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Extensión
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4 fojas
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Resumen
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Nadie espera que un responsable de acciones públicas se haga el harakiri al informar sobre sus tareas, autoflagelándose al reconocer fallas en su gestión. y menos debería guardarse tal actitud de un Presidente de la República a la hora de abandonar el enorme poder que.
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Tipo
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Borrador
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Plaza pública
para la edición del 4 de noviembre de 1994
El retorno
de Cabal
,
Miguel Angel Granados Chapa
Nadie espera que un responsable de acciones
públicas se haga el harakiri al informar sobre sus tareas,
autoflagelándose al reconocer fallas en su gestión. y
menos debería aguardarse tal actitud de un Presidente de
la República a la hora de abandonar el enorme poder que
acumula. Pero se incurre en miopía o ceguera cuando no
se formula siquiera tangencialmente un leve
reconocimiento respecto de fallas en el sistema
financiero, derivadas de la privatización bancaria. El
escándalo protagonizado por Carlos Cabal Peniche no
fue ni remotamente aludido por el informante del
primero de noviembre, salvo que se entienda como una
referencia al asunto las siguientes neutras líneas:
"Ahora, la autoridad financiera dispone de un marco
legal congruente con la apertura y puede intervenir de
manera preventiva para disminuir los riesgos a los
inversionistas y ahorradores, o hacerlo de manera
correctiva, y con todo el rigor de la ley, cuando se
comprueben ilícitos". Y nada más.
Ante ese silencio, parecería que el asunto Cabal
Peniche quedaba relegado al paulatino olvido en que
estaban sumiéndolo la falta de información sobre su
paradero y sobre los procesos que se le siguen. Pero
Cabal ha resurgido de la bruma en que se disolvió su
presencia hace exactamente dos meses. En un alarde
publicitario, hizo llegar a un gran número de diarios una
inserción pagada, a toda plana, donde rompe el silencio
que ha guardado desde que el 5 de septiembre se anunció
que presuntamente había cometido varios delitos y se
intervino la operación de los bancos que presidía. En esa
fecha, dice Cabal Peniche en su comunicación, se echó
"a andar la maquinaria de la injusticia" .
.Aparte la defensa procesal que ha confiado al
penalista Juan Velázquez, Cabal Peniche ha elegido
entrar al campo de la opinión pública para combatir las
"suposiciones calumniosas y fantasías sin ninguna base",
origen a su juicio de "una insólita y espectacular
campaña de desprestigio para exponerme como un
delincuente".
Aunque no lo hace directamente, es obvio que Cabal
Peniche se lanza contra el secretario de Hacienda, Pedro
Aspe. Al haber formulado la denuncia, en su persona se
singulariza el plural referido a quienes pretenden
arrancarme mi libertad". Lo acusa de carecer de "razón
jurídica y... de solvencia moral". Y también es clara su
implicación cuando habla de "las autoridades
competentes", que "siempre estuvieron, de manera
continua y con todo detalle, al tanto de cada uno de
nuestros pasos y actividades en la institución bancaria".
Y, también sesgadamente, hay una nueva referencia a la
autoridad hacendaría cuando Cabal Peniche asegura que
conribuyeron en su infortunio, "en busca de
absoluciones fiscales", intereses a los que él considera
"bien identificados" aunque no aclare de quiénes se trata.
Como tampoco precisa cuáles de sus amigos fueron
involucrados "con fines de política partidaria", ni cuáles
fueron esos fines y los partidos a que se refiere.
Así de vago, en el párrafo anterior se condensa el
contenido más concreto del escrito del banquero
prófugo, aparte del anuncio de que no ha renunciado a
sus posiciones en las empresas de que fue cabeza.
También se atribuye la causa de sus desgracias a otros
orígenes más difusos. Dice, por ejemplo, que su éxito
"despertó reacciones de envidia y de disgusto".
Igualmente, asegura que por "actuar de manera
independiente me gané la enemistad y el rencor de los
representantes de los sectores más cerrados y
conservadores del país, que nos veían con arrogancia y
consideraban a nuestro Grupo del Sureste como un
conjunto de provincianos incapaces y sin preparación".
Aunque no la practicara con la sintaxis rigurosa de
un profesional, Cabal Peniche creía en el poder de la
comunicación como un instrumento de gestión. Ahora
que intenta utilizarla, en las tristes condiciones que
padece, "lejos de mi país", y sin poder otorgar "plena
confianza" a la justicia, porque "a veces no actua con la
independencia indispensable", conviene recordar un
breve antecedente. Cuando se hallaba en el esplendor de
su fama, apenas en mayo pasado, justificó de la siguiente
manera el comienzo de una nueva época de la revista
Compromiso Empresarial, órgano mensual de Banco
Unión: "Hoy, cuando nuestra revista cumple su primer
aniversario, es un buen momento para la reflexión, para
el cambio de algunas de sus características como
proyecto editorial, y porque durante ese mismo periodo
nuestra institución se ha transformado sustancialmente:
actualmente somos un banco de cobertura nacional y
como resultado de la alianza estratégica entre Banco
Unión y Banca Cremi ocupamos ya el cuarto lugar en el
sistema financiero mexicano".
Sólo precedido por Banamex, Bancomer y Serfin, el
combinado bancario presidido por Cabal Peniche está
ahora al borde de la ruina. Hemos creído hasta ahora que
la colocó en tal posicion el comportamiento de su cabeza
principal. Este sitúa el tema, sin embargo, en una
perspectiva distinta, como parte de una lucha de
intereses algunos de los cuales fueron prohijados por
autoridades. Tendemos a descreer de los perseguidos por
la justicia, pero hemos de averiguar si el análisis de
Cabal Peniche corresponde a la realidad o es sólo un
medio de defensa, comprensible pero falso.
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Materia
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Carlos Cabal Peniche.
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Juan Velázquez
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Persona o institución mencionada
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El retorno de Cabal