá pedir licencia a la Comisión Permanente
del Congreso para aceptar la ardua encomienda, pues actúa como ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Montes había encontrado allí, desde hace
casi dos años, el remanso ético y espiritual
que lo aliviara de su justa frustración tras no
haber obtenido la postulación priísta a la gubernatura de Guanajuato en 1991. Más torpe que hacer vaticinios sobre el futuro es aplicarlos al pasado. Pero es muy probable que
los sacudimientos guanajuatenses de 1991,
que surten efectos aun hoy, se hubieran impedido si el PRI, encabezado precisamente
por Colosio, hubiera escogido a Montes como
candidato y no a Ramón Aguirre.
Pero las cosas son como son. Y para compensar a Montes García se le confió el liderazgo de la Cámara de Diputados. Era un encargo efímero, pues faltaban meses para el
fin de la legislatura en la que había tenido un
muy afortunado papel. Pero su presidencia
legislativa sólo duró unas horas, y no llegó a
formalizarse, pues en situación extrema se le
hizo Procurador de Justicia del Distrito Federal. Ahora deberá volver a la tarea
pesquisidora, como responsable de determinar si Mario Aburto Martínez, confeso por el
asesinato de Colosio, actuó a solas y por qué
móviles, o si forma parte de una conspiración, cuyos perfiles también deben ser determinados en la averiguación.
Dos de las características de un agente del
ministerio público Oo será Montes, designado Subprocurador para dar relevancia a su
tarea y en reconocimiento a sus méritos y
trayectoria), deben ser la sapiencia jurídica,
la perspicacia en el análisis y la reciedumbre
de carácter para vencer los obstáculos que se
opongan a su afán esclarecedor. De todo eso
ha dado suficientes pruebas Montes García.
Las mostró especialmente en las históricas
sesiones de septiembre de 1988. El primer
día de ese mes mantuvo el orden y la legalidad en la Cámara de Diputados, de que era
presidente, para permitir que las inopinadas
interpelaciones del senador Porfirio Muñoz
Ledo permitieran al atufado Presidente De la
Madrid pronunciar su último informe. Nueve
días después, condujo con rigor y serenidad
la sesión donde se calificó la elección presidencial y Salinas fue declarado Presidente
electo, cuando tantas fuerzas y circunstancias se oponían a que lo fuera.
Procurador de Justicia a contrapelo de
sus propias preferencias, Montes García
respiró con satisfacción al ser nombrado
ministro supernumerario, y con mayor hondura cuando el año pasado se quitó a su designación el prefijo que algo de injusto tenía.
En los plenos o en la sala civil a que
pertenece, su capacidad de estudio y su diligencia lo han hecho contribuir verdaderamente a las decisiones del mayor tribunal del
país. Sin embargo, en congruencia consigo
mismo no habrá deseado rehusarse a
cumplir la filosa misión que le confió el
sPresidente de la República. En efecto, apenas el 7 de marzo pasado, al hablar en nom1 bre de la Corte, había respondido a quienes
"con ligereza y hasta con buena fe predican
el aislamiento del poder judicial para colocarlo fuera de su contexto sociopolítico".
Para dar esa respuesta, Montes García
recordó que los primeros integrantes de la
Suprema Corte (el Supremo Tribunal Mexicano de la Constitución de Apatzingán) eran
dueños, además de su saber jurídico, de
"sentido de la justicia... , conocimiento de la
realidad sociopolítica en que actuaron ... , intuición sobre lo más conveniente, por ir con
su bien, para la nación a la que aspiraban".
De modo que, siendo coherente, provisionalmente pondrá la credibilidad de que goza
al servicio de una urgencia política.
Estaríamos tentados a llamar a Montes el
Warren mexicano, en recuerdo del ministro
de la Corte norteamericana que encabezó la
comisión investigadora del asesinato del
Presidente Kennedy. Si bien Colosio era aún
el candidato, y no el titular del poder ejecutivo (razón por la cual no es técnicamente magnicidio la privación de su vida), la importancia de su muerte para la historia mexicana es
análoga a la que tuvo hace veinte años el asesinato de Kennedy. Pero las conclusiones de
la Comisión Warren fueron siempre endebles, cuestionables e increíbles, calificativos
que no deseamos ver aplicados a lo que
Montes averigüe.
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CAJÓN DE SASTHE
iembra mentiras y confusión y recogerás
S
desconfianza: Decenas de reporteros y
muchos miembros del Partido Revolucionario Institucional han montado guardia
ante los edificios, del gobierno y su partido,
de donde puede brotar la noticia del nuevo
destape. El esfuerzo puede ser estéril, pero
se justifica ante la experiencia. El comité
nacional ha dicho que está de duelo, y que
sólo al transcurrir ese período luctuoso
asumirá las decisiones sobre el nuevo candidato presidencial, que reemplace a Luis
Donaldo Colosio. Pero el propio comité nacional (o al menos su cabeza, Fernando Ortiz Arana) y el Presidente Salinas jugaron el
año pasado con los tiempos del
destapamiento anterior. Dijeron que estaban lejanos, cuando eran ya inminentes.
Pero la incredulidad se extiende a terrenos
menos triviales que la fecha en que el PRI
tenga candidato nuevo. Uamadas telefónicas en gran número, a varias radioemisoras, e informaciones como la de Reforma,
dan cuenta de los grados de desconfianza a
que las acciones gubernamentales han llevado. Mucha gente no cree que la persona
presentada a los medios de difusión el
jueves, en la prisión de alta seguridad de Almoloya, sea la misma que vieron ser detenida tras haber asesinado a Colosio. Es
obvio que hay grandes diferencias entre
una imagen y otra, pero un examen así sea
somero permite saber que la del miércoles
y la del día siguiente son una y la misma persona. Pero se teme que la indagación se concentre en alguien que no sea el verdadero
culpable, el capturado in fraganti el 23 de
marzo, y que por lo tanto la verdad que
conozcamos en el proceso no sea la verdad
verdadera.