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Extensión
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2 fojas
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Resumen
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Si el Estado decide promulgar una ley pesquera que afecta a los intereses de los empresarios del ramo, éstos, organizados y con capacidad técnica y política, logran que la legislación los favorezca ; si se avisa del inminente envío al Congreso de nuevas normas regulatorias del turismo, los prestadores de servicios de esta clase consiguen demorar el proceso legislativo hasta que se les escuche..
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Uno de los argumentos de esta televisión, la mexicana, para responder a las sólidas acusaciones que se le hacen es poner de manifiesto Ias bondades de la televisión, en abstracto, como sistema de comunicación social. No es la televisión lo que está a debate. Desdeñar la existencia de los medios electrónicos, parapetados en nuestra condición de hombres tipográficos, sería cerrar los ojos a la historia..
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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EX e EL S 1o R 7-A Martes 27 de Junio de 1972
Capacidad Para Negociar
El·Poder de la Organización
POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
I el Estado decide promulgar una ley pesquera:
que afecta a los intereses de los empresarios
del ramo, éstos, organizados y con capacidad
técnica y política, logran que la legislación los favo·
rezca; si se avisa del inminente envío al Congreso
de nuevas normas regulatorias del turismo, los pres·
tadores de servicios de esta clase consiguen demo•
rar el proceso legislativo hasta que se les escuche.
Si los empleados bancarios se proponen sindi·
carse, los banqueros logran la inhibición guberna·
mental para que aquéllos ejerzan ese derecho. Si en
algunos niveles de gobierno se decide aumentar las
tarifas eléctricas, industriales y comerciantes hacen
oír sus voces y ellas, a más de otras consideraciones,
obran el efecto de suspender la determinación alcista.
Estos casos, f€Señados sólo como muestra, dan idea
de la capacidad de negociación que tienen las organi·
zaciones empresariales. Reunidos en cámaras de afilia·
ción obligatoria o voluntaria, cuentan con una infraes·
tructura técnica que les permite realizar estudios,
sustanciar alegatos, apoyar argumentaciQnes.
Ya es un lugar común repetir que los empresa·
rios se han beneficiado como nadie de la política es·
tabilizadora y desarrollista puesta en acción por los
gobiernos posrevolucionarios, de 1940 a la fecha
(para usar un esquema acaso simplista pero indicador) . De su fuerza económica han derivado poder
político, que les permite exigir ser oídos en todo caso
en que medidas legislativas o de admin.istracion pue· 1
den afectar sus intereses.
S
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STAS cámaras y asociaciones no sólo obran
como grupos de presión cuando se enfrentan al
Estado. También se manifiestan como tales
respecto de otros grupos empresariales. No se trata
de una contradicción: hay intereses comunes a todos
los negociantes privados, y los hay que los oponen
E
entre sí, casos €n que también se evidencia la eficacia
de las organizaciones que los agrupan.
Así, por ejemplo, los comerciantes piden que la
revisión de tarifas eléctricas comience por suprimir
las preferencias a industriales; la propia organiza·
ción comercial que plantea esta solicitud patrocina
la negativa de grandes almacenistas para aceptar
tarjetas bancarias de crédito, lo que de alguna ma·
nera implica un diferendo con los financieros; y la
organización oficial de transportistas de carga triun·
fa sobre los camioneros no autorizados, en la quere•
lla por las concesiones y las rutas .
De todo lo cual se sigue la importancia de la
organización para el logro de fines que importen a
un grupo. Cierto que en los casos citados la tarea
fructuosa no resulta de la organización solamente.,
Pero sería impensable sin ella.
La falta de vertebración entre los mexicanos
que desean el cambio social, sus disputas expresas o
tácitas, su pulverización, operan en favor del inmo·
vilismo. De las cámaras y asociaciones . empresa·
rios se pueden hacer diversos juicios polibbo . . Pero
debe s:uh a. 'dro su eficacia negociadora. Es p císo
a.canzar algo semejante, para lograr que si hoy ·
acción estatal se orienta en un sentido que conviene
a los empresarios, mañana ocurra lo mismo en fun·
·n ción de las demandas de organizaciones del pueblo.
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;.F "- · ~--- Económica, s. A.
AV MADERO NUM 10. MEXICO 1. Of
.'. ESTA CASA N() TIENE SUCURSALES EN LA REPUBLICA''
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EXCELSIOR
7-A Martes 4 de Julio éle 19n
:Pivertir, E~ajenar
Pecados de· Esta Televisión
POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
NO de los argumentos de esta televisión, la me·
xicana, para responder a las sólidas acusacio·
nes que se le hacen. es poner de manifiesto
Ia.s bondades de la televisión, en abstracto, como sis·
tema de comunicación social. No es la televisión lo
que está a debate. Desdeñar la existencia de los me·
dios electrónicos, parapetados en nuestra condición
de hombres tipográficos, sería cerrar los ojos a la
historia
La · televisión no sustituirá a los medios impre·
!OS. Ayudará a que ellos ganen en velocidad, y resolverá así su propia deficiencia de profundidad. Los
instrumentos electrónicos y los mecánicos se comple·
tarán, lo hacen ya, para extender las capacidades hu·
manas. para que el hombre se explique mejor su cir•
cunstancia, p.ra que uueda controlarla, manejarla,
ponerla al servicio de la expansión de sus facultades.
Todo esto que se dice de la televisión no puede
afirmarse de esta televisión, la mexicana. Quede cla·
ro, pues, que no es el miedo a quedarse atrás, que
no es la imposibilidad de entender el futuro, que no
es el iniciar una guerra entre los medios lo que mueve
a los sectores más conscientes del gobierno y de la
prensa a cuestionar lo aue hace esta televisión. Es
el agobio que produce el deplorable uso de instrumentos técnicos muv avanzados, es su puesta al ser·
vicio del lucro. Es el limitarlos a divertii·. a enajenar.
Divertir es, en su primitiva acepción, ''apartar,
desviar, alejar". Estos son los efectos aue obra esta
televisión. la mexicana: engaña al hombre, lo dismi·
nuye, le niega la posibilidad de ser plenamente él,
cuando lo "aparta". lo "desvía". lo "aleja" de sus
verdaderos problema~. de sus verdaderos caminos.
Esta televisión, la mexicana, enajena a sus usuarios,
pues los obliga a vivir vidas que no son las suyas,
y así lo~ desprovee de sus propias existencias, los
saca de sí mismos.
U
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cuando el Estado. por ahora con palabras -pues
en los hechos, al -no aplicar la ley, permite el
imperio del lucro y de la necedad- reconviene
a los concesionarios por el mal uso de los medios
electrónicos, los empresarios se irritan y hacen sen•
tir su prenotencia e intenten probar todo el beneficio
Que la televisión, no esta televisión, ha conferido al
país y a su sistema económico .
Se olvida un hecho esencial. Como de las tierras
y las aguas, el Estado es propietario original del es·
p11.cio territorial y, "en consecuencia. del medio en
que se propagan las ondas electromagnéticas". Con·
cede su uso a los particulares pero se reserva el de·
recho de vigilar esa utilización.
No se pueden explotar las minas. o los bósques,
de manera. irracional, a riesgo de agotar esos recur·
eos. Con la misma lógica, no se deben usar antiso·
cialmente los medios electrónicos. por el peligro de
b. uniformación o la desagregación social. Si el Estado legisla aobre aquellas materias, es obvio que con
mayor razón debe hacerlo sobre ésta. Esas tienen que
ver sólo con la economía. Esta atañe a la condición
misma del ser social.
Será adecuado que el gobierno legisle de nuevo
sobre la radío y la televisión. Se precisan reformas
hondas en el actual ordenamiento, y en todo el régi·
men legal de esos medios. Pero la nueva ley no debe •
correr la suerte de la aue está en vigor, que sólo
parece pieza. de museo jurídico.
Y
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Persona o institución mencionada
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Capacidad para Negociar El Poder de la Organización.
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Divertir, Enajenar Pecados de Esta Televisión