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Extensión
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1 foja
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Resumen
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Al concluir la década de los treinta el instrumental informativo empezó a ser manejado por intereses hostiles al Estado y a las fuerzas populares.
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Tipo
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Publicación
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Anselmo DE LA CORTINA
De cómo el retroceso
,
.
.
apunto cas1 en ama~Jato
Quedamos, pues, en que al concluir la
década de los treinta el instrumental informativo empezó ser manejado por .intereses
hostiles al Estado y a las fuerzas populares.
La maldita jaqueca que padezco me. impidió recordar en mi articulo anterior que por
el 38 o el 39 (¿qué año f:ue, don Enrique?)
apareció El Popular, en el arranque como
órgano de la CTM, después como vocero de
la amplia corriente progresista, con un estupendo elenco de colaboradores, bien escrito,
combativo y lúcido, siempre vigilante del
acontecer nacional e internacional para analizarlo con estricto apego a la ·verdad históri- ·
ca. La prensa "independiente", con afán de
minimizarlo, le apellidaba "el diario íntimo
de Lombardo Tol~ano", pero Intimo y todo,
no habla dla que dejara de atacarlo, ora por
la pluma viscosa de Bernardo Ponce, ora por
la muy sutil de Salvador Novo, ora por la
cáustica de Porfirio Barba Jacob, el tormentoso colombiano que al extravio del exceso
sumó la desgracia de que su talento literario
fuese inicuamente explotado por los industriales de la prensa. Intimo y todo, El Popular
dio la batalla, él solo, a la "gran" prensa de su
tiempo, y su declinación mortal, en la etapa
alemanista, puede explicarse, en gran medida, por el retroceso de los círculos gobernantes en materia informativa. Se extinguió
enmedio de la indiferencia de quienes cedían
el campo a los medios privados de difusión,
que para entonces empezaban a caer en
manos del gran capital y sus aliados políticos.
a
Algo ayudó en esa época a la buena
información cotidiana El Nacional (ya le habían quitado, con rubor, lo de "Revolucionario"), bajo el mando de Froylán Manjarrez y
Raúl Noriega." No c'oincido plenamente con
quienes piensan que este diario quedó en
calidad de hijQ bastardo y vergonzante del
Estado. Pero algo hay de eso. Importa sobre
todo destacar que la situación se tomaba
cada vez más adversa al interés nacional. Se
entregaban al. enemigo, gratuitamente, terreno, armas y bagaje. La XEFO, radiodifusora propiedad del PRM, segunda del país en
importancia y auditorio, se obsequió a quien
sabe quién. El magnifico y poderoso equipo
de otra estación de radio, confiscada en
Ciud~d Acuña a un grupo de alemanes
durante la guerra, pasó a ser la XEX, usufructuada por intereses particulares. El arsepal privado aumentaba así con materiales
que se le entregaban del campo oficial.
Vuelvo a los finales de los treinta. El
movimiento obrero, rudamente atacado por
la prensa mercantil, respondió con vigor a
una campaña que se hacia intolerable por
espesa e insidiosa, y en 1937 Lombardo
Toledano dirigió una gran manifestación de
protesta que sirvió, cuandl) menos, para
• mostrar que la calse trabajadora no estaba
da ni cruzada de brazos ante la avalancha
• falacias envueltas en tinta impresa. Gruque
•• populares, " jrritados ante la soberbia
,,.
diente" por el triunfo de Franco, organi~aron
una pedrea contra los diarios de Bucareli.
Dato curioso: entre los autores materiales de
la acción popular, según fotografía publicada
por Ultimas Noticias al siguiente dia, estaba
Carlos Denegrí, quien meses antes firmaba
como corresponsal· en España de La Voz de
México (antes El Machete) y quien meses después firmaría como columnista estrella y
mimado del más ruidoso diario bucareliano.
En la ruda ofensiva contra el régimen de
la Revolución, Ultimas Noticias llegó a inventar a un emigrado español, supuestamente
desertor del campo republicano, dizque llamado Cleofas Pasquengo, a quien se hacia
tan'Zar a diario injurias contra Cárdenas y
emitir alabanzas a Franco. Y el dia de la
elección presidencial de 1940, Excelslor cabeceó a ocho columnas, más o menos asi: "El
emblema verde luce en todas partes". Y el
emblema verde, obviamente, era el del candi- .
dato reaccionario Juan Andrew Almazán,
general del Ejército, quien estuvo a punto de
encender una guerra civil que habría sido,
con el apoyo de esa prensa, el anticipo de los
~_orila~os profascistas de América Latina.
Pero no por esas entendieron su papel los
responsables del mando oficial. Lejos de que
fuese detenida la ofensiva de la prensa antinacional se inició un raro maridaje entre
ciertos círculos oficiales y algunos rotativos.
Ultimas Noticias, por ejemplo, bajo el influjo
de · un miembro del gabinete presidencial
metido por más señas a empresarios taurino,
llegó a inventar y publicar un "discurso"
provocador de LombardorToledano que comprometia la alianza del movimiento obrero
con el Estado, cuando México cuidaba s:u
unidad interna ante las acechanzas nacidas
de la Segunda Guerra. Fue tan burdo el
invento que el vespertino se vio obligado,
por ley, a publicar íntegramente la aclaración rectificadora y tajante de Lombardo.
Ojalá y recordaran esto los legisladores que
van a vérselas con el proyecto, si lo hubiese,
de reglamentación informativa. . ·
Los intereses privádos siguieron sin embargo su avance implacable en el área informativa y pronto veríamos el insólito amasiato de políticos oficiales con columnistas
afamados, idilio fraguado en misceláneas y
ficheros que llegaron a .ser, con la bendición
del PRI alemanista, tablero oficioso de vaticiniQS electorales, de chismes aldeanos y de
intrigas palaciegas.
En otro aspecto la retirada pasó a ser
rendición. El armisticio empezó a firmarse
en las oficinas de prensa de algunas dependencias oficiales adonde fueron llevados periodistas extrafdos de ciertas redacciones, no
tanto para aprovechar su capacidad personal, sino para conquistar la confianza y el
apoyo benevolente de la prensa que poco
antes habla sido . trinchera antigobiemista
declarada. Era obvio que ese profesional
jamás rompería el cordón umbilical con su
matriz_ y que ~unca ~e sen tiria ide~tificado,
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dt.d
U''\..t.AP......AOA
del Estado. Si acaso con las ·muy
ambiciones del patrón oficial que lo
taba. Una lógica elemental aconseja
pues, a las relaciones.públicas oficiales
con formación y convicción pollticas
que en última instancia les permitan
ciar de poder a poder con esa otra
política en que se ha convertido la prensa
manos del capital oligárquico.
Ya en pleno acoplamiertto, ·y con
sas excepciones~·-runc1oríarios 'y politicos
dieron a la búsqueda de los reportero~
conocidos para entenderse con ellos, o .
los periodis~as asediaron a los
blicos para sacarles provecho.
que haya sido el lado de donde
seducción, el encuentro se dio,
cionalizado, ·y el entendimiento cuajó
sistema. Conoci pollticos que renegaban
ese proceder, por sinuoso y turbio, pero
decian: "Si no lo hago, ¿qué me
Estoy solo, inerme, des protegido".
asi es. El descrédito público forj
columnas de cierta prensa, ·asi fuese
notoriamente injusto, tenía
las esferas oficiales, desfavorable al
desacreditado.
El telón de fondo de esta re¡>re:serltartió;
dramática, o melodramática si a alguien
le gusta, ha sido el tremendo poder
causa de su propio impulso y de las
des oficiales han cobrado los medios
· de comunicación, controlados ya por el
capital, asl en la prensa como en la
sión. Se acabaron para siempre, en cuanto
empeño empresarial, las aventuras más
menos románticas de un Rafael Alducin,
Lanz Duret (el viejo, el profesor de
Constitucional) un Pablo Langarica,
rrerias en su primera etapa, un
Llergo y un González Camarena en la
Hoy, cuando se hable de los grandes medio
informativos, hay que pensar que detrás d
ellos está el poderoso capital financier<
industrial y comercial, con sus irrenunci2
bies fines hegemónicos. ¿Se darán cuenta lo
círculos oficiales con quien se enredaron e
esta trama de condescendencias y favorE
q~~ por exigencia de definición he .llamad
amasiato?
·
Cuando pienso en esto no me queda otr
que releer lá trell)enda requisitoria de Lópe
Portillo en su último informe contra ciert
tipo de periodismo. Es, cuando menos, u
escape a mi pesadumbre. _
Quede bien claro, por último, que nunc
he propuesto el manipuleo estatal de 1
información. Eso seria totalitarismo, He d
cho que el Estado · tiene pleno derecho
influir en la orientación de la opinión nacic
nal al través de los medios sociales d
comunicación "sin mengua de la,libertad d
expresión ni del acceso legitimo de los info1
madores a las fuentes oficiales". ¿Qué e
dificil? No; dificilisimo, casi escabroso. Per
más escabroso es que la conciencia n!lcio
esté turbiamente manipulada por ínter
particulares opuestos al legitimo intey;
nm~hln& de.l.a.naci
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Materia
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De como el retroceso a punto casi en amasiato
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Persona o institución mencionada
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Bernando Ponce.
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Salvador Novo.
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Porfirio Barba Jacob