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Extensión
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1 foja
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Resumen
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En el metro de Berlín Oriental, dos viejecillas fueron escuchadas murmurando sobre las acciones brutales de un clan que muy difícilmente podía ajustar a los medios y patrones sociales y culturales de Alemania Oriental..
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Tipo
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Artículo periodístico
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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Contribuye la Penetración Cultural de
TV al Plan de Reunificación Alemana
Por JAMES M. MARJ{AM
(e) 1984. The Ncw York Tirr.t~s
News Service
BONN, RFA, 14 de febrero.
(NYT)-En el metro de Berlín
Oriental, dos viejecillas fueron
escuchadas murmurando sobre
las acciones brutales de un clan
que muy difícilmente podía ajustar a los medios y patrones llociales y culturales de Alemania
Oriental. En su ininterrumpido
chismorreo. las dos viejecillas
criticaban a las zalameras muje. res, los coch es superlujosos, lo'S'
peores adulterios y los contratos
de los hombres de negocios por
sumas exhorbitantes.
Lu ego de varias paradas del
convoy, nos pareció evidente que
el tema sobre el cual venían platicando las dos mujeres de edad,
y lo h acían con mucha farniliari·
dad, era la serie de Dalias, en
que los protagonistas son el fa·
maso J . R. Ewing y toda su familia.
La televisión de Alemania Occi·
dental tie ne dos grandes distritos
electorales: los 61 millones de
habitantes de la República Federal, y la mayoria de los 17 millones de personas que viven en
territorio de Alemania Oriental.
Muchos alemanes occidentales
consideran esta p€'netraci6n cultural "de la otra Alemania" como
la contribución más grande para
el proyecto de la rcunificación
alemana. Ello hace que los alemanes orientales sean las personas mejor informadas en Europa
Oriental y obligó a la cadena de
televisión germanoriental a me·
jorar sus prógramas.
Los altos dirigentes de la cadena de televisión de Alemania
Occidental, organizada en un sistema federal de corporaciones públicas autónomas, insisten en que
ellas no dirigen corrirntes de propaganda alguna hacia Alemania
Oriental. "Los tele&pectadore~
germanorientales tienen la oportunidad de participar en una democracia activa. cuya fuerza se
les presenta en los programas de
televisión occidental", dijo Die·
trich Schwarzkopf, presidPnte de
los programas políticos de ARD,
canal de televisión de Alemania
Occidental.
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,
TV DEI\'IASIADO CRITICA
PARA UN A SOCIEDAD LIBitE
Schwarzkopf afirmó que los
telespectadores germanorientales
con cierta frecuencia se quejan,
por medio de llamadas telefónicas y cartas escritas a las es·
tacio nes televisaras, que la televisión de Alemania Occidental
era demasiado critica para una
sociedad libre. "Con mucha frecuencia hacen esta pregunta:
¿Por qué la socavan de esta manera?", preguntó.
Tanto ARD como ZDF, otro
canal, tienen programas especia·
les que dirigen cada semana a las
dos a!emanias. En una encuesta
reciente, un programa de ARD,
"Contraste'S", se refirió al movimiento pacifista de Alemania
Oriental, a la insurgencia ideológica de Martín Luther King y a
las actividades sombrías de un
abogado de Alemania Oriental
que se especialzó en ayudar a los
prisioneros -politicos a cruzar el
Muro por un buen puñado de
dinero contante y sonante.
Un programa de ZDF, "Emblema D". trató, con una semejanza
increíble, temas un poco diferen'
tes: Amor y sexualidad en la
República Democrática Alemana,
narró los acontecimientos refe·
rentes a ur>a visita de un grupo
de estudiantes germanorientales a
Alemania Occidental y una serie
cte pruebas técnicas sobre el "Trabront", un coche fabricado en el
territorio oriental.
"Tratamos en este programa de
hacer algo semejante a un diálogo alemán-alemán", dijo Joachim
Jauer, director de Emb l ~ma D,
que parece ser uno de los pro·
gramas más populares de Alemania Oriental. "De'S'eamos que los
ciudadanos de ambos paises se
conozcan lo mejor posible, de
suerte que cuenten con la capaci·
dad suficiente como para que
puedan dialogar".
El apiñonamiento y casi saturación de la televisión de Alema·
nia Occidental nunca ha sido
técnicamente factible. En los af.·os
sPsentas, la Organización de la
Juventud del Partido Comunista
de Alemania Oriental acu'Stumbraba enviar a sus miembros para trepar los tejados, a fin de
derribar las antenas de televisión
que estuvieran dirigidas hacia el
p•i;¡;7fi 1~73~
Eckk
Honecker, .el dirigente de Berlín
Oriental, perdió la batalla contra
Jos que en plan de brom'l se le
llama "el enemigo que ti€'ne la
costumbre de llegar por la tarde".
Se calcula que 70% de la población de Alemania Oriental r e·
cibe las emisiones de Aleme.nia
Occidental.
En Bonn, una comis1ón especial en el ministerio para las Relaciones Inter-Alemanas vigila esoeci21lmente a los satélites germanoccidentales y los programas
que llegan por cablevisión para asegurarse de que Alemania
Oriental no vaya a ser superada
por la tecnología del país vecino.
Los diarios de Alemania Oriental no publican la programación
de los eventos televisivos que se
exhiben en el país Occidental.
Pero cuando se va a televisar
algún evento realmente especial,
entra en acción una red de telecomunicación binacional o, en su
caso, mundial.
Llamadas telefónicas de familias en Alemania Occidental y los
jubilados y becarios a los que se
les permite pasar al otro sector,
al Berlín Oriental, traen todo
tino de información a la casa sobre los principales acontecimientos que presenciaron.
Algunos funcionarios germanoorientales afirman que las informaciones sobre el desempleo masivo ,que propagan programas
televi'S'Ívos germanoccidentales se
convierten en un juego ideológico muy peligroso, aunq11e pudtera parecer un acto de publicidad para el socialismo.
Pero tales expresiones de autoconfianza se consideran un esfuerzo de los alemanes orientales
en los últimos nueve meses, para
recapturar a los televidentes al
exhibir pellculas populares estadunidenses y de Europa Occidental. en los tiempos de primera
calidad.
En su formato, el principal
programa de Alemania Oriental
que informa a los ciudadanos sobre las noticias del día y que se
transmite al caer la tard'e es una
copia fiel de sus similares en
Europa Occidental. Se transmite
a las 7.30 luego del noticiario
ZDF y antes del otro r;:sumen
noticioso de ARI), de las 8 de la
noche.
(e) 1984. The New York Tilrii'S
News Service
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Materia
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Europa Occidental
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Persona o institución mencionada
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Joachim Jauer
