-
Extensión
-
4 fojas
-
Resumen
-
Una tormenta hizo volar, el manteado que cubriría a la mañana siguiente al pleno de la Convención Nacional Democrática. Pero los fuertes.
-
Tipo
-
Borrador
-
Clasificación
-
UAMC.MAGC.01
-
Sububicacion
-
Sobre
-
Texto completo
-
Plaza pública
para la edición del 12 de agosto de 1994
Convención triunfante
Miguel Ángel Granados Chapa
Una tormenta hizo volar, el lunes por la noche, el
manteado que cubriría a la mañana siguiente al pleno de
la Convención Nacional Democrática. Pero los fuertes
vientos que azotaron la selva chiapaneca no menguaron
un ápice el entusiasmo de los participantes, que viajaron
durante treinta horas para llegar a una reunión que los
retendría apenas la mitad de ese tiempo en un territorio
bajo el control de la insurgencia armada.
Desde varios miradores, y por diversos motivos, la
Convención resultó triunfante. Y a era un logro mayor el
hecho mismo de que pudiera reunirse y que, salvo
episodios políticos menores, se desarrollara con tersura y
celeridad, si bien se produjeron notorias complicaciones
logísticas que demoraron la salida de San Cristobal hacia
la Selva, y que ya en la comarca zapatista hicieron
exasperantemente lenta la marcha del convoy. Pero ni
durante su estancia en la capital alteña, ni durante el
trayecto de ida y vuelta, se suscitaron incidentes con los
pobladores contrarios al zapatismo, y en los retenes
militares. Porque eso hubiera podido ocurrir, es digno de
subrayarse el que no ocurriera.
Lo que parece haber sido el principal incidente
entorpecedor de las deliberaciones, es revelador del
talante que prevaleció en la Convención. Fue objetado el
grupo más radical, la Coordinadora Obrera Campesina
India Popular (Cocip ), y aunque consiguió participar, se
advirtió su escasa relevancia en el contexto de las
agrupaciones reunidas. Esa marginación se completó con
las esperadas adhesiones a la vía electoral, que dejaron
sin espacio al Movimiento Popular Independiente, por lo
que es de esperarse que ya no llame farsa al proceso
electoral o por · lo menos que no propicie que sus
miembros destrocen y quemen propaganda de partidos y
candidatos.
La Convención formuló conclusiones que se
aplicarán de inmediato y en el largo plazo. De cara a las
elecciones, llamó a votar contra el Partido
Revolucionario Institucional. Aunque la información era
confusa, dada la lejanía y apartamiento de la sede
selvática donde se aprobaron los puntos resolutivos,
parece que la posición electoral se limitó a esa negativa,
y no se decretó apoyo a partido alguno. Sin embargo, es
perfectamente inferible que el beneficiario de la
participación electoral del zapatismo sin armas sea el
Partido de la Revolución Democrática.
Quedó también en la confusión el papel que el
EZLN ejercerá si sus mandos y sus aliados resuelven que
hubo fraude electoral (y si lo hay, por supuesto). Fue
claro el subcomandante Marcos al decir que no
planteaba ningún ultimátum y que sus fuerzas no
desencadenarán la guerra. Quedó diluida así la imagen
de contralor armado de la limpieza electoral que se había
bosquejado. Pero quedó en claro también que no habrá
conformismo frente a irregularidades que dieran una
~
-
victoria ilegítima al partido del estado. Se organizaría un
movimiento de insurgencia o resistencia civil, con lo que
el zapatismo sin armas vendría a coincidir con las
tácticas gandhianas que el Partido Acción Nacional
difundió en México.
Contra lo que se esperaba, y en buena hora, la
Convención no se empecinó en temas como la
integración de un gobierno transicional, la redacción de
una nueva carta magna y la convocatoria a un congreso
constituyente. Con clara conciencia de que abordar esos
asuntos la exceden, los dibujó para después, aunque no
dejó de plantearlos como un compromiso que exigiría
cumplir al candidato presidencial triunfante (aunque se
entienda que no a Ernesto Zedilla, si lo fuera). O sea que
esos elementos principales de su proyecto político
quedaron también atados al proceso electoral y su
desenlace.
Los resultados principales de la Convención, a mi
jucio, fueron tres: la comprobación de que los fines
políticos del zapatismo ha encontrado un sonoro eco en
todo el país; la legitimación del zapatismo en armas
como una instancia política presente en el escenario
nacional, dejando de ser sólo un grupo guerrillero
cercado en una pequeña comarca; y la demostración
fehaciente de su voluntad pacifista. Decir lo anterior
choca a quienes no dejan de ver al EZLN únicamente
como un movimiento organizado para el enfrentamiento
bélico, pero se comprende que haya una vocación
pacifista en quienes mantienen las armas en la mano si se
recuerda la sabiduría romana: si vis pacem, para bellum.
•
4- Aunque no se percibió la erección de obstáculos a la
marcha de la Convención y, al contrario, los gobiernos
federal y local contribuyeron a la realización del
multitudinario encuentro, fue obvia una maniobra
propagandística, procedente del exterior inmediato,
contra la reunión y sus promotores, los zapatistas en
armas. El hallazgo de un voluminoso arsenal en
Guatemala fue rápidamente atribuido por el mando
militar de aquel país al EZLN. La intención de desvirtuar
la iniciativa política zapatista en curso (tachando a sus
convocantes como una organización con dos caras, una
que proclama la paz y otra que aprovecha la coyuntura
para fortalecer su presencia guerrera), no culminó con
éxito, sin embargo. La Organización Revolucionaria
Nacional Guatemalteca (ORNG) de inmediato revindicó
la propiedad del armamento y municiones decomisados,
y quedó en duda la oriundez mexicana de su poseedor. Y
en ese elemento descansaba la acusación antizapatista
del Ejército de aquel país.
-
Materia
-
Ernesto Zedillo.
-
EZLN.
-
Organización Revolucionaria Nacional Guatemalteca (ORNG)
-
Persona o institución mencionada
-
Convención triunfante