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Extensión
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3 fojas
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Resumen
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El 10 de noviembre de 1975, la delegación mexicana ante la ONU votó en favor de una resolución según la cual el sionismo es una forma de discriminación racial. Menos de un mes después, el 7 de diciembre, el canciller Emilio Rabasa asegura : que el sionismo no es racista..
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Diplomaci~ sin Rnmbif:··::
POR MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA
L ·1.0 de1 noviembre ~de :1975, la delegaei6n mexicana
ante la ONU votó en favor de una resolución según
la cuai el si()Illsmo ~s una fonna de discrlr\linación
racial. Menos de un mes despu,és, cl '1 :dé diciem}?r,e, ~.
canciller Emilio Rabasa asegura: que el sionisp:to ·no •es ·
racista.
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E
La co?tradicclón es patente. ~ (rave. No ~~áiJ~· ~!
mero desliZ verbal. El hecho se swna a decisiones eiTa.:
ticas recientes en torho de asuntw clave eomo ·Beli~ y
España. Revela inconsistencias nocivas en -materia tán '
delicada como nuestra politica exterior. ¿A qué se deben
tal~s desaciertos? ¿Cuál es, en particular, la causa de};
mentís que así mismo se ha dado el gobierno de México
a propósito del sionismo? Em¡ayemos en torno d.e; ·e ste
asunto, cinco hipótesis. Una de ellas, o todis q\$~; ex~
plicarían lo sucedido.
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1) El ca mbio ·e n la act itud· mexicana se debi6 ll in- ·
tensas presiones. Es evidente que tales presiones ocurrie- ron. La más significativa públicamente fue la ejel,'¿ida ·
por grupos de judíos nor~amerfcanos. Propusieron: urr
boicot con1ercia1 y turístico contra México. Pero antej; el gobierno de Washington deploró el voto mexicano. Si fuemás allá, no lo sabemos. Pero aun si dejam6S aparte: la ·
rpitología a este respecto, ~ claro que el: gobiern(), .de!
los E}.;tados Unidos dispone de medíos para presion¡:tr,'
severamente a nuestro gobierno. Si tal fuera la situaci.Óll¡_
estaríamos ante un grave indicio de la p~ar.iadq. · de.
nuestra soberanía.
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2) El voto en la ONU se decidió sin evaluar las
consecuencias. Información insuficien~, juicio . ihqladüÍ'o,
pudieron generar 'una decisión equivocada, qúe' habría' queenmendar. Pero no parece haber sido así. Al contrario,
el gobierno ha buscado 'in~istentemente fundar a pgsterio·
ri ~ racion~lWad de ~u: posición ~n ,l<t ~AMlPI¡e~ g ;eraL
3) Desacuerdo del cancillel" 'con ótras ·posiciones gubernamentales. El diferendo enb"e lo expresado el 10 de
noviembre y el 7 de diciembre se · explicaiía "si -'el caJ'l!;i~
ller estuviera en d~sacue'rdo con el voto eh la ONU. ~1
el desacuerdo es con sus inferiores -la delegación
xicana- pudo despedirlos. Si la discordancia es €tm. su
superior -el Presid~nte de la Rep(l,blica-'- pudq re.nun.
ciar. No han· ocurrido ni uno ni otrG hecho.
.· .
4) La contradicción nace de la ..inhabilidad. oegoc.1a~
dora del canciller. Dueño ai>enas de una · mínima. expe:::¡ riericia como embajador en· Washington, el can.~ill~( Ra~.
basa fue designado secretario de Relaciones Exterióres:·
en medio de la preocupación de los grandes ·diplomá:tico'S--mexícanos, a los que se postergó injustamente. Con .fte..
cuencia, el canciller ha ofrecido ocasión para probal" cuan .
razonable era esa preocupación. ·Bastaría recordar .ta oh-: .
secuencia que muestra ante su colega norteameri<;¡u.tQ,
Henry Kissinger, siempre que le es dado hacerlo.
Bastaría recordar, también, su deplorable a,ctt.I.acion
ante el gobierno de Chile, en un traspiés similar a.:t que.
en apariehcia ha dado ahora, ocurrido a fi.nales de mayo
de 1974. 48 horas después de su llegada a Santiag~ die:_,
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SUmE EN lA PAGINA OCHO ·
fgue de la página siete
taminó contra toda evidencia que los presos políticos tendrían juicios derechos; que se arreglarían las relaciones
entre Chile y México y concluyó hablando de su "excelente impresión del país y de !SU pueblo". Con apresuramiento semejante, unas cuantas horas le han bastad~
para comprobar que "no hay ' discriminación en Sion ...
En ese F.:stado vimos tolerancia absolut¡i".
5) El Presi!knte de la República es et autor de las
contradicciones. Dentro de esta conjetura cabrían tres
posibilidade!S: la modificación de la línea surge del capricho; o el ánimo inestable; o como obligada respuesta
a una evaluación nueva de lrus circunstancias. Descarte·
mos las primeras. La tercera se confundiría con la hi'Pótesis trazada en primer lugar. Unas y otras, sin embargo,
indicarían la graved de que el poder presidencial sea in·
contestable y omnímodo.
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Sea de todo eso lo que fuere, el resultado deplorable es el mismo.
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Materia
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Emilio Rabasa
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Persona o institución mencionada
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Cinco hipótesis Diplomacia sin Rumbo