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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Sin escapismos, que no todo sea porcentajes electorales, reflexión sobre lo que pasó, querellas y denuncias. Todavía podemos, por ejemplo, leer al José Emilio Pacheco poeta. El silencio de la luna es su poemarío más reciente, puesto en circulación por.
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UAMC.MAGC.01
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Texto completo
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: +655 3394
Aug. 24 1994 03 : 23PM
plaza pública pará la edición del ~5 de agosto de 1994
PRI para rato
miguel ángel granados chapa
Sin perder de vista el carácter prelitninar de las cifras,
in1porta exatninar algunos d~ los factores que produjeron el
llrunativo y aun sorprendente (por lo n1enos para tní)
volumen de votación ~riísta. Con1o sucede con los
fenómenos sociales en general, esas causas no obraron
independientetnente sii7tO que se cotnbinaron, sin que sea
posible establecer el grado que cada una contribuyó al
espectacular efecto de dar al PRI casi quince tnillones de
sufragios.
Pa1io de saber que, apatie la clase poHtica. profesional,
hay un electorado priísta, es dcdr una porción de la sociedad
que vota por ese partido considerándolo con1o tal, es decir
con1o una opción política cuyos progran1as comp@~rte . . Se
forma (así un núcleo social de dhnensiones que no puedo
siquiera estin1ar pero realmente existente, con1o lo prueban
diversas manifestaciones~ entre ellas las de una nueva clase
media y alta que percibe la posibilid&d de una gestoría y una
protección eficaz de sus intereses en un gobierno priista.
Tal estamento se agrega. a otro que viene de lejos, que
es la clientela priista, es decir los sectores sociales a quienes
se sujeta al PRI o al menos se induce al voto tnediante
prestaciones y aun dádivas. Los n1étodos tradicionales del
clientelistno se rcn1ozaron en el sexenio que agoniza con dos
progratnas 1nuy eficaces, el de Solidaridad y el de Procan1po.
Ambos encubren formas tnodcrnizadas de asistencia social y
aun de caridad~ si se utiliza la acepción cristiana de ayuda al
desvalido, que no busca elitninar las causas de su
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can1pafía de difusión (difusión que n~ era adjetiva sino que
estaba entraft.ada en la esencia tnisma del Progran1a), no sólo
generó agradechnientos traducibles en votos, sino que
organizó esas gratitudes y las conviliió en factores
dinamizadores que aseguran y prolongan los efectos
contro]adores de ese neopopulismo. Se podrá tnedir con
razonable ·aproximación que el itnpacto del Pronasol en la
votación cuando se comparen las zonas de concentración del
voto priista con las trabajadas por Solidaridad. Procmnpo, a
su vez y no obstante su reciente hnplantación, gestó un
in1portante nútnero de votos, en una operación que se
asen1eja den1asiado a una con1pra de vo1untades. ·Los
espíritus nobles de catnpesinos habitualn1ente dejados de la
n1ano de Dios, que de pronto reciben dinero en efectivo no
pueden sino reaccionar fa.vorablen1ente a la tnano que con
tnunificencia fingida les entrega esa dádiva.
No en balde se acordó que cesara la publicidad de esos
dos proyectos en las sen1anas previas a la elección, aunque
no faltaron funcionarios abusivos que pretendieran infringir
.el espíritu de esa prohibición. El gobernador Jesús Murillo
I<aran1, por ejemplo, habfa puesto en un brete al secretario
de Salud, el doctor Jesús Kun1ate, al querer llevarlo a
Pachuca a repartir beneficios del Pronasol a enfenneras, en
vísperas electorales. Por fortuna se hnpuso el recto sentido
del secretario l(utnate y se evitó la grosera actuación a que se
le convidaba.
La televisión ocupa un lugar preferente en el elenco de
causas del triunfo priista. No me refiero, aunque el hecho
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: +655 3394
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---3 deba ser incluido, sólo a la descarada preferencia de ese
medio de difusión concesionado por los candidatos del
poder. Pienso en su papel pern1ancnte de modelación social,
que incide en una ancha base de la población, carente de
posibilidades de contrastar la visión del pafs recibida a través
de la pantalla chica con otras proposiciones. Más a] Já de la
propaganda evidente, la ·televisión ha condicionado a su
auditorio para que sea receptivo a las pautas de simplicidad y
conforn1is1no que transtnite y convicrté en valores.
Las bases sociales referidas fueron encauzadas a las urnas
por el activisn1o electoral de] PRI. Es decir, que quizá con1o
nunca antes, se aceitó la maquinaria de ese partido, y se
urgió a los candidatos a trabajar cotno si se tratara de una
competencia verdadera. · Si se recuerda que uno de los
móviles para la designación de Ignacio Pichardo Pagaza
como gobernador del estado de I\1éxico, fue la recuperación
de su in1portante electorado para el PRI, se con1prende que
una n1isión semejante, con extensión nacional, le haya sido
asignada cuando se le trajo de España a encabezar al PRI. El
razonamiento se refuerza al considerar que el principal
responsable del trabajo político en aquella entidad junto a
Pichardo, Hutnberto Lira Mora, lo acompaña tan1bién ahora
con1o secretario de Acción Electoral. Parte del éxito priista
en las urnas el don1ingo pasado se debe al activisn1o de
atnbos, con1o es atribuible en la ciudad de México a] de
Jesús Sal azar Toledano.
Esos y otrros factores sociológicos y políticos que
explican el resultado en favor del PRI fueron auxiliados para
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4--su mejor eficacia por el despliegue de prácticas de
tnanipulación tomadas de la tnás tradicional panoplia
priista. Desde el dotningo n1isn1o surgió débilmente la
evidencia de que Jas inercias del ahora disperso controlistno
electoral ilegitimo no se habian retirado al conjuro de la
legalidad tnoderniz.adora. En los días siguientes se ha ido
abultando tal evidencia, que a partir de ayer adquirió en
tnuchos casos densidad jurídica, al ser expuesta ante los
consejos distritales, dentro de los actos de có1nputo de la
elección de diputados., y al tenerse notricia de eJios en el
consejo general del IFE.
Si ocurriera que no se trata de n1otitas dispersas en un
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presencia del principal elemento de la recuperación pri ista,
ante el cual palidecería la eficacia de todos los dernás.
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Jueves 25 de agosto de 1994, REFORMA
PLAZA PúBLICA
MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
PRI para rato
He aquí un recuento desordenado, un resumen
de algunos de los factores, estructurales y de la
coyuntura que tal vez explican por qué un gran
número de boletas en favor del partido
gubernamental fueron depositadas
el 21 de agosto para prolongar su vida.
sin perder de vista el carácter prelirrrinar
de las cifras, importa examinar algunos de los
factores que produjeron el llamativo y aun
sorprendente (por lo menos paraiiD1 volumen
de votación priísta. Como sucede con otros fenómenos sociales en general, esas causas no
obraron independientemente sino que se
combinaron, sin que sea posible establecer el
grado en que cada una contribuyó al espectacular efecto de dar al PRI casi quince millones de sufragios.
Parto de saber que, aparte de la clase política profesional, hay un electorado priísta, es
decir una porción de la sociedad que vota por
ese partido considerándolo como tal, es decir
como una opción política cuyos programas
comparte. Se forma así un núcleo social de dimensiones que no puedo siquiera estimar pero realmente existente, como lo prueban diversas manifestaciones, entre ellas las de una
nueva clase media y alta que percibe la posibilidad de una gestoría y una protección eficaz de sus intereses en un gobierno priísta.
Tal estamento se agrega a otro que viene
de lejos, que es la clientela priísta, es decir los
sectores sociales a quienes se sujeta al PRI o
al menos se induce al voto mediante prestaciones y aun dádivas. Los métodos tradicionales del clientelismo se remozaron en el sexenio que agoniza con dos programas muy
eficaces, el de Solidaridad y el de Procampo.
Ambos encubren formas modernizadas de
asistencia social y aun de caridad, si se utiliza la acepción cristiana de ayuda al desvalido, que no busca elirrrinar las causas de su
desvalimiento. Especialmente Pronasol, por
ser "una nueva manera de trabajar" según
rezaba uno de los lemas de su campaña de difusión (difusión que no era adjetiva sino que
estaba entrañada en la esencia misma del
Programa), no sólo generó agradecimientos,
traducibles en votos, sino que organizó esas
gratitudes y las convirtió en factores dinamizadores que aseguran y prolongan los efectos
controladores de ese neopopulismo. Se podrá
medir con razonable aproximación que el impacto de Pronasol en la votación cuando se
comparen las zonas de concentración del voto priísta con las trabajadas por Solidaridad.
Procampo, a su vez y no obstante su reciente
im}:!lantación gestó un im ortante número
de votos, en una operación que se asemeja demasiado a una compra de voluntades. Los espíritus nobles de campesinos habitualmente
dejados de la mano de Dios, que de pronto reciben dinero en efectivo no pueden sino reaccionar favorablemente ala mano que con munificencia fingida les entrega esa dádiva.
No en balde se acordó que cesara la publicidad de esos dos proyectos en las semanas
previas a la elección, aunque no faltaron funcionarios abusivos que pretendieran infringir
el espíritu de esa prohibición. El gobernador
Jesús Murillo Karam, por ejemplo, había
puesto en un brete al secretario de Salud, el
doctor Jesús Kumate, al querer llevarlo a Pachuca a repartir beneficios del Pronasol a enfermeras, en vísperas electorales. Por fortuna se impuso el recto sentido del secretario
Kumate y se evitó la grosera actuación a que
se le convidaba.
La televisión ocupa un lugar preferente en
el elenco de causas del triunfo priísta. No me
refiero, aunque el hecho deba ser incluido, sólo a la descarada preferencia de ese medio de
difusión concesionado por los candidatos del
poder. Pienso en su papel permanente de roodelación social, que incide en una anchabase de la población, carente de posibilidades de
contrastar la visión del país recibida a través
de la pantalla chica con otras proposiciones.
Más allá de la propaganda evidente,la televisión ha condicionado a su auditorio para que
sea receptivo a las pautas de simplicidad y
Con el delicadísimo alimento espiritual que son
Las gatitas de
Jorge Porcel y el
salaz Don Francisco, se comprende que la televisión que propaga la simplicidad y
el conformismo haya contribuido
tanto al voto por el PRI.
conformismo que transmite y convierte en valores. De ahí la estrecha simbiosis del gobierno con Televisa y Televisión Azteca: con el delicadísimo alimento espiritual que son Las
Gatitas de Porcel y el salaz Don Francisco,
malamente se puede formar una conciencia
que anhele mundos mejores.
Las capas sociales referidas fueron encauzadas a las urnas por el activismo electoral
del PRI. Es decir, que quizá como nunca antes, se aceitó la maquinaria de ese partido, y
se urgió a los candidatos a trabajar como si se
tratara de una competencia verdadera. Si se
recuerda que uno de los móviles para la de1
signación de Ignacio Pichardo Pagaza como
gobernador del estado de México, fue la recuperación de su importante electorado para el
PRI, se comprende que una misión semejante, con extensión nacional, le haya sido asignada cuando se le trajo de España a encabezar al PRI. El razonamiento se refuerza al considerar que el principal responsable del
trabajo político en aquella entidad junto a Pichardo, Humberto Lira Mora, lo acompaña
también ahora como secretario de Acción
Electoral. Parte del éxito priísta en las urnas
el domingo pasado se debe al activismo de
ambos, como es atribuible en la ciudad de México al de Jesús Salazar Toledano.
Esos y otros factores sociológicos y políticos que explican el resultado en favor del PRI
fueron auxiliados para su mejor eficacia por
el despliegue de prácticas de manipulación
tomadas de la más tradicional panoplia priísta. Desde el domingo mismo surgió débilmente la evidencia de que las inercias del ahora
disperso controlismo electoral ilegítimo no se
habían retirado al conjuro de la legalidad modernizadora. En los días siguientes se ha ido
abultando tal evidencia, que a partir de ayer
adquirió en muchos casos densidad jurídica,
al ser expuesta ante los consejos distritales,
dentro de los actos de cómputo de la elección
de diputados, y al tenerse noticia de ellos en
el consejo general del IFE.
Si ocurriera que no se trata de motitas dispersas en un traje elegante, sino de la mani1 festación de una mancha extendida regularmente por todo el país, estaríamos en presencia del principal elemento de la recuperación
priísta, ante el cual palidecería la eficacia de
todos los demás.
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CAJÓN DE SASTRE
in escapismos, que no todo sea porcentajes electorales, reflexión sobre lo que
S
pasó, querellas y denuncias. Todavía podemos, por ejemplo,leer al José Emilio Pacheco poeta. El silencio de la luna es su poemarío más reciente, puesto en circulación por
Ediciones Era en estos días. Agosto se llama
esta muestra: El año hace su agosto entre
las mieses del sol. ífodo el campo es de fuego y quema/ al verano que avanza hacia la
concreción del otoño/ lacónico, desnudo de
palab~ra~s~·------------..........111