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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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No puede caber duda alguna de la calidad de perseguidos políticos que tienen, sustancialmente, los 15 ´huéspedes´ del gobierno mexicano, que ahora es responsable de su suerte. El derecho internacional le confiere la facultad de calificar los motivos de la persecución..
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Hace una semana expusimos aquí nuestro temor de que quince ciudadanos de Haití que consiguieron por la fuerza llegar a México no encontraran refugio en nuestro país. Hoy están en Chile..
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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EXCELSIOR
7-A
Martes 30 de Enero de 1973'
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¿Tradición que se Pierde?:
México, País de Asilo
POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
" ••. más de un ]oseph ·cojea por las calles de Port-auPrince después de una pesadil!& de torturas; y aunque
nunca conocí al joven Philipot, he visto a guel"rillero:t
tan valientes y mal adiestrados como tl. en el antiguo
manicomio que está cerca de Santo Domingo,,," Gra•
ham Greene, en Los comediantes.
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UINCE haitianos, diez de los cuales pasaron por lo
menos cuatro años en las prisiones duvalier.istás,
sin proceso alguno, tienen la vida pendiente ~ una
decisión del gobierno mexicano. Sería de esperajse que
se les otorgara asilo político, pero hay indicios que obli- .
gan a temer que la gran tradición del país de refugio
que ha tenido México se esté perdiendo.
Cinco de estos "huéspedes" del gobierno mexicanb
-categoría migratoria inexistente en el derecho nacional- secuestraron al embajador y al ..:ónsul de los.
Estados Unidos en Puerto Príncipe, para canjearlos por
dinero y la libertad de 31 presos políticos. Sólo co:gsi·.
guieron la de diez, acaso porque varios de los presos
solicitados ya no pueden salir de su cárcel.
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Considerando en sí mismo, como si se hubiese pl'O·
ducido en el vacío social, el acto de estos secuestradore~
es un delito del orden común. Pero no lo es si se atien<}e
al marco en que fue realizado, a las motivaciones de
los actores. Se trata de un délito político. La regla gene: .
ral la admiten hasta penalistas fieles al autoritarismo
jurídico, como Eugenio Cuello Calón, que define esa .
Clase de actos ilícitos COffiQ los cometidos "contra el
orden político del Estado, así como todo delito de cualquiera otra clase determinado por móviles políticos17• ·
Y otro jurista, Masari, abunda: "El delito es político o
por la naturaleza que lesiona o por el fin que mueve al
agente a delinquir. Precisamente el fin suministra un
criterio subsidiario en el caso de que el hecho pueda
configurar también la hipótesis de un delito común".
L
*
JS diez presos rescatados estaban encarcelados por
razones políticas también. Baste citar el caso de
Ulrich Jolly, prisionero desde 1963, en que fue disuelta la Federación Nacional Intersindical de Haití,
que él dirigía, y agrupaba a 50,000 trabajadores.
Y es que nadie ignora la aterradora situación en
que vive el pueblo haitiano. No sólo está sumido en la
miseria: el ingreso per cápita es de 70 dólares (875
pesos) al paso que en México es diez veces mayor; sino
que la libertad política ha desaparecido, al devastado!'
empuje de la dinastía Duvalier.
No puede caber duda alguna de la calidad de P.erseguidos
políticos que tienen, sustancialmente, los 15
¡.
"huéspedes"
del gobierno mexicano, que ahora es res·
i.
ponsable
de
su
suerte. El derecho internacional le conS
fiere
la
facultad
de calificar los motivos de la perseéu· •
y
ción. Si concede el asilo, Haití no podrá consider :
inamistoso ese acto, pues así lo estipulan normas dip1u·
máticas, y además se ha devuelto ya el dinero que
formó parte del rescate.
Si el asilo no se otorga, México habrá dado un
viraje en su política internacional. Dejará de ejercer
una política basada más que en frías razones jurídicas,
en cálidas razones humanitarias, de adicción a la líber.
tad y al cambio social que conduzca a la justicia.
Tiene .que decirse que ya hoy mismo los asilados,
politkos recientes no encuentran un cl~ma grato en
ciertos medios oficiales. Padecen incertidumbre y temo1'
sobre su suerte en este país. Debemos probar, en .e)
trato a esos refugiados y a quienes en el futuro quieran
serlo aquí, si esta nación todavía tiene suficiente conciencia revolucionaria para entender a quienes quieren ·
ejercerla.
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EXCELSJOR 7-A
Martes 6 de Febrero de 1973
Frutos del Asilo
La Libertad no es Obsoleta
POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
ACE una semana. expusimos aquí nue<;tro temor
de que quince ciudadanos de Haití. que con5íguieron por la fuerza llegar a l\Iéxico. no encontraran
refugio en nuestro país. Hoy están en Chile.
Importa mucho detenerse ele nue\'o en este asunto.
Ko sólo porque están involucradas la \'ida y la libertad
y la posibilidad de acción política de qui11ce personas
-cada una de las cuales, microcosmos. resume en sí
misma a la humanidad entera y tiene la Importancia
de toda ella- sino porque en el asunto cstú entrañada
po1· Jo menos una faceta ele la acittucl mexicana ante
la libertad y el derecho a defenderse ele la opresión.
Los haitianos referidos tenían indudable deseo de
estar en ?\léxico. 1Ianifesta1·on ese propó,;ito. para comenzar, al escoger a nuestm país como su destino al
salir de la antigua Hispaniola. Al llegar aouí. la noche
del miércoles 24 de enero, refrendaron esa intención.
Raymond Kapolcón, profeso¡• de filosofía. reputado
como jefe del grupo insistió en ello po¡· lu menos en
cuatro ocasiones (según el informe de EXCELSIOR
del día siguiente) ele modo indubitable.
Napoleón expresó que habían "e~cogiclo a 1Iéxico
para busca¡· E'l asilo político y liberarse dP la prisión,
porque rs un paí<; hE'rmano de una gran tradición liberal". Dijo también: "Traemos dinero suficiente para \'Ívir en el país y wrcmos si podemos continuar nurstros
estudios aquí o encontrar un medio lícito ele trabajo''.
En una srmana, durante la cual no se pennllió que
se les viese en público -inclusive el hotel donde se dijo
que estaban alojados negó tenerlos como huéspedeslos haitianos cambiaron de parecer: en la madrugada
del jueves lo. ele febrero partieron rumbo a Chile. "Han
expresado su deseo dt':' ,·iajar a un tei'ccr país. por
\·oluntad propia", explicó el vocero de Gobernación.
Y para obsequiar ese anhelo, :\léxico pidió oficialmente
al gobiemo de Santiago que recibiera a los luchadores
antidm·alieristas, según hizo constar la cancillería chilena (EXCELSIOR, 4 de febrero).
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A e:\.'traña decisión de los haitianos, ¿se debió a que
a\·izoraron dificultades si permanecían aquí? No
lo sabremos, acaso. nunca. Pero sabemos con dolm·
-y no puede haber en ello el mínimo asomo ele nacionalismo chato- que si no hubo otras circunstancias,
a los ojos de rstos batalladores políticos hay tierras más
promisorias ele 1ibetiad que la nuestra.
La libe1'1 ad: no se trata de un concepto periclitado,
de una noción romántica. obsoleta. Buscarla es un derecho y una obligación del hombre. Huir ele la persecución
política también lo es, y así lo consagra el artículo 14
de la Declaración Universal de los Derecho. Humanos.
En el pasado, México fue refugio der.:;eable para
luchadores socialC's que más de una n'Z han sido protagonistas en la historia ele sus países. Ha::;ta pensando
en t érminos utilitarios, el conceder asilo ha sido provechoso para este país. Tal el caso ele lo" refugiados
españoles. Y el nlor del exilio en la historiR moderna
no se reconoc-e f'ólo en América : Noruega e Inglaterra
sirvieron de refugio, en horas desgraciadas, a Willy
Brandt y Charles de Gaulle. Cada uno a "U estilo ambos han pugnado por la causa del hombrt'.
No nos quedemos en la melancolía. Es preciso hacer públicas estas l'eflexiones para promo\·er una toma
de conciencia sobre el asilo y el ejercicio rle la libertacl
política. Es claro que el gob ierno de l\Iéxico no querrá
m9strarse solidario de dictaduras. P ero ha de probarlo
mas con hechos, que con palabras.
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Materia
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Eugenio Cuello Calón.
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Ulrich Jolly.
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Willy Brandt.
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Charles de Gaulle
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Persona o institución mencionada
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¿Tradición que se Pierde? México, País de Asilo.
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Frutos del Asilo La Libertad no es Obsoleta