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Extensión
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10 fojas
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Resumen
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Un periódico que habla en distintas notas del autentico liberalismo social, el surgimiento de la castrocracia, las filas del vicio en la UNAM, EL Ejército mexicano, la influencia de funcionarios de administraciones pasadas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso del General José Francisco Gallardo Rodríguez.
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Tipo
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Periodismo
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Clasificación
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UAMC.MAGC.01
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Sububicacion
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Sobre
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Texto completo
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,¡ -----··
Año VI
de 1996
do general
.·
..
v José Francisco Gallardo Rodríguez
Los valores del soldado
Gerardo Reyes Gómez
P
oca podremos agregar a lo ya
escrito por mejores plumas que
la mía sobre la tremenda injusticia
cometida en contra del general José
Francisco Gallardo Rodríguez mas, sin
embargo, al menos un punto que
considero fundamental está por
'
discutirse:
su fe inquebrantable de
caudillo.
El Ejército mexicano, al menos en
su sector más limpio, tendría que estar
orgulloso de producir aún la madera
de que fueron hechos muchos de los
hombres insignes de México. Ya no es
fácil encontrar quien, a su interés personal, anteponga los valores del SOLDADO, así con mayúsculas, los principios
del hombre y la defensa de sus ideas
con la que cree mejorará una institución que merece ser reformada y modernizada.
Recordemos que si Gallardo está
en la cárcel no ha sido por cometer
algún delito de los que ha sido acusado y nunca le han podido comprobar,
por que no existen. El sufre prisión
p9rque tercamente, como un ariete
§
o
1&.
Gallardo en prisión . Derecho de pensar
2
que se estrella contra la puerta de una
fortaleza, defiende su derecho de ser
pensante, de concebir, crear y justificar una figura jurídica que llevaría mayor justicia a una institución que
requiere ser humanizada y, quizá, mucho ha agravado su situación el haber
publicado sus ideas en esta modesta
pero muy honesta y plural revista Fo-
rum.
Mas si alguna justificación cabe a
la valentía demostrada en principio por
el autor y, después, por el medio que
lo publicó, el artículo del general Gallardo movió las conciencias de un
muy respetable número de elementos
del Ejército que poseen la inteligencia
para evaluar los beneficios de la creación de la figura del ombudsman hacia el interior de un aparato al cual,
cada vez con más frecuencia, utiliza el
poder político en labores policiacas.
Además ha sido loable la positiva y
solidaria actitud de toda la familia del
general que ha desplegado incansablemente la defensa, no sólo del marido y padre, sino del ser querido
atacado en su dignidad , misma que ha
permitido primero , hacer nacional el
conflicto y luego internacionalizarlo
hasta encontrar eco en organismos
tan importantes como la Comisión lnteramericana de Derechos Humanos
y en influyentes medios de comunicación de Estados Unidos y Francia.
El general Gallardo entró a la cárcel en una época en la que apenas se
empezaba a evidenciar el fenómeno
del rechazo pol ítico a nuestras instituciones y el rompim iento del tejido social con la delincuencia generalizada,
como una manifestación del desajuste
estructural entre gobernantes y gobernados. A ún hoy, la mayoría de los
pensadores de México no le dan la
importancia que posee al hecho de
que miles de mexicanos decidan por
número 43, abril de 1996
arrebatarle al gobierno el monopolio
de la violencia, como la más palpable
manifestación de un descontento generalizado, de incredulidad en las leyes y, sobre todo, en la falta de confianza
en las instituciones del poder. La sed
de justicia y satisfactores materiales
impele a miles de desesperados a
buscar en las calles sus medios de
subsistencia, cuando actúan aisladamente y, cuando lo hacen como componentes de pequeños grupos ,
buscan utilizando la misma violencia
que usa el Estado en contra suya,
obtener millonarios beneficios en el
menor tiempo y riesgo posibles, exactamente como lo hacen las élites económicas y políticas del país , en
continuo abuso de la impunidad.
Nuestro país, y con él el Ejército,
se ha ido transformando en los últimos
tiempos. Lo que hasta hace poco parecía inconcebible, como aceptar e1
nuevo papel impuesto por el estadL
mayor del general Barry MacCaffev,
para utilizar a importantes cuerpos e e
nuestras fuerzas armadas en las er:trategias estadunidenses de la luct. 1
contra el nuevo enemigo "común" df
EEUU, me refiero al narcotráfico, son
ahora caso de público asentimiento y
nueva moral militar.
México, pues, es diferente del que
conoció el general Gallardo, pero él es
el mismo incólume hombre de una
pieza; por eso, frecuentemente me digo: cuánta pequeñez veo en algunos
generales y altos jefes y oficiales que
por envidia de su honor y su valía lo
denostan o pretenden ignorarlo pero,
también, cuánto pundonor se observa
en otros coroneles y aún en generales
que avalan con su actitud la nobleza
de una institución que, en otras épocas, ha sabido escribir notas de clarín
de gloria en el anchuroso pentagrama
de la historia.
(lJ
Un hecho insólito en el Ejército
José Francisco Gallardo Rodríguez
• ... un general no es aquel que porta las
águilas y los laureles, de esos hay muchos; para mí un general es un hombre
de Estado, no conozco a ninguno, eso es
lo que pretendo ser, es uno de mis su&ños·.
T
Inicié mi octavo año en esta situación y el cuarto de encarcelamiento,
años en los que se ha visto la arbitrariedad e impunidad que existen respecto de mi caso. Se necesita mostrar
un marcado desdén por parte de las
odo empezó en el año de 1988,
cuando el general Antonio Riviello
Bazán ocupó la titularidad de la
Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena), lo que aprovechó para saldar
algunas diferencias fuertes que tenía
con el saliente secretario de la Defensa
Nacional general Juan Arévalo Gardoqui.
Entre otras, se presentó a la Villa
Ecuestre del Estado Mayor de la
Sedena, donde tenía prohibido el
acceso, y me dijo: q¿Ahora sí puedo
entrar?" Y añadió: "Lo voy a procesar
y a encarcelar porque usted es un
ratero" . Le contesté: "Usted puede
entrar a cualquier lugar, pues es
secretario de la Defensa, pero si tiene
alguna diferencia con el general
Arévalo, dígaselo a él"; y agregué: "Nunca
me he robado nada. demuéstremelo, ·
Cervantes y Zedilla. Respuesta evasiva.
procéseme si puede, usted tiene
mucho poder, pero no está por encima
de la ley". Nunca imaginé en aquel
momento lo que viviría junto con mi
autoridades militares y del gobierno
familia los años venideros; las
mexicano, para no darse cuenta qué
amenazas y presiones hicieron que
es lo que sucede en torno a mi situahasta uno de mis hermanos se suicidara.
ción, pues de orden superior, por un
Desde el inicio de la administracapricho, por abuso de autoridad, coción del general Riviello y hasta la
lusión y nepotismo de parte del genefecha, he sido objeto de una feroz
ral Riviello se pretendió que fuera un
persecución y hostigamiento, he estadelincuente vulgar.
do en situación de investigación, me
El alto mando encabezado por el
han humillado, robado, procesado y
general Aiviello , utilizando los medios
dos veces encarcelado, ademas teny recursos que la nación puso a su
go conocimiento que el alto mando
disposición para la defensa del país y
informó a la Comisión Nacional de Degarantizar el orden interno y mediante
rechos Humanos y a la Presidencia de
una política racista, ordenó mi estigmala República (salinista), que soy un
ción y destrucción dentro del Ejército, a
desequilibrado mental, mediante exáconsecuencia de haber denunciado hemenes médicos que jamás se me pracchos de corrupción y de violación a los
ticaron.
fORUm
número 43. abril de 1996
derechos humanos dentro de su administración en el instituto armado. A
consecuencia de ello, se me abrieron
15 averiguaciones previas que desembocaron en ocho causas penales
(de las cuales quedan sólo dos abiertas, la 2949/93 del 9 de noviembre de
1993 y la 2389/94 del 24 de noviembre
de 1994), me prefabricaron 13 diversos delitos, me imputaron faltantes
hasta en unidades del Ejército a las
cuales jamás pertenecí, y se ha hostigado a mis hijos, a mi abogado defensor Félix Francisco Garza Martínez y
hasta al director de esta prestigiada
revista Eduardo !barra Aguirre.
He demostrado en enésimas veces que las autoridades militares han
actuado contra derecho ti agrando preceptos constitucionales y violando mis
garantías individuales , ya que en numerosas resoluciones constitucionales la Suprema Corte de Justicia de la
Nación me ha concedido el amparo y
protección de la justicia de la Unión,
demostrando con ello que he sido procesado y encarcelado sin razón y sin
justificación legal.
No obstante el hecho que haya
salido absuelto de las diversas imputaciones que se me hicieron por órdenes del general Riviello, no importó,
que, al reclamar mis derechos me siguió otra represalia envuelta en forma
de acusación jurídica. Probé mi inocencia, reclamé seguridad y cese al
hostigamiento, y a cambio logré que
se interpusieran más denuncias en mi
contra.
ya
La reticencia a que se llegue
al esclarecimiento de los hechos
En otro estado de hechos, durante un
año se me negó acceso a mi expediente y las diligencias se llevaron a ~
3
·.
~ cabo en el locutorio de la prisión en
g
presencia de escolta armada, intimi- [
dando a los testigos y a mi defensa. ~
Asimismo, el Ministerio Público, el ~
juez y el secretario del Juzgado Militar
inducen y encubren a los testigos evitando que se llegue a la verdad, pues
todas las imputaciones fueron ordenadas desde la cúpula del alto mando
riviellista; tanto testigos como peritos
han caído en contradicción y en falsedad de declaraciones y ni el juez militar que solapa contradicciones y pone
obstáculos para recibir pruebas, y ni el
Ministerio Público han actuado en su
contra.
La actual administración aduce
que todo conforme a derecho, pero
en realidad no es así, porque de serlo
ya estaría en libertad. Esperé 14 meEduardo lbarra Aguirre. Hostigamiento
ses, los cuales trabajé arduamente en
cionales que otorgó el Código de Juscoordinación con mi defensa para lleticia Militar al general Riviello Bazán,
gar a la verdad histórica de los hechos
como secretario de la Defensa Nacioy demostrar mi inocencia, pero hoy,
nal, y que usó para girar instrucciones
aun con las evidencias y pruebas que
a fin de que se me abrieran todas las
me exculpan, la actuación tanto admiaveriguaciones previas y causas penistrativa como jurisdiccional sigue
nales, con esas mismas, le he solicitasiendo parcial, a toda luz se ve el gran
do al actual secretario de la Defensa
interés que existe en mantenerme preNacional que ordene el sobreseimienso y no sé por cuánto tiempo. Con los
to o desistimiento de la acción penal
hechos y actitudes que he observado
en mi contra. La respuesta ha sido
por parte del aparato de justicia militar
evasiva. Lo que solicito es un acto de
me queda más claro que no quieren
justicia porque soy inocente, no un
que mi caso se resuelva conforme a la
acto de gracia para que se me perdoley, pues de lo que se trata, es de
ne de delitos que me han inventado y
encubrir el gran cúmulo de arbitrariede los cuales no soy responsable, codad que se ha inflijido en mi contra
mo fue el ofrecimiento de que si pedía
durante los últimos ocho años.
el retiro de la acción penal (reconociDentro de la prisión, bajo el manmiento de culpa) se me perdonaría y
do del general Riviello, se me trató con
se me dejaría en libertad inmediatacrueldad, rompiéndose las líneas de
mente.
disciplina y ética militar, se me humilló,
robó, desnudó y se me regateó hasta
Influencia de funcionarios
la alimentación. Actualmente las conde
la administración pasada
diciones mejoraron gracias al cambio
de director, sin embargo, se me sigue
Es importante mencionar que aún
negando el derecho de recibir visitas,
continúan en puestos claves de la Serevistas y periódicos, cuando a todos
dena algunos funcionarios militares
los demás internos sí se les permite.
que señalé como responsables direcMe visita únicamente mi familia, ella
también ha sufrido y ha tenido que
tos del acoso y persecución que he
soportar humillaciones, no obstante
sufrido, ordenada por el entonces seque la legislación militar contempla un
cretario de la Defensa Nacional genegran respeto hacia la familia del miliral Antonio Riviello Bazán. Este es el
tar, hasta del de menor rango.
caso del coronel de Justicia Militar
Con las mismas facultades discrerJ)
4
número 43 , abril de 1996
Juan Manuel Angula Jacobo, quien
fue, y sigue siendo, el asesor jurídico
del secretario de la Defensa Nacional.
El fue y es uno de los principales interesados en ocultar la verdad y en mantenerme preso; es él quien elabora los
oficios de contestación a las diferentes
peticiones que he elevado tanto a la
Procuraduría General de Justicia Militar, como al mismo secretario de la
Defensa ·Nacional, donde además la
actitud sigue · siendo la de negarme
todo; esta situación es evidente, pues
por lo general al final de cada uno de
los oficios, independientemente de
quien los firme, aparecen las iniciales
de él como responsable de su elaboración. El coronel Angula, al seguir
siendo el asesor jurídico del alto mando, aprovecha su cargo para continuar
con la consigna en mi contra.
Por otra parte, el pasado 1 de
febrero el teniente coronel de Justicia
Militar Miguel García Decena, quien
era titular del Segundo Juzgado Militar
(donde se ventila la causa penal
2949/93) , fue removido; en su lugar
llegó el coronel de Justicia Militar
Jorge Serrano Gutiérrez, quien,
siendo titular de este juzgado, me dictó tres autos de formal prisión en noviembre y diciembre de 1993; en
febrero de 1995 había dejado el encargo por motivos de salud. El llevó los
juicios por órdenes del general Riviello, fue quien se encargó y ahora se
encarga de obstruir y provocar la dilación en la imparticion de justicia, fue
quien me negó la libertad bajo fianza
y quien aplicó diversas disposiciones
"iolando mis garantías individuales.
Su regreso al Se~undo Juzgado Militar representa la l1nea dura de las autoridades y el interés que éstas tienen
para continuar inculpándome de hechos que nunca fui responsable.
Además influyen en la opinión del
alto mando algunos generales que
ocuparon puestos muy relevantes durante la administración pasada, tal es
el hecho que actualmente continúan
en puestos claves muchos de ellos.
Lo anterior manifiesta que el relevo político en la Sedena no corrigió las
violaciones institucionalizadas a mis
derechos, por lo que la esperanza que
tenía de que ahora sí se actuara conforme a derecho, de manera imparcial
y eficaz, se esfumó. La consigna en mi ~
contra continúa, el equipo cercano de
fORUm
~ colaboradores del actual titular de la
Sedena es el mismo del general Riviello, por lo que los intereses son evidentes.
MI caso
;.
Mi caso dentro del Ejército marca un
hito en la historia de México y de la
institución armada, porque con mi propuesta de la creacion de un ombudsman militar se tocan las estructuras
de una institución que durante la vida
independiente de nuestro país ha sido
intocada, pero la sociedad castrense
es parte del Estado mexicano y por
tanto su actuación y administración
debe ser observada, supervisada, criticada, modelada y su poder limitado.
Además, es inadmisible que en los
albores del próximo milenio existan
cotos de poder y de impunidad que
impiden el desarrollo del Estado.
Para mí la dignidad y honra personal es lo más sagrado a que puede
aspirar un individuo, porque siento
que la valía y la esencia de la personalidad está constituida por algo más
que por el complejo conjunto de deseos que forman el existir de las personas. Creo que sin actos de dignidad
y valor civil para defender una causa
JUSta, que ponen en riesgo hasta la
integridad física, moral e intelectual,
cuando existe una autoridad injusta,
impune y prepotente, que lacera a las
instituciones, nunca se iniciarían la sucesión de grandes acontecimientos
Que conduzcan a cambios fundamen-
En San Cristobal. Ser pensante
fORUm
Un ombudsman militar para México
C
omo un primer esfuerzo que
busque la modernización de
las fuerzas armadas de
México, vistas a través de la reforma
del Estado, éstas deben contar con
un ombudsman militar con objeto de
que se modere la actuación de los
mandos en todos los niveles y haya
una instancia de apelación a donde
cualquier persona, civil o militar, pueda
acudir cuando se vea afectada en sus
intereses por el actuar del Ejército, el
cual debe ser respetado y no temido,
ya que se traduce dentro del Estado,
como el garante de todas las garantías
que es el soporte del Estado de
derecho, donde debe imperar el
gobierno de las leyes y no el de los
hombres.
La creación del ombudsman militar en México, permitiría romper las
amarras y atavismos que dan lugar a
la estructura cerrada que actualmente caracteriza al Ejército como institución. De esta manera, se daría una
apertura hacia la sociedad y con ella,
se generarían mecanismos de retroalimentación que darían seguridad y
estabilidad al Estado, erradicando la
prepotencia, la impunidad y el autoritarismo que prevalece en los mandos de las fuerzas armadas.
Con el ombudsman militar se
evitaría el desprecio a la dignidad de
las personas, que arroja entre miembros de jerarquía superior a inferior
una relación habitual y consuetudinaria de sumisión "sordo-mudo", de
acatamientos sin reservas, sin crite-
rio propio y de respeto hipócrita, lo
que va deformando las buenas relaciones humanas, dando como consecuencia que los mandos que son
obedecidos ciegamente nunca creerán equivocarse en sus órdenes y
mandatos; mientras, los subordinados pueden llegar a sentirse incómodos, inseguros y temerosos ante
posturas negligentes, habiendo un
vacío de personalidad, más indecisos y adisgustos con el superior y
consigo mismos.
Esta ominosa y creciente situación socava las estructuras ontológicas del Ejército, que de trascender se
pone en riesgo la seguridad nacional.
La oficina defensora de los derechos humanos de los militares u ombudsman militar, ayudaría a que la
autoridad militar respete los principios generales del derecho, ya que
en la dignidad de las personas se
sustentan las instituciones y la constitucionalidad del Estado democrático. Además un Estado moderno, es
un Estado institucionalizado, por ello
es necesario crear instituciones fuertes que permitan avanzar hacia la
modernidad.
Es urgente que se instaure la
necesidad de una instancia de apelación dentro del Ejército mexicano,
como lo es el ombudsman militar, en
el que su encargado deberá ser un
civil conocedor del derecho, para garantizar la imparcialidad de dicha instancia, pues de ser militar, éste sería
elegido por el secretario de la Defensa Nacional y tendría intereses con
él, lo que le impediría actuar en forma
imparcial y apegada a derecho.
(JFGR).
®
tales en las estructuras político-sociales del Estado.
Reitero una vez más la necesidad
de que en México exista un ombudsman militar que supervise la actuación de los mandos y la administración
militar, que fomente la cultura del derecho y la justicia, para que se respete
la ley por la institución que ha sido
asignada constitucionalmente para tutelar el orden jurídico-político y que
ésta la proyecte a la sociedad, y aliente el libre juego y la articulación de las
fuerzas sociales para que se forme un
tejido institucional que promueva la
democratización y el bienestar social.
Es necesario también para que el mi-
litar pueda desarrollarse como persona, como ser pensante e innovador,
para que aporte su granito de arena a
fin de que el país alcance su plena
soberanía, autodeterminación e independencia.
Es por ello, que no he renunciado
y nunca renunciaré a mi dignidad, principios y derechos fundamentales , ya
que éstos son intocables, inalienables
e innegociables, ¿cómo puede defender un militar a su país, si no es
capaz de defender su dignidad?,
cuando la dignidad es al hombre,
lo que la soberanía es a los pueblos.
®
número 43, abril de 1996
S
v- Sesión de la Cl OH
El affaire Gallardo Sede na, en Washington
Marco Vinicio Gallardo Enríquez
En Washington, OC, el pasado 21 de
febrero a las 15:30 horas ante la Comisión lnteramericana de Derechos
Humanos (CIDH) de la Organización
de Estados Americanos, se llevó a
cabo la audiencia sobre el caso del
general Gallardo promovida por el
Centro por la Justicia y el Derecho
Internacional (Cejil) y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los
Derechos Humanos (CMDPDH). En
dicha audiencia participaron, por parte
del gobierno de México, el coronel de
Justicia Militar Juan Manuel Angula
Jacobo, asesor jurídico del secretario
de la Defensa Nacional; el consultor
jurídico de la Secretaría de Relaciones
Exteriores Miguel Angel González Felix; y el coordinador de Derechos Humanos de la Consultoría Jurídica,
Ricardo Cámara. Por parte de los peticionarios participaron Ariel Dulitzky,
presidente de Cejil; Mariclaire Acosta,
presidenta de la CMDPDH; y Marco
Vinicio Gallardo, hijo del general.
La CIDH está integrada por el venezolano Carlos Ayala Corao, el haitiano Jean Exumé, el estadunidense
Ronald Goldman, el trinitario John Donaldson , el chileno Claudia Grossman , el argentino Osear Luján
Fappiano y el colombiano Alvaro Tirado.
Marco Vinicio Gallardo inició por
parte de los peticionarios, expuso a los
miembros de la CIDH la vivencia de su
familia y en particular lo concerniente
a su padre. Destacaron datos relevantes que hablan por sí mismos , como la
acumulación de 13 delitos, 15 averiguaciones previas, nueve causas penales , siete autos de formal prisión y
cinco amparos en materia penal obtenidos en los tribunales federales.
A continuación publicamos la exposición de Marco Vinicio Gallardo
Enríquez ante la Cl OH, su perc-::pción
sobre la audiencia en Washington y
otras gestiones ante congresistas de
Estados Unidos.
6
E
l caso de mi padre no tiene
precedentes en el país , pues
no es común que un general de
alto rango haga públicas sus críticas y
propuestas a la institución armada,
por lo que el alto mando del Ejército
mexicano se abocó a coartar su
libertad de expresión. Influyó siempre
en sus opiniones su formación en la
Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la UNAM, la que fue mal
vista dentro del Ejército.
El viacrucis de mi padre se inició
a principios del sexenio anterior, es
decir, en 1989 cuando el entonces
secretario de la Defensa Nacional, general Antonio Riviello Bazán ordenó
practicar una auditoría a la Villa
Ecuestre, de la cual fue comandante
mi padre, el general Gallardo. Al respecto se determinó que se entregó la
· unidad sin novedad alguna.
De junio a diciembre de 1989 se
le designó como comandante del Cria-
dero Militar de Ganado Ng 2 en Santa
Gertrudis , Chihuahua, destinado a ganado caballar. Fue mandado como
asesnr el capitán retirado Fernando
Riviel:o Elizondo, sobrino del general
Riviello, pues querían comprar cabezas de ganado vacuno como negocio
particular, para lo cual se destinaron
mil millones de viejos pesos. Mi padre
manejó el dinero por medio de cheques cruzados para la exclusiva compra del ganado, lo que le originó
problemas con el sobrino de Riviello.
Cuando en noviembre de 1989 el general Riviello visitó la instalación militar, amenazó a mi padre de que lo iba
a procesar por lo que lo relevó del
mando el 16 de diciembre, permaneciendo en la Quinta Zona Militar sin
saber su situación jurídica hasta mayo
de 1990, fecha en que fue trasladado
y encarcelado en la prisión de la Séptima Zona Militar por los delitos d~ it>
fraude, malversación, abuso de auto-
g
á
IL.
24-IX-93. Gallardo en eiiTAM : diplomado en Escenarios estratégicos internacionales
número 43. abril de 1996
fORUm
!"'
.. .
~ ridad y daño en propiedad de la na-
ción.
Ante esta situación, en busca de
justicia, recurrió al procurador de Justicia Militar, y al no ver solucionadas
sus demandas, recurrió al Presidente
de la República en su carácter de jefe
supremo de las Fuerzas Armadas y
promovió amparo en materia penal
ante los juzgados federales.
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Delicias. Chihuahua. Agosto de 1989
Al haber denunciado por extorsión
al juez militar, es trasladado a la ciudad de México en mayo de 1991, después de un año de estar encarcelado.
Fue hasta enero de 1993 que mi
padre obtuvo el amparo y protección
de la justicia de la Unión, pero de mayo
de 1991 a la fecha señalada se le
abrieron nuevas investigaciones al
querérsele procesar por faltantes al
26 Regimiento Blindado de Caballería, unidad a la cual nunca perteneció.
Asimismo se le investigó por la pérdida de una perilla y una pila de un radio
de comunicación; por deserción, entre
otros. Ninguna procedió por falta de
elementos o por haber obtenido amparos en la justicia de la Unión.
De los más de siete años de persecusión sólo ha estado totalmente
libre de proceso por siete meses, de
enero a noviembre de 1993. Es en
este lapso que hizo uso de su libertad
de expresión, concedió una entrevista
fORUm
al periodista Carlos Ram írez que dedicó su columna al aún desconocido
tema del general Gallardo, el día de la
libertad de prensa; se publicó en la
revista Forum en octubre el extracto
de su tesis de maestría Las necesidades de un ombudsman militar en México; además, reclamó por medio de
amparos administrativos sus haberes
retenidos por tres años, su medalla
por 30 años ininterrumpidos dentro del
Ejército, su derecho de pertenecer a la
Legión de Honor. Al negarle todas sus
peticiones buscó la protección de la
justicia de la Unión y recurrió nuevament'3 a la solicitud de audiencia personal y directa con el Presidente de la
República, jefe supremo de las Fuerzas Armadas.
El16 de septiembre fue enviado a
Hermosillo, Sonora, como jefe del
Cuarto Batallón de Defensas Rurales,
pero no ~e buena fe del alto mando,
sino para alejarhterritorialmente de la
- ciudad de México, pues se le estaban
abriendo nuevas causas penales. Por
lo anterior, mi padre dirigió un escrito
al secretario de la Defensa Nacional
donde lo hace responsable a él y a
otros mandos militares por su seguridad física y la de su familia.
Fue detenido el9 de noviembre de
1993 en Hermosilo, Sonora, por el jefe
de la Policía Judicial Militar, general
Alvarez Nara y trasladado en avión de
la Fuerza Aérea Mexicana a esta ciudad, pasándolo después directamente
a la prisión del Campo Militar N2 1 de
Lomas de Sotelo, DF, por los delitos
de difamación, calumnias e injurias en
contra del Ejército mexicano por el
artículo de Forum Las necesidades de
un ombudsman militar en México; por
difamación e infracción de deberes comunes a los que están obligados a
servir en el Ejército, por la carta que
envió al secretario de la Defensa Nacional, y por malversación y destrucción de bienes del Ejército en su
modalidad de quema de archivos por
supuestos hechos ocurridos a finales
de 1988, de los cuales ya se había
practicado una averiguación previa y
número 43. abril de 1996
Libertad para el
compañero y general,
exigen en la UNAM
S
eñor director: Concluyó en
forma exitosa la primera fase de
la Campaña lnteruniversitaria
de Recolección de Firmas para exigir
la libertad del general brigadier José
Francisco Gallardo Rodríguez (preso
en el Campo Militar N2 1 desde el 9
de noviembre de 1993). Di,Cha
campaña se inicio el11 de marzo en
la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la UNAM , logrando
reunir un total de mil 212 firmas en
sólo cuatro días.
Los estudiantes, profesores y
personal administrativo, tanto de licenciatura como de posgrado, se solidarizaron y mostraron apoyo total a
esta justa causa. Se obtuvieron firmas de mil 4 estudiantes, sobresaliendo los que tienen mejores
promedios; 120 profesores, destacando las de John Saxe Fernández,
Octavio Rodríguez Arauja, Carlos
lmaz, Roberto Bermúdez, Rosa María Valles, Paulina Fernández, Carlos
Ruiz Sánchez, Mariclaire Acosta,
Luisa Vejar y Erika Doring; así como
88 de personal administrativo.
El número tan elevado de firmas
se consiguió gracias a la simpatía
que tiene la comunidad universitaria
hacia el compañero y general Gallardo. Se formaron brigadas informativas, se repartieron alrededor de 900
volantes y se instaló una mampara
con su historial académico, notas periodísticas, artículos que ha escrito
en prisión, la síntesis de su tesis de
maestría Las necesidades de un ombudsman militar en México, publicada en el No. 22 de Forum y el oficio
en el cual se le dicta auto de formal
prisión por los delitos de injurias , difamacion y calumnias en contra del
Ejército mexicano.
La próxima semana el Comité
Pro Uberación del General Gallardo
iniciará las actividades correspondientes a la siguiente fase de la Campaña
1nte:universitaria
de
Recolección de Firmas en las facultades de Economía, Derecho, Filosofía y Letras, Medicina e Ingeniería:
Por el comité: Rocío Pérez
Medina y Raúl Prado Calderón.
7
Santa Gertrudis, Chihuahua, junio de 1989. Comenzó el viacrucis
~ se había archivado por falta de ele-
mentos de prueba.
Como respuesta, acudimos a los
medios de comunicación para hacer
pública la persecución por parte del
alto mando del Ejército. Asimismo, mi
padre recurrió por medio de escritos a
la Comisión Nacional de Derechos Humanos en ocho ocasiones, a la Secretaría de Gobernación, en tres; a la
Procuraduría General de la República,
en cinco; a la Presidencia de la República, en tres; a la LV Legislatura de la
Cámara de Diputados, en tres; y a la
entonces Secretaría de la Contraloría
General de la Federación, en seis.
La respuesta de estas dependencias gubernamentales fue similar en el
sentido que el asunto era del fuero de
guerra y jurisdiccional, y que correspondía al Ejército conocer de estas
denuncias, por lo que las remitían al
procurador general de Justicia Militar,
general Mario Guillermo Fromow, el
principal instrumentador de la campaña de hostigamiento en contra de mi
padre.
Las acciones de los altos mandos
encabezados por el general Riviello
Bazán, fueron de cerrazón total. Se
instrumentó una campaña de difama-
8
ción nacional en contra de mi padre, a
través de inserciones pagadas en la
prensa, fotos encimadas, oficios, cartas, etc.
Asimismo se le agredió físicamente en enero de 1994, y a dos de sus
amigos que intervinieron en su defensa los trasladaron al penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, y
a otros dos los aislaron dentro de la
prisión; para tal acción el director de la
Prisión Militar argumentó que era porque supuestamente se querían fugar.
Se restringieron las visitas, las revisiones a la familia fueron exhaustivas, las diligencias se llevaban a cabo
dentro del locutorio del penal con personal armado, no pudo revisar su expediente por más de un año, cortarol't
los teléfonos públicos, hubo amenazas a mi familia y a mi padre directamente, se abrieron averiguaciones
previas ante la PGR por difamación a
Eduardo lbarra Aguirre, director de la
revista Forum que publicó el artículo
sobre el ombudsman militar y a mi
hermano José Francisco Gallardo Enríquez.
Es en octubre de 1994 cuando el
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Penal del DF concedió a mi padre el
númefo 43. abril de 1996
amparo y protección de la justicia de
la Unión por lo que se refiere al artículo
sobre ombudsman militar; por la carta
dirigida al secretario de la Defensa
Nacional; y por cinco de los siete rubros de malversación. Por tal razón, el
24 de noviembre de ese mismo año,
seis días antes de que el general Riviello dejara el cargo, se le dictó un
nuevo auto de formal prisión por enriquecimiento ilícito, basado en la suma
de depósitos de una cuenta bancaria,
lo cual se sale de las normas y procedimientos de auditoría generalmente
aceptados.
At arribo del nuevo secretario de
la Defensa Nacional, general Enrique
Cervantes Aguirre, a finales de 1994 y
principios de 1995 nos concedió a mi
hermano José Francisco y a mí en tres
ocasiones, audiencias personales en
las cuales nos manifestó que no había
interés de su parte en pe~udicar a
nuestro padre y que se actuaría conforme a derecho; a cambio, nos pidió ,
discreción ante los medios de comunicación. Esperamos 14 meses, las esperanzas se esfumaron y nos dimos
cuenta que sólo fue retórica pues en
enero pasado le negaron el incident. •
que promovió ante el Juzgado Segundo Militar de libertad absoluta, el cu 3.1
intregró todas las contradicciones ae
los supuestos testigos.
En diciembre de 1995 un grupo de
generales de alto rango, enviados por
el titular de la Secretaría de la Defensa
Nacional , trataron de convencer a mi
padre que pidiera el "retiro de la acción
penal", consistente en reconocer la
culpa de los ilícitos que le imputan, a
cambio de que la autoridad le concediera el "perdón". Dicha propuesta, por
la condición ética, profesional y moral
que rige a mi padre, la rechazó.
Solicitud a la CIDH
En representación de los peticionarios , Ariel Dulitzky, pidió la resolución
final dado que en fecha reciente el
gobierno de México rechazó la propuesta de parte de mi padre de llegar
~
a un arreglo amistoso.
·.
Francisco Cox y Ariel Ou~tzky . PeticionaOO.
,
Intervención del gobierno
no existen garantías de que cuando
salga absuelto de las actuales imputaciones, no se le abran nuevos procesos.
El fallo final se dará en el segundo
periodo de sesiones a mediados del
año en curso.
Una delegación de la CIDH visitará México próximamente y dentro de
los casos que observarán está el de
mi padre. Las autoridades militares
tendrán que autorizar la entrada de los
comisionados a la prisión militar y no
creo que les agrade mucho. El caso de
mi padre le interesó a Amnistía Internacional, Americas Watch y Washington
Office on Latín America, organizaciones
con representación en Washington y
con las cuales se establecieron contactos.
Congreso estadunldense
'\'
~ Por parte del gobierno intervino prime-
ramente el consultor jurídico de la
SRE, Miguel Angel Felix; dijo ante la
Comisión que mi padre era procesado
por faltas al Código de Justicia Militar,
que la totalidad de los·delitos habían
sido imputados en una sola vez, y que
no había sido procesado por el artículo
sobre el ombudsman militar, siendo
que obra por escrito ante la Comisión
el proceso y amparo de la justicia de
la Unión por este supuesto delito.
Cerró la intervención del gobierno
el coronel Juan Manuel Angula Jacobe, asesor jurídico del secretario de la
Defensa Nacional, quien dijo que mi
padre debería ser wserio y resolver sus
asuntos internamente", pues "comprometía a la justicia castrense", y que
además ésta había sido bondadosa
con él ya que "había obtenido su inocencia". Obviamente no consideró
que todos los procesos penales los ha
ganado fuera del ámbito militar, por
medio de amparos de la justicia de la
Unión.
Creo que quedó muy claro para la
CIDH que es una campaña contra mi
padre y un abuso por parte de las
autoridades, al tener éstas la facultad
de iniciar averiguaciones previas. Dejamos clara nuestra preocupación sobre la no certeza jurídica, es decir, que
fOAUm
La visita a Washington fue aprovechada
'
para sensibilizar a
congresistas estadunidenses sobre el
caso de mi padre:
Me entrevisté
con Grover Joseph
Rees, jefe del Consejo del Subcomité
de Operaciones Internacionales y Derechos Humanos del
Congreso de Estados Unidos. Me ofreció tratar el asunto
de mi padre en la sesión del Congreso,
pues en dos meses
se tratará la situación general de los
derechos humanos
en el mundo y dentro
de México se tocaría
el caso de mi padre.
:=
escuchó con atendón y se comprometió a discutirlo con otros congresistas.
Marty Meehan, miembro del Comité de Seguridad Nacional, quien se
interesó por el caso y se comprometió
a tratarlo como un asunto de seguridad nacional en el caso de México y
Estados Unidos.
John Lafalce, quien en 1994 en
una visita que realizó a la ciudad de
México, intentó en cinco ocasiones visitar a mi padre, a lo cual se le negó la
petición, incluso por el mismo secretario de la Defensa Nacional. El tiene
intencior.es de volver, por lo que hará
las gestiones necesarias ante la embajada de México en Washington, a fin
de que le permitan el acceso junto con
otros de sus compañeros congresistas a la prisión militar.
(E)
los medios a debate
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Richard A. Gephard, 1íder de los demócratas, quien
número 43, abril de 1996
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~ rico dio cuenta de diferentes y hetero-
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géneas premisas que dieron cuerpo a
una ideología caracterizada por la inmediatez, la espontaneidad, el peso
relevante sobre la acción y la centralidad del poder, y en general, de todo
aquello que exhaltara y diera legitimidad a las fuerzas del orden yfocalizara
como enemigos a quienes se apartaran del discurso oficial.
. En un mundo de turbulencia como
el nuestro, la verdad se descompone
en una serie de puntos finitos de los
cuales sólo podemos ser testigos de
unos cuantos. Emergen con nueva intensidad instituciones fascistas, cerradas y dogmáticas que se resisten al
cambio y por consiguiente se .fundan
en modelos "puros", coherentes sólo y
tan sólo con ellos mismos. Fascismo
pues; fascismo en un mundo narcotizado por los ideales de progreso y
globalización de las fuerzas del mercado; en un planeta apaciaguado por
el sueño fugaz de los valores democráticos e individuales; en un país
adormecido en el lecho de una depreciación del poder poi ítico y un engrandecimiento de los intereses económicos;
en un pueblo a quien se coloca una
mascarada y unos lentes oficiales que
inhiben la luz. Pero por más que sueñe
la opinión pública, no puede aún esgrimir el triunfo de la pluralidad y la diversidad contra el lenguaje y las
pretenciones totalitarias.
El fascismo actual, en lo que respecta a México ya no se pronuncia
discursiva o ideológicamente en contra de la diversidad que corroe las
ideas e instituciones puras de origen y
destinadas a la hegemonía. Al contra~o, promueve la imagen y el ideal del
consenso y el respeto al disenso, al
tiempo que con ello legitima las estructuras técnicas de su propia negación.
La naturaleza del nuevo fascismo,
para el gobierno federal mexicano,
subyace en la adopción acrítica de
modelos importados, en la generación
espontánea de ilusiones masivas que
hacen creer a la sociedad que sabe,
cuando en realidad ignora todo: el caso Colosio, Ruiz Massieu, las negocia-
cienes políticas, las estrategias económicas, etc. Visto así, lo que estaría
en el destino de nuestra sociedad, el
progreso y la democracia, también serían incuestionables no importa los
costos y la miseria que guarden, buscarán imponerse por el derecho natural a la coerción y al uso de la fuerza
de que goza el Estado, y con el apoyo
de Jos patriarcas del mundo: Estados
Unidos y el Banco Mundial.
La democracia misma, es un hecho que tenemos que asumirla tal como nos indican, so pena de sufrir Jos
embates contra la herejía dictados por
los juicios inquisidores del poder público federal. En nombre de la democracia y del bien común se legitima el uso
de la fuerza contra quienes osan pensar distinto.
Quien tenga ojos y oídos para ver
y oír... Así como la verdad tiene inextrincables detalles, los sistemas sociales
tienen una espontaneidad e imprevisibilidad similares a 1~ de los sistemas de
las ciencias duras. Con ello en cuenta,
es materialmente imposible poder
brindar expectativas respecto del futuro del general Gallardo.
Así pues, el general Gallardo, a
quien en nombre de la justicia se levantaron innumerables cargos, que en
su momento llegaron a ser nueve, únicamente quedan pendientes de reso-
e
~
Gallardo lesionado. Frenar los abusos
número 43, abril de 1996
lución dos, la número 2949/93, del 9
de noviembre de 1993, que contiene
las acusaciones de malversación y
destrucción de lo perteneciente al
Ejército; y la número 2389/94, del 24
de noviembre de 1994, por enriquecimiento ilícito y sobre ellos el Ejército
esgrime el juicio valorativo que califica
de deshonroso para la institución militar el ensayo derivado de una tesis de
maestría en la Facultad de Ciencias
Políticas, donde se plantea la necesidad de la creación de un ombudsman
militar, para frenar los abusos en cuestión de derechos humanos dentro de
la institución castrense.
En el marco de la ceremonia del
Día del Ejército, efectuada en las instalaciones de la 11 Brigada de Infantería Independiente, en el Campo Militar
Número Uno, las fuerzas armadas del
país, en voz de Enrique Cervantes
Aguirre, afirmaron que observan con
respeto los procesos maduros y plurales de la democracia, como sinónimo
de justicia o factor de equidad colectiva. Contradictorio desde luego con el
esqueleto en el armario que para dicha institución representa el caso del
general José Francisco Gallardo Rodríguez.
Se esgrime en el discurso a la
democracia y la justicia, en tanto el
propio inculpado dice haber vivido durante su encarcelamiento la misma
necesidad por él sustentada: una representación de los derechos humanos en el seno del instituto militar:
"Dentro de la prisión se me ha tratado
con gran crueldad y se han roto las
líneas de disciplina y de ética militar.
Se me ha humillado, robado, desnudado y se me ha regateado hasta la
alimentación. A mi familia -{jicetambién se le ha molestado y humillado.
. El mayor deshonor que pudo recibir el Ejército, no proviene de 1~
solicitud de un ombusdman hecha
por uno de sus miembros, sino por
las acciones que ellos mismos llevan
a cabo y que contradicen los ideales
democráticos por ellos mismos defi(l)
nidos y por el poder federal.
11
-
Materia
-
Caso General Brigadier José Francisco Gallardo Rodríguez
-
El affaire Gallardo Sedena
-
Ombudsman militar
-
Defensa Nacional
-
Ejército
-
Persona o institución mencionada
-
Brigadier José Francisco Gallardo Rodríguez
-
Antonio Riviello Bazán
-
Félix Francisco Garza Martínez
-
Juan Manuel Angulo Jacobo
-
Jorge Serrano Gutiérrez
-
Carlos Ayala Corao
-
Oscar Luján Fappiano
-
Alvaro Tirado
-
Mario Guillermo Fromow
-
Ariel Dulitzky
-
Marty Meehan
-
John Lafalce
-
Grover Joseph Rees